Es poco probable que tu gato cariñoso tenga la intención de hacer daño. Sin embargo, a veces las mordeduras ocurren de forma accidental, como cuando están jugando o al intentar darle medicación.
Lamentablemente, las mordeduras de gato son propensas a infecciones que pueden volverse graves rápidamente.
A continuación, te explicamos todo sobre las infecciones por mordeduras de gato, qué hacer si te muerden, cómo se tratan y cómo prevenirlas.
¿Cómo saber si una mordedura de gato está infectada?
Las mordeduras de gato son mucho menos comunes que las de perro, pero tienen más probabilidades de infectarse.
Esto se debe principalmente a la forma de los dientes de los gatos, especialmente los caninos, que se asemejan a agujas.
A diferencia de las mordeduras de perro, que causan heridas aplastantes, las mordeduras de gato crean pequeñas pero profundas perforaciones, con una abertura diminuta en la superficie de la piel y un agujero más profundo debajo.
En otras palabras, el pequeño agujero que ves en la superficie de la piel es solo la «punta del iceberg» cuando se trata de las heridas por mordedura de gato.
La forma de la herida no solo dificulta la limpieza, sino que también atrapa bacterias bajo la piel, ya que la abertura estrecha de la herida suele cerrarse y «sellar» las bacterias antes de que la herida haya tenido tiempo de drenar.
Tanto los humanos como los perros y los gatos tienen bacterias en la boca. Sin embargo, en la boca de los gatos se encuentran bacterias como Pasteurella multocida, que pueden causar infecciones graves.
Durante una mordedura, el diente del gato también puede transferir patógenos comunes en la piel humana (como Staphylococcus y Streptococcus) a los tejidos subyacentes, creando un «coctel» de contaminación bacteriana.
Una vez atrapadas bajo la piel, estas bacterias se propagan y multiplican, causando infecciones e inflamación (celulitis) en los tejidos blandos circundantes.
Los signos comunes de una infección por mordedura de gato incluyen enrojecimiento, calor, hinchazón y dolor cerca de la mordedura. Puede haber secreción clara o con pus, aunque no siempre está presente.
¿Puede ser inofensiva una mordedura de gato?

Las mordeduras de gato pueden ser peligrosas, y el nivel de riesgo depende de la profundidad de la herida, entre otros factores.
Los rasguños menores o las mordeduras superficiales que no penetran la piel generalmente no son motivo de preocupación (aunque siempre es recomendable consultar a un médico por precaución).
Sin embargo, las mordeduras que perforan la piel SIEMPRE deben ser evaluadas por un médico.
Esto se debe a que el proceso de infección descrito anteriormente puede volverse muy grave.
Por ejemplo, pueden ocurrir infecciones en los huesos (osteomielitis) y en las articulaciones, especialmente si la mordedura se dio en la mano o el dedo, que son lugares comunes para las mordeduras de gato.
¿Cuándo debo preocuparme por una mordedura de gato?
La infección puede propagarse al torrente sanguíneo y luego a otras partes del cuerpo, lo que podría causar una enfermedad grave que requiera hospitalización.
Los síntomas de una infección más grave incluyen…
- Pérdida de sensibilidad o movilidad en la mano/dedos afectados.
- Líneas rojas que se extienden desde la zona de la mordedura.
- Fiebre y síntomas similares a los de la gripe.
- Ganglios linfáticos inflamados.
- Si presentas estos síntomas tras una mordedura de gato, es necesario acudir a urgencias.
Las personas con el sistema inmunológico suprimido, los niños y los adultos mayores tienen un mayor riesgo, pero las infecciones graves pueden ocurrirle a cualquiera.
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¿Cuánto tiempo después de una mordedura de gato comienza la infección?
Las infecciones por mordeduras de gato pueden desarrollarse rápidamente. Generalmente, los signos de infección comienzan a aparecer dentro de las primeras 24 horas después de la mordedura.
No obstante, es importante tener en cuenta que la gravedad y el tiempo de aparición de la infección pueden variar según varios factores, como la profundidad de la mordedura, la ubicación en el cuerpo y el sistema inmunológico de la persona.
