Pimobendan, conocido comúnmente como Vetmedin, es un medicamento fabricado por Boehringer Ingelheim Animal Health. En medicina veterinaria, a veces se administra a gatos como parte de un tratamiento para ciertas enfermedades cardíacas.
Aquí descubrirás qué es, cómo actúa en el corazón, en qué casos se utiliza, cuáles son los efectos secundarios más comunes y las preguntas que suelen surgir al respecto.
Descripción general de Pimobendan para gatos
Acerca de pimobendan para gatos
Pimobendan es un medicamento clasificado como inodilatador, lo que significa que cumple con dos funciones principales.
Por un lado, actúa como inótropo positivo, es decir, ayuda al corazón a contraerse con mayor eficacia, permitiéndole bombear más sangre con menos esfuerzo.
Por otro, funciona como vasodilatador, lo que implica que ensancha los vasos sanguíneos. Esto no solo disminuye la presión arterial, sino también la resistencia que oponen los vasos al paso de la sangre.
Al combinar estas dos acciones —mejorar la eficiencia de las contracciones cardíacas y facilitar la circulación— se alivia parte del esfuerzo que realiza el corazón.
En ciertos tipos de enfermedad cardíaca, el corazón se ve forzado a trabajar más de lo normal para distribuir la sangre, lo que provoca un engrosamiento anormal del músculo cardíaco y un aumento de la presión en los vasos sanguíneos. Todo esto genera un círculo vicioso que agrava progresivamente la enfermedad.
Al disminuir la carga sobre un corazón debilitado, pimobendan puede contribuir a frenar el avance de la enfermedad y retrasar la aparición de insuficiencia cardíaca. En otros casos, se emplea para mantener el corazón latiendo con la mayor eficiencia posible, prolongando así la vida del paciente.
¿Qué hace pimobendan en los gatos?

Los gatos con enfermedades cardíacas pueden cansarse más fácilmente durante las sesiones de juego.
Aunque solo cuenta con aprobación de la FDA para uso en perros, el pimobendan se emplea con frecuencia en gatos, sobre todo en aquellos con miocardiopatía hipertrófica (HCM, por sus siglas en inglés) u otras afecciones cardíacas similares.
En perros, que suelen presentar tipos distintos de enfermedades del corazón, el medicamento se utiliza para frenar el avance del problema y retrasar la aparición de insuficiencia cardíaca. En gatos, en cambio, suele administrarse una vez que la insuficiencia ya se ha manifestado.
En gatos con HCM que ya han desarrollado insuficiencia cardíaca congestiva (CHF), se ha observado que el uso de pimobendan puede alargar el tiempo de vida.
Aun así, los estudios no siempre coinciden. Algunos muestran beneficios, pero en otros casos no se ha demostrado efectividad. Parte de esta disparidad se debe a que la HCM puede presentarse de formas distintas en cada gato.
En gatos con HCM que también presentan obstrucción al flujo sanguíneo, el pimobendan no solo puede no ayudar, sino incluso empeorar la situación. A esta variante se le conoce como miocardiopatía hipertrófica obstructiva (HOCM). Dado que este medicamento potencia la contracción del corazón, ese efecto puede agravar las zonas donde el músculo engrosado ya dificulta la salida de sangre.
Existen diversas causas de cardiomiopatía obstructiva en gatos, por lo que no todos reaccionan igual. Identificar con precisión la causa del bloqueo en casos de HOCM es clave para saber si conviene o no recetar pimobendan.
La presencia de un soplo cardíaco, niveles elevados de proBNP en sangre o una radiografía que muestre un corazón agrandado pueden dar indicios de enfermedad cardíaca. No obstante, el diagnóstico más certero se obtiene a través de un ecocardiograma, es decir, una ecografía del corazón.
Este estudio, generalmente realizado por un cardiólogo veterinario, permite evaluar con detalle el grosor de las paredes del corazón, el tamaño de las cavidades, la capacidad de contracción, el estado de las válvulas, posibles obstrucciones al flujo sanguíneo, presencia de coágulos y otros aspectos fundamentales.
El ecocardiograma ofrece la información más precisa para decidir si el uso de pimobendan es adecuado en un caso específico.
Ahora bien, no todas las personas tienen acceso a un cardiólogo veterinario en su región. En esos casos, un veterinario general con experiencia en el uso de este medicamento puede determinar si conviene incluirlo en el tratamiento.
Efectos secundarios de pimobendan
La mayoría de los efectos adversos conocidos del pimobendan proviene de estudios en perros. En ellos, se han documentado principalmente problemas gastrointestinales como pérdida de apetito, vómito y diarrea.
Entre 2009 y 2013, el Centro de Control de Envenenamientos de Animales de la ASPCA recibió 41 reportes de sobredosis de pimobendan en gatos. Solo seis de esos casos (alrededor del 30 %) presentaron vómito como síntoma.
En algunos perros que tomaban este medicamento se detectaron arritmias, es decir, alteraciones en el ritmo cardíaco. No obstante, como las enfermedades del corazón también pueden provocar arritmias por sí solas, no queda del todo claro si se deben al medicamento. En gatos, este efecto no ha sido reportado específicamente.
Los gatos con una anormalidad cardíaca concreta llamada obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo —una variante de la miocardiopatía hipertrófica obstructiva (HOCM)— suelen reaccionar peor al pimobendan que aquellos que no presentan esa condición. Esta anomalía solo aparece en ciertos casos y puede identificarse mediante un ecocardiograma.
No se ha establecido la seguridad del uso de pimobendan en animales gestantes o lactantes, por lo que debe administrarse con precaución en estas situaciones.
Si en algún momento notas que tu gato presenta efectos secundarios tras tomar pimobendan, o si crees que ha ingerido una dosis mayor a la indicada, comunícate de inmediato con tu veterinario, un cardiólogo veterinario, el Centro de Control de Envenenamientos de Animales de la ASPCA (1-888-426-4435) o la línea de ayuda Pet Poison Helpline (1-855-764-7661).
Además, el pimobendan puede interactuar negativamente con medicamentos como los betabloqueadores o los bloqueadores de los canales de calcio, que también se usan en el tratamiento de algunas afecciones cardíacas. Por eso, antes de empezar el tratamiento, informa siempre al veterinario sobre cualquier otro medicamento que esté tomando tu gato.
Dosis de pimobendan para gatos

