La famotidina, más conocida por la marca Pepcid, es un medicamento que disminuye la producción de ácido en el estómago. En este artículo descubrirás cómo actúa la famotidina, qué tan efectiva resulta en gatos, los posibles efectos secundarios a tener en cuenta y las preguntas más comunes sobre su uso.
Descripción general de la famotidina para gatos
Acerca de la famotidina para gatos
La famotidina se clasifica como un antagonista de los receptores H2.
La “H” en “H2” hace referencia a la histamina. Esta sustancia química, que el cuerpo produce, suele asociarse con la inflamación y enrojecimiento de las picaduras de mosquitos o las picaduras de abeja, así como con la hinchazón causada por reacciones alérgicas.
Pero la histamina no solo interviene en las alergias; cumple funciones en varias partes del cuerpo. En el tracto digestivo, las células del estómago liberan histamina, lo que activa a las células parietales para que produzcan ácido necesario para descomponer los alimentos.
Aunque este ácido es vital para la digestión, a veces se genera en exceso, provocando irritación, indigestión, náuseas y en ocasiones vómito. Eso es lo que conocemos como acidez o reflujo en humanos, cuando el ácido sube por el esófago y causa inflamación, llamada esofagitis.
Un antagonista de los receptores H2, como la famotidina, bloquea la acción de la histamina, impidiendo que las células parietales produzcan ácido. Así, ayuda a aliviar los síntomas relacionados con el reflujo ácido.
¿Qué hace la famotidina en los gatos?
La famotidina se utiliza frecuentemente en mascotas como parte de un enfoque integral para aliviar síntomas como náuseas, indigestión, vómitos, falta de apetito y otros signos relacionados. También se emplea cuando se sospecha que un gato tiene irritación o úlceras en el revestimiento del estómago.
De manera similar, se administra junto con medicamentos que pueden aumentar el riesgo de úlceras en el estómago o intestinos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los esteroides.
Su uso es generalmente seguro y presenta pocas interacciones con otros fármacos, por lo que suele recomendarse para uso en casa en casos leves de malestar digestivo en gatos.
En clínicas veterinarias, también puede administrarse en forma injectable, complementado con indicaciones para continuar con la presentación oral en casa.
Aunque la famotidina tiene ventajas y lleva mucho tiempo en uso, estudios recientes indican que no siempre es el medicamento más eficaz para reducir la producción de ácido gástrico.
En perros y gatos, su efecto disminuye si se utiliza más de 14 días, lo que sugiere que su eficacia baja con el tiempo.
Hoy en día, es más común recurrir a inhibidores de la bomba de protones, como el pantoprazol y omeprazol, que resultan más efectivos para suprimir la producción ácida, equilibrar el pH estomacal y prevenir el riesgo de úlceras.
Efectos secundarios de la famotidina en gatos
En general, la famotidina oral es muy segura y cuenta con un amplio margen de seguridad. Es raro que un gato presente efectos secundarios con las dosis adecuadas. Incluso una sobredosis leve accidental, como una dosis extra durante el día, casi nunca genera problemas.
Las sobredosis masivas orales, aunque poco comunes, pueden provocar vómitos, inquietud y alteraciones cardíacas, como cambios en la frecuencia del pulso y la presión arterial.
Si en algún momento sospechas que tu gato está mostrando efectos adversos mientras toma famotidina, contacta de inmediato a tu veterinario, al Centro de Control de Envenenamientos de la ASPCA (1-888-426-4435) o a la Línea de Ayuda para Envenenamientos de Mascotas (1-855-764-7661) para recibir orientación.
Es importante manejar con cuidado el uso de famotidina en gatos con enfermedades renales o cardíacas graves.
La famotidina tiene pocas interacciones con otros medicamentos, pero siempre informa a tu veterinario sobre cualquier tratamiento que tu gato esté recibiendo antes de iniciar uno nuevo.
Al ser un producto de venta libre, ten precaución con los productos combinados que contienen calcio y magnesio, ya que aportar calcio extra sin necesidad puede causar complicaciones.
Dosis de famotidina para gatos
La famotidina no está oficialmente aprobada para uso en gatos, aunque es común utilizar Pepcid u otras marcas genéricas de venta libre de manera extraoficial.
La dosis más habitual para la mayoría de los gatos es de 5 mg cada 12 a 24 horas.
La administración cada 24 horas suele recomendarse en gatos con problemas renales o cardíacos graves.
Se cree que esta dosis resulta insuficiente para muchos pacientes, pero aumentar la cantidad no ha demostrado ser más eficaz.
Es fundamental entender que la famotidina tiene un efecto leve, si es que tiene alguno, sobre problemas digestivos en gatos. Si tu gato presenta síntomas gastrointestinales persistentes, lo mejor es programar una consulta con el veterinario en lugar de prolongar el uso de productos de venta libre.
Conclusión
Aunque su uso oral en gatos suele ser muy seguro y es bastante común, la famotidina no siempre es la mejor opción, especialmente si se utiliza sola, para tratar síntomas digestivos como náuseas, falta de apetito o vómitos. Ante la presencia de estos signos, lo más recomendable es acudir al veterinario para obtener un diagnóstico claro y definir el tratamiento más adecuado.
Aviso sobre dosis de medicamentos: Solo se pueden indicar dosis específicas para medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en gatos, y únicamente siguiendo las indicaciones de su etiqueta. En el caso de fármacos de uso extraoficial (off-label), solo se puede ofrecer información general y recomendaciones de seguridad. La dosis correcta y segura de estos medicamentos solo puede establecerla un veterinario de atención primaria.
Te recomendamos siempre consultar con tu veterinario para saber si un medicamento es apropiado para tu gato. Cambiar o ajustar dosis por cuenta propia puede implicar riesgos. No se debe administrar a animales medicamentos formulados para humanos sin la orientación previa de un profesional.