Quistes sebáceos en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Gato con pelaje rojo en la mesa de examen del veterinario

Si encuentras bultos o protuberancias nuevas, lleva a tu gato a que lo revise el veterinario. Eliz A / Shutterstock

Los quistes sebáceos son masas benignas (no cancerosas) que pueden formarse en la piel de tu gato, generalmente en el torso y la parte superior de las patas. Los quistes parecen bultos elevados en la superficie de la piel y, si estallan, pueden supurar una secreción amarilla o blanca.

Aunque esto suene preocupante, los quistes sebáceos no suelen causar dolor en los gatos. Si permanecen pequeños e inactivos, muchos de ellos no requieren tratamiento.

No obstante, los quistes pueden infectarse si se rompen. Si el quiste sebáceo de tu gato le causa molestias, es posible que necesite tratamiento con medicamentos o extirpación quirúrgica.

Causas de los quistes sebáceos

Mujer acariciando a un gato atigrado plateado

Revisa periódicamente el pelaje y la piel de tu gato para detectar bultos o protuberancias nuevas. Nitiphonphat / Shutterstock

Los quistes son sacos o bultos anormales que se forman en el cuerpo y contienen aire, líquido o contenido semi-sólido. Existen muchos tipos de quistes, y cada uno se origina en diferentes tejidos del cuerpo. Los quistes sebáceos se desarrollan a partir de pequeñas glándulas llamadas glándulas sebáceas, que están debajo de la piel de tu gato.

Las glándulas sebáceas suelen estar asociadas con un folículo piloso y secretan un líquido aceitoso llamado sebo. Este aceite natural ayuda a que el pelaje y la piel de tu gato se mantengan saludables, además de proporcionar algo de impermeabilidad. Si la abertura de la glándula se bloquea o inflama, el sebo queda atrapado y se puede formar un quiste. Los quistes sebáceos generalmente contienen un líquido amarillento compuesto de sebo y queratina (presente en uñas y pelo).

Identificación de quistes sebáceos y síntomas

Los quistes sebáceos se presentan como bultos redondos justo debajo de la piel. A veces tienen un leve tinte amarillo o azul, y suelen ser suaves, móviles y no dolorosos. Al principio son muy pequeños (unos pocos milímetros), por lo que pueden ser difíciles de detectar bajo el pelaje de tu gato. Pueden aparecer de forma aislada o en grupos.

Si el quiste se rompe, puede expulsar una secreción blanca o amarilla que a veces se parece al requesón. Aunque no son cancerosos y muchos se mantienen pequeños sin causar problemas, son propensos a infectarse, especialmente si se golpean o traumatizan. Los síntomas de infección incluyen:

  • Enrojecimiento
  • Sangrado
  • Secreción o exudado
  • Mal olor
  • Crecimiento rápido
  • Tu gato se rasca o se raspa el quiste

Solo un veterinario puede identificar y diagnosticar los quistes sebáceos, así que lleva a tu gato al veterinario de inmediato si encuentras un bulto en su cuerpo o notas alguno de los síntomas mencionados.

Diagnóstico de los quistes sebáceos

Veterinario revisando la salud de la piel de un gato peludo de color jengibre

Es probable que tu veterinario recomiende tomar una muestra de cualquier bulto nuevo para determinar exactamente qué es. Pressmaster / Shutterstock

Tu veterinario realizará un historial detallado, incluyendo cuánto tiempo ha estado presente el bulto de tu gato y cómo ha cambiado durante ese período. Luego, llevará a cabo un examen físico completo y revisará el bulto en busca de signos de inflamación o infección.

Aunque los quistes sebáceos son benignos, pueden parecerse a ciertos tipos de masas cancerosas. Por lo tanto, es probable que tu veterinario tome una muestra del bulto para confirmar que se trata de un quiste sebáceo. Un método para obtener la muestra, llamado aspiración con aguja fina, consiste en insertar una aguja en el bulto para recolectar una pequeña muestra.

