Luchó por amputarle la pata a su gato, pero ahora sabe que eligió sabiamente

Olivia nunca había tenido un gato antes de que Felix llegara a su vida. Sin embargo, un diagnóstico de cáncer poco común y una decisión de salud desgarradora le demostraron lo afortunada que es de ser su humana para siempre.

Un pequeño curioso

Olivia lo adoptó en 2019, cuando Felix tenía apenas ocho semanas. Nunca había tenido un gato cuando era niña porque su padre era alérgico a ellos, así que esta era la primera vez que recibía a un gatito en su casa.

“Me enamoré inmediatamente”, dijo Olivia al ver a Félix. “Sabía que ese era mi gato”.

Desde ese momento, la nueva mamá gata nunca dudó de que había tomado la decisión correcta. “Es un chiquitín muy curioso y un amor. Si alguna vez estoy llorando o tengo un mal día, él viene y me consuela”.

No tardó mucho para que Olivia se diera cuenta de que Félix también tenía un hábito especialmente divertido, aunque incómodo: entrar al baño pavoneándose cada vez que ella usa el inodoro.

“Él entra de repente y quiere sentarse en tu regazo”, explicó Olivia.

Pero cuando Félix tenía unos dos años, notó un bulto en su pierna. Y su vida nunca volvería a ser la misma.

“La decisión más difícil”

Después de una visita al veterinario, a Félix le diagnosticaron liposarcoma, un cáncer poco común que adopta la forma de un tumor maligno. Fue entonces cuando Olivia se enfrentó a una decisión increíblemente difícil: quimioterapia o amputación.

La amputación era una forma más segura de deshacerse del cáncer, pero si la quimioterapia funcionaba como tratamiento, entonces Felix podría estar libre de cáncer y aún tener sus cuatro piernas. Olivia decidió someterse a la quimioterapia.

“Fue la decisión más difícil que tomé en toda mi vida”.

Sin embargo, después de varios intentos con distintos medicamentos, la quimioterapia no estaba funcionando. Y cuando eso quedó claro, Olivia casi perdió la otra opción, ya que el cáncer podría haberse extendido a otras partes del cuerpo de Felix. Pero habló con el cirujano, quien le dijo que todavía hay una posibilidad de que la amputación funcione.

Y afortunadamente, así fue.

Mujer en una misión

¡Félix puede haber perdido una pierna, pero está libre de cáncer y es tan feliz como antes!

Ahora, Olivia está usando su plataforma para alentar a otros a no estar yendo y viniendo sobre la vida de sus animales como lo hizo ella.

“Si es una cuestión de vida o muerte, simplemente hagan la amputación”, dijo. “A [Felix] le encanta la vida. Acabamos de celebrar la Navidad y se volvió loco por todos los juguetes que le compré”.

Ver a su gato feliz y saludable llena de alegría el corazón de Olivia, sin importar el número de extremidades que tenga en el suelo debajo de él.

“Saber que tomé la decisión correcta, porque es una decisión muy difícil, hizo que este pequeño ahora tuviera una vida plena y enriquecedora”, dijo. “Eso hizo que valiera la pena”.