Probablemente has visto gatos bizcos en tu vida y, después de maravillarte con sus adorables expresiones, te has preguntado por qué tienen los ojos cruzados. La condición que provoca que los ojos estén constantemente cruzados tiene un nombre médico: estrabismo.
El estrabismo generalmente no afecta la calidad de vida del gato y no se considera un problema en los gatos que nacen con esta condición. Sin embargo, si un gato desarrolla estrabismo repentinamente en algún momento de su vida, podría indicar un problema subyacente en los músculos que mueven el ojo, en los nervios o en la parte del cerebro que coordina el movimiento de esos músculos oculares.
Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre el estrabismo en gatos.
¿Qué es el estrabismo en los gatos?
El estrabismo es una afección ocular común en los gatos que hace que los ojos no estén alineados entre sí, lo que da como resultado una apariencia bizca. Los músculos pequeños controlan el movimiento de los ojos hacia arriba, abajo y hacia los lados.
Cuando un músculo ocular es demasiado corto o demasiado largo, o si los nervios o la parte del cerebro que controla los músculos oculares están dañados, los ojos se mueven en direcciones anormales, haciendo que el gato parezca bizco.
El estrabismo puede afectar la capacidad de un gato para enfocar correctamente y puede influir negativamente en su percepción de la profundidad. No obstante, no causa ceguera, y la mayoría de los gatos que nacen con estrabismo se adaptan bien a su condición y viven vidas completamente normales y felices. Los gatos que desarrollan estrabismo repentinamente en la edad adulta suelen tener otras afecciones subyacentes que deben ser evaluadas y tratadas.
¿Qué tan común es el estrabismo en los gatos?
El estrabismo es común en algunas razas de gatos, incluidas las razas asiáticas como los gatos siameses. De hecho, muchos gatos siameses son bizcos debido a un estrabismo congénito.
El tipo más común de estrabismo congénito que se observa en los gatos siameses y otras razas asiáticas es el estrabismo convergente, en el que el músculo en la esquina interna del ojo es demasiado corto y tira del globo ocular hacia la nariz, dando como resultado la apariencia bizca. El estrabismo divergente ocurre cuando el músculo en la parte externa del ojo es demasiado corto y tira del ojo (o los ojos) hacia el lado de la cara.
¿Qué causa el estrabismo en los gatos?
El estrabismo puede ser congénito, es decir, que el gato nace con él, o puede desarrollarse como consecuencia de otras condiciones que afectan la coordinación de los músculos oculares.
La mayoría de los gatos que presentan estrabismo desde cachorros nacen con la afección y la heredan de sus padres. Esto es más común en gatos siameses, himalayos y persas.
Si un gato desarrolla estrabismo de forma repentina en la adultez, generalmente se trata de una condición más seria que requiere atención veterinaria. La aparición repentina de estrabismo en un gato adulto puede indicar un problema en los músculos que mueven los ojos, en los nervios que los controlan o en la parte del cerebro responsable de esa coordinación.
Las infecciones virales, bacterianas o fúngicas pueden causar estrabismo. También pueden provocarlo el trauma, daño nervioso, accidentes cerebrovasculares, cáncer, hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro) e incluso enfermedades del oído interno. El estrabismo secundario a otra condición suele venir acompañado de otros signos de enfermedad.
¿Cuáles son los signos del estrabismo en los gatos?

El estrabismo en gatos puede ser una condición congénita o desarrollarse como resultado de problemas de salud en etapas posteriores de la vida.
El signo más común de estrabismo en gatos es que el gato se ve bizco y, por lo demás, se comporta con normalidad. Algunos gatos pueden tener dificultades para calcular distancias al saltar o no logran ver bien su comida en el plato, pero en general se adaptan a esta discapacidad y llevan una vida normal.
La situación es un poco distinta en gatos adultos que desarrollan estrabismo de forma repentina. Si notas que uno o ambos ojos de tu gato están en una posición anormal, se mueven de forma descoordinada o si tu gato muestra signos de enfermedad, busca atención veterinaria lo antes posible.
