¡Está en eso OTRA VEZ! Lamiendo, lamiendo, lamiendo, tirando, mordisqueando y mordiendo. ¿Por qué no se detiene? Por más que le digas que pare, vuelve a empezar. ¿Qué le pasa?
El acicalamiento es una actividad que los gatos practican gran parte del día. De hecho, pueden dedicar entre un 30 y 50 % de sus horas despiertos a limpiarse con esmero.
Suelen seguir un orden específico, comenzando en un lugar y desplazándose a otro siempre en la misma secuencia. Tienden a arreglarse justo antes de dormir, al despertar, después de comer o picar algo, y a veces en medio del día si han estado bajo la lluvia o rodando entre hojas.
Formar parte de su naturaleza. Pero, ¿qué significa cuando se acicalan con más frecuencia, con mayor intensidad o por períodos prolongados?
¿Qué es el acicalamiento compulsivo en los gatos?
Como ocurre con muchas señales de comportamiento, pueden intervenir varios factores combinados, incluyendo problemas físicos y de salud, como infestación de pulgas, alergias, dolor en las articulaciones o malestar abdominal, entre otros, que deben ser revisados. Por eso, siempre es clave hablar con tu veterinario ante cualquier cambio en el acicalamiento.
Si no hay anomalías físicas evidentes, entonces hay que considerar aspectos emocionales y mentales, que también son problemas de salud. En los gatos, el estrés emocional y social puede manifestarse como un comportamiento de desplazamiento, es decir, un hábito nervioso o compulsivo. El acicalamiento repetitivo es uno de esos comportamientos.
Entonces, ¿cuándo el acicalamiento repetitivo se convierte en un trastorno compulsivo?

Distinguir entre un acicalamiento normal y uno compulsivo o repetitivo puede ser todo un reto.
Un trastorno compulsivo ocurre cuando un animal siente una necesidad irresistible de repetir un comportamiento una y otra vez. Estas conductas suelen formar parte del repertorio normal del animal, pero empiezan a ejecutarse con mayor frecuencia, intensidad o duración, y muchas veces resultan inapropiadas para la situación en la que ocurren.
Además, la repetición de estos comportamientos termina interfiriendo con otras actividades normales del animal y reduce su calidad de vida. Al principio, pueden aparecer como respuesta a situaciones estresantes, pero con el tiempo se vuelven automáticas y ocurren por sí solas.
En algunos casos, pueden estar presentes pensamientos o sensaciones no deseadas, similares a lo que ocurre en personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Como no podemos preguntarle a los gatos qué están pensando, en medicina veterinaria solemos hablar de “comportamientos compulsivos”, aunque los dueños a veces lo describen como acicalamiento obsesivo.
Un punto importante es que ni los animales ni las personas realizan estas conductas porque quieran, sino porque sienten que “tienen que hacerlo” y no pueden evitarlo. Por eso, es fundamental no enojarse ni frustrarse, sino comprender que tu gato no está actuando “a propósito”.
Señales de acicalamiento repetitivo y compulsivo:
- ¿Tu gato dedica mucho tiempo a acicalarse? ¿Se concentra en una zona específica?
- ¿Realiza este comportamiento una y otra vez siguiendo un patrón fijo?
- ¿Puedes llamar su atención o es difícil interrumpirlo?
- ¿Lo hace en momentos inesperados?
- ¿Sucede con más frecuencia de lo habitual?
- ¿Ha dejado de hacer cosas que antes disfrutaba?
- ¿Presenta pérdida de pelo, áreas con calvas pequeñas o extensas?
- ¿Vomita pelo o expulsa bolas de pelo?
- ¿Tiene lesiones en la piel como costras, heridas o raspones?
- ¿Está más ansioso o miedoso que antes?
- ¿Pasa más tiempo escondido?
- ¿Muestra otros comportamientos nuevos, como marcar con orina o rociar?
- ¿Tiene problemas con la caja de arena, como evitarla o llorar al usarla?
- ¿Presenta conflictos con otros animales o personas en casa?
- ¿Hay cambios en su sueño o nivel de actividad?
- ¿El comportamiento parece estar relacionado con el estrés?
- ¿Se ataca a sí mismo o a otros con agresividad?
- ¿El comportamiento le provoca heridas, mordeduras o mutilaciones?
Si respondiste que sí a alguna de estas preguntas o tienes inquietudes sobre tu gato, lo mejor es consultar con tu veterinario.
Causas comunes del aseo repetitivo
Como ya mencionamos, hay muchas razones por las que un gato puede acicalarse más de lo habitual.
