El hipertiroidismo es una enfermedad muy común en los gatos, especialmente a partir de los diez años de edad.
¿Qué son y dónde están las glándulas tiroides?
Las glándulas tiroides son pequeñas y se encuentran a la mitad del cuello de tu gato, a cada lado de la tráquea: una a la izquierda y otra a la derecha.
Se encargan de generar hormonas tiroideas, que funcionan como el pedal del acelerador en un auto: le dan energía y vitalidad para disfrutar el día a día.
¿Qué puede salir mal con las glándulas tiroides?
Un exceso de hormona tiroidea hace que el animal se comporte como si tuviera el pedal del acelerador pisado permanentemente hasta el fondo, mientras que si no hay suficiente hormona tiroidea, el animal se vuelve somnoliento, le falta energía y se vuelve lento y letárgico.
Ambas anomalías pueden ocurrir en las mascotas: una sobreproducción de hormonas conocida como “hipertiroidismo” y una subproducción llamada “hipotiroidismo”.
Hay una diferencia interesante entre perros y gatos: los perros tienden a sufrir de hipotiroidismo mientras que los gatos sufren de la enfermedad opuesta: hipertiroidismo, o una glándula tiroides hiperactiva.
¿Qué es el hipertiroidismo en los gatos?
El hipertiroidismo ocurre cuando hay un nivel elevado de hormona tiroidea producida por una o ambas glándulas tiroides en un gato.
Se trata de un problema sorprendentemente común en los gatos: se observa con más frecuencia que cualquier otro problema hormonal en gatos y, en un estudio reciente de gatos mayores de diez años a los que se les realizó un análisis de sangre, el 21 % tenía niveles elevados de hormonas tiroideas. La edad promedio en el momento del diagnóstico es de 13 años.
¿Qué causa el hipertiroidismo en los gatos?
Nadie sabe qué causa el hipertiroidismo, pero se han señalado los siguientes factores como posibles factores de riesgo:
- Uso de arena para gatos.
- Consumir una dieta compuesta en más del 50 % de alimentos enlatados.
- Consumir una dieta basada en alimentos enlatados y pescado.
*Se ha descartado que los tratamientos contra pulgas sean un factor contribuyente.
El exceso de hormona tiroidea es producido por tejido tiroideo anormal: técnicamente, se describe como “hiperplasia tiroidea adenomatosa funcional” o “adenomas tiroideos”.
En términos sencillos, esto a menudo se describe como un “tumor benigno”: no es maligno ni canceroso y no se propagará a otras partes del cuerpo.
En aproximadamente el 70 % de los casos, ambas glándulas tiroides se ven afectadas y en el 30 % de los casos, solo una glándula. El cáncer maligno de la glándula tiroides es poco frecuente en los gatos; se lo conoce como carcinoma de tiroides y causa solo el 1-2 % de los casos de hipertiroidismo.
¿Cuáles son los síntomas (signos) del hipertiroidismo en los gatos?
Por lo general, los síntomas del hipertiroidismo se manifiestan gradualmente, a lo largo de unos meses. A menudo, el cuidador del gato nota una serie de síntomas que aparecen en su mascota.
- Cambios en el comportamiento y hábitos del gato.
- Un gato que antes era tranquilo y apacible puede volverse más agitado e irritable.
- El apetito suele verse afectado, con cambios en los alimentos favoritos, así como un aumento significativo del apetito.
- Aumento de la sed.
- Aumento de la micción, a veces con accidentes en la casa.
- Aumento de la vocalización, con gatos aullando y maullando más que antes.
- Vómitos intermitentes.
- La señal más reveladora es la pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.
Si notas que tu gato presenta varios de los signos mencionados, no lo dudes: llévalo al veterinario cuanto antes.
No se puede confirmar el hipertiroidismo sin un análisis de sangre, y mientras más rápido se obtenga el diagnóstico, más pronto comenzará el tratamiento y antes volverá a sentirse bien. Esta enfermedad no desaparece sola ni mejora con remedios caseros.
Cuando los veterinarios piensan en un gato con hipertiroidismo, suelen imaginar a un felino mayor, despierto, delgado, con mucho apetito, que bebe más de lo normal y a veces vomita.
Dicho esto, hay algunos casos que no se ajustan a este cuadro y hay algunos gatos que presentan estos síntomas pero tienen una glándula tiroides normal. Por eso es tan importante que tu veterinario revise a tu gato si te preocupa de algún modo su salud.
¿Los gatos jóvenes pueden sufrir hipertiroidismo?
