¿Vives con un gato seguro de sí mismo que domina el sofá, desplaza a otras mascotas de sus cuencos de comida o empieza peleas? ¿Te preguntas cómo abordar el comportamiento de tu gato?
Es fundamental dejar de lado términos como “perro líder” o “gato alfa”. Al observar los comportamientos y la dinámica social de las comunidades de gatos salvajes, podemos aprender lecciones valiosas sobre el comportamiento de los gatos domésticos. No se trata solo de reconocer el comportamiento no deseado de un gato, sino de identificar la motivación del comportamiento y saber cómo responder adecuadamente. Con este conocimiento, puede sentirse más seguro como dueño de un gato y ayudar a satisfacer las necesidades de su gato.
Desacreditando el mito de los gatos alfa
El término “gato alfa” suele emplearse de forma incorrecta para etiquetar a los gatos que muestran un comportamiento asertivo. Algunos ejemplos son perseguir a otros gatos, mostrar agresividad hacia los humanos o los animales, exigir atención y comida y no siempre obedecer a su dueño, incluso cuando se le reprende.
El concepto de una jerarquía liderada por un “alfa”, que en el pasado se consideraba universal, ahora se reconoce como aplicable solo a determinadas especies, como los leones y los simios. Es hora de desacreditar este mito sobre los gatos domésticos para que podamos comprender mejor a nuestros gatos.
Los gatos y los perros tienen historias evolutivas y comportamientos distintos. Como criaturas independientes y muy territoriales, los gatos no se adaptan al comportamiento de los animales de manada como los perros. A diferencia de los perros, los gatos no están interesados en complacernos y, a veces, puede parecer que somos nosotros quienes estamos tratando activamente de satisfacerlos.
El concepto del “gato dominante” es un mito muy malinterpretado. Los gatos no usan la fuerza para dominar a los humanos ni a otras mascotas, sino que toman decisiones sociales basadas en experiencias previas, su propia sociabilidad natural y la disponibilidad de recursos en el hogar. Si surge un conflicto, los gatos generalmente prefieren alejarse en lugar de pelear, a menos que no haya otras opciones para resolver el problema.
En lugar de etiquetar a nuestros gatos como “gatas alfa”, es fundamental comprender y satisfacer sus necesidades y deseos. Este enfoque puede generar cambios y conducir a relaciones más armoniosas.
Estructuras sociales en las colonias de gatos
Los gatos salvajes, que viven independientemente de la intervención humana, establecen intrigantes sociedades matrilineales conocidas como colonias salvajes. A diferencia de las estructuras jerárquicas de los lobos o los perros, estas sociedades se basan en relaciones de sangre que se trazan a través del acervo genético de la madre. El tamaño de estas colonias está determinado por la disponibilidad de fuentes de alimento y la densidad de gatos, lo que da como resultado la coexistencia de colonias grandes y pequeñas. En áreas con alimentos limitados, los gatos individuales pueden sobrevivir, lo que revela la verdadera naturaleza del gato solitario.
La colonia de gatos es un testimonio de la notable cooperación entre las hembras adultas en el cuidado y la crianza de los gatitos. Esta cooperación incluye la anidación, el acicalamiento y la protección en común. La relación colectiva entre las hembras forma la estructura social de la colonia. Los machos intactos pueden estar estrechamente asociados con una colonia específica o tener áreas centrales que se superponen con varias colonias.
Los machos dominantes suelen tener territorios más grandes que los grupos de hembras. Pueden darse comportamientos amistosos entre machos y hembras durante la familiaridad. Sin embargo, no existe cooperación en la caza, una actividad que nunca se comparte.
Los gatos reconocen a los miembros de la colonia y a los que no lo son. Las interacciones sociales se mantienen mediante conductas afiliativas, como tocarse la nariz, frotarse mutuamente, acicalarse y dormir acurrucados. Estas amistades no afectan el género y pueden darse entre machos, hembras o entre macho y hembra.
