Es una trampa común en la que la mayoría de los dueños de gatos han caído al menos una vez: su gato se da vuelta y muestra su pancita esponjosa de manera invitadora, así que, por supuesto, usted se agacha para complacerlo y acariciarle la panza, ¡solo para encontrarse con dientes y garras!
Las preferencias de cada uno cambian a veces, y los gustos y disgustos de tu gato no son una excepción. Pero, ¿por qué tantos gatos odian que les froten la panza? En realidad, hay una buena razón por la que a tu gato puede no gustarle esta muestra de afecto. Los gatos tienen folículos pilosos muy sensibles en la panza, y la panza también es una zona muy vulnerable.
Comprender más sobre estos hechos puede ayudarnos a entender por qué el comportamiento de nuestro gato puede cambiar tan rápidamente cuando solo queremos hacerle unas pequeñas cosquillas, y cómo abordar el masaje en la barriga del gato si queremos tener éxito.
Razones por las que a los gatos no les gusta que les froten la panza
Los gatos modernos disfrutan de la vida doméstica y de todas las ventajas que ofrece un hogar lleno de amor, como un cuenco de comida lleno y camas cómodas. Sin embargo, el instinto natural de sus antepasados sigue siendo fuerte.
Los antiguos gatos salvajes eran cazadores y presas a la vez, defendían ferozmente su territorio y se comunicaban con otros gatos mediante la postura, la expresión facial, el lenguaje corporal y el marcado con olor . Un gato doméstico conservará muchas de estas adaptaciones conductuales, sean necesarias o no en la actualidad.
1. Folículos pilosos sensibles
Los gatos son criaturas ágiles y gráciles que muestran un maravilloso sentido de la percepción espacial mientras exploran su entorno. Esta mayor sensibilidad a su entorno inmediato se debe en parte a los folículos pilosos súper sensibles que se encuentran en su estómago y cola.
Esta es una excelente adaptación para cazar en la naturaleza. Estos pelos garantizan que su gato siempre esté atento a lo que lo rodea y que su cuerpo esté siempre exactamente donde quiere que esté.
Sin embargo, esto también significa que el vientre y la cola de un gato son muy sensibles al tacto, y lo que para nosotros parece una caricia suave puede ser muy estimulante para un gato. La oleada de sensaciones cuando se acaricia el estómago de un gato puede hacer que se ponga inmediatamente a la defensiva, puramente por instinto. Puede que rasguñe o muerda automáticamente en un intento de escapar de la extraña sensación.
2. Protección de los órganos vitales
Muchos de los órganos más vitales de un gato, como el hígado, los riñones y los intestinos, se encuentran en su vientre. Por lo tanto, cuando su estómago está expuesto, su tolerancia a cualquier amenaza percibida es muy baja. Una mano que se extienda hacia esta zona vulnerable puede desencadenar una respuesta defensiva instintiva, incluso si saben que usted es digno de confianza.
¿Por qué los gatos se acuestan boca arriba?
El lenguaje corporal de un gato puede ser muy confuso si no eres un gato. ¿Por qué un gato se tumbaría boca arriba y dejaría al descubierto su barriga en una aparente invitación si no quiere que lo acaricies? ¡Esto parece un poco injusto! Resulta que hay algunas buenas razones, entre ellas las siguientes:
1. Un buen estiramiento
Un gato tumbado boca arriba con la panza expuesta puede estar simplemente disfrutando de un buen estiramiento y tomando sol. A los gatos les gusta mantenerse calientes y exponer su panza al sol ayuda a mantener la temperatura corporal. Los gatos también son muy flexibles y estirar bien su columna ayuda a mantener su agilidad.
Tampoco es raro ver a una gata embarazada tumbada boca arriba, una posición que ayuda a aliviar la presión interna del embarazo. Exponer su barriga no es necesariamente una invitación a sus dueños, ¡son simplemente gatas haciendo sus cosas habituales!
