La insulina es el principal tratamiento para la diabetes mellitus en gatos. La insulina se administra mediante una inyección (normalmente dos veces al día) debajo de la piel, con una aguja fina o un VetPen especial. Aunque administrar inyecciones a los gatos puede parecer una tarea abrumadora, la mayoría de los gatos y sus dueños se acostumbran rápidamente y pueden administrarlas en casa. La insulina actúa reduciendo los altos niveles de glucosa en la sangre de su gato.
La diabetes puede ser abrumadora cuando se diagnostica por primera vez a su gato, pero con un tratamiento exitoso, muchos gatos pueden vivir una vida plena y feliz. Si la diabetes se detecta a tiempo, algunos gatos pueden incluso entrar en remisión, lo que significa que ya no necesitan ningún medicamento.
Continúe leyendo para conocer todo lo que necesita saber sobre la insulina para gatos, desde cómo funciona hasta qué tipos están disponibles y cómo usarlos.
¿Cómo funciona la insulina para gatos?
La insulina es una hormona que el cuerpo produce de forma natural. La insulina regula los niveles de azúcar en sangre y permite que el cuerpo utilice la energía de los alimentos. La insulina se libera cuando los niveles de azúcar en sangre aumentan (por ejemplo, después de una comida). Esto hace que la glucosa salga del torrente sanguíneo y entre en las células para ser utilizada como energía.
La diabetes mellitus se produce cuando el páncreas de tu gato no produce insulina (tipo 1) o las células del cuerpo no responden a ella (tipo 2). La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes en los gatos. Con el tiempo, los niveles de azúcar en sangre persistentemente altos (hiperglucemia) pueden hacer que los gatos se sientan muy mal. Para obtener una explicación detallada de la diabetes en los gatos, lee Diabetes en gatos: causas, síntomas y tratamiento .
La terapia con insulina funciona reemplazando la función de la insulina que se produce naturalmente en el cuerpo, ya sea porque no se produce o porque no funciona bien. Normalmente, la insulina se libera en pequeñas cantidades a lo largo del día cuando aumentan los niveles de azúcar en sangre de su gato. Sin embargo, la medicación de insulina que les damos a los gatos es de acción media a prolongada. Esto significa que podemos administrarla dos veces al día y funcionará durante todo el día para mantener la glucosa en sangre del gato en el rango normal.
Los objetivos del tratamiento de gatos diabéticos con insulina son:
- Encuentre un régimen de tratamiento que funcione tanto para el gato como para su dueño.
- Reducir o resolver los síntomas de diabetes del gato.
- Mantenga los niveles de glucosa en sangre del gato dentro del rango normal.
- Evite niveles de azúcar en sangre peligrosamente altos o bajos
- Lo ideal es lograr una remisión diabética completa.
Remisión en gatos con diabetes
En algunos casos, un tratamiento temprano y exitoso con insulina puede permitir que su gato entre en remisión. En este caso, su gato vuelve a mantener niveles normales de glucosa en sangre sin tratamiento con insulina. La remisión es más probable que se logre en gatos recién diagnosticados (que son diabéticos durante menos de seis meses) junto con cambios en la dieta y control del peso. Para tener la mejor probabilidad de remisión, el tratamiento con insulina debe mantener su glucosa en sangre en el rango normal durante la mayor cantidad de horas posible cada día.
La remisión es el objetivo ideal de la terapia con insulina, pero es importante saber que entre un cuarto y un tercio de los gatos que entran en remisión volverán a recaer y seguirán necesitando un tratamiento con insulina a largo plazo.
Tipos de insulina para gatos
Algunos gatos ya están muy enfermos cuando se les diagnostica diabetes por primera vez. A menudo necesitan hospitalización y insulina de acción corta, conocida como insulina soluble. Esta suele administrarse por vía intravenosa o muscular con frecuencia para estabilizar sus niveles de azúcar en sangre lo más rápido posible.
Sin embargo, a los gatos estables se les administra insulina insoluble para un tratamiento a largo plazo. Existen varios tipos diferentes de insulina disponibles para gatos. La elección dependerá de la disponibilidad en cada país, el costo y la familiaridad del veterinario con el medicamento. Las cuatro preparaciones de insulina más utilizadas para uso a largo plazo en gatos diabéticos son:
- Insulina lenticular porcina (Vetsulina en Estados Unidos, Caninsulin en Europa)
- Insulina protamina zinc (ProZinc)
- Glargina (Lantus)
- Detemir (Levemir)
Todos estos medicamentos se administran dos veces al día, mediante una inyección debajo de la piel, y tienen una acción media a prolongada.