Si bien el hipertiroidismo es más común a medida que avanza la edad, se puede observar en gatos más jóvenes de vez en cuando; en la literatura hay casos que incluso describen casos raros de gatos menores de un año con hipertiroidismo.
¿El hipertiroidismo es doloroso?
Si bien el hipertiroidismo no causa dolor en los gatos afectados, debe haber algún nivel de malestar asociado con los signos de un corazón acelerado, naturaleza irritable y un aumento del hambre que es difícil de satisfacer.
Si el hipertiroidismo no se trata, los síntomas de la enfermedad se harán cada vez más graves y los gatos afectados acabarán demacrados y debilitados. No es necesario que esto ocurra: el tratamiento es muy eficaz.
No tiene sentido tratar de ayudar a un gato con hipertiroidismo dándole más comida, incluso si parece tener hambre continuamente. Las hormonas tiroideas adicionales en su torrente sanguíneo impedirán que esta comida adicional se utilice adecuadamente y seguirá perdiendo peso independientemente de la cantidad que le des de comer.
¿Qué encuentran los veterinarios cuando examinan físicamente a un gato con hipertiroidismo?
Además de notar que su paciente es un gato mayor, inteligente y delgado, hay tres signos específicos que los veterinarios buscan cuando examinan un caso sospechoso.
- La frecuencia cardíaca suele estar elevada: normalmente puede ser superior a 200 por minuto, lo que es mucho más rápido que la frecuencia normal de alrededor de 150 a 160 latidos por minuto.
- Cuando el veterinario ausculta el corazón, además de la frecuencia cardíaca rápida, puede oír un soplo cardíaco, un latido irregular del corazón, causado por el efecto del exceso de hormonas tiroideas en el corazón y en el sistema nervioso. En alrededor del 20 % de los casos, los gatos afectados también presentan presión arterial alta.
- La frecuencia respiratoria también puede ser más rápida de lo normal, más de 30 respiraciones por minuto. La frecuencia respiratoria normal es de entre 10 y 25 respiraciones por minuto.
- A menudo se puede palpar un pequeño bulto duro en la parte inferior del cuello, como un guisante congelado debajo de la piel, en el lugar donde se encuentra la glándula tiroides. Se trata de una glándula tiroides agrandada y se puede palpar en uno o ambos lados. Cuando esto está presente, prácticamente confirma el diagnóstico, pero sigue siendo importante realizar pruebas de laboratorio para estar 100 % seguros.
¿Qué pruebas de laboratorio se utilizan para confirmar el hipertiroidismo en los gatos?
Una muestra de sangre es una parte clave para confirmar el diagnóstico de hipertiroidismo. Los veterinarios suelen comenzar realizando una denominada «base de datos mínima», que incluye hematología (control de glóbulos rojos y blancos) y un panel bioquímico (medición de una variedad de enzimas y sustancias químicas en el torrente sanguíneo).
Muchos gatos afectados presentan cambios característicos en las células sanguíneas, mientras que el 90 % presenta elevaciones de las enzimas hepáticas, así como otros cambios bioquímicos. También se pueden recomendar muestras de orina para evaluar la función renal con más detalle.
Para llegar a un diagnóstico definitivo, es necesario medir directamente las hormonas tiroideas: el nivel sérico de T4 casi siempre está elevado, lo que confirma que el gato es hipertiroideo. Por razones complejas, alrededor del 10 % de los gatos hipertiroideos tienen niveles normales de T4: estos individuos necesitan realizarse pruebas de laboratorio más complejas (por ejemplo, “Concentración sérica de T4 libre”).
Al finalizar los análisis de laboratorio, puede que ya tengas la confirmación: tu gato tiene hipertiroidismo.
¿Cómo se trata el hipertiroidismo en los gatos?
Una vez confirmado el diagnóstico de hipertiroidismo, existen cuatro formas principales de tratamiento, dependiendo la mejor opción de la situación individual del gato.
Cada opción de tratamiento tiene un costo distinto, y este puede cambiar según la zona en la que vivas. Lo mejor es que le pidas al veterinario un presupuesto completo desde el principio, así sabrás cuánto necesitas destinar.
Medicación oral
La respuesta más sencilla es una pastilla diaria para suprimir la producción de hormonas. Si el dueño se siente cómodo dándole pastillas a su gato, esta puede ser la forma más fácil. Sin embargo, esto implica tomar pastillas diariamente durante toda la vida del gato y existe un pequeño riesgo de que el tumor de tiroides pueda acabar volviéndose maligno, por lo que vale la pena considerar otras opciones de tratamiento.
