Infección del útero en gatas (piometra): causas, síntomas y tratamiento

Compartir Email Pinterest Linkedin Twitter Facebook

Este artículo te explica en qué consiste la piometra en gatas, una infección uterina frecuente y grave que puede poner en riesgo su vida. Aquí encontrarás una guía clara y sencilla para que sepas cómo reconocerla y actuar a tiempo.

¿Qué es la piómetra?

La palabra “piometra” viene del griego pyo (pus o infección) y metra (útero), así que su significado literal es “infección uterina” o “útero con pus”.

A nivel más específico, esta condición provoca una inflamación severa del útero, acompañada por la formación de quistes en las glándulas de su revestimiento. Dentro del órgano afectado se acumula un líquido espeso, parecido al pus.

La enfermedad comienza con una fase llamada Hiperplasia Endometrial Quística (HEQ), en la que la pared del útero sufre cambios que la hacen menos capaz de controlar infecciones bacterianas normales. Durante el estro, cuando el cuello uterino está abierto, las bacterias pueden ingresar con facilidad.

Un útero sano puede enfrentar esta invasión sin mayor problema, pero con HEQ la respuesta es mucho más débil, lo que da paso al desarrollo gradual de la piometra.

¿Qué tan común es la piómetra?

La piómetra es menos común en los gatos que en los perros. Se dice que se presenta en alrededor del 20 % de las perras no esterilizadas y, si bien las estimaciones de su prevalencia en los gatos varían, puede afectar a alrededor del 3 al 5 % de las gatas no esterilizadas.

La edad promedio del diagnóstico es de alrededor de cinco a siete años, y la afección se vuelve más común a medida que las gatas intactas envejecen.

Es más común en algunas razas de gatos de pedigrí, incluidos el sphynx, el gato siberiano, el ccicat, el korat, el siamés, el ragdoll, el maine coon y el bengala.

Obviamente, las gatas esterilizadas no pueden desarrollar piómetra si se les ha extirpado el útero (como suele ocurrir durante la operación de esterilización). La excepción a esto es la llamada “piometra del muñón” (ver más abajo para más detalles).

Piómetra del muñón

En algunos casos, después de una esterilización, puede quedar un pequeño resto de tejido ovárico o uterino. Esto permite que se desarrolle una condición llamada “piometra del muñón”, donde ese fragmento residual del útero termina infectado.

El diagnóstico, tratamiento y pronóstico son los mismos que en una piometra convencional. La única complicación es que no siempre se considera como primera opción, ya que se suele asumir que una gata esterilizada no debería presentar este tipo de infección.

¿Cómo contraen piómetra las gatas?

La piometra se origina por cambios en la estructura de la pared uterina, donde comienzan a formarse quistes—a esto se le conoce como Hiperplasia Endometrial Quística (HEQ)—relacionados con niveles elevados de progesterona en sangre y con la edad.

Durante el estro, cuando el cuello uterino está abierto y los niveles de estrógeno son altos, las bacterias pueden entrar al útero. En condiciones normales, un útero sano logra controlar esta entrada bacteriana. Pero si ya existe HEQ, la capacidad de defensa disminuye considerablemente.

A medida que las bacterias se multiplican, el sistema inmunológico reacciona generando grandes cantidades de un tipo específico de glóbulos blancos llamados neutrófilos.

La mezcla de bacterias con neutrófilos da lugar al pus, un líquido espeso y de mal olor que se acumula dentro del útero y que representa una característica clave de esta enfermedad.

Los signos clínicos suelen aparecer en un plazo de hasta cuatro semanas después del estro. Esto se debe, por un lado, a que el cuello uterino abierto permite el ingreso de bacterias en ese momento, y por otro, a que el aumento de progesterona tras el estro reduce la capacidad del sistema inmune para eliminar la infección.

Síntomas de piómetra en gatos

Los signos más comunes de piometra incluyen:

  • Aumento en el consumo de agua (polidipsia)
  • Micción frecuente o en grandes cantidades (poliuria)
  • Fiebre (pirexia)
  • Letargo o decaimiento
  • Pérdida de apetito o rechazo a la comida
  • Adelgazamiento
  • Secreción vaginal con pus o sangre
  • Abdomen hinchado
  • Dolor abdominal
  • Útero agrandado
  • Vómito

Muchas gatas afectadas desarrollan una sepsis generalizada, lo que provoca deshidratación, debilidad, colapso, respiración acelerada, frecuencia cardíaca elevada, mucosas pálidas y arritmias cardíacas.

Existen dos tipos principales de piometra, según si el cuello uterino (el canal que conecta la vagina con el útero) está abierto o cerrado.

