La hipertensión, o presión arterial alta, es un problema de salud importante en los gatos mayores. La presión arterial alta en los gatos suele ser secundaria a una enfermedad subyacente, como una enfermedad renal o hipertiroidismo, y puede provocar problemas como daño orgánico o pérdida de la visión.
Aquí, analizaremos cómo afecta la hipertensión al cuerpo de un gato, qué síntomas hay que tener en cuenta y cómo controlar la afección.
¿Qué es la presión arterial alta en los gatos?
La presión arterial es la cantidad de presión o fuerza que ejerce la sangre dentro de las venas y arterias, medida en una unidad llamada mmHg (milímetros de mercurio).
Esta presión se ve afectada por la frecuencia cardíaca y la capacidad de bombear sangre, así como por el diámetro de los vasos sanguíneos (que tienen cierta capacidad de expandirse y contraerse). Además, existe un complejo circuito de retroalimentación que regula la presión arterial en todo el cuerpo, o presión arterial “sistémica”.
Al igual que en los humanos, la medición de la presión arterial en los gatos puede incluir la presión sistólica (cuando el corazón se contrae para bombear sangre) y la presión diastólica (durante la fase de reposo o de recarga del latido del corazón). Pero mientras que la presión arterial saludable promedio en los humanos es de 120/80 (sistólica/diastólica), esos números son un poco más altos en los gatos.
La medición sistólica es el valor más importante que utilizan los veterinarios para detectar la hipertensión sistémica.
En los gatos, esto es lo que pueden significar las lecturas de presión arterial sistólica:
- <140 mmHg = Normal.
- 140-159 mmHg = Posible hipertensión temprana, puede ser necesario un control más frecuente.
- 160-179 mmHg = Hipertensión, motivo de preocupación.
- >180 mmHg = Hipertensión, riesgo severo.
Si se mide la presión diastólica, cualquier valor superior a 90 mmHg se considera anormal.
Causas de la hipertensión en los gatos
Las causas de la hipertensión generalmente se dividen en tres categorías:
- Hipertensión situacional o de corto plazo. Se produce cuando la presión arterial de un gato se eleva temporalmente, generalmente debido al estrés o al dolor. Por ejemplo, muchos gatos perfectamente sanos tienen valores de presión arterial más altos de lo normal debido al “síndrome del pelaje blanco” o al miedo o estrés de estar en un hospital veterinario.
Si bien generalmente es algo a corto plazo, es posible que el estrés sostenido en el tiempo contribuya a un problema de presión arterial más grave.
- Hipertensión idiopática o primaria. Esto significa que no se ha descubierto ninguna causa subyacente de la presión arterial alta. Si bien esto es típico en los humanos, no es común en los gatos.
- Hipertensión secundaria. Este es, con diferencia, el tipo más común de elevación sostenida de la presión arterial en los gatos. Las causas más comunes son…
- Enfermedad renal crónica o insuficiencia renal .
- Hipertiroidismo (una sobreproducción de hormona tiroidea, generalmente causada por un tumor benigno de la glándula tiroides).
- Ciertos tipos de enfermedades cardíacas.
- Tomar ciertos medicamentos o ingerir ciertas toxinas.
- Con menor frecuencia, diabetes mellitus o enfermedades raras como el feocromocitoma (un tipo de tumor de la glándula suprarrenal).
La hipertensión puede afectar a gatos de cualquier raza o género. La edad influye, ya que los gatos mayores son mucho más susceptibles que los gatos más jóvenes, por lo que muchos veterinarios comienzan a realizar exámenes de detección de presión arterial alta de forma rutinaria en gatos mayores.
Síntomas de presión arterial alta en gatos
El mayor problema de salud que supone la hipertensión arterial es el daño a los órganos. En concreto, cuatro partes del cuerpo son las más susceptibles a sufrir lesiones en los gatos hipertensos: el cerebro, el corazón, los riñones y los ojos.
El daño a estos órganos se denomina daño a órganos diana (DOT). Evitar el DOT es un componente clave del tratamiento de la presión arterial.
Los síntomas de hipertensión en los gatos a menudo están relacionados con la TOD y/o con la causa subyacente de la hipertensión.
Los signos clínicos pueden incluir:
- Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento, como letargo, inquietud o mal humor.
- Vocalización nueva o inusual, especialmente de noche.
- Orinar o beber más.
- Vómitos
- Aumento o disminución del apetito.
- Pérdida de peso.
- Debilidad o desmayo.
- Sangrado nasal.
- Un soplo en el corazón.
- Síntomas neurológicos como convulsiones, marcha tambaleante, inclinación de la cabeza o movimientos oculares inusuales.
- Ceguera repentina causada por desprendimiento de retina. Cuando esto sucede, el gato puede chocarse con muebles u otros objetos o tener las pupilas dilatadas que no se contraen.
Es probable que su gato no muestre todos estos síntomas; es posible que solo tenga uno o dos.
También es posible que un gato no presente síntomas evidentes, especialmente en las primeras etapas de la hipertensión.
Diagnóstico de la hipertensión felina
Es posible medir la presión arterial en los gatos.
El método más común consiste en utilizar un manguito para medir la presión arterial con un método Doppler (que detecta el sonido en el vaso sanguíneo) o con un método oscilométrico (que detecta el movimiento en el vaso sanguíneo). En cualquier caso, el manguito para medir la presión arterial (similar al que utilizaría su médico o enfermera, pero mucho más pequeño) se coloca en una extremidad o en la base de la cola de un gato.
