Uno de los aspectos más estresantes de ser dueño de un gato es ver a nuestras queridas mascotas lastimarse. Sin embargo, a veces puede ser difícil saber cuándo un gato herido tiene una lesión más grave.
Los gatos heridos, especialmente aquellos con heridas abiertas, suelen esconderse como respuesta natural para ocultar su vulnerabilidad ante los depredadores. Los gatos también son expertos en ocultar signos de dolor, lo que puede hacer que una lesión parezca más leve de lo que es en realidad.
Algunos cortes y raspaduras menores en los gatos pueden tratarse en casa, pero las heridas abiertas grandes, las laceraciones y las heridas por mordedura suelen requerir atención veterinaria. En esta guía, analizaremos qué buscar para determinar la gravedad de las heridas en un gato, cuándo es apropiado administrar primeros auxilios básicos en casa y cuándo puede ser necesaria una visita al veterinario.
Tipos de heridas
1. Pequeños raspones

Mantener limpias las heridas abiertas de un gato es necesario para una curación más rápida y fluida.
Las heridas leves, como raspaduras, cortes superficiales y rozaduras, suelen tratarse en casa sin problema. Mantén la zona limpia lavándola dos veces al día con agua tibia o solución salina y un paño limpio, siempre que tu gato lo permita. Si la herida tiene suciedad, consulta a un veterinario en lugar de aplicar desinfectantes o antisépticos.
Procura que la herida permanezca limpia, seca y expuesta al aire. No uses cremas ni ungüentos a menos que un veterinario lo indique. Observa atentamente a tu gato y revisa si aparecen signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, secreción o mal olor.
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2. Laceraciones

Las laceraciones en los gatos pueden pasar desapercibidas fácilmente en su pelaje y requieren una atención cuidadosa.
Los cortes profundos pueden pasar desapercibidos, ya que los bordes de la herida suelen cubrir los tejidos internos. Si notas sangrado, dolor o sospechas que la lesión es profunda, un veterinario debe evaluarla. Cubre la zona con una gasa estéril y aplica presión si hay hemorragia. El especialista limpiará la herida y determinará el mejor tratamiento para favorecer la recuperación.
Algunas heridas requieren suturas, mientras que otras sanan mejor por granulación. Las laceraciones profundas tienen mayor riesgo de infección, por lo que el veterinario podría recetar antibióticos y analgésicos. Si se realiza un cierre quirúrgico, es fundamental mantener la herida limpia y seca. Además, tu gato podría necesitar estar en un espacio reducido para limitar su movimiento.
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3. Heridas por mordedura

Las heridas por mordedura pueden provocar fácilmente infecciones desagradables y deben tratarse rápidamente.
Las peleas entre gatos no son raras, especialmente en zonas densamente pobladas. Las heridas punzantes causadas por una mordedura (o incluso un arañazo de gato) suelen ser más profundas de lo que parecen y casi siempre se infectan si no se las toca.
Los abscesos son comunes en las heridas por mordeduras y pueden requerir un tratamiento antibacteriano más intensivo, como lavado, desbridamiento quirúrgico y antibióticos. Cualquier lesión por mordedura siempre debe ser evaluada por un veterinario y las mordeduras de serpiente deben considerarse una cuestión de urgencia.
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4. Heridas grandes

Si tu gato sufre una herida grande, ten paciencia. El proceso de curación puede ser complicado y llevar tiempo.
Las heridas más graves requieren más tiempo y cuidados para sanar. A menudo, hay complicaciones como pérdida de sangre o infección que deben tratarse antes de reparar la lesión.
Cuando la herida es extensa, puede causar dolor intenso, por lo que tu gato podría necesitar sedación o anestesia en la clínica veterinaria para recibir atención adecuada. El uso de suturas, vendajes y apósitos puede ser necesario, y la recuperación podría llevar un buen tiempo. Las laceraciones grandes y profundas pueden dejar cicatrices.
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Cuando una herida es una emergencia
La gran mayoría de las heridas en los gatos necesitarán ser evaluadas por un veterinario y someterse a algún tipo de tratamiento. Pero, ¿con qué urgencia deben ser atendidas? Hay algunas situaciones en las que se debe buscar atención veterinaria sin demora.
- Quemaduras.
- Lesiones oculares.
- Heridas con algún objeto enterrado, como un trozo de vidrio. Suelen ser objetos afilados y no deben retirarse, sino dejarse para que el veterinario los trate.
- Sangrado: una pequeña cantidad de supuración se puede controlar con una gasa esterilizada y algo de presión, pero si un corte continúa goteando, o incluso brotando sangre, se debe buscar ayuda urgentemente en un veterinario.
- Heridas grandes: las heridas más grandes que el tamaño de una moneda deben ser examinadas por un veterinario. El pronóstico de una buena curación y ausencia de infección es mejor si las heridas se examinan rápidamente.
Las laceraciones pequeñas, las heridas sucias, las mordeduras y las lesiones infectadas también deben ser examinadas por un veterinario, pero no se clasifican como una emergencia absoluta.
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Cómo puedes ayudar a tu gato herido

Lo mejor es adoptar una actitud tranquila y gentil para cuidar a un gato herido, ya que los gatos reaccionan a la defensiva cuando están estresados.
Si tienes un gato herido, intenta mantener la calma. Probablemente tu mascota sienta dolor y angustia, lo que puede hacer que se esconda o incluso exprese agresividad y otros comportamientos defensivos. Intenta evaluar la herida lo mejor que puedas y llama a tu veterinario si necesitas acudir a la clínica. Se puede sujetar a los gatos de forma segura envolviéndolos en una toalla y sujetándolos con suavidad pero con firmeza para que no se muevan demasiado.
Aquí tienes algunos procedimientos básicos de primeros auxilios para ayudar a tu gato mientras esperas la evaluación del veterinario.
- Si la herida sangra, cúbrela con un paño limpio y aplica presión. Lo ideal es usar un apósito estéril, pero un trapo de cocina limpio también funciona. Mantén la presión firme y no retires el paño, incluso si crees que el sangrado se ha detenido.
- Si hay un objeto incrustado en la herida, no lo muevas. Si la zona está sucia, evita limpiarla con cualquier sustancia, incluido el clorhexidina. Si la lesión es muy superficial, puedes enjuagarla con agua y un paño limpio. Cualquier herida más grave debe ser revisada por un veterinario.
- En caso de quemaduras, deja correr agua fría sobre la zona si es seguro hacerlo y tu gato lo tolera. Esto no debe retrasar la atención veterinaria.
Si tienes dudas sobre si la lesión necesita atención profesional, lo mejor es llevar a tu gato al veterinario por precaución. También puedes llamar para pedir orientación.
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Las lesiones en las mascotas pueden ser difíciles de evaluar, ya que los gatos pueden no cooperar cuando sienten dolor o están angustiados, y su pelaje espeso puede impedir una buena visión. Los cortes y rasguños menores en un gato herido se pueden tratar en casa manteniéndolos limpios y abiertos, pero las heridas sucias, contaminadas, infectadas y más importantes deben recibir atención veterinaria.
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