Cáncer de nariz en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Cáncer de nariz en gatos

Aunque el cáncer nasal es poco común en los gatos, puede afectar significativamente su calidad de vida. En muchas ocasiones, los primeros síntomas del cáncer nasal se confunden con los de otras enfermedades.

Un gato con cáncer nasal en sus primeras etapas puede parecer que solo tiene una infección leve en las vías respiratorias superiores o una pequeña costra en la nariz.

Cuando el gato presenta signos graves o prolongados que ameritan un diagnóstico más profundo, el cáncer ya puede haber causado un daño considerable en las vías nasales e incluso en el cráneo, lo que dificulta su tratamiento.

¿Qué es el cáncer nasal (de nariz) en los gatos?

El cáncer nasal hace referencia a cualquier tumor que se presente en el plano nasal (la superficie externa de la nariz) o dentro de la cavidad nasal. Algunos tumores nasales son visibles en las superficies externas de la nariz, mientras que otros se encuentran más profundamente en los pasajes nasales o los senos paranasales.

Los tumores nasales son relativamente poco comunes en los gatos, representando entre el 1 % y el 5 % de todos los cánceres felinos. No obstante, estos tumores pueden generar enfermedades graves. Aproximadamente el 90 % de los tumores nasales son malignos, lo que significa que tienen la capacidad de diseminarse.

A diferencia de otros tipos de cáncer, los tumores nasales no suelen metastatizar a otros órganos distantes. En cambio, provocan un daño local considerable en los tejidos circundantes al tumor. En algunos casos, estos tumores pueden invadir el cráneo e incluso afectar el cerebro.

El cáncer nasal se diagnostica típicamente en gatos de mediana edad, entre los ocho y diez años. Esto dicho, también puede presentarse en gatos más jóvenes o más viejos.

Causas del cáncer nasal

Gato atigrado diluido sentado frente a un fondo gris

El linfoma, o cáncer de los linfocitos, es la causa más común de cáncer nasal en los gatos.

La causa más común del cáncer nasal en gatos es el linfoma. El linfoma es un cáncer de los linfocitos, que son células blancas de la sangre que forman parte del sistema inmunológico. Este cáncer puede afectar diversas áreas del cuerpo, entre ellas, los pasajes nasales.

Existen varios factores que aumentan la probabilidad de que un gato desarrolle linfoma, como la infección por el Virus de la Leucemia Felina (FeLV), la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Felina (FIV) y la exposición al humo. También se sospecha que la inflamación crónica podría tener un papel en el desarrollo del linfoma, aunque esto aún no se ha comprobado de manera definitiva.

El segundo tipo más común de cáncer nasal en gatos es el carcinoma, un tumor que se origina directamente en las células que recubren los pasajes nasales. Los carcinomas nasales más comunes en gatos son el adenocarcinoma y el carcinoma de células escamosas (SCC). Estos tumores pueden desarrollarse tanto en la superficie interna como externa de la nariz.

Los gatos también pueden desarrollar sarcomas, como el fibrosarcoma, que afectan la nariz.

Síntomas del cáncer nasal

Los signos del cáncer nasal en gatos, por lo general, no se diferencian de los de una infección respiratoria alta u otro trastorno nasal. Por eso, suele sospecharse de un tumor únicamente cuando los síntomas no desaparecen a pesar del tratamiento.

Entre las señales que pueden indicar cáncer nasal se encuentran:

  • Estornudos frecuentes o excesivos
  • Secreción nasal
  • Sangrado por la nariz
  • Ronquidos en un gato que normalmente duerme en silencio
  • Inflamación visible en la nariz o deformidad en el rostro
  • Rascarse la cara o frotarla contra objetos
  • Pérdida de peso
  • Falta de apetito o rechazo a la comida

Si notas estos signos en tu gato y no mejoran con el tiempo como lo harían en una infección respiratoria común, tu veterinario podría considerar la posibilidad de un tumor nasal y comenzar a descartar otras causas.

Diagnóstico del cáncer nasal en gatos

Persona limpiando la nariz de un gato

Tu veterinario puede diagnosticar el cáncer nasal, comenzando con un examen físico y pasando a análisis de sangre y más.

