Puedes medir fácilmente la frecuencia cardíaca de tu gato, lo que puede proporcionar información importante sobre su estado de salud. La frecuencia cardíaca es uno de los signos vitales clave de la salud de un gato, junto con la frecuencia respiratoria y la temperatura corporal.
La fisiología natural del cuerpo de un gato actúa para garantizar que el corazón produzca una secreción adecuada, en función de las necesidades del cuerpo en un momento determinado.
La frecuencia cardíaca se mide en pulsaciones por minuto (ppm). Si piensas en los pitidos que emite un aparato de monitorización en los programas de televisión sobre hospitales, eso suele ser la frecuencia cardíaca.
Frecuencia cardíaca en reposo de un gato
Cuando un gato descansa, la frecuencia cardíaca se mantiene baja, ya que las necesidades del cuerpo son mínimas. La frecuencia cardíaca de un gato debería estar entre 80 y 160 latidos por minuto en casa, aunque puede ser más alta si el gato está estresado o activo.
Al comenzar a moverse o estresarse, la frecuencia cardíaca aumenta, generalmente junto con la respiración, para permitir que la sangre circule más rápidamente por el cuerpo, aportando energía y oxígeno a los músculos, y eliminando productos de desecho, incluido el dióxido de carbono.
Además de esta variación fisiológica, si un gato padece diversas enfermedades, como problemas cardíacos, el ritmo cardíaco puede ser notablemente más lento o más rápido.
Controlar la frecuencia cardíaca de tu gato resulta útil para verificar su salud general. Registrar los signos vitales con regularidad puede ser de gran ayuda para tu veterinario. En una situación de emergencia, medir la frecuencia cardíaca puede ofrecer información más detallada a tu veterinario sobre lo que le sucede a tu mascota.
Los diferentes rangos de frecuencia cardíaca de un gato
La frecuencia cardíaca normal de un gato es bastante variable y depende de varios factores.
Diferentes estudios han analizado las frecuencias cardíacas normales de gatos sanos. Por lo general, los ritmos cardíacos oscilan entre 80 y 160 latidos por minuto (con un promedio de 120) en gatos saludables y relajados en casa, subiendo hasta 142 a 222 en gatos normales que visitan una clínica veterinaria (donde pueden estar ligeramente estresados).
Al medir la frecuencia cardíaca de tu gato cuando está tranquilo y relajado en casa, se aplican los siguientes rangos:
- Baja (frecuencia cardíaca en reposo): Menos de 80 latidos por minuto
- Normal: Entre 80 y 160 latidos por minuto
- Rápida: Más de 160 latidos por minuto
Estas cifras no son absolutas, pero ofrecen una guía general útil.
¿Cómo comprobar la frecuencia cardíaca de tu gato?

El lugar más sencillo para comprobar el pulso de tu gato es la arteria femoral, que se encuentra en la parte interna de la pata trasera, cerca de la pared abdominal.
Hay dos formas de encontrar la frecuencia cardíaca de tu gato:
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Coloca tu mano en el costado del pecho de tu gato, con los dedos sobre la caja torácica, y siente el latido del corazón directamente. Debes percibir el golpe del corazón, y si tu gato tiene un soplo cardíaco, podrías sentir una ligera vibración entre cada latido.
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Aprende a tomar el pulso de tu gato, que generalmente es lo mismo que la frecuencia cardíaca, pero se mide al palpar un vaso sanguíneo con las yemas de los dedos. La manera más fácil de hacerlo es sentir la arteria femoral, ubicada en la parte interna de la pata trasera, cerca de la pared abdominal.
Al presionar los dedos contra los músculos en el interior de la pata, deberías sentir la suave vibración intermitente del pulso. Puede que necesites mover los dedos varias veces para localizarlo, y es más fácil en algunos gatos que en otros.
Si no logras encontrar el pulso, pídele a tu veterinario que te muestre cómo hacerlo la próxima vez que lleves a tu gato a la clínica. También puedes usar la pata delantera, pero esto resulta más complicado.
En cualquiera de los métodos mencionados, cuenta el número de latidos o pulsos en 15 segundos y luego multiplica este número por cuatro para obtener la frecuencia cardíaca en latidos por minuto.
Causas de la frecuencia cardíaca anormal en los gatos
Existen muchas causas posibles de anomalías en la frecuencia cardíaca, entre ellas:
Frecuencia cardíaca demasiado baja
Si la frecuencia cardíaca de un gato es menor a 80 latidos por minuto, las posibles causas pueden incluir enfermedades cardíacas, enfermedades debilitantes y problemas hormonales. Si el ritmo cardíaco de tu gato es tan lento, es recomendable registrar la frecuencia varias veces y luego programar una cita con tu veterinario para una evaluación.
Frecuencia cardíaca demasiado alta
Si la frecuencia cardíaca de tu mascota es superior a 160 latidos por minuto en casa, esto se considera alto. Las posibles causas pueden incluir hipertiroidismo (glándula tiroides hiperactiva), enfermedades cardíacas (como la insuficiencia cardíaca congestiva), hipertensión y otras enfermedades metabólicas.
Nuevamente, registra la frecuencia cardíaca en varias ocasiones diferentes y luego programa una cita con tu veterinario para una revisión.
Si la frecuencia cardíaca está demasiado alta o demasiado baja, también es importante evaluar otros aspectos de los signos vitales de tu mascota.
Cuenta la frecuencia respiratoria. Mide el número de respiraciones en 15 segundos y multiplica por cuatro.
Toma la temperatura de tu gato. Esto se puede hacer colocando la punta lubricada de un termómetro digital (termómetro rectal) en el recto del gato. Haz clic aquí para aprender más sobre cómo tomar la temperatura corporal de tu gato.
Tratamiento de la frecuencia cardíaca anormal en gatos

Si tu gato presenta un ritmo cardíaco anormal, tu veterinario realizará un examen físico completo, incluyendo la auscultación del corazón de tu mascota.
Lo primero que hará el veterinario será escuchar la frecuencia cardíaca de tu gato y llevar a cabo un examen físico detallado, buscando otros signos de mala salud, como pérdida de peso. Si el veterinario tiene alguna preocupación, puede recomendar diversas pruebas, como análisis de sangre y orina, radiografías, ecografías y un electrocardiograma (EKG).
Tu veterinario podría considerar prestarte un monitor Holter para tu gato, un dispositivo que el gato lleva puesto durante 24 horas y que obtiene mediciones continuas de la frecuencia cardíaca, las cuales se pueden descargar y analizar.
Es sencillo aprender a medir la frecuencia cardíaca de tu gato, y esto puede servir como una guía útil adicional para la salud de tu mascota, así como proporcionar información valiosa que puedes compartir con tu veterinario.