Las convulsiones, también conocidas como ataques, son causadas por una actividad eléctrica excesiva en el cerebro. La activación aleatoria de impulsos nerviosos provoca la pérdida de la conciencia normal con contracciones incontroladas, descoordinadas y repetitivas de algunos o la mayoría de los músculos del cuerpo.
Tipos de convulsiones en los gatos
Las convulsiones felinas se dividen en dos tipos:
- Convulsiones parciales o focales, en las que sólo se ve afectada una parte del cerebro, lo que produce espasmos musculares localizados, por ejemplo, en la cara, los párpados, una extremidad, etc.
- Convulsiones generalizadas (también conocidas como convulsiones “gran mal”) en las que la actividad eléctrica anormal afecta la mayor parte del cerebro, provocando espasmos y contracciones musculares generalizadas que generalmente afectan simétricamente todo el cuerpo.
Las convulsiones generalizadas suelen ocurrir como eventos aislados, pero las llamadas convulsiones en racimo pueden ocurrir cuando una serie de convulsiones se suceden durante unas pocas horas o días. Los gatos suelen tener convulsiones en momentos aleatorios del día, cuando caminan normalmente antes, pero algunos gatos sufren convulsiones mientras duermen.
Explicación de las convulsiones en gatos
Causas de convulsiones en gatos
Las posibles causas de las convulsiones en los gatos son muy variadas. Entre ellas se encuentran las causas extracraneales (que se originan fuera del cráneo y del cerebro), como:
- Golpe de calor
- Venenos
- Virus (como la peritonitis infecciosa felina)
- Bacteria
- Parásitos
- Enfermedades metabólicas (incluidas enfermedades hepáticas y renales)
Otras causas provienen del cerebro, entre ellas:
- Anomalías congénitas (como hipoplasia cerebelosa)
- Tumores
- Epilepsia primaria o «idiopática» (de causa desconocida)
¿Cómo se identifica la causa de las convulsiones de tu gato?
A veces, la historia inmediata de un gato afectado indicará la causa (por ejemplo, un gato ha tenido acceso a un veneno), pero en la mayoría de los casos, se necesita una evaluación detallada para descubrir el motivo de la convulsión.
Esto puede implicar análisis de sangre (por ejemplo, para medir el azúcar en sangre), toma de muestras de orina y de líquido cefalorraquídeo, ecografías, radiografías e imágenes avanzadas como tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (IRM) para verificar problemas como tumores cerebrales o signos de traumatismo craneoencefálico.
En los gatos con epilepsia idiopática no se detectará ninguna anomalía en estas pruebas: por este motivo, se denomina “diagnóstico de exclusión”. Un diagnóstico preciso de la causa de las convulsiones es esencial a la hora de decidir el tratamiento.
Signos y síntomas de las convulsiones
La mayoría de los gatos afectados mostrarán la mayoría de estos seis signos durante una convulsión.
- Pérdida de conciencia (los gatos que sufren convulsiones pueden parecer angustiados, pero están inconscientes y no tienen conciencia de lo que está sucediendo).
- Movimientos agitados de las extremidades, es decir, extensión y flexión, movimientos rápidos como si se intentara correr estando acostado.
- Micción y defecación.
- Mirando fijamente, con los ojos muy abiertos y las pupilas dilatadas.
- Vocalización, que puede sonar angustiosa (aunque los gatos que sufren convulsiones están inconscientes, por lo que no son conscientes de que están vocalizando).
- Actividad autónoma, es decir, salivación y babeo, frecuencia cardíaca rápida y jadeo.
¿Cómo saber si tu gato está sufriendo una convulsión?
Si tu gato presenta uno o varios de los signos mencionados anteriormente, está atravesando una convulsión generalizada. Si los síntomas son más leves —como espasmos en una parte del cuerpo, por ejemplo, un lado de la cara—, podría tratarse de una convulsión parcial.
¿Qué sucede cuando un gato sufre una convulsión?
Una convulsión tiene tres etapas:
- Pródromo. Un gato puede mostrar cambios de comportamiento en los segundos, minutos u horas previos a una convulsión. Durante el pródromo, el dueño puede notar que su gato se comporta de una manera diferente a la normal, como estar más pegajoso, menos juguetón o simplemente «diferente» de lo normal.
- Ictus. Es la convulsión en sí. Cuando un gato sufre una convulsión, se desploma, agitando y sacudiendo las extremidades, y muestra algunos o todos los signos mencionados anteriormente. Por lo general, no dura más de unos segundos o unos minutos, aunque en raras ocasiones puede continuar durante más tiempo.
- Fase postictal. Es el período de alteración del comportamiento inmediatamente después de una convulsión, con desorientación y cierta confusión, mientras el gato vuelve gradualmente a la normalidad.
¿Cómo actúan los gatos después de una convulsión?
