La piómetra en los gatos, definida como una infección del útero, no es algo con lo que se pueda jugar. Es potencialmente mortal y requiere un tratamiento inmediato y agresivo.
Sin tratamiento, los gatos con piómetra pueden enfermarse gravemente y posiblemente perder la vida debido a los estragos que la piómetra puede causar en el resto del cuerpo del gato.
Hay mucho que aprender sobre la piómetra, así que siéntese y siga leyendo.
Causas de la piómetra en los gatos
Para entender qué causa la piómetra, primero debemos repasar algunos conceptos básicos sobre el ciclo reproductivo de una gata. Al igual que las hembras humanas, las gatas tienen un ciclo reproductivo, durante el cual los niveles de varias hormonas sexuales, incluidos el estrógeno y la progesterona, fluctúan y afectan a los órganos reproductivos.
Cuando una gata entra en la fase de celo de su ciclo, está lista para aparearse. Durante varias semanas después del celo, sus niveles de progesterona aumentan y se mantienen altos. La progesterona estimula el engrosamiento del revestimiento uterino, llamado endometrio, para prepararlo para el embarazo.
Si la gata entra en celo varias veces pero no queda preñada, el revestimiento de su útero se va engrosando cada vez más, hasta el punto de que empiezan a formarse quistes, una afección denominada hiperplasia endometrial quística.
Este revestimiento uterino quístico comienza a supurar líquido, pero como el revestimiento es tan grueso, los músculos uterinos no pueden contraerse con la fuerza suficiente para expulsar el líquido del útero. Por lo tanto, el líquido se convierte en un blanco fácil para las infecciones.
Para empeorar las cosas, los glóbulos blancos (GB) están ausentes de la escena. Durante el estro, los GB no pueden ingresar al útero para que los espermatozoides puedan viajar de manera segura sin ser atacados por estas células inmunes.
Por si fuera poco, el cuello uterino, por donde viajan los espermatozoides para llegar al útero, se relaja cuando la gata está en celo. Esta relajación también permite que las bacterias de la vagina entren en el útero. Como no hay glóbulos blancos, las bacterias entran en el útero y se instalan, lo que provoca la piómetra.
¿Quién lo entiende?
La piómetra en gatos generalmente afecta a gatos que tienen al menos seis años de edad, pero también puede afectar a gatos más jóvenes.
Las gatas intactas tienen el mayor riesgo de desarrollar piómetra. Sin embargo, las gatas esterilizadas (a las que se les han extirpado los ovarios y el útero) también pueden desarrollar esta afección.
¿Cómo podría ser eso?
En raras ocasiones, la esterilización es incompleta, lo que significa que una parte del útero, llamada "muñón", permanece adherida al cuello uterino. Este muñón uterino puede engrosarse cuando aumentan los niveles de progesterona, lo que puede provocar lo que se denomina "piometra del muñón".
Síntomas de piómetra en gatos
Sorprendentemente, la piómetra no siempre causa síntomas graves. Además, algunos de estos síntomas, como letargo, anorexia y vómitos, no son específicos. Los gatos afectados también pueden beber más agua y orinar con más frecuencia, pero estos síntomas tampoco son específicos de la piómetra.
Los síntomas de la piómetra generalmente se clasifican según si el cuello uterino está abierto o cerrado.
Un síntoma revelador de la piómetra abierta es la pérdida de líquido por la vagina. Este líquido puede estar teñido de sangre y puede verse debajo de la cola o en lugares que la gata frecuenta (por ejemplo, la cama, los muebles). Sin embargo, como las gatas son muy meticulosas a la hora de acicalarse, es posible que tu gata limpie la pérdida antes de que la veas.
Los síntomas son más graves en la piómetra cerrada porque el líquido queda atrapado en el útero. Por ejemplo, el abdomen se agrandará dolorosamente. Además, la gata se verá visiblemente enferma porque las bacterias del líquido uterino se filtran al torrente sanguíneo y liberan toxinas. Los riñones, que trabajan horas extra para filtrar esas toxinas, dejan de funcionar bien. Además, el útero puede hincharse tanto con el líquido que reviente y derrame ese líquido en la cavidad abdominal.
Diagnóstico de la piómetra en gatos
Toda gata intacta que tenga el abdomen hinchado y doloroso y que beba más agua de lo habitual padecerá de piómetra hasta que se demuestre lo contrario. Un veterinario realizará pruebas de laboratorio básicas para hacer el diagnóstico.
Los análisis de sangre revelarán un recuento elevado de glóbulos blancos, lo que indica una infección. Además, la orina estará menos concentrada debido a la disfunción renal. Sin embargo, estos resultados no indican específicamente que se trate de piómetra.
Las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden ayudar a confirmar el diagnóstico. Las radiografías son útiles en el caso de la piómetra cerrada, ya que el abdomen y el útero agrandados serán muy evidentes. Este agrandamiento no es tan evidente en el caso de la piómetra abierta; en este caso, la ecografía es la mejor opción diagnóstica.
Tratamiento de la piómetra en gatos
El tratamiento de la piómetra debe ser rápido y agresivo. En casi todos los casos, el tratamiento consiste en una esterilización inmediata. Los gatos que están muy enfermos deben ser estabilizados primero con líquidos intravenosos y antibióticos antes de la cirugía.
La cirugía puede ser difícil porque un útero hinchado con líquido es frágil y propenso a estallar.
Después de la cirugía, se administran antibióticos orales durante varias semanas.
En raras ocasiones, la piómetra se trata médicamente con prostaglandinas. Las prostaglandinas reducen los niveles de progesterona, lo que disminuirá el engrosamiento del revestimiento uterino, abrirá el cuello uterino y permitirá que el líquido uterino salga del cuerpo.
El tratamiento médico sería para los gatos que se reproducirán en el futuro. Sin embargo, el tratamiento médico no siempre es exitoso, lo que significa que la piómetra puede volver a aparecer. Además, las prostaglandinas pueden tener consecuencias graves para la salud a largo plazo.
Prevención
La mejor manera de prevenir la piómetra en los gatos es esterilizar a las hembras cuando son jóvenes y sanas. Las gatas pueden ser esterilizadas a partir de las ocho semanas de vida.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si quiero seguir criando a mi gato?
La esterilización es, con diferencia, el tratamiento más eficaz para la piómetra. Sin embargo, el tratamiento médico es una opción para las gatas que todavía están en periodo de cría. Las prostaglandinas reducen los niveles de progesterona en sangre, lo que reduce el grosor del revestimiento uterino y ayuda a expulsar el líquido uterino del cuerpo. Sin embargo, las prostaglandinas no siempre funcionan, lo que puede provocar la recurrencia de la piómetra. Además, pueden tener efectos graves para la salud a largo plazo.
No veo que mi gata supure ningún líquido de su vagina. ¿Tengo que llevarla al veterinario de todas formas?
¡Sí! Es posible que tu gata ya haya limpiado la secreción o que haya cerrado la piómetra. De cualquier manera, tu gata necesitará tratamiento inmediato.
¿Mi gata podría volver a tener piómetra?
Si esterilizan a su gata después de que le diagnostiquen piómetra y le extirpan por completo los ovarios y el útero, no volverá a desarrollar piómetra. Si recibe tratamiento médico, el riesgo de que vuelva a desarrollar piómetra es mucho mayor.