Los gatos son percibidos erróneamente como mascotas indiferentes y del tipo «no es tu asunto». A menudo, especialmente para quienes no tienen gatos, son vistos como distantes y poco afectivos.
A lo largo de los años, se han acumulado diversas investigaciones sobre la mente de los caninos debido a su mayor Cociente Emocional (CE), Cociente Intelectual (CI) y otras habilidades cognitivas. Los perros con la mayor inteligencia emocional incluyen al pastor alemán, al labrador, etc.; ¡imagina lo entrenable que sería un cruce entre un pastor alemán y un labrador!
Según la BBC, los perros fueron domesticados hace aproximadamente 30,000 años, mientras que los gatos solo fueron domesticados hace 10,000 años. Esto ha llevado a una falta de investigación profunda sobre la mente y el comportamiento felino.
¿Los gatos reconocen las emociones humanas?
Investigaciones recientes sobre el reconocimiento felino de las emociones han descubierto que los gatos pueden reconocer gestos y expresiones humanas y se comportan de forma diferente ante esas emociones.
Los gatos pueden captar las emociones humanas. La BBC menciona un estudio realizado por Jennifer Vonk y Moriah Galvan, de la Universidad de Oakland, que se realizó con 12 gatos. Se descubrió que el gato permanecía cerca del dueño cuando estaba de buen humor, es decir, con una expresión sonriente, y se comportaba a la defensiva cuando el dueño fruncía el ceño o expresaba enojo.
¿Son los gatos emocionalmente inteligentes?
Un nuevo criterio de éxito, tanto a nivel académico como práctico, es el alto cociente emocional (CE). Las mascotas se consideran emocionalmente inteligentes y son modelos a seguir para que tanto niños como adultos aprendan a manejar sus emociones. Se ha demostrado que los perros de compañía mejoran las respuestas emocionales de los niños de manera más efectiva, pero los gatos también poseen una inteligencia emocional notable.
Antes de que comience el debate, es importante aclarar que la inteligencia emocional implica la autoconciencia de las emociones, el manejo sabio de las mismas y la capacidad de entender mejor las emociones de los demás. Esto contribuye al desarrollo de valores morales y habilidades sociales.
La autoconciencia emocional en los gatos aún no se ha demostrado. Esto dicho, pueden reconocer emociones a través de las especies, es decir, las emociones y gestos humanos.
Charles Darwin estudió las emociones hace más de cien años y predijo que el intercambio emocional funciona mucho mejor que la interacción verbal. Su opinión es que “el canal verbal, el lenguaje, es un medio relativamente pobre para expresar la calidad, intensidad y matices de la emoción y el afecto en diferentes situaciones sociales… [y] se considera que la cara tiene primacía en la señalización de información efectiva.” (1, 2)
1. Manejo de las emociones en los gatos
Según el pensamiento tradicional, las emociones son las culpables de las malas decisiones, como se retrata en obras trágicas como Edipo Rey y Shakespeare. Las investigaciones han demostrado que la gestión emocional es la clave para tomar decisiones acertadas.
Los gatos son buenos administradores de emociones y utilizan los estados de ánimo de forma inteligente para lograr resultados. Un gato completará una tarea sin importar qué y cómo.
Puedes ver a tu bola ronroneante persiguiendo una rata durante horas o jugando con el niño solo para evitar peleas. Los gatos aprovechan los estados de ánimo felices de sus dueños para convencerlos de que la acaricien en su regazo.
2. Comprender las emociones humanas
Las mascotas de compañía están sintonizadas con los cambios de humor y las expresiones de sus dueños, y responden en consecuencia, de acuerdo con su respectiva inteligencia emocional. Un gato puede evitar a su dueño cuando este está enojado o puede actuar de manera defensiva, mientras que un perro simplemente permanece en silencio y obedece hasta que el dueño se siente feliz nuevamente. Tanto los gatos como los perros tienen habilidades interpersonales que les ayudan a superar pensamientos y sentimientos negativos.
Si mantienen el contacto con el dueño, pueden elevar su ánimo en poco tiempo. El sentido del tacto aumenta la liberación de oxitocina, la hormona del vínculo, así como de endorfinas, las hormonas que generan bienestar.
3. Autoconciencia de las emociones:
En cuanto a la autoconciencia de las emociones en los gatos, no se puede proporcionar una respuesta única. Algunos investigadores consideran que los gatos son conscientes de sus propias emociones y saben cómo utilizarlas para mantenerse firmes en sus decisiones. Otros piensan que los gatos no tienen claridad sobre sus emociones, pero son capaces de reconocer las emociones humanas, lo que actúa como un precursor para un cambio en su lenguaje corporal.
Los gatos son emocionalmente inteligentes a su manera única. Debido a la falta de investigación sobre el cerebro y las respuestas emocionales de los gatos, no se puede establecer una línea de defensa clara.
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1 Bradshaw, G.A. 2010. You see me, but do you hear me? The science and sensibility of trans-species dialogue. Feminism and Psychology, 20(3) 407-419.
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2 Schore AN (2005b) A neuro psychoanalytic viewpoint: Commentary on Steven Knoblauch. Psychoanalytic Dialogues 15(6), 829-854.