El objetivo de este artículo es ofrecer un resumen claro, preciso y de alta calidad sobre el envenenamiento por insecticidas, poniendo especial atención al riesgo de toxicidad en los gatos.
Acerca de la intoxicación por insecticidas en los gatos
Los pesticidas son sustancias diseñadas para eliminar plagas.
Dentro de ellos, los insecticidas se usan específicamente para acabar con insectos. Se emplean en distintos ámbitos, como el control de plagas en el hogar y jardín, e incluso en perros y gatos, a través de productos para combatir pulgas u otros parásitos externos, como las garrapatas. En ocasiones, los dueños aplican productos tóxicos directamente a los gatos sin ser conscientes del riesgo, pero lo más frecuente es la exposición accidental.
Existen otras sustancias tóxicas que también afectan a los gatos, como los herbicidas (productos que eliminan plantas, comúnmente llamados herbicidas o desmalezantes), rodenticidas (que eliminan roedores) y anticongelantes.
Los insecticidas provocan un tipo específico de intoxicación que puede poner en peligro la vida de las mascotas y que todos los dueños deberían conocer.
Aunque el envenenamiento es poco común cuando se siguen las indicaciones del fabricante, los accidentes ocurren y es habitual que los gatos enfermen o incluso mueran tras exponerse a estos productos. La intoxicación puede darse por ingestión (por ejemplo, al lamer derrames o acicalarse tras el contacto con el químico) o por absorción directa (como cuando se aplica un producto para perros en un gato).
¿Cuáles son los diferentes tipos de insecticidas?
Los insecticidas actúan de distintas formas, por lo que cada tipo requiere un manejo específico. Los más comunes son:
- Insecticidas anticolinesterasa (organofosforados y carbamatos)
- Piretrinas
- Amitraz
Síntomas de intoxicación por insecticidas en gatos
Los síntomas que presentan los gatos varían según el tipo de insecticida al que estuvieron expuestos, ya que dependen del mecanismo de acción particular de cada sustancia.
Insecticidas anticolinesterásicos
Estas sustancias, como los organofosforados y carbamatos, se unen e inhiben la colinesterasa, una enzima presente en las sinapsis (los puntos de conexión entre las neuronas). Al bloquear la acetilcolinesterasa, provocan la acumulación de acetilcolina (un neurotransmisor) en la unión nerviosa, lo que genera una sobreestimulación del objetivo que controla el nervio, como un músculo.
Los organofosforados tienen un efecto más intenso y duradero que los carbamatos, pero los síntomas que presentan los animales intoxicados son similares. Algunos organofosforados conocidos son:
- Malatión, usado para controlar mosquitos y moscas de la fruta
- Clorpirifos, utilizado en cultivos, edificios y otros espacios
- Diazinón, empleado para controlar cucarachas, pececillos de plata, hormigas y pulgas en interiores
- Disulfotón, usado en campos de hortalizas y cultivos
- Tetrachlorvinphos, que en el pasado se usó para eliminar pulgas y garrapatas
Los signos clínicos de intoxicación incluyen pérdida de apetito, salivación excesiva, lagrimeo abundante, diarrea, cólicos abdominales, ritmo cardíaco lento, pupilas contraídas, aumento en la frecuencia urinaria, dificultad para respirar causada por el estrechamiento de las vías aéreas y secreciones respiratorias abundantes, además de temblores musculares y convulsiones. Si no se trata, la muerte puede ocurrir debido a la acumulación de secreciones respiratorias o a las convulsiones.
Piretrinas
Las piretrinas son sustancias naturales extraídas de las flores de crisantemo, mientras que los piretroides son análogos sintéticos producidos artificialmente. Actúan afectando los canales de sodio en las membranas celulares, lo que provoca una estimulación prolongada del tejido nervioso.
La mayoría de los productos comunes contienen bajas concentraciones de piretroides, lo que los hace tóxicos para los insectos pero seguros para los mamíferos. No obstante, los productos tipo spot-on para el control de pulgas en perros, que contienen entre 45 y 65 % de permetrina, están claramente etiquetados para su uso en caninos, pero con frecuencia los dueños los aplican en gatos, causando síntomas graves de intoxicación.
Existen varias presentaciones de productos que pueden incluir piretrinas, por lo que siempre conviene revisar la etiqueta antes de usarlos en hogares donde hay gatos.
Los signos de toxicidad incluyen pérdida de apetito, salivación excesiva, agitación e inquietud, vómitos, falta de coordinación, tambaleo al saltar, caminar o simplemente mantenerse de pie, además de sacudidas y temblores. En casos severos, puede presentarse riesgo de muerte.
Amitraz
El amitraz es un agonista alfa-adrenérgico utilizado en la agricultura y también para controlar garrapatas y ácaros Demodex en perros. La intoxicación en gatos es poco frecuente, pero el uso de un producto específico para perros en un gato provoca toxicidad grave. Además, el contacto cercano con un perro tratado con amitraz (por ejemplo, dormir junto a un perro que lleva un collar antipulgas con amitraz) puede causar envenenamiento.
