Una caries (en los gatos, conocida como reabsorción dental) es una afección dolorosa en la que uno o más dientes se rompen y son reabsorbidos por el cuerpo. Es muy común: entre el 20 y el 60 % de todos los gatos desarrollan esta afección a lo largo de su vida.
Hoy analizaremos qué causa las caries felinas, qué hay que tener en cuenta y por qué es tan importante tratar esta afección.
¿Qué son las caries en los gatos?
Los gatos no sufren caries, al menos no del mismo tipo que sufren los humanos por comer demasiado azúcar. Mientras que las caries en los humanos son causadas por bacterias y caries dentales, en los gatos los dientes afectados se erosionan por razones que no se comprenden del todo.
Este problema en los gatos se llama FORL (lesión reabsortiva odontoclástica felina) o reabsorción dental felina.
Aunque técnicamente no es lo mismo que una caries, a veces los términos se usan indistintamente para simplificar. Otros nombres incluyen caries felinas o lesiones cervicales o del cuello.
La reabsorción dental significa que uno o más dientes afectados comienzan a desgastarse. En las radiografías dentales, parecen estar erosionándose o desintegrándose. Las lesiones pueden afectar la raíz (la parte del diente debajo de la línea de la encía), la corona (la parte del diente sobre la línea de la encía) o ambas.
Cualquier diente puede verse afectado, pero los molares y premolares (dientes de las mejillas) son los más comúnmente afectados, especialmente los premolares de la mandíbula (mandíbula inferior).
Existen dos tipos de Forls, cada uno con tratamientos diferentes
Las caries felinas o lesiones reabsortivas se agrupan en dos categorías: Tipo 1 y Tipo 2.
- En las lesiones de tipo 1, el diente se reabsorbe, pero la raíz del diente aún se puede distinguir del hueso maxilar circundante.
- En cambio, las lesiones de tipo 2 implican que las zonas reabsorbidas son reemplazadas por hueso, por lo que resulta difícil o imposible diferenciar la raíz del diente del hueso maxilar.
Esta distinción es importante porque el tipo de FORL determinará el tipo de tratamiento que se necesita.
¿Cómo son las caries en los gatos?
Puede resultar complicado examinar la boca de un gato en casa, especialmente si tiene un diente dolorido. Además, los cambios visibles en el diente suelen ser sutiles, especialmente en las primeras etapas.
Por estas razones, muchos dueños de mascotas detectan la presencia de una FORL o una caries debido al comportamiento de su gato, en lugar de visualizar la lesión en sí.
Los síntomas comunes de la reabsorción dental en felinos incluyen:
- Cambios en los hábitos alimentarios, como:
- Disminución del apetito.
- Dejar caer la comida.
- Tragar los alimentos enteros en lugar de masticarlos.
- Masticar solo con un lado de la boca.
- Un deseo repentino de comida enlatada/blanda o evitación de croquetas/comida seca.
- “Chasquido” en la mandíbula. Se produce cuando la mandíbula inferior tiembla, especialmente cuando se toca la parte dolorida de la boca.
- Babeando.
- Manoseándose la boca.
- Mal aliento (halitosis).
- Pérdida de peso, si la capacidad de comer se ve afectada.
- Enrojecimiento, sangrado o hinchazón en cualquier parte a lo largo de la línea de las encías.
- Dientes faltantes.
- Una franja de tejido rojo-rosado que crece sobre la corona del diente: la forma que tiene el cuerpo de cubrir un defecto causado por la reabsorción dental.
- Cambios de comportamiento como letargo, mal humor o esconderse con mayor frecuencia.
Algunos de estos síntomas pueden indicar otros problemas dentales o de salud, en lugar de la reabsorción dental. De cualquier manera, es importante programar una visita al veterinario.
Importante: ¡Muchos gatos NO presentan síntomas! Lamentablemente, debido a su instinto de ocultar el dolor, muchos mininos sufren en silencio. Esa es una de las razones por las que los controles y el cuidado dental regulares son tan importantes.
¿Las caries lastiman a los gatos?
Sí, la reabsorción dental puede ser muy dolorosa, aunque puede depender de qué parte del diente esté afectada.