¿Cómo tratar una mordedura de gato infectada?

El tratamiento de una infección por mordedura de gato generalmente implica el uso de antibióticos.
Lava la herida inmediatamente si puedes, usando jabón y agua corriente.
Si la herida está sangrando, puedes aplicar presión y un vendaje ligero para detener el sangrado.
Luego, ve al médico lo antes posible, dentro de las 24 horas o menos.
No omitas la visita al médico, incluso si la herida parece estar bien. Recuerda, una infección aún puede estar desarrollándose bajo la piel.
Nunca pongas una pomada como Neosporin sobre una mordedura de gato; estos productos pueden impedir que la herida drene y empeorar la infección.
La mayoría de los médicos recetarán antibióticos como precaución, ya que las mordeduras de gato pueden infectarse (y la infección puede propagarse) rápidamente.
Con frecuencia, el tratamiento ambulatorio con antibióticos orales es todo lo que se necesita.
En otros casos, pueden ser necesarios tratamientos médicos adicionales, como…
- Limpieza profunda de la herida.
- Puntos de sutura.
- Cirugía.
- Hospitalización con inyecciones de antibióticos intravenosos.
- Refuerzo de la vacuna contra el tétanos o tratamientos preventivos contra la rabia, si es necesario.
No importa qué tratamientos recibas, sigue de cerca la evolución de la herida y haz un seguimiento con tu médico según lo recomendado.
Para determinar si existe riesgo de infección por rabia, el médico preguntará sobre las circunstancias de la mordedura (si fue provocada o no), así como el historial de vacunación del gato que mordió.
Dependiendo de las leyes locales, puede ser necesario reportar las mordeduras de animales a las autoridades de salud locales. ¡Esta es una buena razón para mantener a tu gato al día con su vacuna contra la rabia!
¿Cómo prevenir las mordeduras de gato?
En la mayoría de los casos, los gatos no tienen la intención de hacer daño. Tienen sus propias razones para morder, que quizás no siempre sean obvias para nosotros los humanos.
Las causas comunes de mordeduras incluyen miedo, sobreestimulación (durante el juego o al acariciar) o agresión redirigida (por ejemplo, que te muerdan si intentas separar una pelea entre gatos).
Aquí tienes algunas formas de prevenir mordeduras de gato…
- No te acerques ni manejes gatos callejeros o salvajes.
- Observa el lenguaje corporal del gato para detectar señales de miedo o irritación (agacharse, orejas hacia atrás, cola hacia abajo y posible gruñido o siseo).
- Enseña a los niños las formas adecuadas de acariciar e interactuar con un gato.
- Nunca uses las manos o los pies para jugar con los gatos. Siempre usa juguetes, y dale tiempo a tu gato para calmarse si se emociona demasiado durante el juego.
- No forces a tu gato a ser cargado o acariciado si no lo desea.
- Ten precaución con tu gato en momentos de estrés, por ejemplo, durante los fuegos artificiales, cuando hay visitas, después de introducir otro gato en el hogar, etc.
- Consulta a tu veterinario si tienes dificultades para darle medicina a tu gato, meterlo en el transportador, etc.
También, habla con tu veterinario si tu gato muerde cuando lo manipulas o lo tomas en brazos si nunca lo había hecho antes, ya que esto podría ser un indicio de una enfermedad o dolor subyacente. Como los gatos no pueden hablar, una mordedura podría ser su manera de protegerse cuando no se sienten bien.
Conclusión
Las mordeduras de gato, aunque parezcan pequeñas, pueden dar lugar a infecciones graves. Las heridas deben lavarse inmediatamente con jabón y agua corriente, seguido de una visita urgente al médico.
Recuerda que los gatos generalmente no tienen la intención de hacer daño. No dejes que el miedo a una mordedura de gato afecte tu relación con tu felino.
En lugar de eso, empoderate con el conocimiento sobre cómo prevenir mordeduras y recuerda actuar con mucha precaución y buscar atención médica si alguna vez ocurre una mordedura.