Una vez prescrito, pimobendan suele administrarse durante el resto de la vida del gato.
El pimobendan puede administrarse junto con un inhibidor de la ECA como enalapril o benazepril, así como con furosemida (Lasix). Incluirlo dentro del tratamiento para una enfermedad cardíaca debe ser una decisión tomada exclusivamente por tu veterinario o cardiólogo veterinario. No se debe asumir que este medicamento será útil en todos los casos.
Debido a esto, y al hecho de que su uso en gatos no está aprobado oficialmente (off-label), no se indica aquí una dosis específica.
La mayoría de los medicamentos para el corazón, como el pimobendan, se administran a largo plazo y rara vez se suspenden, a menos que se detecten efectos adversos. Si tu veterinario ha recetado pimobendan para tu gato, es fundamental que sigas el tratamiento al pie de la letra y no cambies la dosis ni lo suspendas sin consultarlo antes con un profesional.
Conclusión

Si tu gato presenta un ritmo cardíaco anormal, tu veterinario realizará un examen físico completo, que incluirá la auscultación del corazón para evaluar cómo late.
El pimobendan puede ser útil como parte de un tratamiento para gatos con ciertos tipos de enfermedad cardíaca. Dado que no es adecuado para todos los casos, su uso debe iniciarse únicamente bajo criterio médico veterinario.
Aviso sobre la dosificación de medicamentos: Solo se pueden proporcionar dosis para fármacos aprobados por la FDA para uso en gatos, y únicamente conforme a lo que indica la etiqueta. En el caso de medicamentos de uso off-label, únicamente se puede ofrecer información general sobre su seguridad y uso. La dosificación segura y adecuada de estos medicamentos solo puede establecerla un veterinario de cabecera.
Te recomendamos trabajar de la mano con tu veterinario para evaluar si un medicamento es apropiado para tu gato. Modificar o ajustar la dosis por tu cuenta implica riesgos. No se recomienda el uso de medicamentos formulados para humanos en animales sin antes consultarlo con un veterinario.