Después de una convulsión, durante la etapa postictal, el gato puede parecer desorientado, caminar de un lado a otro, vocalizar, tal vez parecer inquieto o aturdido. Esto puede durar minutos u horas.
Tratamiento de las convulsiones en gatos

Los gatos expresan confianza de formas variadas y únicas, incluidas las vocalizaciones, los comportamientos de marcado y la posición de la cola.
La mayoría de las convulsiones duran solo unos segundos o unos minutos y no se necesita tratamiento inmediato. En raras ocasiones, una convulsión generalizada puede continuar durante más de unos minutos (el llamado estado epiléptico ) y, en tales casos, el animal debe ser llevado rápidamente al veterinario para recibir tratamiento de emergencia.
A largo plazo, el tratamiento de las convulsiones en los gatos está relacionado con la causa subyacente de las convulsiones.
Por ejemplo, si la convulsión es causada por envenenamiento, se debe evitar el acceso al veneno. Si se identifica un tumor cerebral, se puede sugerir una cirugía para extirparlo. Por eso es tan importante el diagnóstico preciso de la causa.
Si no se identifica una causa específica y, por lo tanto, se diagnostica al gato con “epilepsia idiopática”, es posible que sea necesario administrar medicamentos anticonvulsivos. Estos no siempre se administran inmediatamente después de una única convulsión, sino solo si el gato tiene convulsiones con frecuencia (por ejemplo, más de una vez cada seis semanas) o en grupos (por ejemplo, cuatro convulsiones en unos pocos días).
¿Qué hacer si tu gato sufre una convulsión?
Si un gato sufre una convulsión o tiene movimientos incontrolables, estás ante una emergencia.
Asegura el entorno: retira objetos cercanos y evita que pueda golpearse o caer desde lugares altos, como escaleras. No toques su boca durante la convulsión; no se va a tragar la lengua.
Espera a que pase el episodio y toma el tiempo de duración. Si se prolonga más de unos minutos, llévalo de inmediato al veterinario.
Si puedes grabar un video mientras ocurre, será de gran ayuda para que el veterinario determine la causa. Ver una convulsión por primera vez puede ser muy impactante, pero mantener la calma hará la diferencia.
Remedios caseros para las convulsiones en gatos
No existen remedios caseros: si un gato sufre convulsiones frecuentes, es necesario que trabajes con el veterinario para darle el tratamiento adecuado. Lo mejor que puedes hacer es llevar un registro de las convulsiones, anotando todos los detalles de cada episodio para poder informar al veterinario sobre lo que está sucediendo.
Medicamentos contra las convulsiones en gatos

La mayoría de las convulsiones son breves y no requieren tratamiento inmediato, pero si la convulsión dura mucho tiempo, es necesario acudir al veterinario. Si llevas a tu gato mientras está teniendo una convulsión, el veterinario le administrará medicamentos para detenerla.
Si un gato es llevado al veterinario mientras sigue teniendo una convulsión (estado epiléptico), se le administrarán medicamentos, como anestésicos intravenosos o diazepam, para detener la convulsión inmediatamente.
Se pueden administrar más medicamentos si es necesario. Es crucial detener las convulsiones que no se detienen por sí solas, ya que, si no se hace, pueden causar daño cerebral.
La terapia anticonvulsiva generalmente se recomienda después de la segunda o tercera convulsión, tras un conjunto de convulsiones graves en un corto período de tiempo (por ejemplo, días), o si el gato sufre de estado epiléptico. Tu veterinario te ayudará a evaluar la gravedad de las convulsiones y la necesidad de medicación.
Los anticonvulsivos no suelen ser necesarios si las convulsiones son leves, breves y ocurren con menos frecuencia de una vez cada 2 a 3 meses.
Existen diferentes medicamentos anticonvulsivos (como el fenobarbital), y el veterinario te orientará sobre cuál es el más adecuado para tu gato. Las revisiones periódicas son esenciales, ya que se debe monitorear la actividad convulsiva.
Además, puede ser necesario ajustar la medicación de tu gato si aparecen efectos secundarios.
¿Se pueden curar las convulsiones en los gatos?
Si se puede eliminar la causa primaria de las convulsiones (por ejemplo, un veneno o un tumor cerebral), las convulsiones pueden curarse de forma permanente. Si un gato sufre epilepsia idiopática, las convulsiones suelen poder controlarse con un tratamiento anticonvulsivo de por vida.
Reflexiones finales
Las convulsiones son poco frecuentes en los gatos y afectan a uno de cada cincuenta gatos. En dos tercios de los casos se puede identificar una causa concreta, mientras que en un tercio de los casos no se puede encontrar ninguna causa, por lo que se clasifican como epilepsia idiopática. La atención veterinaria es esencial para un tratamiento eficaz.