Las lesiones que afectan sólo la raíz pueden o no causar molestias significativas. Sin embargo, si una lesión erosiona la corona (por encima de la línea de la encía), el diente se vuelve extremadamente sensible y muy doloroso.
¿Qué causa las caries en los gatos?
Las causas de las lesiones por reabsorción no se conocen bien. Se han explorado algunas teorías (incluidos factores nutricionales y dietéticos), pero ninguna ha sido demostrada definitivamente.
Una cosa que puede estar bajo el control del dueño de una mascota es el cuidado dental rutinario de su gato. Desafortunadamente, tener una boca sana no evitará las FORL en los gatos que son propensos a ellas. Sin embargo, dado que se han asociado enfermedades bucodentales y dentales importantes con las FORL debido a la inflamación, es una buena idea ser proactivo en cuanto a la salud bucal de su gatito.
¿Cómo se tratan las caries en los gatos?
El tratamiento siempre implica un procedimiento dental (evaluación completa, limpieza y tratamiento de cualquier problema, como la reabsorción dental, bajo anestesia general) en un consultorio veterinario. Sin embargo, el protocolo específico depende del tipo de FORL presente.
El día del procedimiento se realizan radiografías dentales para determinar qué tipo de FORL está presente. Las radiografías también pueden revelar reabsorción dental en gatos que no presentan síntomas.
- En el caso de las lesiones de tipo 1, se debe extraer (quitar) todo el diente, ya que cualquier parte del diente que quede puede continuar reabsorbiéndose, lo que provoca inflamación o dolor.
- En el caso de las lesiones de tipo 2, se prefiere una amputación de la corona (retirar la corona del diente dejando la raíz en su lugar). Afortunadamente, con este tipo de lesión, la raíz no duele una vez que se integra en el hueso maxilar. La corona del diente puede seguir siendo dolorosa, por lo que retirar la corona elimina las molestias y evita la extracción innecesaria de la raíz.
Conclusión
La reabsorción dentaria felina, a menudo denominada caries, es una afección dolorosa que afecta a muchos gatos. Afortunadamente, el cuidado dental de rutina puede ayudar a detectar y tratar estas lesiones de manera temprana, para mejorar la calidad de vida y la salud general.
Preguntas frecuentes
¿Los gatos pueden tener caries?
Los gatos no sufren el mismo tipo de caries que los humanos. Sin embargo, los gatos suelen desarrollar una afección en la que el diente (o los dientes) se reabsorben o se "erosionan". Esto se conoce como reabsorción dental felina, aunque a veces se lo denomina caries.
¿Cuáles son los síntomas de los problemas dentales en los gatos?
Los síntomas más comunes incluyen mal aliento, enrojecimiento o sangrado de las encías (gingivitis), cambios de comportamiento (esconderse o estar de mal humor) o cambios en los hábitos alimenticios, como dejar caer la comida o comer menos. Algunos gatitos pueden no mostrar ningún síntoma, incluso si les duelen los dientes, por lo que es importante realizar controles de bienestar periódicos y hablar sobre el cuidado dental con su veterinario.
¿Cómo prevenir las caries en los gatos?
Lamentablemente, la reabsorción dental no se puede prevenir. Sin embargo, el cuidado dental regular con su veterinario (y el cuidado en casa, como cepillar los dientes de su gato) puede ayudar a prevenir muchos otros problemas dentales, incluida la enfermedad periodontal que, de lo contrario, podría provocar dolor, pérdida de dientes e incluso problemas cardíacos o renales.
¿Cómo tratar los problemas dentales de los gatos?
Un plan de salud dental consta de atención domiciliaria y atención veterinaria. En casa, puede aprender a cepillar los dientes de su gato; pida ayuda o instrucciones a su equipo veterinario y asegúrese de utilizar una pasta de dientes y un cepillo de dientes aptos para mascotas. Los alimentos y las golosinas dentales también pueden ayudar.
El estándar de oro en el cuidado es una evaluación y limpieza dental con su veterinario. Su veterinario le informará con qué frecuencia se recomienda este procedimiento como parte del plan de salud preventiva de su mascota. Asegúrese de llamar a su veterinario si nota algún síntoma dental entre las visitas.