¿Te cuesta saber si tus gatos están jugando o peleando cuando se enredan en una lucha? Entender su comportamiento puede ser complicado, especialmente cuando conviven felinos de distintas edades, razas y personalidades, o que no tienen lazos familiares.
En este artículo aprenderás a diferenciar entre un juego amistoso y una pelea real, además de descubrir cómo fomentar una convivencia armoniosa en hogares con varios gatos.
La afiliación social de los gatos
Existe una gran cantidad de evidencia que demuestra que, si bien los gatos domésticos son animales solitarios y capaces de vivir solos, también forman vínculos sociales. Ya sea en colonias de alta densidad o en grupos de individuos relacionados, los gatos mantienen la coherencia creando un olor grupal mediante el acicalamiento o frotamiento colectivo.
Además, los gatos afiliados tienen menos probabilidades de exhibir agresión abierta hacia los demás siempre que existan suficientes recursos ambientales.
De la misma manera, los gatos que socializan juntos durante sus años de formación como gatitos pueden desarrollar relaciones de afiliación entre ellos, que se mantendrán hasta la edad adulta. Por lo tanto, estos gatos forman un hogar multifelino más armonioso.
Es importante tener en cuenta que las relaciones sociales entre gatos pueden cambiar a lo largo de la vida.
¿Cómo saber si tus gatos están jugando o peleando?

La mayoría de los gatos en grupos sociales afiliados participarán en peleas de juego.
El juego es importante para todos los gatos. Ya sean jóvenes o viejos, el juego tiene un impacto positivo en el estado emocional de un gato, a la vez que lo estimula para que no se aburra y ayuda a desarrollar y mantener vínculos sociales. A diferencia de los perros, que utilizan el juego como una forma de interacción social, la motivación para jugar, tanto en los gatitos como en los gatos adultos, se centra en el comportamiento depredador. Las peleas entre gatos durante el juego son un comportamiento normal y saludable.
¿Cómo juegan los gatos entre sí?
Los gatos hermanos suelen disfrutar de sesiones de juego que incluyen acechar, perseguir y saltar sobre el otro. A veces, estas interacciones pueden parecer peleas. En ocasiones, el juego puede sobreestimular a uno de los gatos, volviéndolo demasiado enérgico, lo que puede resultar estresante para un compañero más tranquilo. Es importante observar estas situaciones y intervenir si aparecen signos de agresión para evitar que la tensión aumente.
Los gatos disfrutan del juego social cuando el entorno es adecuado. Un espacio enriquecido con obstáculos divertidos, escondites, rascadores, centros de actividad y cajas con entradas y salidas les permite interactuar de forma natural.
Su comunicación se basa en el lenguaje corporal y, en menor medida, en vocalizaciones. Para diferenciar entre juego y pelea, es fundamental considerar la relación social entre los gatos, ya que cada uno expresa su comportamiento de manera única.
Señales de que tus gatos están jugando
Los gatitos son muy sociables y tienen un gran instinto lúdico desde una edad temprana. La madre les enseña habilidades como el aseo, la alimentación y la caza, y dependen de la colaboración con sus compañeros de camada para aprender habilidades sociales.
El juego social entre gatos alcanza su punto máximo alrededor de las 8-10 semanas de edad, y luego el juego con objetos se vuelve predominante. Los juguetes ofrecen una salida para las secuencias depredadoras naturales como parte del juego, lo que evita que los gatos muerdan mientras juegan.
Los gatos pueden ser juguetones hasta una edad avanzada; esto dicho, las interacciones entre gatos y el juego social pueden disminuir con la madurez.
Los siguientes son indicadores de que tus gatos están jugando:
- Permanecen tranquilos y felices durante la interacción.
- Las orejas están en posición normal o hacia adelante (no hacia atrás).
- La postura del cuerpo es hacia adelante, uno frente al otro.
- El pelaje es liso (sin cola hinchada ni piloerección).