La agresión entre gatos no es común dentro de las colonias. La hostilidad suele surgir cuando los gatitos machos alcanzan la madurez sexual y son excluidos del grupo, o entre machos y hembras cuando el macho “patrulla” su territorio. Los machos rara vez son agresivos con las hembras, pero las hembras, si son sexualmente receptivas, a menudo se oponen a los gatos machos que se acercan demasiado.
Por lo general, todos los miembros de la colonia muestran agresividad hacia gatos desconocidos que no forman parte del grupo. Algunos gatos pueden no lograr establecer relaciones amistosas con otros gatos de la colonia, lo que puede afectar la cooperación y generar hostilidades a la hora de acceder a los recursos.
Jerarquías en los gatos salvajes
Las jerarquías de los gatos salvajes, aunque no son explícitamente lineales, son una fascinante combinación de edad, sexo, personalidad y capacidad de identificación. Los gatos de mayor rango suelen ser hembras mayores que acceden primero a los recursos. Los gatos restantes determinan el mejor acceso diario a los recursos, que puede cambiar con frecuencia. Los machos intactos no viven dentro de una colonia y tienen una jerarquía flexible. El gato macho más grande es el dominante, seguido por el gato servil.
Los investigadores han descubierto que en los grupos de gatos salvajes existe una jerarquía de alimentación social. Los machos comen antes que las hembras, y los felinos más grandes y mayores consumen la comida antes que los más pequeños y jóvenes. Los gatitos tienen prioridad en la alimentación, no solo por parte de las hembras adultas, sino también de los machos adultos del mismo grupo.
El estado reproductivo también puede influir en la cambiante jerarquía social. Las hembras pueden ser muy defensivas con sus crías; los machos intactos pueden afirmar su dominio marcando con orina y siendo excesivamente agresivos durante la temporada de apareamiento.
Los gatos transmiten sus intenciones mediante señales sutiles. Un gato dominante mirará fijamente a un subordinado, mientras que el gato inferior desviará la mirada. El gato dominante pondrá rígidas y girará las orejas, mientras que el gato sumiso las bajará o aplanará. El gato asertivo elevará la base de la cola, dejará caer la punta y endurecerá las extremidades, mientras que el gato dócil enroscará la cola contra el muslo y podría agacharse o bajar el cuerpo.
Los gatos dominantes tienden a permanecer de pie, mientras que los subordinados pueden darse la vuelta. Las colonias de gatos salvajes también utilizan vocalizaciones y comunicación olfativa, como la orina y las heces, para transmitir interacciones amistosas o agresivas.
La dominancia desempeña un papel sutil pero crucial en las colonias de gatos salvajes. Ayuda a los gatos a orientarse dentro del grupo al determinar a qué gatos acercarse, a cuáles evitar y cuándo y dónde estos comportamientos son significativos.
Gatos domésticos: dinámica de los hogares con varios gatos
La dinámica de los hogares con varios gatos cambia continuamente debido a factores como la edad, el sexo y el temperamento de los gatos. Por ejemplo, los gatos mayores pueden ser menos tolerantes con los gatitos juguetones, mientras que los gatos machos pueden mostrar un comportamiento más territorial.
También influyen la cantidad de gatos que hay en el hogar y si son parientes. Las experiencias previas con otros gatos, el tamaño de la residencia y el territorio disponible para cada gato también determinan la compatibilidad.
En los hogares con varios gatos, la hembra suele estar en la cima de la jerarquía felina. Algunos gatos pueden formar grupos más pequeños e intentar evitar a los gatos con los que no se llevan bien. Algunos gatos pueden dominar áreas específicas mientras defienden su territorio principal. Proporcionar suficiente espacio y recursos puede marcar una gran diferencia en la armonía o discordia de un hogar con varios gatos.
El estrés crónico puede desarrollarse cuando los gatos no tienen suficiente espacio para mantener la distancia entre ellos y un individuo no puede adaptarse o prefiere pasar tiempo solo. Pueden desarrollarse problemas de comportamiento como marcar con orina , ensuciar fuera de la caja de arena o enfermedades relacionadas con el estrés, como la cistitis idiopática felina (CIF) y el acicalamiento excesivo.