La elección de la insulina puede influir en las posibilidades de que su gato entre en remisión. La glargina y la detemir tienen la tasa de éxito de remisión más alta (hasta el 80 %) en gatos con diabetes recién diagnosticada. Sin embargo, ninguna de estas está autorizada para su uso en gatos y, en algunos países (como el Reino Unido), las leyes de prescripción pueden impedir su uso como opción de primera elección.
El tipo de insulina juega un papel, pero es importante recordar que otras estrategias de manejo, como la dieta y la pérdida de peso, son igualmente importantes.
Insulina lenticular porcina
Nombre del medicamento | Insulina lenticular porcina |
Nombre comercial | Caninsulin (Europa), Vetsulina (Estados Unidos); MSD Animal Health |
Duración de la acción | Intermedio (8 a 10 horas) |
Concentración | 40 U/ml |
Dosis inicial | 1 a 2 UI dos veces al día usando una jeringa o VetPen |
La insulina porcina lenticular está autorizada en todo el mundo como tratamiento de la diabetes en perros y gatos dos veces al día. Sin embargo, la duración media de su acción en los gatos es de tan solo ocho horas, lo que significa que la mayoría de los gatos sufrirán niveles elevados de glucosa en sangre durante unas horas al día, incluso con una dosificación dos veces al día. Por lo tanto, para tener la mejor probabilidad de remisión, muchos veterinarios elegirán una opción de insulina de acción más prolongada.
Sin embargo, un estudio sobre el tratamiento de 46 gatos con insulina lente porcina encontró que proporcionó un control bueno a excelente en el 72% de los gatos, y el 15% entró en remisión en 20 semanas.
Vetsulina y Caninsulin se pueden administrar con un VetPen especialmente diseñado, que a algunos propietarios les resulta más fácil que una aguja y una jeringa. Sin embargo, actualmente, la insulina lenticular porcina solo está disponible en Europa y Canadá (bajo el nombre comercial Caninsulin), ya que ha sido retirada del mercado estadounidense.
Insulina de zinc y protamina (PZI)
Nombre del medicamento | Insulina de zinc y protamina (PZI) |
Nombre comercial | ProZinc (Boehringer-Ingelheim) |
Duración de la acción | Largo (13 a 24 horas) |
Concentración | 40 U/ml |
Dosis inicial | 0,2 a 0,4 UI/kg cada 12 horas |
Debido a su mayor duración de acción y a su mejor disponibilidad en el mercado en comparación con la insulina lenticular porcina, la PZI es una opción habitual para los gatos diabéticos en los Estados Unidos. Está autorizada específicamente para gatos y se administra cada 12 horas mediante una inyección subcutánea.
La dosis inicial depende de la gravedad de los síntomas de su gato y de su nivel de hiperglucemia. Un estudio que evaluó la eficacia de la insulina humana recombinante protamina zinc para el tratamiento de la diabetes mellitus en gatos descubrió que el 85 % logró un buen control en 45 días. Las tasas de remisión son similares a las de la insulina porcina lenta.
Glargina
Nombre del medicamento | Glargina |
Nombre comercial | Lantus (Sanofi) |
Duración de la acción | Largo (12 a 24 horas) |
Concentración | 100 U/ml |
Dosis inicial | 0,25 a 0,5 UI/kg de peso corporal cada 12 horas |
La glargina es una insulina destinada a personas y no está autorizada para gatos. Sin embargo, se suele utilizar fuera de indicación con receta del veterinario. Es una de las opciones más caras, pero los precios pueden variar de una farmacia a otra, por lo que puede merecer la pena comparar precios.
Se dice que la glargina logra los niveles más altos de remisión de las insulinas disponibles, sin embargo, muchos de los estudios son pequeños y es difícil sacar conclusiones firmes de ellos. Un estudio pequeño descubrió que el tratamiento de gatos con diabetes recién diagnosticada con glargina da como resultado una mayor probabilidad de remisión que las insulinas protamina zinc y lente, con remisión en 8/8 gatos dentro de las 16 semanas, en comparación con 2/8 y 3/8 en PZI y insulina lente respectivamente.
Otro estudio de 55 gatos tratados con glargina logró una tasa de remisión del 84%. Sin embargo, un estudio más reciente de un año de duración titulado “Comparación de la eficacia de la glargina y la insulina protamina zinc en gatos diabéticos” (no disponible en línea) encontró tasas similares de 33,3% y 23% respectivamente.
Debido a su larga duración de acción, la glargina se puede administrar una vez al día. Sin embargo, la mayoría de los veterinarios recomiendan que se administre dos veces al día para lograr una mayor probabilidad de remisión.