- Juegan sólo a morder.
- Luchan y se persiguen entre sí.
- Los gatos joviales no se arañan, no sisean, no se golpean ni se gruñen entre sí.
- Habrá una sensación de equilibrio en la que ambos gatos se involucrarán en persecuciones y juegos bruscos.
En ciertos grupos sociales, los gatos machos a menudo pueden participar en peleas de juego adicionales en comparación con las hembras, quienes generalmente están menos interesadas en el alboroto después de la madurez social (alrededor de los tres años de edad).
Señales de que tus gatos están peleando
Como especie inteligente, los gatos generalmente evitan las peleas físicas. Las peleas abiertas pueden causar lesiones, incapacidad para cazar e incluso la muerte.
La agresión activa (pelea) ocurrirá si el gato se siente amenazado y las perspectivas de evitación o escape son limitadas o nulas.
Algunos gatos recurren a las peleas por diversas razones. La mayoría de los gatos defenderán su territorio (dentro de la casa o fuera de ella) contra los invasores. Algunos gatos recurren a la agresión activa más rápido que otros, dependiendo de la genética, el sexo y las experiencias de vida tempranas de cada individuo.
Las siguientes son señales de que tus gatos están peleando:
- Sus ojos están muy abiertos y sus pupilas dilatadas con miradas confrontativas.
- Las orejas están levantadas y aplanadas contra la cabeza del gato.
- Los bigotes están hacia adelante y extendidos.
- La boca está abierta con los dientes al descubierto.
- Hay vocalización a través de gruñidos o silbidos.
- Piloerección de cola y cuerpo (inflado, luciendo el doble de grande).
- Postura corporal tensa y lateral en lugar de mirarse uno al otro.
- Las garras están afuera durante el golpe o el aplastamiento.
- La cola es vertical, con la punta hacia abajo o levantada, o se mueve hacia adelante y hacia atrás o se retuerce.
Los gatos no pueden calmar una situación agresiva debido a sus limitadas habilidades de comunicación social, por lo que dependen de sus dueños para resolverla. Una vez que la agresión se intensifica, pueden pasar un par de horas hasta que un gato se calme. Una vez separados, deja a los gatos solos, cada uno en una habitación tranquila, hasta que se hayan relajado por completo.
Razones por las que los gatos se pelean
Entonces, ¿por qué algunos gatos pelean más que otros? Cada gato es diferente, pero hay una larga lista de factores que contribuyen a la agresividad en los gatos. Cada situación requiere un enfoque meditado para resolverla teniendo en cuenta las circunstancias únicas de cada gato. A continuación, se enumeran las razones más comunes por las que algunos gatos pelean más que otros.
1. Falta de socialización en la primera infancia
El período de socialización (2 a 9 semanas) es crucial para los gatitos. Los gatitos criados a mano que no han sido socializados con otros gatos durante este período crítico corren el riesgo de desarrollar problemas de conducta, como nerviosismo, agresión y mecanismos de afrontamiento reducidos durante los cambios ambientales.
2. Nuevos miembros del hogar
En un estudio de 2017 realizado con 2492 propietarios de varios gatos, el 73.3 % notó signos de agresión durante la fase inicial de introducción de otro gato. La incorporación de un nuevo gato al hogar se correlacionó con la frecuencia de disputas y la presencia de más gatos en un hogar agregó signos de tensión recurrentes.
3. Escasez de alimentos y recursos
La agresión por la comida provoca conflictos cuando gatos de diferentes grupos sociales se alimentan cerca y cuando la comida es escasa. La competencia por los recursos o la atención humana también causa fricciones entre gatos.
4. Disputas territoriales
A menudo escuchamos a felinos que deambulan libremente pelearse debido a un desacuerdo territorial, especialmente por la noche. Los gatos confían mucho en proteger su territorio, más que en las conexiones con personas u otros gatos. Muchos comportamientos problemáticos de los gatos provienen de amenazas percibidas a esta seguridad, a menudo debido a disputas con otros felinos.