Los síntomas incluyen pérdida de apetito, decaimiento, debilidad, falta de coordinación, vómitos, diarrea, ritmo cardíaco lento, baja temperatura corporal y, en casos extremos, la muerte.
Diagnóstico de intoxicación por insecticidas en gatos
En muchas ocasiones, se cuenta con antecedentes claros de exposición a insecticidas (por ejemplo, la aplicación de un producto antipulgas para perros en un gato), lo que facilita identificar el riesgo. En otros casos, el gato puede mostrar síntomas sospechosos y el veterinario deberá seguir un proceso cuidadoso para llegar a un diagnóstico preciso. Para confirmar detalles específicos, puede ser necesario contactar al centro de control de envenenamientos para animales o consultar la biblioteca de consejos sobre intoxicaciones de la ASPCA.
Toma de historia detallada
Tu veterinario revisará a fondo todos los aspectos de la vida de tu gato, buscando pistas que indiquen contacto con insecticidas. Los animales jóvenes y de menor tamaño suelen ser más vulnerables a este tipo de intoxicaciones que los gatos mayores y más grandes.
Examen físico
Tu veterinario examinará a tu gato minuciosamente, descartando otras posibles causas de los síntomas. También realizará una evaluación neurológica detallada.
Análisis de sangre de rutina y otros trabajos de laboratorio
Tu veterinario podría recomendar análisis de sangre, que incluyen los estudios diagnósticos habituales como hematología (conteo sanguíneo completo) y perfiles bioquímicos, para asegurarse de que no exista alguna otra enfermedad subyacente afectando a tu gato.
También podría realizarse un análisis de orina.
Pruebas especializadas
La medición de la actividad de la acetilcolinesterasa (ChE) en sangre, cerebro o retina puede realizarse en un laboratorio externo como una herramienta diagnóstica específica, rápida y económica.
¿Cómo tratar la intoxicación por insecticidas en los gatos?

La prioridad inicial es estabilizar los signos generales de intoxicación por insecticidas y luego proceder con el tratamiento específico.
Tratamiento general
La prioridad inicial es estabilizar los signos generales de intoxicación por insecticidas:
- Apoyar la respiración en gatos con dificultad para respirar
- Administrar medicamentos anticonvulsivos en caso de convulsiones
- Aplicar tratamiento antiemético para detener los vómitos
- Suministrar fluidos intravenosos como soporte general
También se suele realizar un tratamiento específico para eliminar el insecticida del organismo y evitar una mayor absorción, según la causa sospechada.
- Tras la intoxicación oral, se puede inducir el vómito, realizar lavado gástrico, administrar carbón activado y aplicar enemas
- En caso de exposición cutánea, se debe bañar al gato con detergente para eliminar cualquier rastro del insecticida
Tratamiento específico
Además de lo anterior, se puede administrar un tratamiento específico según el tipo de insecticida involucrado.
Insecticidas anticolinesterásicos (organofosforados y carbamatos)
Algunos de los síntomas de intoxicación (los llamados signos muscarínicos) pueden controlarse con atropina sulfato, aunque este medicamento no actúa sobre otros efectos, como los signos nicotínicos o los del sistema nervioso central.
El tratamiento ideal es el cloruro de pralidoxima (2-PAM), que regenera la acetilcolinesterasa al liberarla del organofosforado. Este tratamiento debe administrarse en las primeras etapas, ya que, si las modificaciones provocadas por el insecticida se han “envejecido”, la enzima queda unida de forma permanente y ya no puede liberarse.
También pueden considerarse las emulsiones lipídicas intravenosas (ILE) como parte del tratamiento.
Piretrinas
Los signos de toxicidad por piretrinas pueden controlarse con metocarbamol, un relajante muscular que normalmente se utiliza para tratar espasmos musculoesqueléticos agudos y dolorosos. Las emulsiones lipídicas intravenosas (ILE) también se han empleado con éxito en gatos con intoxicación por permetrina.
Amitraz
Se puede administrar por vía intravenosa un medicamento específico llamado yohimbina para revertir los signos de toxicidad. Como alternativa, también puede utilizarse atipamezol, un antídoto contra la sedación de uso común en muchas clínicas veterinarias.
Pronóstico
El pronóstico depende de la gravedad de los signos y del nivel de exposición a los insecticidas.
Prevención de intoxicación por insecticidas en gatos

Las causas de envenenamiento en los gatos son muy variadas, incluida la ingestión de medicamentos humanos.
Todos los insecticidas deben usarse siguiendo estrictamente las indicaciones del fabricante y mantenerse fuera del alcance de los gatos. Nunca apliques a un gato productos antiparasitarios diseñados para perros.
Conclusión
La intoxicación por insecticidas es un diagnóstico específico relacionado con la exposición a insecticidas. Una vez identificado el problema, se puede administrar un tratamiento de apoyo general, así como un tratamiento específico para el tipo de insecticida.