Sin embargo, si un gato confiado tiene libre acceso al exterior, podría establecer un territorio donde percibe que hay recursos suficientes para satisfacer sus necesidades, reduciendo estos riesgos.
Comportamiento felino y dinámica social en hogares con varios gatos
La genética, las primeras experiencias de vida, la exposición a otros gatos y el entorno de vida influyen en el comportamiento y la sociabilidad de un gato en hogares con varios gatos.
Los conflictos por el acceso a los recursos pueden ocurrir a diario. A los gatos no les gusta compartir recursos esenciales, como cuencos de comida, áreas de descanso y juguetes con otros grupos sociales. Para minimizar la tensión y los conflictos, proporcione suficientes recursos en lugares accesibles para cada gato o grupo colectivo. La fórmula de recursos es un recurso por gato más uno colocado en diferentes lugares de la casa.
Los problemas de salud de los gatos pueden afectar las relaciones entre los gatos de una casa con varios gatos. Pueden producirse agresiones repentinas entre los gatos residentes, que pueden ir desde ataques leves hasta ataques graves sin ningún conflicto previo.
En nuestra casa, nuestra gata adulta, que sufre artritis, experimenta un cambio de comportamiento durante el invierno debido al dolor. Como resultado, puede golpear o morder al gatito más joven si se le acerca. La dinámica de grupo también cambia cuando nuestro gato residente regresa a casa después de una consulta veterinaria o de una hospitalización. El olor provoca miedo y redirige la agresión de los otros gatos residentes.
Otro escenario es durante la hora de comer o cuando los gatos están cerca de recursos esenciales como cuencos de agua, cajas de arena y juguetes. Pueden volverse agresivos entre sí. Por lo tanto, es necesario proporcionar cajas de arena adicionales , cuencos y otros recursos como camas elevadas cálidas en lugares separados para evitar conflictos.
Las peleas también pueden ocurrir cuando gatos de diferentes grupos sociales se encuentran en partes diferentes de su territorio. Algunos gatos pueden bloquear el acceso a estos recursos o amenazar a otros cuando se acercan a ellos para controlarlos. Es aconsejable agregar escondites y proporcionar al menos dos rutas de escape en diferentes partes de la casa para reducir las peleas.
Los dueños desempeñan un papel fundamental a la hora de influir en el comportamiento de los gatos. Si las gatas son más dominantes, los gatos machos más tranquilos pueden distanciarse de sus dueños y pasar breves períodos de tiempo en sus regazos para abrazarlos.
La incorporación de un nuevo gatito o gato a una casa puede alterar la jerarquía y la dinámica del grupo, lo que puede derivar en agresiones. Es aconsejable presentar a los gatitos a un grupo de gatos, ya que suelen ser aceptados con más facilidad que los gatos adultos. No obstante, es fundamental presentarlos con cuidado para garantizar una transición sin problemas.
Por último, proporcionar mucho enriquecimiento, juego y estimulación mental y física puede ayudar a reducir la tensión y mejorar las interacciones grupales en hogares con varios gatos.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la versión felina de un alfa?
El equivalente felino de un “alfa” es un gato dominante dentro del grupo. Este gato generalmente afirma su autoridad a través del lenguaje corporal, las vocalizaciones y las interacciones con otras mascotas, o exhibe comportamientos no deseados hacia su cuidador.
¿Los gatos tienen una jerarquía?
Los gatos no tienen una jerarquía lineal en la que un gato es dominante sobre los que están por debajo y muestra sumisión a los que están por encima dentro de los grupos sociales. Sin embargo, pueden ocurrir momentos de agresividad por territorio y recursos, especialmente en hogares con varios gatos que no cuentan con suficientes bienes como comederos, camas, juguetes y cajas de arena para todos los gatos.
¿Los gatos muestran dominio sobre los humanos?
No, los gatos no muestran señales de dominio sobre los humanos. No muestran emociones como orgullo, celos o venganza. No intentan deliberadamente dominarnos ni engañarnos. Si un gato muestra un lenguaje corporal agresivo hacia los humanos sin motivo aparente, esto constituye un “comportamiento problemático” y necesita una intervención conductual.
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