5. Enfermedad
Los conflictos entre gatos debido a enfermedades suelen presentarse como ataques repentinos sin que haya habido un desacuerdo previo entre los gatos involucrados. Si esto ocurre en tu hogar, lleva a tu gato al veterinario para asegurarte de que esté sano y prospere.
6. Protección de los gatitos
Los hogares con hembras reproductoras también pueden sufrir episodios de agresión, especialmente cuando las madres están protegiendo a sus crías.
7. Genética
El comportamiento problemático de los gatos también se ve afectado por varios genes. Uno de ellos es el receptor de oxitocina, que se ha identificado como un factor que contribuye a la irritabilidad, lo que significa que las pruebas genéticas pueden convertirse en una herramienta importante en el campo del comportamiento veterinario.
Qué hacer si tus gatos se pelean
Los conflictos entre gatos generan mucho estrés tanto para ellos como para sus dueños. Si presencias una pelea, nunca pongas la mano ni ninguna parte del cuerpo entre los gatos, ya que podrías sufrir una mordedura grave que requiera atención médica. Las heridas por mordedura suelen ser profundas y los gatos tienen bacterias en la boca que pueden causar infecciones.
Muchos dueños recurren a ruidos fuertes, botellas con agua o pistolas de agua para interrumpir peleas, pero estos métodos pueden asustar a los gatos y afectar negativamente a los más ansiosos. No castigues ni toques a los gatos en estos momentos, ya que podrías hacer que desconfíen de las personas.
En su lugar, lanza una toalla o manta pequeña sobre ambos gatos para distraerlos y romper la pelea. También puedes usar barreras físicas como puertas para bebés, cartón, madera o paneles de plástico para bloquear la visión entre ellos.
Cuando la tensión haya bajado, fomenta el contacto de manera positiva. Separa a los gatos, dales su propio espacio y reintrodúcelos poco a poco con refuerzos positivos para restaurar la convivencia.
Cómo reducir el estrés y minimizar las peleas

La castración o esterilización ayudará a abordar ciertos comportamientos agresivos, particularmente en los machos intactos.
La mejor manera de minimizar las peleas en una casa con varios gatos es proporcionar una gran cantidad de recursos y oportunidades de enriquecimiento para satisfacer las necesidades de cada gato. El enriquecimiento ambiental y la distribución de múltiples recursos por toda la casa, como cajas de arena, camas, postes para rascar, cuencos, escondites y perchas, ayudarán a reducir el estrés y aumentarán la capacidad de los gatos para hacer frente a las interrupciones.
Se deben proporcionar juguetes, comederos con forma de rompecabezas, oportunidades para buscar comida y tiempo al aire libre supervisado a todos los gatos, incluso si tienen acceso al exterior. Se debe ofrecer un enriquecimiento adicional a los gatos de interior, que pueden aburrirse y sentirse infelices sin la oportunidad de satisfacer los instintos de caza y exploración que conlleva un entorno exterior.
El juego interactivo personal con cada gato debe adaptarse a cada individuo. El juego imita el comportamiento depredador de los gatos, por lo que ayuda a minimizar la agresión durante el juego.
Feliway también puede ayudar a reducir la tensión entre gatos y la habituación a un nuevo hogar cuando se usa en combinación con otros productos ansiolíticos.
Esterilizar a tus gatos ayudará a abordar ciertos comportamientos agresivos, particularmente en los machos intactos.
Y, por último, reforzar las interacciones amistosas y lúdicas y tomar medidas para reducir el comportamiento agresivo depende de la correcta integración de un nuevo gato y de ser consciente de la dinámica social de los grupos de gatos en hogares con varios gatos.
Si todavía no estás seguro de si tus gatos están jugando o peleando, graba su interacción y publícala en los comentarios a continuación, o muéstrale el video a tu veterinario o especialista en comportamiento felino.
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