Minimizar el estrés de su gato ayuda a obtener la medición más precisa posible. Su equipo veterinario tomará varias medidas para lograrlo, como programar un momento tranquilo del día (para evitar que los perros ladren, etc.), permitir que su gato se aclimate a la habitación y usar productos con feromonas u otros métodos para reducir el estrés. Además, su veterinario tendrá en cuenta el nivel de estrés de su gato al interpretar los resultados.
Controlar la presión arterial de su gato a lo largo del tiempo puede ayudar a determinar qué es normal para su gato en particular.
Los controles de presión arterial pueden incluirse como parte de un chequeo de salud de rutina, especialmente para gatos mayores de 10 años. En otras ocasiones, la hipertensión se descubre debido a una afección como la enfermedad renal, lo que despierta la sospecha del veterinario y lo alerta para que busque hipertensión.
Por el contrario, el descubrimiento de hipertensión puede hacer que el veterinario busque una enfermedad renal u otra causa subyacente. Esto puede requerir análisis de sangre, análisis de orina, radiografías u otras pruebas de diagnóstico, donde cualquier anomalía puede ayudar al veterinario a determinar qué está causando la hipertensión.
Tratamiento de la presión arterial alta
El tratamiento consta de dos componentes: tratar la causa subyacente y tratar directamente la presión arterial alta para prevenir daños en los órganos diana.
La buena noticia es que, a veces, tratar la causa subyacente también tratará la hipertensión, eliminando la necesidad de medicamentos para la presión arterial.
Sin embargo, algunos gatos necesitarán medicamentos para la hipertensión durante toda su vida.
De cualquier manera, un gato puede necesitar medicación para la presión arterial a corto plazo para prevenir daños en los órganos, hasta que se controle la causa subyacente. Esto es especialmente cierto durante una emergencia como la ceguera repentina, cuando la hipertensión debe controlarse de inmediato para darle al gato la mejor oportunidad de volver a ver.
Medicamento
Los medicamentos para causas médicas subyacentes, como enfermedad renal o hipertiroidismo, varían. Algunas causas subyacentes son curables, mientras que otras requieren tratamiento de por vida.
Para tratar la hipertensión directamente, los medicamentos más comunes incluyen bloqueadores de los canales de calcio (amlodipino) e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (benazepril y enalapril). Ambos medicamentos actúan relajando los músculos lisos de los vasos sanguíneos y dilatándolos para aliviar la presión. También existen otros tipos de medicamentos, pero estos son los más comunes.
Siga exactamente las instrucciones de su veterinario y controle cualquier efecto secundario, como disminución del apetito, malestar estomacal, somnolencia o síntomas de presión arterial baja (marcha tambaleante, desmayo, colapso o debilidad).
Los controles de la presión arterial a largo plazo también son una parte clave del tratamiento.
No existe una dosis estándar de medicamento que funcione para todos los gatos, y las necesidades de dosis de cada gato pueden cambiar con el tiempo. Por eso, es importante hacer un seguimiento según las recomendaciones del veterinario para asegurarse de que el medicamento esté funcionando para su gato.
El primer control se realizará poco después de comenzar la medicación (normalmente en un plazo de 7 días). Luego, los controles se irán haciendo menos frecuentes a medida que la presión arterial del gato se estabilice.
Dieta para la hipertensión arterial en gatos
No existe una dieta específica para la hipertensión. En cambio, la dieta suele abordar la causa subyacente, como la enfermedad renal o el hipertiroidismo.
En general, puede ser mejor evitar la ingesta excesiva de sodio, pero es mejor pedirle a su veterinario una recomendación individual.
Leer más: La mejor comida para gatos mayores
Pronóstico
La hipertensión en sí misma no es mortal, siempre que se trate de manera oportuna y se controle bien a largo plazo.
Sin embargo, el daño a órganos importantes causado por la hipertensión puede ser fatal. El daño a órganos puede ser permanente si el tratamiento se retrasa, y la hipertensión no controlada puede provocar insuficiencia renal o cardíaca o incluso un derrame cerebral.
El pronóstico también depende de la causa subyacente de la hipertensión. Algunas enfermedades se pueden curar, lo que permite que el gato lleve una vida normal. Algunas enfermedades subyacentes son mortales, pero otras se pueden controlar para que el gato tenga una muy buena calidad de vida durante meses o incluso años.
Conclusión
La presión arterial alta es una afección relativamente común en los gatos mayores que suele aparecer de forma secundaria a otro problema de salud, como enfermedad renal o hipertiroidismo. Es importante tratar la presión arterial alta, ya que puede causar daños en el cerebro, los ojos, los riñones y el corazón. Se pueden recomendar controles de presión arterial de rutina para gatos mayores de 10 años.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial alta en los gatos?
Los síntomas comunes asociados con la hipertensión incluyen cambios de comportamiento o estado de ánimo, vocalización inusual e inquietud, aumento de la frecuencia de orina o bebida, cambios en el apetito o el peso, debilidad, síntomas neurológicos y ceguera repentina. Algunos gatos pueden no presentar ningún síntoma en las primeras etapas.
¿Qué causa la presión arterial alta en los gatos?
Lo más común es que la presión arterial alta sostenida se presente como consecuencia de otra afección, como una enfermedad renal crónica o hipertiroidismo. El estrés o el dolor pueden provocar una elevación temporal de la presión arterial.
¿Cómo puedo bajar la presión arterial de mi gato?
El tratamiento para la presión arterial alta implica trabajar con su veterinario para abordar la causa subyacente y posiblemente administrar medicamentos antihipertensivos.
¿Cuál debe ser la presión arterial de un gato?
La presión arterial sistólica de un gato (la medida que se produce cuando el corazón se contrae) debe ser inferior a 140-150 mmHg. Cualquier valor superior a 160 mmHg es preocupante, y cualquier valor superior a 180 mmHg conlleva un alto riesgo de daño orgánico.