Este artículo tiene como objetivo explicar los detalles del glaucoma (también conocido como “hipertensión ocular”), una condición poco común que puede afectar el ojo o los ojos de un gato.
Esta enfermedad ocular se desarrolla cuando el drenaje reducido del líquido normal del ojo provoca una acumulación de líquido dentro del ojo, lo que aumenta la presión interna dentro del ojo (presión intraocular o PIO).
Esto tiene una serie de efectos nocivos. Esta afección puede presentarse en los gatos por diversas razones. El objetivo de este artículo es proporcionar una explicación sencilla y clara sobre el glaucoma felino para los dueños de gatos.
¿Qué es el glaucoma?
Normalmente, el globo ocular se mantiene a la presión ideal mediante una producción constante y uniforme de líquido (“humor acuoso”) dentro de la cámara anterior (mitad frontal) del ojo, combinada con un drenaje constante y uniforme de este líquido fuera del ojo, de regreso a la circulación general.
Si este drenaje de líquido se bloquea por cualquier motivo, mientras que la producción de líquido continúa con normalidad, la cantidad de líquido dentro del espacio cerrado del globo ocular aumenta. Esto da como resultado un aumento de la presión interna dentro del ojo. Esto es similar a una rueda de bicicleta que se infla más de lo que debería.
Hay muchas razones diferentes por las cuales el drenaje de líquido puede bloquearse.
El líquido es producido por el cuerpo ciliar, que forma parte del tejido blando que conforma las estructuras internas del ojo, uniéndose al iris y al llamado tracto uveal.
El aumento de la presión dentro del globo ocular tiene muchas consecuencias perjudiciales, entre ellas, molestias, dolor y daños en las estructuras internas del ojo, lo que provoca un funcionamiento deficiente y una visión reducida o ceguera.
¿Qué tan común es el glaucoma en los gatos?
Se trata de un problema felino poco común, que sólo afecta al 0.2 % de los gatos (uno de cada 500 gatos), frente al 0.7 % de los perros (uno de cada 140 perros) o al 1.9 % de los humanos (uno de cada 53 personas).
¿Cómo contraen glaucoma los gatos?
El glaucoma puede ser primario (es decir, que ocurre por sí solo) o secundario (es decir, alguna otra enfermedad hace que el gato desarrolle glaucoma).
El glaucoma primario es poco frecuente en los gatos y, cuando se produce, suele deberse a anomalías anatómicas hereditarias del ojo, como un aparato de drenaje anormal que impide la salida normal de líquido. Cuando este tipo de anomalía está presente, es probable que afecte a ambos ojos. Es más probable que esto ocurra en gatos de raza pura, como los birmanos, persas o siameses.
El glaucoma secundario es el tipo más común de glaucoma y puede ser causado por varios factores primarios (ver a continuación).
Síntomas del glaucoma en los gatos

El glaucoma en los gatos puede provocar una serie de síntomas, siendo uno de los más evidentes el edema de la córnea, que es un color blanco azulado en la parte delantera del ojo.
Los signos del glaucoma incluyen:
- Blefaroespasmo (espasmo de los párpados, es decir, el ojo queda cerrado)
- Malestar evidente en los ojos (el glaucoma es una enfermedad dolorosa)
- Secreción ocular (lágrimas que caen por la cara)
- Edema de la córnea (color blanco azulado de la parte frontal del ojo)
- Pupila dilatada (la llamada midriasis)
- Agrandamiento del globo ocular (puede ser difícil de evaluar)
- Inyección epiescleral (enrojecimiento de la parte blanca del ojo)
Si ambos ojos están afectados, el propietario puede notar ceguera, pero si solo está afectado un ojo, la pérdida de visión puede no ser obvia.
Causas del glaucoma en los gatos
El glaucoma primario “simplemente ocurre”, mientras que las causas más comunes del glaucoma secundario son:
- Uveítis: afecciones inflamatorias del tracto uveal (los tejidos blandos que recubren el interior del ojo, incluido el iris)
- Dislocación o luxación del cristalino
- El hifema (sangrado en el ojo) puede ser causado por defectos de coagulación o traumatismo
- Neoplasia intraocular
- Anormalidades del iris como la melanosis del iris felino
- Cirugía intraocular
- Trauma
Diagnóstico del glaucoma
Si tu veterinario sospecha que tu gato tiene glaucoma, podría recomendarte acudir de inmediato con un oftalmólogo veterinario. También podrían tomarse las siguientes medidas.
1. Historial detallado
Tu veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos de la vida y el cuidado de tu gato, como parte de una buena práctica médica. Esta información permitirá identificar la causa exacta del glaucoma.
2. Examen físico
Tu veterinario revisará a tu gato con atención, observando cualquier signo físico de enfermedad y descartando otras posibles causas de los síntomas que presenta.
Además de los cambios ya mencionados, usará un oftalmoscopio para examinar el fondo del ojo con aumento e iluminación. Entre las alteraciones que pueden detectarse están el edema en el nervio óptico y la retina, el adelgazamiento de los vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo, así como otros cambios más avanzados que suelen aparecer en casos crónicos.
Se realizará una exploración oftalmológica completa en ambos ojos, ya que el glaucoma suele afectar a los dos, incluso si solo uno muestra signos evidentes.