Examen físico

Tu veterinario empezará con una revisión física completa. Además de evaluar el estado general de salud y la condición corporal de tu gato, examinará con detalle la nariz, buscando secreción, inflamación o asimetrías.

También comprobará el flujo de aire en las fosas nasales y podría utilizar una luz intensa para observar el interior de los pasajes nasales.

Análisis de sangre

El siguiente paso cuando un gato presenta síntomas respiratorios persistentes es realizar análisis de sangre. Se hará un hemograma completo y una prueba de bioquímica sérica para detectar enfermedades internas que puedan estar favoreciendo los problemas respiratorios. Además, es probable que tu veterinario quiera descartar infecciones por el Virus de la Leucemia Felina y el Virus de Inmunodeficiencia Felina.

Ambos virus pueden afectar las vías respiratorias de distintas maneras: al debilitar el sistema inmunológico, aumentan el riesgo de infecciones respiratorias, y también pueden predisponer al desarrollo de linfoma.

Una vez hechas estas pruebas básicas, seguramente tu veterinario sugerirá estudios adicionales.

Existen varias pruebas útiles para investigar un tumor nasal, y el orden en que se realizan puede variar. Entre las más comunes están:

  • Radiografías del cráneo
    • Tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI) del cráneo
  • Lavado nasal, que consiste en introducir una pequeña cantidad de solución salina en la nariz para recuperar muestras y analizarlas al microscopio
  • Rinoscopía, donde se introduce una pequeña cámara en los pasajes nasales
  • Aspiración con aguja fina o biopsia del tumor, para obtener células que puedan ser evaluadas al microscopio
  • Aspirado de ganglios linfáticos, para detectar signos de diseminación

Generalmente se necesitan varias de estas pruebas para confirmar con certeza un diagnóstico de cáncer nasal en gatos.

Tratamiento del cáncer nasal en gatos

Las opciones de tratamiento para los tumores nasales varían según el tipo, el tamaño y la ubicación del tumor. En general, los tumores nasales no pueden extirparse quirúrgicamente. La razón principal es que no suele haber suficiente tejido en la zona para lograr márgenes quirúrgicos seguros.

El linfoma nasal en gatos se trata principalmente con quimioterapia, al igual que otras variantes de linfoma felino. En algunos casos, también se recomienda radioterapia como complemento. Esta combinación puede ayudar a reducir el tamaño del tumor, mejorar la calidad de vida del gato y aumentar la eficacia de la quimioterapia.

Otros tipos de tumores nasales en gatos se abordan sobre todo con radioterapia. En ciertos casos, este tratamiento logra eliminar por completo el cáncer. Aunque no siempre sea curativa, la radiación puede reducir las lesiones y mejorar notablemente la calidad de vida del gato.

Tanto la quimioterapia como la radioterapia pueden generar efectos secundarios. El oncólogo te explicará qué esperar durante el tratamiento. Si tu gato no es un buen candidato para recibir estas terapias, o si prefieres no seguir ese camino, tu veterinario puede orientarte sobre opciones de cuidados paliativos.

Conclusión

Los signos nasales crónicos en gatos pueden resultar desesperantes, ya que siempre queda la duda de si se trata de una simple infección respiratoria o de algo más serio.

Si tu gato presenta estornudos frecuentes, secreción nasal u otros problemas respiratorios persistentes, habla con tu veterinario sobre qué estudios conviene hacer. Aunque el cáncer nasal no sea muy común, puede aparecer. Detectarlo a tiempo y comenzar el tratamiento temprano puede marcar una gran diferencia en el bienestar de tu gato.

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Dr. Cathy Barnette, DVM

La Dra. Barnette es veterinaria y escritora independiente radicada en Florida. Sus 14 años de experiencia en la práctica clínica de animales pequeños le han permitido ser testigo de primera mano de las brechas de comunicación que a menudo existen entre los dueños de mascotas y los miembros del equipo veterinario. Su objetivo es crear contenido atractivo que eduque a los dueños y les permita tomar las mejores decisiones posibles para sus mascotas. La Dra. Barnette tiene dos gatos propios, además de un perro y una paloma como mascota.