El complejo granuloma eosinofílico (EGC) en los gatos es, en efecto, complejo. En lugar de ser una enfermedad en sí misma, el EGC es un conjunto de lesiones cutáneas que afectan a los gatos. En este artículo, le diremos lo que necesita saber sobre el complejo granuloma eosinofílico en los gatos.
Definiciones básicas
Antes de hablar sobre las lesiones de las células eosinófilas, repasemos algunos términos. Un eosinófilo es una célula inflamatoria que lucha contra los invasores extraños, como los parásitos, y puede desempeñar un papel en las reacciones alérgicas. Estas células están llenas de gránulos que contienen sustancias químicas que se liberan para destruir al invasor.
Un granuloma es un grupo de células inflamatorias que se forma en respuesta a la inflamación.
¿Qué causa el EGC?
No existe una causa definitiva de las EGC. La causa más plausible son las alergias, en el sentido de que las lesiones son una respuesta exagerada a una alergia, como una alergia a los alimentos o a las pulgas.
La genética podría ser otra causa.
Se desconoce con qué frecuencia se produce el EGC en los gatos, pero las lesiones del complejo tienden a ocurrir con mayor frecuencia en las gatas que en los gatos machos.
¿Cuáles son los síntomas de EGC?
Tres lesiones componen el CGE: úlceras indolentes, placas eosinofílicas y granulomas eosinofílicos. Los gatos pueden presentar una o una combinación de estas lesiones, que se describen a continuación.
Úlcera indolente
Las úlceras indolentes también se conocen como úlceras eosinofílicas. Su otro nombre, úlceras de roedor, es un nombre inapropiado. Se forman en los márgenes del labio superior, generalmente hacia la parte delantera del labio superior.
Las úlceras son firmes, tienen bordes definidos y son de color naranja amarillento. Pueden ser pequeñas o bastante grandes y desfigurantes. El labio superior puede hincharse debido a la úlcera.
Las úlceras indolentes pueden sangrar, pero no son particularmente dolorosas ni producen picazón.
Placa eosinofílica
Las placas eosinofílicas se pueden encontrar en varias partes del cuerpo, más comúnmente en el abdomen y la parte interna de los muslos. Otras ubicaciones incluyen el área anal, la zona de la garganta, el pecho y debajo de las patas delanteras.
Las placas son gruesas y pican mucho, lo que provoca muchas molestias a los gatos. Tienen bordes definidos y son circulares, elevadas y rojas. Es común la caída del pelo cerca de las placas.
Las placas pueden llegar a ser muy grandes y los gatos tienden a lamerlas y morderlas, lo que aumenta el riesgo de infección bacteriana.
Granuloma eosinofílico
Los granulomas eosinofílicos también se conocen como granulomas lineales y granulomas colagenolíticos (que destruyen el colágeno). Al igual que las placas, estos granulomas pueden aparecer en muchos lugares del cuerpo, más comúnmente en el labio inferior, el mentón, la parte posterior del muslo y dentro de la boca. Los granulomas en el labio o el mentón le dan a los gatos un aspecto "de morritos".
También se pueden encontrar granulomas en las almohadillas de las patas, causando hinchazón dolorosa y dificultad para caminar.
Los granulomas son elevados, de color rosa amarillento y de forma nodular o lineal. A menudo, se produce pérdida de cabello en la zona. La piel que rodea al granuloma suele estar engrosada y puede estar ulcerada.
El aspecto clásico del granuloma eosinofílico es una lesión lineal que se extiende a lo largo del muslo.
Los granulomas ocasionalmente producen picazón.
¿Cómo se diagnostica el EGC?
Las lesiones de CGE se parecen a las de otras enfermedades de la piel, como infecciones bacterianas o cáncer de piel. Por lo tanto, un veterinario debería descartar estas otras enfermedades antes de confirmar un diagnóstico de CGE.
Para descartar estas enfermedades, el veterinario analizará una pequeña muestra de tejido bajo un microscopio. Para obtener una muestra, el veterinario succionará células de las lesiones ('aspiración con aguja fina') o tomará una pequeña porción de tejido mediante una biopsia.
Con el microscopio, el veterinario buscará eosinófilos y otros indicios de inflamación. También buscará evidencia microscópica de ulceración. Las características microscópicas de una lesión de EGC ayudarán a distinguirla de otras enfermedades de la piel.
Un veterinario también intentará determinar si existe una causa alérgica de las lesiones de EGC.
Un control estricto de las pulgas ayudaría a identificar una alergia a las pulgas. Una prueba de eliminación de alimentos, que implica alimentar al animal con una dieta de ingredientes limitados durante varios meses, identificaría una alergia alimentaria. Una alergia ambiental se identificaría mediante inyecciones subcutáneas de pequeñas cantidades de posibles alérgenos, como el polen.
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¿Cómo se trata el EGC?
Lo ideal es identificar y tratar la causa subyacente de la lesión de EGC. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se puede identificar una causa subyacente; en estos casos, el tratamiento es sintomático.
En ocasiones, las lesiones de células dendríticas epiteliales pequeñas o leves se resuelven espontáneamente. La mayoría de las lesiones necesitarán tratamiento médico.
Los esteroides son el tratamiento más común para el CGE en gatos. Suprimen el sistema inmunológico y se pueden administrar en forma de inyecciones o comprimidos de acción prolongada. Debido a que las lesiones del CGE pueden volver a aparecer a lo largo de la vida del gato, es posible que se necesite un tratamiento con esteroides de forma intermitente durante toda la vida.
Los esteroides son excelentes para tratar las lesiones. Sin embargo, tienen desventajas. El uso prolongado de esteroides tiene efectos secundarios graves, como infecciones del tracto urinario y adelgazamiento de la piel. Para minimizar estos efectos secundarios, se administrarán otros medicamentos antiinflamatorios, como ciclosporina, además de los esteroides (para reducir la dosis necesaria de esteroides) o en lugar de los esteroides.
Se administran antibióticos para tratar infecciones bacterianas secundarias.
El control de las pulgas suele ser un componente del tratamiento de la EGC porque las picaduras de pulgas pueden provocar reacciones alérgicas intensas. Una alergia a las pulgas podría empeorar los síntomas de la EGC, por lo que es necesario un control adecuado de las pulgas para reducir el riesgo de una respuesta alérgica aún mayor.
Si las lesiones de EGC son graves y no responden al tratamiento, sería necesario un tratamiento avanzado por parte de un dermatólogo veterinario.
Tenga en cuenta que el daño a la piel puede ser permanente incluso si las lesiones se tratan con éxito. Este daño a la piel es causado por las sustancias químicas que liberan los eosinófilos.
Uniéndolo todo
La EGC en gatos es una afección médica compleja y a veces confusa. Lleve a su gato al veterinario si nota lesiones cutáneas similares a las descritas en este artículo. Un diagnóstico y tratamiento oportunos ayudarán a controlar las lesiones y ayudarán a que su gato se sienta más cómodo.