La clindamicina es un antibiótico que puedes usar en gatos, especialmente cuando tienen heridas, abscesos o infecciones relacionadas con los dientes, como los abscesos en las raíces dentales.
Aquí descubrirás cómo actúa, en qué tipos de infecciones se utiliza con más frecuencia, qué efectos secundarios debes vigilar y respuestas a preguntas comunes sobre su uso.
Descripción general de la clindamicina para gatos
Acerca de la clindamicina para gatos
La clindamicina es un antibiótico del grupo de las lincosamidas con un espectro relativamente amplio frente a ciertas bacterias. La presentación comercial Antirobe Aquadrops, fabricada por Zoetis, cuenta con aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar infecciones en gatos relacionadas con heridas, abscesos o problemas dentales.
Aunque las cápsulas no tienen aprobación específica para gatos, puedes usarlas de forma extraoficial, especialmente las de 25 mg y 75 mg.
¿Qué hace la clindamicina en los gatos?
Como antibiótico del grupo de las lincosamidas, la clindamicina puede actuar de forma bactericida o bacteriostática, según la dosis, la concentración que alcanza en el sitio afectado y el nivel de sensibilidad de las bacterias.
Aunque se le clasifica como “bacteriostática”, lo cual sugiere que solo impide el crecimiento bacteriano, en realidad también puede eliminar bacterias activamente. Para lograrlo, simplemente requiere una concentración más alta que un antibiótico catalogado como bactericida.
Por lo tanto, frente a bacterias con igual nivel de sensibilidad, la clindamicina no es necesariamente “más débil” ni “menos eficaz” por actuar como agente bacteriostático en lugar de bactericida.
Su mecanismo de acción consiste en inhibir la síntesis de proteínas en la pared celular bacteriana.
Tiene un espectro amplio frente a ciertos tipos de bacterias. Esto incluye cocos aerobios (que necesitan oxígeno), como Staphylococcus y Streptococcus.
También muestra buena eficacia contra bacterias anaerobias (que no requieren oxígeno), como Clostridium perfringens y Bacteroides fragilis.
Estas cuatro bacterias pueden encontrarse con frecuencia en infecciones dentales en gatos. Las especies de Staphylococcus y Streptococcus también suelen estar presentes en heridas superficiales complicadas, mientras que Clostridium y Bacteroides aparecen con mayor frecuencia en abscesos, como los que resultan de una mordida entre gatos.
Existe otro grupo de bacterias, las llamadas gramnegativas, frente a las cuales la clindamicina no es eficaz. En esos casos, se debe combinar con otro antibiótico para lograr una cobertura adecuada.
Generalmente, el veterinario elegirá el antibiótico en función de las bacterias que suelen encontrarse en la zona afectada. Aun así, en ciertos casos puede ser necesario realizar un cultivo y prueba de sensibilidad para identificar las bacterias específicas presentes y determinar cuál antibiótico es más adecuado.
Aunque no está específicamente indicada para ello, la clindamicina también actúa contra el protozoo Toxoplasma gondii, responsable de la toxoplasmosis. Algunos gatos pueden portar este parásito o eliminarlo en las heces, razón por la cual los médicos suelen recomendar a las mujeres embarazadas evitar el contacto con la caja de arena.
Para tratar la toxoplasmosis, podrían requerirse dosis más altas de clindamicina. Aunque puede ayudar a controlar la infección, no siempre consigue erradicar por completo al organismo.
Por eso, si hay una persona embarazada en casa y se sospecha riesgo de toxoplasmosis, conviene primero realizar pruebas de sangre al gato para detectar exposición o presencia del parásito antes de administrar clindamicina sin indicación clara, sobre todo si el gato está sano.
Efectos secundarios de la clindamicina en gatos

Salvo algunos casos, parece que la mayoría de los gatos toleran muy bien la clindamicina y muestran signos muy limitados de toxicidad.
Los efectos secundarios más frecuentes en gatos incluyen malestar digestivo, como vómito y heces blandas.
Ofrecer el antibiótico junto con alimento puede ayudar a reducir este tipo de reacciones. En estudios realizados con gatos, el uso de prebióticos y probióticos también resultó útil para minimizar estos síntomas.
Existen reportes de gatos que, al recibir clindamicina en cápsulas, desarrollaron inflamación en el esófago e incluso lo que se conoce como estenosis esofágica.
