Tumores cerebrales en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Una imagen de un gato que parece letárgico y somnoliento, lo que indica la necesidad de observación y posible atención médica.

Aunque los tumores cerebrales en gatos son poco comunes, pueden tener un impacto significativo en los gatos afectados. Existen varios tipos diferentes de tumores cerebrales que los gatos pueden desarrollar, cada uno de los cuales se asocia con signos clínicos, tratamientos y pronósticos únicos. Al igual que cualquier otra forma de cáncer, el diagnóstico temprano puede conducir a más opciones de tratamiento y mejores resultados.

¿Qué son los tumores cerebrales en los gatos?

La frase “tumor cerebral” se refiere a cualquier tipo de masa o proliferación celular anormal dentro del cerebro. Estos tumores se pueden clasificar en dos grupos: tumores primarios o tumores secundarios. Los tumores cerebrales primarios, como los gliomas, surgen directamente del tejido cerebral o de las meninges, las membranas que recubren el cerebro.

Los tumores cerebrales secundarios, por el contrario, se originan en otras partes del cuerpo y luego se propagan al cerebro. Un tumor en un lugar distante del cuerpo puede propagarse al cerebro a través de la sangre o la metástasis linfática, mientras que un tumor que se origina en un área cercana (como las fosas nasales) puede expandirse hasta propagarse al cerebro.

Saber si un tumor es primario o secundario tiene implicaciones importantes para el tratamiento.

Causas de los tumores cerebrales

Se desconoce la causa del cáncer cerebral primario en los gatos. Entre los factores que pueden influir se encuentran la genética, las influencias ambientales, los traumatismos y la inflamación.

Algunos tumores cerebrales están asociados con el linfoma felino, una enfermedad que puede afectar a diversos órganos del cuerpo. El linfoma felino suele estar causado por el virus de la leucemia felina (FeLV) o el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV); por lo tanto, algunos casos de tumores cerebrales en gatos pueden estar causados por enfermedades virales.

Síntomas de un tumor cerebral

Los tumores cerebrales pueden provocar una amplia variedad de signos clínicos, según el tipo de tumor. La ubicación de la lesión también influye en los signos clínicos; una lesión del prosencéfalo provocará signos diferentes a los de una lesión del tronco encefálico.

Un tumor en crecimiento ejerce presión sobre el tejido cerebral circundante, genera inflamación, causa acumulación de líquido (edema) y puede interferir con el flujo de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Cada uno de estos efectos puede provocar signos clínicos únicos.

En algunos gatos, los primeros signos de un tumor cerebral son cambios neurológicos inespecíficos. Los gatos pueden mostrar cambios sutiles de personalidad, disminución del nivel de actividad, disminución del apetito y/o pérdida de peso. Sin embargo, en muchos casos, los signos de un tumor cerebral serán más pronunciados.

Dependiendo del tipo de tumor de su gato y su ubicación, los signos clínicos pueden incluir:

  • Convulsiones
  • Tambalearse o tropezar al caminar (ataxia)
  • Problemas de equilibrio
  • Inclinación de la cabeza
  • Ceguera
  • Marcha en círculos o con ritmo
  • Aumento de la vocalización
  • Aumento de la sed y la micción.

Cualquiera de estos signos neurológicos puede atribuirse a diversas enfermedades cerebrales y otras afecciones médicas. Por lo tanto, si nota estos signos en su gato, necesitará un estudio diagnóstico exhaustivo para determinar si los signos de su gato son causados por un tumor cerebral o alguna otra enfermedad.

Diagnóstico de un tumor cerebral en gatos

Una imagen que muestra a un veterinario brindando atención a un gato, mostrando el papel vital de los profesionales veterinarios en el mantenimiento de la salud felina.

Para determinar si su gato tiene un tumor cerebral, su veterinario puede comenzar con análisis de sangre, incluido un hemograma completo (CSC) y un perfil bioquímico sérico.

Si su gato comienza a mostrar signos neurológicos, programe una cita con su veterinario. Su veterinario realizará un examen físico completo, evaluando la salud general de su gato, así como un examen neurológico más específico. Un examen neurológico implica evaluar los sentidos, los reflejos, los nervios craneales y otros indicadores de la función neurológica de su gato.

Según los resultados del examen de su gato, se recomendarán más pruebas. Su veterinario puede comenzar con análisis de sangre, incluido un hemograma completo y un perfil bioquímico sérico.

Estos análisis de sangre ayudan al veterinario a detectar otras afecciones médicas que pueda tener su gato y que pueden contribuir a los signos neurológicos. Además, muchas de las pruebas de diagnóstico recomendadas para enfermedades neurológicas requieren anestesia; el análisis de sangre inicial de su gato ayudará a detectar cualquier afección concurrente que pueda suponer un riesgo anestésico.

A continuación, es probable que el veterinario le recomiende algún tipo de prueba de diagnóstico por imagen. Las radiografías pueden ser útiles para detectar ciertos tipos de tumores cerebrales, pero la mayoría de los gatos deberán ser derivados al departamento de neurología de un hospital especializado para que les hagan pruebas de diagnóstico por imagen avanzadas, como una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Estas pruebas, que se realizan bajo anestesia, permiten detectar tumores cerebrales pequeños que no se pueden ver en las radiografías.

Mientras su gato está anestesiado para la toma de imágenes, un neurólogo veterinario también puede realizar una punción de líquido cefalorraquídeo (LCR). En esta prueba, se extrae una pequeña cantidad del líquido que baña el cerebro y la médula espinal de su gato utilizando una aguja larga.