  • La piómetra cerrada (o piómetra de cuello uterino cerrado) se desarrolla cuando el cuello uterino está cerrado y, por lo tanto, el contenido purulento del útero no puede ser evacuado. Esto es más difícil de diagnosticar (no hay secreción vulvar) y es potencialmente más peligroso, ya que el contenido tóxico del útero no puede ser evacuado, lo que hace que se absorban más toxinas en el torrente sanguíneo. También existe un mayor riesgo de ruptura uterina.
  • Una piómetra abierta (o piómetra cervical abierta) se produce cuando el cuello uterino está abierto y el contenido purulento del útero puede drenarse al exterior; se observa una secreción purulenta en la vulva, lo que hace que esta afección sea más fácil de diagnosticar. Además, el hecho de que el pus drene significa que se acumulan menos toxinas en el útero y se absorben menos toxinas en el sistema, por lo que las gatas pueden enfermarse menos gravemente.

Causas de la piómetra en los gatos

Causas de la piómetra en los gatos

Tu veterinario puede sugerir análisis de sangre específicos para detectar infecciones virales como FeLV y FIV, ya que un resultado positivo en cualquiera de estas tiene consecuencias importantes para la salud y el tratamiento de tu gata.

Esta enfermedad afecta sobre todo a gatas adultas. La causa principal está relacionada con la edad, la raza y los efectos hormonales que provocan un desgaste progresivo en la pared del útero, dando lugar a la hiperplasia endometrial quística. Esto debilita la capacidad del útero para enfrentar infecciones bacterianas, lo que facilita la acumulación de pus.

Diagnóstico de la piómetra

Si tu veterinario sospecha que tu gata podría tener piometra, se podrían realizar los siguientes pasos.

1. Historial detallado

Tu veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos de la salud de tu gata y su condición específica. Existen otras causas que pueden presentar los mismos signos que la piometra, y esta información será clave para diferenciar entre las posibles causas.

2. Examen físico

Tu veterinario realizará un examen minucioso de tu gata, buscando los signos de piometra mencionados anteriormente. También realizará una auscultación del pecho, escuchando los pulmones y evaluando la frecuencia cardíaca y los sonidos del corazón.

Llevarán a cabo una palpación de la cavidad abdominal, buscando dolor, hinchazón y, específicamente, comprobando la posibilidad de un útero agrandado.

3. Análisis de sangre de rutina

Es muy probable que tu veterinario realice análisis de sangre rutinarios, que incluyan las pruebas diagnósticas habituales, como el hemograma (recuento sanguíneo) y los perfiles bioquímicos. Por lo general, se puede observar un aumento en el conteo de glóbulos blancos (leucocitosis), acompañado de un «desplazamiento a la izquierda» (neutrofilia), aunque en casos raros esto puede ser normal o incluso reducido (leucopenia).

4. Análisis de sangre especializados

Tu veterinario puede recomendar análisis de sangre específicos para algunas infecciones virales como FeLV y FIV, ya que existen implicaciones significativas si tu gata es positiva para cualquiera de estas.

5. Otras pruebas

  • Se pueden tomar radiografías: a menudo se puede ver un útero agrandado.
  • Se puede recomendar una ecografía como una forma aún más sensible de visualizar el útero, y también puede ser una forma útil de detectar complicaciones como la peritonitis.
  • Se puede recomendar un análisis de orina para verificar si hay sangre, proteínas y glucosa en la orina.
  • Se puede recomendar una citología vaginal.

Tu veterinario te aconsejará sobre qué pruebas detalladas son necesarias.

Tratamiento para la piómetra

  • El tratamiento primario es la extirpación quirúrgica de los ovarios y el útero (ovariohisterectomía u OHE, también conocida como esterilización o castración).
  • Generalmente se administra fluidoterapia intravenosa (líquidos IV), ya que la deshidratación es una característica común de la piómetra y esto agrava la enfermedad al reducir la eliminación de toxinas de la circulación.
  • La cobertura antibiótica es esencial, ya que en la piómetra se observan a menudo tanto infecciones bacterianas localizadas como sepsis generalizada.
  • El alivio del dolor es una parte importante del cuidado.
  • Los gatos afectados generalmente necesitan permanecer bajo cuidados intensivos durante 48 a 72 horas después de la cirugía.

Tratamiento médico

En el caso de animales jóvenes que no estén gravemente enfermos, es posible que se pueda adoptar un enfoque médico, utilizando prostaglandinas para vaciar el útero lleno de pus. Este enfoque debe analizarse en detalle con el veterinario, ya que pueden producirse efectos secundarios importantes de la medicación.

Seguimiento y pronóstico

  • La tasa de éxito de la cirugía es muy alta, del 92 al 95%.
  • El principal riesgo es la rotura del útero, que disminuye la tasa de supervivencia al 50 % cuando ocurre.
  • Se pueden observar complicaciones en alrededor del 20 % de los casos, incluidas infecciones del tracto urinario, enfermedad tromboembólica, sepsis e infecciones de heridas.
  • La tasa de éxito de un enfoque médico en casos adecuadamente seleccionados es superior al 90 %.

Conclusión

La piómetra es una enfermedad grave del útero que puede afectar a las gatas no esterilizadas. Es importante que la gata reciba atención veterinaria de inmediato si desarrolla piómetra. La afección se puede prevenir por completo mediante la esterilización, que es una de las razones por las que se recomienda encarecidamente la esterilización sistemática de todas las gatas que no estén destinadas a la reproducción.

Avatar photo

Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.