3. Análisis de sangre de rutina
Es probable que tu veterinario también realice análisis de sangre, incluyendo los estudios diagnósticos habituales como el hemograma y el perfil bioquímico, para asegurarse de que no haya otra condición de fondo que esté afectando la salud de tu gato.
En la mayoría de los casos, el glaucoma en gatos es secundario y se debe a una uveítis provocada por una enfermedad sistémica, por lo que suele ser necesario un estudio médico completo. Entre las pruebas recomendadas se encuentran las de leucemia felina (FeLV) y virus de inmunodeficiencia felina (FIV).
4. Pruebas oculares especializadas
Existen varias pruebas especializadas que pueden realizar tanto tu veterinario como un oftalmólogo veterinario para evaluar la presencia de glaucoma. Algunas se pueden hacer en la clínica local, mientras que otras requieren la intervención de un especialista en oftalmología veterinaria.
5. Tonometría
El diagnóstico definitivo del glaucoma se realiza midiendo la presión intraocular (PIO), un procedimiento que se denomina tonometría. Es posible estimar la PIO presionando el globo ocular con los dedos, pero esto no es confiable.
Para medir con precisión la PIO es necesario utilizar un tonómetro: existen distintos métodos para realizarlo, que utilizan equipos costosos y especializados.
La presión intraocular normal en el gato se encuentra entre 10 y 25 mmHg. Las presiones superiores a este rango son indicativas de glaucoma. La presión intraocular debe medirse en ambos ojos y, si un ojo es más de 8 mmHg más alto que el otro, esto también debe generar preocupación por la posibilidad de glaucoma. La presión intraocular puede aumentar por varias otras causas, incluido el estrés y la restricción física forzada (especialmente si se sujeta al gato con fuerza por la cabeza o el cuello).
6. Gonioscopia
La gonioscopia es el nombre de una técnica que permite al veterinario inspeccionar y medir visualmente una parte del ojo conocida como ángulo iridocorneal (también conocido como ángulo de drenaje). Esta medición puede realizarse directamente a través de una lupa iluminada (por ejemplo, utilizando un oftalmoscopio) o utilizando una lente de contacto especializada que se aplica a la córnea del gato.
¿Cuánto cuesta tratar a un gato con glaucoma?
No se puede calcular un costo exacto, ya que cada caso tiene múltiples factores que influyen. Lo mejor es pedirle a tu veterinario un presupuesto detallado antes de comenzar cualquier tratamiento.
Tratamiento para el glaucoma

El objetivo del tratamiento es reducir la presión dentro del ojo a la normalidad.
Cuando un gato tiene glaucoma agudo (de aparición repentina), tu veterinario puede recomendar medicamentos hiperosmóticos (inyecciones o tabletas). Estos medicamentos tienen el objetivo de concentrar la sangre, de modo que el fluido del ojo se absorba hacia la sangre a través de un proceso llamado ósmosis.
Es un área compleja en la que necesitas la guía precisa de tu veterinario, ya que estos medicamentos no son adecuados para todos los gatos y pueden presentar efectos secundarios importantes.
De lo contrario, existen dos formas principales de tratar el glaucoma.
1. Cirugía
Se pueden utilizar diversas técnicas quirúrgicas, derivadas de operaciones humanas y caninas, para intentar reestructurar el interior del ojo, mejorar el drenaje de líquido o evitar su producción. Sin embargo, su tasa de éxito es limitada y rara vez se utilizan en gatos.
En la mayoría de los casos, la única opción quirúrgica puede ser la enucleación, que consiste en extirpar el ojo afectado porque el ojo duele, especialmente si el glaucoma ha provocado que el ojo no pueda ver. Se trata de un procedimiento molesto, pero en particular en el caso de un glaucoma grave, si un ojo ya no funciona y causa molestias, es probable que el gato sea mucho más feliz sin él.
2. Medicación
Las gotas para los ojos son la principal forma de tratar el glaucoma en los gatos.
- Los inhibidores de la anhidrasa carbónica (IAC) tópicos pueden recomendarse en forma de gotas, que normalmente se aplican tres veces al día. Actúan reduciendo la producción de líquido dentro del ojo. Algunos ejemplos son la dorzolamida al 2 % y la brinzolamida al 1 %.
- También se pueden recomendar agentes betabloqueantes tópicos: estos reducen la presión ocular al actuar sobre los reflejos nerviosos. Algunos ejemplos son el timolol y el betaxolol.
Ambos medicamentos pueden combinarse en un solo producto; por ejemplo, la dorzolamida está disponible como producto combinado con maleato de timolol.
Seguimiento y pronóstico
Los gatos con glaucoma generalmente necesitan terapia de seguimiento durante el resto de sus vidas, con monitoreo regular para volver a medir la presión ocular.
Si un gato ya está ciego de uno o ambos ojos en el momento del diagnóstico, el pronóstico de recuperación es malo, pero si se identifica y se trata temprano un problema subyacente como la uveítis, entonces hay más posibilidades de obtener un resultado positivo.
Conclusión
El glaucoma es un problema ocular complicado para los gatos, que provoca dolor y, a menudo, ceguera. Por lo general, se necesita ayuda veterinaria especializada para minimizar su impacto en los animales afectados.