Al examinar las características químicas del LCR de su gato y examinar el líquido bajo un microscopio, un neurólogo veterinario puede tener una mejor idea de qué enfermedad específica está causando las anomalías detectadas en las imágenes.

El diagnóstico definitivo de un tumor cerebral requiere una biopsia. Un veterinario debe extraer una parte del tumor cerebral para examinarlo con un microscopio. Esto suele realizarse junto con la escisión quirúrgica, si se intenta la cirugía. En algunos casos, las decisiones sobre el tratamiento se toman sin una biopsia, en función del cáncer que se supone que es más probable, según los hallazgos de las imágenes y el análisis del LCR.

Tratamiento de tumores cerebrales en gatos

Los tumores cerebrales suelen tratarse con tres métodos: cirugía, radioterapia o quimioterapia. Un oncólogo hablará con usted sobre qué opciones de tratamiento son las mejores para la afección de su gato. Los tiempos de supervivencia del cáncer cerebral varían según el tipo de tumor y el tratamiento oncológico particular que se utilice.

La extirpación quirúrgica es la mejor opción para varios tipos diferentes de tumores cerebrales. Si los estudios de diagnóstico por imágenes de su gato sugieren que el tumor puede ser un meningioma (un tumor benigno del revestimiento externo del cerebro), su veterinario puede recomendar la extirpación quirúrgica, ya que este tratamiento suele ser curativo. Sin embargo, otros tumores pueden ser menos susceptibles a la extirpación quirúrgica.

La radioterapia se utiliza a menudo para tumores que no se pueden tratar quirúrgicamente. La radioterapia utiliza radiación dirigida para matar las células cancerosas, reduciendo o eliminando el tumor. Aunque el pronóstico con la radioterapia varía según el tipo de tumor, muchos gatos mostrarán una mejoría en los signos clínicos y pueden vivir años después de la radioterapia.

La quimioterapia se puede utilizar además de la cirugía o la radiación, o se puede utilizar como tratamiento independiente. El linfoma, en particular, suele tratarse con quimioterapia. El tratamiento de quimioterapia en gatos suele implicar una combinación de medicamentos orales e inyectables. Los gatos suelen experimentar menos efectos secundarios de la quimioterapia que los humanos, lo que la convierte en una opción de tratamiento válida para muchos gatos.

Si el tratamiento no es una opción, debido a la enfermedad del gato o a las limitaciones del propietario, se pueden intentar cuidados paliativos. Los corticosteroides, como la prednisona, pueden ayudar a disminuir la hinchazón y la inflamación asociadas con un tumor cerebral y conducir a una mejora a corto plazo en la calidad de vida del gato. Se pueden utilizar fenobarbital y otros medicamentos para controlar las convulsiones. Estos tratamientos no curarán el cáncer cerebral, pero pueden ayudar a mantener al gato cómodo durante un período de tiempo más largo.

Conclusión

[caption id="attachment_46218" align="alignnone" width="1000"] Una imagen de un gatito juguetón con una cabeza desproporcionadamente grande, que captura su naturaleza adorable y entrañable. Esas mejillas grandes que contribuyen a la cabeza grande de un gato macho son una especie de armadura que lo ayuda a protegerse durante las peleas.

Recibir un diagnóstico de sospecha de cáncer cerebral puede ser abrumador para cualquier dueño de gato. Si bien un tumor cerebral es sin duda una preocupación grave, existen diferencias entre los tumores cerebrales. Algunos tumores cerebrales tienen un pronóstico relativamente bueno, con un tratamiento agresivo.

Hable con su veterinario y oncólogo para determinar las mejores opciones de tratamiento para su gato y qué resultados puede esperar del tratamiento.

Preguntas frecuentes

¿Cuáles son los síntomas de un tumor cerebral en los gatos?

Los síntomas de un tumor cerebral en los gatos pueden variar según el tipo de tumor y su ubicación. Los signos más comunes incluyen cambios de personalidad, disminución del apetito, pérdida de peso, convulsiones, caminar en círculos, caminar de un lado a otro, pérdida de coordinación, problemas de equilibrio, inclinación de la cabeza, ceguera y otros cambios de comportamiento.

¿Qué tan comunes son los tumores cerebrales en los gatos?

Los tumores cerebrales son relativamente poco frecuentes en los gatos, pero pueden aparecer y, de hecho, ocurren. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a mejorar el pronóstico de un tumor cerebral felino.

¿Cuánto cuesta la cirugía cerebral de gato?

El costo de una cirugía cerebral en gatos puede variar según el estado general del gato, la extensión del tumor que se debe extirpar y el costo de vida general en su área. En general, debe esperar gastar aproximadamente entre $5000 y $6000 en una cirugía cerebral en un gato.

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Sobre Dr. Cathy Barnette, DVM

La Dra. Barnette es veterinaria y escritora independiente radicada en Florida. Sus 14 años de experiencia en la práctica clínica de animales pequeños le han permitido ser testigo de primera mano de las brechas de comunicación que a menudo existen entre los dueños de mascotas y los miembros del equipo veterinario. Su objetivo es crear contenido atractivo que eduque a los dueños y les permita tomar las mejores decisiones posibles para sus mascotas. La Dra. Barnette tiene dos gatos propios, además de un perro y una paloma como mascota.