Birmano: Características, personalidad e información sobre la raza

Muchos gatos tienen historias interesantes, pero el gato birmano destaca por el misterio que rodea a su origen. Según la leyenda, un sacerdote Kittah llamado Mun-Ha estaba rezando en el templo de Lao-Tsun, acompañado por un gato blanco del templo llamado Sinh.

Los asaltantes entraron en el templo y mataron a Mun-Ha. Mientras el sacerdote yacía moribundo, Sinh colocó sus patas sobre su cuerpo y se enfrentó a la diosa Tsun-Kyan-Kse. El gato se transformó: su cuerpo adquirió un color dorado, sus ojos se volvieron azules y sus patas cambiaron a marrón. Sus pies permanecieron blancos donde tocaron a su amo. La leyenda dice que los pies blancos del gato birmano simbolizan la pureza. Al mismo tiempo, el resto de los gatos del templo se transformaron, adoptando la misma apariencia que Sinh.

En 1919, el templo de Lao-Tsun fue asaltado nuevamente. Dos hombres, el mayor Gordon Russell y Auguste Pavie, acudieron en ayuda de los sacerdotes. Como gesto de gratitud, los sacerdotes les regalaron una pareja de gatos birmanos de cría, que fueron transportados a Francia. Se cree que muchos de los gatos birmanos fundadores eran siameses.

Lamentablemente, al final de la Segunda Guerra Mundial solo quedaba una pareja de gatos birmanos, a pesar de que la raza había comenzado a ganar popularidad. Sin embargo, en la década de 1960 había suficientes gatos birmanos para permitir su importación a Inglaterra. La raza ganó popularidad y, en 1966, fue reconocida oficialmente por las asociaciones británicas de amantes de los gatos.

Los primeros gatos birmanos llegaron a Estados Unidos en 1959 y la Cat Fanciers' Association otorgó el reconocimiento oficial a la raza en 1967