El veterinario observará esta muestra bajo el microscopio (o la enviará a un patólogo especialista) para confirmar qué es exactamente. A menos que tu gato esté muy nervioso, generalmente los veterinarios pueden realizar esta prueba sin sedación. Si necesitan tomar una muestra más grande (biopsia), es posible que tu gato requiera una sedación ligera o anestesia general.

Si el veterinario está preocupado por una posible infección, también puede enviar una muestra para pruebas de cultivo y sensibilidad. Esta prueba verifica si hay infección y qué antibiótico es el más adecuado para tratarla.

Tratamientos para los quistes sebáceos

En la mayoría de los casos, los quistes sebáceos no requieren tratamiento. Si los quistes de tu gato son pequeños, estables y no le causan molestias, es probable que el veterinario recomiende solo monitorearlos.

Si están doloridos, infectados o crecen muy rápidamente, probablemente se tratarán de una de dos maneras: con medicación o mediante la extirpación del quiste a través de cirugía.

Tratamiento médico de los quistes sebáceos

Si el quiste sebáceo de tu gato está inflamado o infectado, es posible que el veterinario recomiende medicación. Esto puede incluir medicamentos antiinflamatorios, antibióticos orales o lavados antibióticos tópicos.

El objetivo del tratamiento médico es resolver cualquier complicación secundaria del quiste, como traumatismos o infecciones, para que vuelva a estar estable. Normalmente, la medicación es efectiva para resolver la inflamación o infección en aproximadamente una semana.

En la mayoría de los casos, la terapia médica no hará que el quiste desaparezca. Esta opción es adecuada para gatos que no están en condiciones de someterse a una cirugía debido a su edad o problemas de salud subyacentes.

Tratamiento quirúrgico de los quistes sebáceos

La única forma de eliminar un quiste sebáceo es extirparlo mediante cirugía. Esto se logra retirando por completo el quiste junto con una pequeña porción del tejido circundante. Tu gato necesitará anestesia general para esta intervención y regresará a casa con algunos puntos. Por lo general, se recupera por completo en un plazo de dos semanas.

El veterinario enviará la muestra a histopatología para confirmar de qué se trata y asegurarse de que se obtuvieron márgenes limpios.

La cirugía es la mejor opción cuando el quiste se infecta con frecuencia, se golpea repetidamente o crece con rapidez.

Consejos para el cuidado de los gatos

Mujeres peinando a un gato pelirrojo en casa con un cepillo

El cepillado regular ayuda a mantener la piel y el pelaje de tu gato en excelentes condiciones y te permitirá notar rápidamente cualquier bulto nuevo. Mariia Boiko / Shutterstock

No hay mucho que puedas hacer para evitar los quistes sebáceos, y algunos gatos simplemente tienden a desarrollarlos con más frecuencia que otros. Aunque muchos viven con ellos sin molestias, hay algunas medidas que puedes tomar en casa para prevenir complicaciones:

  • Revisa el bulto con regularidad. Observa el quiste de tu gato con frecuencia para detectar cualquier cambio en su tamaño o apariencia que pueda indicar un problema. Pon atención a un crecimiento acelerado, enrojecimiento, secreción o signos de irritación. Si algo te preocupa, contacta a tu veterinario. Tomar una foto mensual puede ayudarte a identificar cambios sutiles más fácilmente.
  • Sé cuidadoso al cepillar. Una de las complicaciones más comunes de los quistes sebáceos es el traumatismo, lo que puede causar dolor o infección. Por eso, al cepillar a tu gato, ten cuidado de no golpear el quiste con el cepillo por accidente.
  • Atiende cualquier daño menor de inmediato. Si notas que el quiste está un poco enrojecido o crees que tu gato lo ha rascado, puedes limpiarlo con una solución antiséptica para evitar infecciones. Si es posible, evita que tu gato lo siga lastimando. Si no mejora rápidamente, consulta con tu veterinario.
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Dr. Nat Scroggie MRCVS

Nat es una gran corredora y le apasiona el bienestar, tanto dentro como fuera de la profesión veterinaria, donde trabaja duro para ayudar a otros en su propio bienestar. Vive en Nottingham con su pareja, su bebé y su querida collie labradora de 14 años, Milly.