Determinismo
Nombre del medicamento | Determinismo |
Nombre comercial | Levemir |
Duración de la acción | Largo (12 a 24 horas) |
Concentración | 100 U/ml |
Dosis inicial | 0,25 a 0,5 UI/kg dos veces al día |
Detemir es otra insulina autorizada para su uso en humanos, pero que se utiliza con éxito en gatos. Su composición química es muy similar a la glargina y ha logrado índices de remisión similares en estudios. En un pequeño estudio de 2012 que analizaba el uso de detemir en gatos diabéticos, el 81 % de los gatos tratados dentro de los seis meses posteriores al diagnóstico entraron en remisión, en comparación con el 42 % de los gatos que habían sido diabéticos durante más de seis meses. En general, la tasa de remisión fue del 67 %, similar a la glargina.
Cómo administrar insulina a los gatos
La insulina se presenta en forma líquida, en pequeños viales de vidrio. Cada tipo de insulina tiene diferentes requisitos de almacenamiento, por lo que se recomienda leer la información que aparece en el prospecto. Es importante destacar que las insulinas autorizadas para uso veterinario (Caninsulin/Vetsulina y ProZinc) se presentan en una forma menos concentrada de 40 U/ml, en comparación con las preparaciones para humanos, que son de 100 U/ml. Es fundamental administrar insulina de 40 U/ml con jeringas de 40 U (o con el dosificador del fabricante) para evitar un error grave en la dosis.
La insulina se administra mediante una inyección debajo de la piel del gato, denominada inyección subcutánea.
Guía paso a paso para inyectarle insulina a tu gato en casa
- Siga los consejos del fabricante sobre si debe enrollar o agitar la insulina para mezclarla antes de usarla.
- Retire la tapa de la aguja con cuidado.
- Inserte la aguja en la parte superior del vial.
- Coloque el vial boca abajo y extraiga la cantidad correcta de insulina con la jeringa. Compruebe que no haya burbujas de aire y, si las hay, golpee el costado de la jeringa hasta que suban hasta arriba. Empújelas hacia afuera con el émbolo y vuelva a extraer la cantidad correcta de insulina.
- Retire la aguja del vial con cuidado, asegurándose de no lastimarse accidentalmente.
- Pellizque un triángulo de piel entre los omoplatos de su gato usando el pulgar y los dos primeros dedos para crear un espacio debajo de la piel.
- Inserte la aguja a través de la piel hasta el espacio debajo de la piel.
- Tire del émbolo hacia atrás para comprobar que no entre sangre ni aire en la jeringa. Si ve sangre o aire, retire la aguja y vuelva a intentarlo en otro lugar.
- Si no hay sangre ni aire, presione el émbolo para inyectar la dosis completa.
- Retire la aguja y revise el pelaje de su gato para ver si hay zonas húmedas, lo que significa que la aguja atravesó completamente la piel.
Si decide utilizar un VetPen para administrar la insulina a su gato, lea las instrucciones del fabricante para saber exactamente cómo hacerlo. Tanto si utiliza una jeringa como un VetPen, debe tener mucho cuidado para evitar la autoinyección. Si se inyecta insulina accidentalmente, póngase en contacto con su médico de inmediato.
Consejos para administrar inyecciones de insulina en casa
La mayoría de los gatos toleran mejor de lo que crees las inyecciones de insulina, ya que la aguja es muy fina y algunos gatos ni siquiera parecen notarla. Además, los gatos tienen la piel muy suelta entre los omoplatos, lo que hace que las inyecciones sean más cómodas para ellos que para las personas. A continuación, te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte a ti y a tu gato:
- Practica con agua y una pieza de fruta: Puedes dominar la técnica utilizando una jeringa de agua y una pieza de fruta antes de pasar a tu gato.
- Pídale a su equipo veterinario que corte el pelo alrededor del lugar de la inyección: esto hace que sea más fácil ver que la aguja ha entrado en el lugar correcto y no ha salido por el otro lado.
- Varía el lugar de la inyección: esto hará que la inyección sea más cómoda para tu gato y reducirá la inflamación en la piel. Solo asegúrate de que sea una zona con piel suelta.
Qué hacer si tu gato se olvida de una dosis de insulina
Aunque el tratamiento rápido y eficaz de la diabetes es importante, administrar demasiada insulina es mucho más peligroso que omitir una dosis. Por lo tanto, si no está seguro de haber administrado una dosis o cree que ha administrado una dosis reducida (por ejemplo, si parte de la misma ha atravesado la piel y ha quedado en el pelo), lo más seguro es no repetir la inyección. Simplemente espere hasta la próxima vez que corresponda y administre una dosis completa de la forma habitual.
