En los gatos, rascar es tan natural y normal como dormir, pero sin el entrenamiento adecuado, también puede destrozar sofás, sillas y demás. Afortunadamente, puedes reconducir esta conducta y salvar tanto el sofá como el vínculo con tu gato. En este artículo, aprenderás a evitar que tu gato arañe los muebles de forma sana y segura.
Esperar que nuestro gato deje de rascarse por sí solo es como pedirle que deje de respirar. La solución no es pedirle que deje de rascarse sino redirigir la conducta hacia objetos o superficies adecuadas para rascar.
Rascar objetos o exteriores inapropiados es muy molesto para los dueños de gatos. Antes de abordar cómo evitar que tu gato rasque lugares no deseados, veamos por qué tu gato necesita rascar nuestros muebles en lugar de los suyos.
¿Por qué los gatos arañan?
Los gatos arañan por muchas razones, entre ellas:
- Expresión de emoción cuando regresamos después de estar ausentes todo el día, durante el juego (una forma de excitación) o como alivio del estrés.
- El rascado flexiona muchos de los tendones y músculos del gato y sirve como una forma de ejercicio. Algunos gatos también se rascan después de caminar o como parte de una secuencia de estiramiento.
- El marcado del territorio se realiza mediante marcas visuales que se dejan al rascar repetidamente y al depositar feromonas a través de las almohadillas de las patas. La importancia de estas marcas no está del todo clara. Probablemente, brinda una sensación de seguridad cuando nuestro gato regresa para investigar el lugar.
- Rascar también fomenta la eliminación de la cubierta exterior de la uña muerta del gato.
¿Por qué los gatos arañan los muebles?
Desde el punto de vista del gato, el sofá, el escritorio, la silla e incluso la pared son superficies excelentes para rascar, ya que son resistentes, altas y tienen el material adecuado para clavar las uñas.
Los sofás generalmente se encuentran en áreas de importancia social, lo que aumenta su valor como lugares de comunicación, cumpliendo una función similar a la de un tablero de mensajes.
Los gatos tienden a arañar los muebles cuando no cuentan con opciones adecuadas para rascar, superficies y sustratos que no satisfacen sus necesidades individuales. Al observar de cerca a nuestros gatitos y gatos, podemos determinar si encuentran el poste o la superficie para rascar lo suficientemente atractivos como para agarrarse a ellos o si deberíamos ofrecerles un sustrato o un tipo de poste diferente.
¿Cómo evitar que tu gato arañe los muebles?
Aprende cómo evitar que tu gato arañe los muebles sin arruinar su relación siguiendo estos 5 sencillos pasos:
1. Proporcionar superficies adecuadas para rascar
Los gatos son trepadores instintivos y prefieren los postes rascadores verticales, aunque algunos prefieren los horizontales. Los postes verticales deben ser resistentes, lo suficientemente altos para que tu gato pueda estirarse bien y no tambalearse.
Un estudio reciente descubrió que la mayoría de los gatos prefieren postes cubiertos de cuerda o sisal en lugar del tipo alfombrado que ofrecen los dueños, mientras que otros prefieren madera, cartón y tela áspera.
En los hogares con varios gatos deben haber abundantes postes rascadores para evitar la competencia.
Deben colocarse junto a los lugares favoritos de tu gato, como ventanas, el sofá, puertas de entrada y áreas para dormir, ya que a los gatos les gusta estirarse después de una siesta.
Si en tu hogar hay restricciones de espacio, considera utilizar fundas para las patas de los muebles que protejan y a la vez satisfagan las necesidades del gato, empleando envolturas de sisal o creando tus propias soluciones con una variedad de materiales como sisal, tela y cuerda de algodón.
También puedes instalar cepillos en la pared para marcar el rostro, dispensadores de comida que liberan alimento al ser arañados por los gatos, y felpudos para redirigir a los felinos hacia lugares adecuados para marcar.
Las ramas y troncos son excelentes superficies para los gatos y se pueden colocar en un balcón.
Para los gatos con problemas ortopédicos, se les puede incentivar a usar postes verticales de un solo nivel o rascadores horizontales como escalones para saltar a superficies más altas. Las muestras de alfombra descontinuadas con una base antideslizante (que puedes obtener en tiendas de pisos) ofrecen una variedad de texturas y opciones de rascado antideslizantes para gatos mayores.