2. Una postura defensiva
Cuando un gato se tumba boca arriba, expone una zona vulnerable, pero también está preparado para la acción. Desde esta posición, el gato puede elegir el arma que prefiera si es atacado: todas sus garras y dientes están listos y listos para ser utilizados inmediatamente para protegerse. Los gatos pueden adoptar esta postura cuando se sienten amenazados, pero no quieren huir.
¿Puedo enseñarle a mi gato a que le gusten los masajes en la barriga?
Muchos gatos no toleran bien que les froten la barriga. Por lo general, la mejor forma de acariciar a un gato es frotarle suavemente la barbilla y las mejillas; estas áreas contienen glándulas odoríferas que ayudan a que el gato te considere confiable, seguro y familiar. Si a tu gato no le gusta que le froten la barriga, lo mejor es no presionarlo, pero respetar sus preferencias.
Si realmente quieres acariciar ese suave pelaje de su vientre, empieza muy lentamente. Acércate a tu gato de forma lenta y tranquila cuando esté tumbado boca arriba y parezca relajado. Siéntate tranquilamente a su lado y parpadea lentamente mientras esperas a que se relaje de nuevo; este es el equivalente felino a decir "te quiero".
Comience tocando suavemente una pata delantera y, con el tiempo, las patas traseras y, luego, la barriga. Realice este proceso lentamente durante algunas semanas y dele muchas golosinas como recompensa si tolera bien el contacto.
No gustarle que le acaricien la panza es un comportamiento perfectamente normal en los gatos, pero si a tu gato no le gusta que le toquen en absoluto, esto podría ser motivo de preocupación. Puede que tenga dolor, se sienta mal o esté estresado. Si tu gato reacciona negativamente a cualquier forma de caricia, especialmente si de repente se vuelve reacio a sus interacciones habituales, llévalo a un chequeo con un veterinario.
Si se descartan condiciones médicas, la mayoría de los veterinarios podrán derivarlo a un especialista en comportamiento animal para trabajar en cualquier estrés o ansiedad que su gato pueda tener con respecto al tacto.
Reflexiones finales
Los gatos son criaturas misteriosas y, a menudo, puede parecer que dan señales contradictorias. Cuando un gato te muestra su barriga, lo más probable es que no sea una invitación para que la acaricies, sino una oportunidad para estirarse en el calor o una postura defensiva si se siente amenazado.
Acariciarle la barriga a un gato puede ser un desastre, ya que el pelo de su barriga es muy sensible y tocarlo suele provocar una reacción instintiva de protección de su abdomen vulnerable. La forma más segura de actuar es limitarse a las zonas de caricias preferidas de tu gato, normalmente las mejillas, la cabeza y la espalda.
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Preguntas frecuentes
¿Cómo sé si a mi gato le duele el estómago?
Los gatos con dolor de estómago suelen estar muy tranquilos y esconderse. Pueden dejar de comer y tener vómitos o diarrea. Pueden llorar o gemir y adoptar una postura extraña para intentar aliviar el malestar, como estirarse con la parte delantera hacia abajo y la parte trasera hacia arriba.
¿Cómo lograr que un gato te deje tocar su barriga?
A los gatos no les gusta que les toquen la barriga, ya que tienen un pelo muy sensible y es una zona vulnerable. Si realmente quieres acariciarle la barriga, hazlo con mucha calma, siéntate con ellos en silencio primero e intenta tocarle una pata antes de acariciarle la barriga.
¿Está bien tocar la barriga de un gato?
A muchos gatos no les gusta que les froten la panza, ya que tienen folículos pilosos muy sensibles y el abdomen es una zona vulnerable. Algunos gatos lo toleran, pero con la mayoría de los gatitos, lo mejor es limitarse a acariciarlos en las mejillas, el mentón y la espalda.
¿Qué sienten los gatos cuando les frotas la barriga?
Los gatos tienen folículos pilosos muy sensibles en el vientre, por lo que probablemente les resulte muy estimulante que les frotes el pelo en esa zona. La mayoría de los gatos responderán negativamente por instinto, con garras o dientes, ya que no les gusta la sensación.