Terapia dietética
Si se alimenta a un gato hipertiroideo con una dieta especial (por ejemplo, Hills) que tiene niveles deliberadamente bajos de yodo (un componente clave de las hormonas tiroideas), su nivel de hormona tiroidea volverá a la normalidad en 4 semanas. No obstante, no todos los gatos disfrutan de comer este tipo de dieta, y si un gato tiene acceso a otras fuentes de alimento o agua (por ejemplo, gatos que salen al exterior, beben agua de pozo, cazan, etc.), entonces no se observará el efecto beneficioso.
Extirpación quirúrgica de la glándula tiroides
Otra posibilidad es la extirpación quirúrgica del pequeño tumor tiroideo. Puede resultar más costosa a corto plazo, pero una vez realizada, ya no es necesario tomar pastillas a diario, por lo que puede ser una solución rentable a largo plazo. La cirugía suele ser realizada por el veterinario local sin necesidad de derivar al paciente a un centro especializado.
Tratamiento con yodo radiactivo.
El tratamiento más efectivo para el hipertiroidismo es la terapia con yodo radiactivo, aunque solo está disponible en centros especializados. Este método libera partículas β que eliminan el tejido tiroideo activo sin afectar otras estructuras del cuello.
El yodo radiactivo se aplica por vía intravenosa o subcutánea, y después del tratamiento, el gato debe permanecer varias semanas en aislamiento, ya que elimina el material radiactivo a través de la orina, lo que podría representar un riesgo para las personas.
Más del 90 % de los gatos mejora rápidamente con este enfoque. Es una opción ideal por su efectividad, aunque resulta más costosa y compleja a nivel logístico que otras alternativas.
¿Cuál es la mejor opción de tratamiento para mi gato con hipertiroidismo?
Cada gato es único. Por eso, antes de elegir un tratamiento, conviene hablar con el veterinario y revisar qué es lo mejor para tu compañero. La mayoría mejora notablemente con el tratamiento y, en pocas semanas, vuelve a ser el de siempre: tranquilo y con buen ánimo.
¿Es necesario un tratamiento de seguimiento y monitoreo?
Los diferentes tipos de tratamiento requieren diferentes enfoques de seguimiento.
La medicación diaria y una dieta baja en yodo no proporcionan una cura permanente, por lo que sin una terapia continua, el hipertiroidismo volverá a aparecer. Por este motivo, tiene sentido realizar análisis de sangre intermitentes para confirmar que las pastillas o la dieta siguen siendo efectivas. Tu veterinario te aconsejará sobre la frecuencia recomendada, pero podría ser cada 3 a 6 meses.
Tanto la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides como el tratamiento con yodo radiactivo son tratamientos curativos, por lo que no debería ser necesario realizar pruebas de seguimiento una vez que las pruebas iniciales posteriores al procedimiento hayan demostrado que los niveles han vuelto a la normalidad.
Existe un pequeño riesgo de que el tratamiento para el hipertiroidismo pueda “desenmascarar” una enfermedad renal que previamente había estado acechando bajo la superficie, por lo que tu veterinario puede recomendar pruebas para monitorear los parámetros renales si esto se considera un problema.
¿Los gatos con hipertiroidismo necesitan una dieta especial?
Aparte de la dieta restringida en yodo que se utiliza como tipo de tratamiento, no existen dietas específicas para gatos con hipertiroidismo. Los gatos que reciben tratamiento con otras modalidades pueden ser alimentados con sus dietas habituales o según lo recomendado por tu veterinario (por ejemplo, dieta para gatos mayores, etc.).
¿Cuál es la esperanza de vida de un gato con hipertiroidismo?
El pronóstico para los gatos tratados es bueno, con una esperanza de vida de dieciocho meses a dos años o más, y aproximadamente uno de cada tres gatos sigue vivo después de cuatro años.
La causa final de muerte no suele estar asociada al hipertiroidismo: los cánceres y las enfermedades renales son las razones más comunes, y son comunes en todos los gatos de edad avanzada.
Si sospechas que tu gato podría tener hipertiroidismo, no esperes: llévalo al veterinario lo antes posible para que reciba un diagnóstico adecuado y se defina un plan de tratamiento. Esta enfermedad no mejora por sí sola ni responde a remedios caseros o enfoques alternativos. La evidencia es clara: para cuidar su salud y asegurarle una buena calidad de vida, necesita el tratamiento correcto. Cuando se actúa a tiempo, los resultados suelen ser excelentes y muchos gatos recuperan por completo su bienestar.