Intoxicación por monóxido de carbono en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Intoxicación por monóxido de carbono en gatos

La mayoría conoce el riesgo que representa el envenenamiento por monóxido de carbono en las personas. Pero la información sobre cómo afecta a los gatos es muy limitada.

Este artículo tiene como objetivo ofrecer un resumen claro, preciso y accesible sobre el envenenamiento por monóxido de carbono, poniendo especial atención en el peligro que implica para los felinos.

Acerca de la intoxicación por monóxido de carbono en los gatos

El envenenamiento por monóxido de carbono (CO) ocurre cuando el gato respira aire con concentraciones elevadas de este gas. El CO es inodoro e incoloro, por lo que resulta imposible detectarlo sin equipo especializado.

Este gas se acumula generalmente debido a la combustión incompleta de hidrocarburos en espacios con poca ventilación. En humanos, se le conoce como el “asesino silencioso” porque es difícil identificarlo incluso mientras está afectando al organismo.

Normalmente, el envenenamiento surge por fallas en equipos de calefacción, como calderas, hornos, calentadores de propano, aparatos de gas o sistemas similares. También puede presentarse durante incendios domésticos debido a una combustión mal controlada. El CO puede afectar solo o acompañar otras complicaciones, como la inhalación de humo y quemaduras.

El mecanismo es igual en mascotas y personas. El CO tiene una afinidad por la hemoglobina en la sangre más de 200 veces mayor que el oxígeno, desplazándolo de los glóbulos rojos y provocando una falta de oxígeno en los tejidos.

Se forma un compuesto llamado carboxihemoglobina (COHb) en lugar de la normal oxihemoglobina (OHb). Esta disminución en la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre genera hipoxemia (bajos niveles de oxígeno) y falta de oxígeno en los tejidos, lo que provoca los síntomas y, si no se actúa, puede llevar a la muerte.

El envenenamiento por CO está explicado con detalle en la página de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), ya que es un problema frecuente en humanos. Quienes cuidan gatos pueden beneficiarse al revisar esa información, porque los principios básicos son los mismos para ambos.

Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono en gatos

Imagen que representa el tema del envenenamiento por insecticidas en gatos, enfatizando los riesgos asociados con la exposición a químicos dañinos.

Los síntomas del envenenamiento por monóxido de carbono en gatos son parecidos a los que presentan las personas, pero ellos tienen más dificultad para expresar cómo se sienten. Por eso, sin una observación cuidadosa, sus señales pueden pasar desapercibidas.

En humanos, los primeros síntomas del envenenamiento por monóxido de carbono suelen ser dolor de cabeza, náuseas y cansancio, lo que a menudo lleva a confundirlo con una infección viral como la gripe.

Los animales no pueden comunicar lo que sienten, pero sus dueños pueden notar que están apáticos o que actúan de forma diferente a su rutina habitual.

A medida que avanza la intoxicación, los signos clínicos se dividen principalmente en dos grupos: respiratorios y neurológicos.

  • Los síntomas respiratorios se deben a la falta de oxígeno en los tejidos, causando dificultad y respiración rápida, así como malestar general. Las membranas mucosas (especialmente encías y lengua, que son más fáciles de observar) y la piel suelen tener un color rosado intenso, lo que ayuda a distinguir esta condición de otras causas de dificultad respiratoria, donde las membranas pueden verse azuladas, moradas (cianóticas) o pálidas (anémicas).
  • Los signos neurológicos varían según la zona del sistema nervioso afectada. Pueden incluir sordera, somnolencia y apatía, o bien excitación, agitación, alucinaciones, problemas para moverse con normalidad, colapsos, pérdida de conciencia, coma e incluso convulsiones. En humanos, estos síntomas pueden aparecer con retraso en un 10 a 30 % de los casos, y se cree que lo mismo sucede en los gatos afectados.

Diagnóstico de intoxicación por monóxido de carbono en gatos

Las circunstancias suelen despertar la sospecha de exposición al monóxido de carbono. Por ejemplo, un gato que haya sufrido inhalación de humo tras ser rescatado de un incendio, o que haya estado en un lugar donde se sospeche un aumento en los niveles de CO.

Para confirmar el diagnóstico, se requiere medir los niveles de carboxihemoglobina en una muestra de sangre, aunque esta prueba no se realiza con frecuencia.

Es importante saber que la oximetría de pulso, método habitual para medir la saturación de oxígeno en tejidos, no es fiable en casos de intoxicación por monóxido de carbono.

La mayoría de los oxímetros marcan niveles falsamente altos porque no distinguen entre carboxihemoglobina y oxihemoglobina.

En términos simples, el oxímetro mide el color de los tejidos (por ejemplo, colocando una pinza en la lengua o en una extremidad). Cuando el animal sufre falta de oxígeno, el tejido se vuelve más oscuro y morado, lo que se refleja en lecturas bajas en el aparato.

El color rosado intenso que presentan las encías y la piel en casos de intoxicación por CO provoca lecturas engañosamente elevadas.

Tu veterinario podría realizar un electrocardiograma (ECG). Aunque no existen cambios específicos por envenenamiento de CO, podrían detectarse alteraciones compatibles con la intoxicación, y este examen ayuda a descartar otras causas con síntomas similares.

Tratamiento de la intoxicación por monóxido de carbono en gatos

Tratamiento de la intoxicación por monóxido de carbono en gatos

La terapia de oxígeno generalmente puede ayudar a los gatos con intoxicación por monóxido de carbono.

Los gatos afectados suelen mejorar rápido con terapia de oxígeno. El tiempo que tarda el monóxido de carbono en eliminarse de la sangre es de aproximadamente 5 horas si respiran aire fresco normal (21 % de oxígeno), 1 hora si reciben oxígeno al 100 %, y solo 20 minutos con terapia de oxígeno hiperbárico.

Para el tratamiento se usan concentraciones altas de oxígeno, ya sea en cámaras o tiendas de oxígeno, o mediante mascarillas faciales o cánulas nasales.

Con frecuencia, es necesario atender otras complicaciones al mismo tiempo, como el daño térmico y químico directo en las vías respiratorias, común en gatos que han inhalado humo tras un incendio. También puede haber inhalado gases tóxicos provenientes de materiales en combustión, como plásticos o lana.

La inflamación y el edema en las vías respiratorias pueden aparecer, y los síntomas pueden empeorar hasta 24 horas después del accidente.

Es fundamental identificar a los pacientes vulnerables con anticipación. Un examen físico minucioso para detectar señales de exposición al calor y al humo es clave, revisando quemaduras en la piel, bigotes quemados o hollín en la boca.

Prevención de la intoxicación por monóxido de carbono en gatos

Al igual que en las personas, es fundamental realizar mantenimiento y revisiones periódicas a todos los equipos que funcionen con combustión, como calefactores y estufas.

Además, instalar detectores de monóxido de carbono resulta esencial, ya que este gas tóxico no se puede ver ni oler.

Conclusión

El envenenamiento por monóxido de carbono afecta a los gatos tanto como a las personas, provocando síntomas similares. Por eso, las mismas medidas que se aplican en humanos deben implementarse también en ellos.

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Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.