Qué hacer si tu gato no come su comida o vomita
La dosis habitual de insulina de tu gato se basa en su ingesta habitual de alimentos, lo que hará que aumenten los niveles de glucosa en sangre. Si no ha comido o si vomita la comida, no le administres insulina, ya que podría hacer que su nivel de glucosa en sangre baje demasiado. En lugar de eso, llama a tu veterinario para que te aconseje. Es posible que te recomiende omitir la dosis o administrar una dosis reducida.
Monitoreo de gatos que reciben insulina
Cuando a los gatos se les diagnostica diabetes por primera vez, se les administrará una dosis baja de insulina. Esto se debe a que un nivel bajo de glucosa en sangre (hipoglucemia) es más peligroso a corto plazo que un nivel alto de glucosa en sangre. Su veterinario controlará de cerca su respuesta a la insulina y realizará aumentos graduales de la dosis no más de cada tres a cinco días.
El control incluirá una “curva de glucosa” para controlar el nivel de azúcar en la sangre de su gato regularmente a lo largo del día. Esto le permitirá a su veterinario saber si sube o baja demasiado en algún momento y durante cuántas horas del día se encuentra dentro de un rango normal.
Los tipos de seguimiento que su veterinario podría realizar incluyen:
- Curvas de glucosa en el hospital
- Curvas de glucosa en casa
- Análisis de sangre de fructosamina
- Muestras de orina
La forma en que se comporta su gato en casa también es un aspecto clave para controlar su respuesta al tratamiento. Esté atento a los cambios en:
- Hábitos de bebida
- Orinar
- Apetito
- Comportamiento
- Puntuación de peso y condición corporal
Una vez que su gato reciba la dosis correcta de insulina, una de las primeras mejoras que notará es que comenzará a beber y orinar en cantidades normales. También tiende a estar mucho más despierto. Los gatos diabéticos inestables suelen tener un apetito voraz, por lo que esto debería volver a calmarse. Después de varias semanas, los gatos que han perdido peso deberían recuperar una condición corporal saludable.
Si su gato tenía sobrepeso cuando fue diagnosticado, su equipo veterinario le ayudará a controlar su dieta durante su recuperación.
Signos de insuficiencia de insulina
Si su gato no recibe una dosis de insulina lo suficientemente alta, notará que sus síntomas no desaparecen. Por ejemplo, es posible que siga bebiendo y orinando con frecuencia y tenga un apetito voraz. También correrá el riesgo de desarrollar complicaciones, como cetoacidosis diabética. Su veterinario utilizará una combinación de pruebas y el seguimiento de sus síntomas para evaluar la forma más segura de aumentar la dosis.
Sin embargo, se necesita tiempo para estabilizar a un gato con diabetes y es mucho menos riesgoso aumentar la dosis demasiado gradualmente que demasiado rápido.
Signos de sobredosis de insulina
Lo más importante que debe saber al comenzar a administrarle insulina a su gato es cómo detectar los signos de niveles bajos de azúcar en sangre, llamados hipoglucemia . Esto puede suceder si su gato recibe demasiada insulina.
Los signos de niveles bajos de glucosa en sangre en los gatos incluyen:
- Debilidad
- Letargo
- Anorexia
- Falta de coordinación
- Poca capacidad de respuesta
- Vómitos
- Temblor
- Convulsiones
- Coma
La hipoglucemia puede ser mortal. Adminístrele un gel de glucosa oral (o un alimento azucarado como la miel) en las encías de inmediato si su gato muestra signos de hipoglucemia y llame a su veterinario.
Para obtener una explicación detallada del seguimiento en gatos diabéticos, lea Diabetes en gatos: causas, síntomas y tratamiento .
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo pueden vivir los gatos con diabetes?
Con tratamiento, los gatos pueden vivir muchos años con diabetes una vez estabilizada, y algunos incluso pueden llegar a una remisión total. Las tasas de supervivencia exactas varían en los estudios científicos, ya que hay muchas variables a tener en cuenta, desde la edad en el momento del diagnóstico hasta las enfermedades coexistentes, la situación económica del propietario y el protocolo de tratamiento.
¿Puede un gato diabético sobrevivir sin insulina?
Los gatos con diabetes necesitan tratamiento para sobrevivir. Las inyecciones de insulina son el tratamiento principal, pero se han utilizado otras opciones, como dietas especiales y medicamentos orales, con distintos grados de éxito.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la insulina en los gatos?
La insulina puede provocar reacciones cutáneas locales y reacciones alérgicas, incluida la anafilaxia. Una dosis demasiado alta de insulina puede provocar niveles altos o bajos de glucosa en sangre. El efecto secundario más grave de una sobredosis de insulina es la hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre), que puede provocar debilidad, temblores, vómitos, anorexia, convulsiones, coma y muerte.
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