Una estenosis es una reducción en el diámetro del esófago que dificulta el paso de los alimentos. Esta condición puede presentarse como consecuencia de irritaciones o úlceras que, al cicatrizar, forman tejido que estrecha el conducto.
Por esta razón, los veterinarios suelen evitar administrar pastillas en seco, sobre todo con medicamentos como la doxiciclina o la clindamicina. Lo ideal es utilizar un premio diseñado para envolver la pastilla, como los conocidos Pill Pockets.
Si no hay otra opción más que administrar la cápsula directamente, se recomienda dar de inmediato 1 ml de agua con jeringa para evitar que se quede adherida al esófago.
La presentación líquida de clindamicina (como Antirobe, ClinDrops, Clindacure, entre otras) no provoca este tipo de lesiones y representa una alternativa más segura, siempre que tu gato tolere bien los medicamentos en esta forma.
La desventaja es que la concentración habitual —25 mg por mililitro— implica administrar al menos 2 ml o más por dosis en un gato de 4.5 a 7 kg.
Con algunas presentaciones, los gatos pueden reaccionar con salivación excesiva o chasquidos con los labios tras la dosis, debido al sabor amargo.
Por fortuna, la mayoría de los gatos toleran bien la clindamicina. Según el fabricante de Antirobe, incluso en dosis 10 veces mayores durante 15 días no se observaron signos importantes de toxicidad, y lo mismo ocurrió en tratamientos con hasta 5 veces la dosis durante 42 días.
Si tu gato presenta problemas hepáticos o renales, es importante administrar este antibiótico con precaución. En casos graves, puede ser necesario ajustar la dosis.
Ante cualquier señal de reacción adversa o toxicidad, no dudes en contactar a tu veterinario, al Centro de Control de Envenenamiento Animal de la ASPCA (1-888-426-4435) o a Pet Poison Helpline (1-855-764-7661) para recibir orientación inmediata.
Dosis de clindamicina para gatos

Sea cual sea la situación, es fundamental seguir al pie de la letra las indicaciones del veterinario y completar siempre el tratamiento antibiótico hasta el final.
La dosis aprobada por la FDA para gatos que usan Antirobe en gotas orales es de 11 a 33 miligramos por kilogramo cada 24 horas, administrada por vía oral. El tratamiento no debe exceder los 14 días según lo indicado en la etiqueta.
Aun así, hay situaciones en las que el veterinario puede optar por un protocolo diferente, fuera de etiqueta, dependiendo del caso. Por ejemplo, en el tratamiento de la toxoplasmosis, es común prolongar la medicación hasta por 30 días.
¿Cómo administrar clindamicina a un gato?
Como ocurre con cualquier antibiótico, la clindamicina debe administrarse únicamente bajo supervisión de un veterinario autorizado.
Es fundamental seguir al pie de la letra todas las indicaciones y completar el tratamiento hasta el final, aunque tu gato parezca estar mejor o se vea recuperado.
Interrumpir un antibiótico antes de tiempo aumenta el riesgo de que las bacterias vuelvan a multiplicarse y desarrollen resistencia, lo que haría que el medicamento deje de funcionar en el futuro.
Conclusión
La clindamicina es un antibiótico muy útil en gatos, especialmente para tratar heridas, abscesos o infecciones dentales. La mayoría la tolera bien, aunque algunos pueden presentar molestias digestivas leves.
Eso sí, como todo antibiótico, no sirve contra todas las bacterias. Su uso debe limitarse a lo que determine el criterio de un veterinario.
Aviso sobre la dosificación de medicamentos: Solo podemos proporcionar dosis para medicamentos aprobados por la FDA en gatos y únicamente conforme a lo establecido en sus etiquetas. Cuando se trata de medicamentos usados fuera de etiqueta, solo ofrecemos información general y consideraciones de seguridad. La dosificación segura y adecuada en estos casos debe ser determinada exclusivamente por un veterinario de cabecera.
Te recomendamos trabajar siempre en conjunto con tu veterinario para saber si un medicamento es adecuado para tu gato. Modificar o ajustar una dosis por cuenta propia implica riesgos. Tampoco se recomienda administrar medicamentos de uso humano a animales sin haberlo consultado previamente con un veterinario.