2. Entrena con juguetes y premios
Atrae al gato con un juguete frente al rascador para que al intentar atraparlo, sus garras se conecten con el poste. Alternativamente, puedes atar un juguete, como plumas o un ratón, con una cuerda al rascador y animar al gato a que lo capture.
También puedes colocar el rascador de lado y frotar algunas hojas o polvo de hierba gatera. Aunque la hierba gatera no siempre atrae a los gatos hacia el rascador, vale la pena probar diferentes alternativas, como jugar de manera interactiva cerca de un rascador de cartón corrugado.
Los gatos motivados por la comida pueden ser atraídos con golosinas. Al principio, recompénsalos por olfatear e investigar el poste. A medida que se familiaricen, ofréceles un premio cuando coloquen las patas sobre él, hasta llegar al momento en que rasquen. Colocar golosinas en la parte superior del rascador los incentivará a escalar y recuperar el premio.
Evita sujetar las patas de tu gato y frotarlas contra el rascador, ya que esto puede generar miedo y desagrado hacia el poste, especialmente si considera este tipo de manejo como algo aterrador o aversivo.
Finalmente, imita al gato y rasca el poste a diario.
3. Aplicar medidas disuasorias
Haz que el objeto o superficie sea poco atractivo o incómodo para el gato. Los olores fuertes, como los cítricos, pueden resultar repelentes, así que prueba frotando cáscaras de naranja o limón en los muebles. También puedes rociarlos con sprays de aroma a limón. Asegúrate de elegir un producto seguro para mascotas y ten en cuenta que puede ser necesario aplicar el spray con frecuencia para lograr el efecto deseado.
La cinta adhesiva como la KatSupreme Double-Sided Deterrent Tape es pegajosa por ambos lados. Coloca un lado sobre la superficie y retira la capa superior para convertirla en un protector para los muebles. Cuando tu gato toque la superficie pegajosa, no le gustará la sensación en sus patas y buscará otro lugar. A medida que la cinta se cubra de pelo, necesitarás reemplazarla para mantener su eficacia.
Ten en cuenta que algunos gatos, especialmente los de pelo largo, pueden quedarse pegados a la cinta, lo que podría requerir un corte de pelo desagradable.
Si la cinta adhesiva no es suficiente, puedes envolver los muebles con una funda ajustada o incluso una cortina de plástico. Una vez que hayas enseñado a tu gato a redirigir su comportamiento hacia un rascador, podrás quitar el disuasor.
4. Recorta las uñas de tu gato con regularidad
Las garras de los gatos son similares a las uñas humanas y pueden volverse afiladas y crecer en exceso. Generalmente, los gatos arañan para eliminar las capas externas viejas de las uñas y reemplazarlas con nuevo crecimiento.
Recortar las uñas cada dos semanas o mensualmente asegurará que las uñas de tu gato de interior no estén gruesas y permanezcan cortas. Los gatos que viven al aire libre no necesitan ser recortados, ya que requieren sus garras para protegerse y escalar. En el caso de los gatos geriátricos o con artritis, las uñas suelen requerir un corte bimensual, ya que tienden a estar desaliñadas y quebradizas por la falta de ejercicio y la edad avanzada.
No fuerces a tu gato. En vez de eso, enséñale a aceptar que le corten las uñas en casa. Si a tu gato no le gusta que le corten las uñas, contrata a un peluquero profesional de gatos o llévalo al veterinario.
5. Utiliza un atrayente de superficie para gatos

Los gatos utilizan su sentido del olfato para familiarizarse con cosas nuevas, incluidos otros gatos.
Utiliza Feliscratch de Feliway para atraer a tu gato hacia una superficie adecuada. Feliscratch es una feromona clínicamente probada que reduce o detiene el rascado no deseado en el hogar, tanto en superficies verticales como horizontales. Varios estudios han demostrado que cuando se aplica Feliscratch a un rascador, el gato se siente atraído hacia él para rascar.
El rascado es un comportamiento instintivo, y hasta los gatos que han sido sometidos a la cirugía de declawing aún intentan rascar.
No grites ni castigues a tu gato cuando rasque en el lugar equivocado, ya que esto puede generar ansiedad y potencialmente provocar otros problemas.
Sé paciente, prueba diferentes técnicas y superficies durante al menos unas semanas, y recompénsalo con juegos, golosinas o caricias cuando rasque en los lugares apropiados.
Al considerar el patrón de comportamiento y las necesidades de comunicación de nuestro gato, podemos ofrecer soluciones de rascado que se adapten a cada felino y mejorar el vínculo humano-animal.