Aquí tienes algunas causas médicas que podrían estar involucradas, aunque no es una lista completa:
- Infestación por pulgas
- Enfermedades de la piel atópicas o alérgicas, incluyendo algunas alergias alimentarias
- Infecciones por hongos (como la tiña)
- Enfermedad degenerativa articular (artritis)
- Trastornos autoinmunes y de hipersensibilidad (por ejemplo, complejo de granuloma eosinofílico)
- Hipertiroidismo
- Hiperestesia felina (enfermedad de la piel rodante)
- Cánceres de piel o tumores que se han extendido a la piel
- Ansiedad generalizada o situacional (como ansiedad por separación)
- Alopecia psicógena
- Trastorno compulsivo
Tratamiento del aseo compulsivo en gatos

El tratamiento del acicalamiento compulsivo de tu gato dependerá de la causa subyacente del síntoma.
El tratamiento se enfoca en la causa subyacente. El acicalamiento excesivo es solo un “signo clínico”, parecido a lo que llamamos “síntomas” en las personas. No es un diagnóstico por sí mismo. Por eso, es fundamental investigar este comportamiento de manera ordenada y tratarlo como cualquier otro problema médico.
Para llegar a un diagnóstico conductual, tu veterinario necesitará la mayor cantidad de información posible sobre el acicalamiento, descartar problemas físicos y hacer observaciones detalladas, ya sea en persona o mediante videos.
A veces, estos comportamientos son complejos y combinan trastornos físicos y emocionales.
Puede que sea necesario que un especialista en comportamiento animal, un dermatólogo veterinario o un médico veterinario internista evalúen a tu gato para establecer un diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado.
Lo más importante es recordar que cuanto antes busques ayuda para tu mascota, mejores serán los resultados.
Cuanto más tiempo persista el acicalamiento excesivo, más tardará en mejorar o resolverse.
Cuando se confirma un trastorno conductual, el tratamiento puede incluir:
- Manejo del ambiente. Adaptar el espacio donde vive tu gato para que sea amigable y adecuado para él.
- Modificación conductual. Ejercicios para reducir factores estresantes, fomentar la relajación y el bienestar, y actividades que ocupen su tiempo con comportamientos normales variados, ayudándole a afrontar mejor la situación (como enriquecimiento ambiental y tiempo de juego).
- Medicamentos. En ocasiones, se recetan fármacos ansiolíticos para ayudar a controlar la ansiedad, miedos intensos, sensaciones neurológicas anormales o conductas compulsivas. Al igual que ocurre con enfermedades crónicas como diabetes o problemas renales y cardíacos, algunos gatos pueden necesitar medicación de por vida. También pueden usarse feromonas (como Feliway en spray o difusor) y suplementos.
- Seguimiento. Los problemas conductuales suelen tardar en mejorar y no desaparecen de un día para otro. El monitoreo constante permite evaluar objetivamente si las estrategias funcionan, identificar nuevos desencadenantes y anticipar momentos en que tu mascota podría requerir apoyo adicional.
Leer más: Ansiedad por separación en gatos: causas, síntomas y tratamiento
Prevención
Algunas condiciones conductuales tienen un componente genético, por lo que no siempre se pueden prevenir, pero sí hay maneras de evitar que los signos clínicos empeoren.
Tu veterinario te dará recomendaciones específicas según el diagnóstico. De forma general, para reducir el estrés de tu gato puedes:
- Mantenerlo al día con los tratamientos contra parásitos externos.
- Asegurarte de que la caja de arena esté limpia, ubicada en un lugar adecuado, sea del tamaño correcto, y que el tipo y cantidad de arena sean apropiados para tus gatos y el hogar.
- Proveerle espacios cómodos y tranquilos para descansar y dormir.
- Protegerlo de la exposición continua a factores que le generen ansiedad o miedo.
- Garantizar que siempre tenga acceso a agua y alimento en varios lugares diferentes.
Conclusión
Claro, los gatos dedican mucho tiempo a acicalarse, y suele ser una actividad que disfrutan, algo así como cuando nosotros vamos al spa. Pero si notas que su forma de acicalarse cambia, no debes pasarlo por alto.
Existen muchas causas detrás de estas variaciones, por eso es clave que hables con tu veterinario. Ella podrá ayudarte a ti y a tu pequeño amigo a sentirse mejor otra vez.
“Feline Behavioral Health and Welfare” 2016 Edited by S. Heath & I. Rodan
Cornell: Cats that Lick Too Much | Cornell University College of Veterinary Medicine
Veterinary Information Network: Feline Obsessive-Compulsive Disorders - WSAVA 2001 - VIN
iCatCare: Handling your cat for grooming - YouTube and Performing a health examination - YouTube