Algunos signos adicionales que pueden acompañar el estrabismo y que indican una condición subyacente más grave incluyen:
- Movimiento ocular rápido de lado a lado, hacia arriba y abajo o en círculos (conocido como nistagmo)
- Pupilas de diferente tamaño o que no se contraen con la luz
- Párpado caído
- Ojo prominente o que sobresale
- Inclinación de la cabeza hacia un lado
- Caminar en círculos o caerse hacia un lado
- Convulsiones
- Debilidad o letargo
- Falta de apetito
- Vómitos
- Fiebre
Si notas alguno de estos signos, es importante acudir al veterinario lo antes posible, ya que podrían estar relacionados con una condición médica grave.
¿Cómo se diagnostica el estrabismo en los gatos?
Tu veterinario realizará un examen físico completo y un examen oftálmico. El examen oftálmico incluye pruebas de reflejo a la luz, medición de la presión ocular y otras pruebas como la prueba de lágrimas de Schirmer y el uso de colorantes para detectar daños en la superficie del ojo. También puede llevarse a cabo una evaluación neurológica, que consiste en revisar los reflejos de los nervios craneales y de las patas, evaluar el equilibrio, observar la forma en que camina tu gato y analizar su estado mental.
Si el veterinario sospecha que el estrabismo es congénito y no está afectando la salud o el bienestar del gato, entonces probablemente no se requieran más pruebas. Pero si se sospecha que el estrabismo es consecuencia de otra condición médica subyacente, se recomendarán estudios adicionales.
Estos pueden incluir análisis de sangre, pruebas para detectar enfermedades virales, estudios de imagen o una derivación a un especialista en oftalmología veterinaria, neurología o medicina interna.
¿Es tratable el estrabismo en los gatos?

Con el tratamiento adecuado, algunos casos de estrabismo en gatos pueden resolverse. Esto dicho, cuando el estrabismo es causado por factores genéticos, no se puede tratar.
Si un gato desarrolla estrabismo que no se debe a la genética, tanto el estrabismo como la condición subyacente pueden y deben ser tratados.
El estrabismo a menudo se corrige mediante cirugía.
Bajo anestesia general, un cirujano puede corregir las anormalidades en los músculos oculares afectados para realinear los ojos. La cirugía también puede utilizarse para drenar abscesos detrás del ojo causados por mordeduras. Si el estrabismo es provocado por un tumor, se pueden emplear cirugía y, a menudo, radioterapia para tratar el cáncer. En algunos casos, puede ser necesario retirar todo el ojo para evitar que la enfermedad se propague.
También puede tratarse con medicamentos.
Se pueden recetar medicamentos, como antibióticos, para ayudar a tratar el estrabismo en gatos que tienen abscesos, meningitis o infecciones del oído interno que afectan el sistema vestibular en el cerebro.
Si tu gato ha sido sometido a una cirugía ocular para corregir el estrabismo, asegúrate de seguir todas las instrucciones para el cuidado en casa, para brindarle la mejor oportunidad de una buena recuperación y retorno a la función normal. Mantén un collar isabelino en tu gato para prevenir traumatismos en el sitio de la cirugía, administra todos los medicamentos según lo indicado, lleva a tu gato a las revisiones recomendadas y a la extracción de suturas, y mantén a tu gato dentro de casa para poder monitorear su recuperación.
La fisioterapia también está disponible después de la cirugía o para gatos que no son buenos candidatos para este procedimiento.
El objetivo de la fisioterapia es fortalecer los músculos oculares y coordinar el movimiento ocular, e incluye ejercicios diarios divertidos para tu gato.
Si tu gato tiene estrabismo y presenta vértigo debido a una enfermedad vestibular que no puede tratarse, es posible que debas evitar que tu gato suba a muebles altos para prevenir lesiones por caídas.
Si bien el estrabismo en gatos generalmente no representa un problema importante, sigue siendo fundamental que lleves a tus gatos bizcos al veterinario, especialmente si hay cambios repentinos. Además, mantener a tu gato dentro de casa y/o supervisarlo al aire libre puede ayudar a reducir el estrabismo relacionado con traumatismos o infecciones.