Intoxicación por Tylenol en gatos: descripción general, síntomas y tratamiento

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Envenenamiento por Tylenol en gatos

El Tylenol (acetaminofén o paracetamol) es una de las sustancias más tóxicas para los gatos y suele causar la muerte. En este artículo conocerás por qué ocurre este tipo de intoxicación, qué hacer si tu gato entra en contacto con esta sustancia y cómo evitar que suceda.

Acerca de la intoxicación por Tylenol en los gatos

Tylenol es el nombre comercial del acetaminofén en América del Norte, conocido como paracetamol en Europa. Panadol es otra marca común que contiene este compuesto como ingrediente activo. Se trata de un medicamento de venta libre muy utilizado en personas (y en ocasiones en perros) por sus efectos analgésicos y antipiréticos. Aún se desconoce cómo actúa exactamente en el organismo.

¿Puedes darle Tylenol a un gato?

Aunque en otras especies una dosis baja de acetaminofén no representa un riesgo, en los gatos incluso pequeñas cantidades pueden provocar daños graves con rapidez, debido a su alta sensibilidad a esta sustancia.

Este fármaco, al igual que el ibuprofeno, puede ser seguro para las personas, pero resulta extremadamente peligroso para los gatos.

El Tylenol se metaboliza principalmente mediante la conversión a compuestos inactivos, a través de su conjugación con sulfato y glucurónido. Los gatos cuentan con niveles muy bajos de la enzima glucuronil transferasa, esencial para este proceso. Como consecuencia, no logran metabolizar el medicamento con la misma eficacia que otras especies y activan vías alternativas que generan subproductos tóxicos.

Por esta razón, los gatos son especialmente propensos a sufrir intoxicaciones por Tylenol. Una sola dosis de apenas 10 mg/kg puede desencadenar síntomas graves, a pesar de ser segura para otros animales.

En la mayoría de los casos, la intoxicación ocurre cuando una persona administra el medicamento a su gato sin saber los riesgos. Por eso es fundamental dejar claro que este producto no debe usarse nunca en el tratamiento de felinos.

¿Cómo afecta el Tylenol a los gatos?

Cómo afecta el Tylenol a los gatos

El Tylenol afecta al organismo de tu gato de forma diferente a la tuya. Provoca daños en los glóbulos rojos, lo que provoca complicaciones graves.

La intoxicación por Tylenol provoca dos efectos principales en los gatos: metahemoglobinemia y daño hepático.

Los subproductos generados al descomponerse el Tylenol en el organismo del gato afectan los glóbulos rojos, elevando los niveles de metahemoglobina. A esto se le conoce como metahemoglobinemia. Normalmente, el oxígeno se transporta a través de la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos que lo libera a las células del cuerpo.

La metahemoglobina también transporta oxígeno, pero no lo libera adecuadamente, lo que impide que los tejidos lo utilicen. Algunos síntomas de este problema incluyen decaimiento, debilidad, respiración acelerada (taquipnea), encías amoratadas (cianosis) y dificultad para respirar (disnea).

La incapacidad del gato para metabolizar correctamente el Tylenol también afecta al hígado, provocando toxicidad hepática. Esto puede derivar en síntomas de insuficiencia hepática como apatía, falta de apetito, ictericia (color amarillento en piel y mucosas), vómito e incluso la muerte.

Síntomas de intoxicación por Tylenol en gatos

El Tylenol provoca síntomas clínicos en gatos relacionados con la metahemoglobinemia y la toxicidad hepática. Entre ellos se encuentran el decaimiento, la debilidad, la falta de apetito, la respiración acelerada, encías moradas, ictericia, malestar digestivo (como vómito) y la muerte. En algunos casos también puede aparecer hinchazón en las patas.

A veces, los gatos intoxicados desarrollan ojo seco, debido a una disminución en la producción de lágrimas.

Diagnóstico de intoxicación por Tylenol en gatos

1. Toma de historia clínica detallada

El veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos del entorno y los cuidados de tu gato. En muchos casos, los antecedentes permiten sospechar una exposición al Tylenol, especialmente si se le administró el medicamento en casa. La cantidad de acetaminofén ingerida es clave, y en esta etapa también se puede contactar a un centro especializado en toxicología veterinaria.

2. Examen físico

Se realizará una revisión completa, poniendo especial atención a signos que indiquen intoxicación por Tylenol. La observación de las mucosas para detectar ictericia o cianosis es fundamental.

3. Análisis de sangre de rutina

Lo más probable es que el veterinario solicite un perfil sanguíneo general, que incluya hemograma y pruebas bioquímicas.

Los hallazgos típicos son anemia (bajo conteo de glóbulos rojos) y la presencia de cuerpos de Heinz (pequeñas manchas visibles en los glóbulos rojos, causadas por hemoglobina dañada). En el perfil bioquímico pueden aparecer enzimas hepáticas elevadas, alteraciones en los valores renales y bilirrubina alta (ictericia).

4. Análisis de sangre especializados

La metahemoglobina puede detectarse mediante análisis especializados.

Si el diagnóstico no está claro, existe la opción de medir los niveles de acetaminofén en suero, en laboratorios de toxicología humana.

5. Análisis de orina

Los estudios rutinarios de orina pueden mostrar la presencia de bilirrubina, hemoglobina e incluso glucosa. En el sedimento urinario podrían encontrarse cilindros y células sanguíneas.

6. Otras pruebas

Las biopsias hepáticas o renales pueden revelar daños característicos, aunque rara vez se recurre a ellas.

Tratamiento de la intoxicación por Tylenol en gatos

Tratamiento de la intoxicación por Tylenol en gatos

Existen varias formas de tratamiento para la intoxicación por Tylenol en gatos.

La inducción del vómito puede ayudarte a eliminar el Tylenol del estómago del gato si se realiza con rapidez, idealmente dentro de los primeros 30 minutos tras la ingestión.

Aunque consigas provocar el vómito, el tratamiento adicional para la intoxicación por acetaminofén sigue siendo fundamental. El uso de carbón activado también puede indicarse para reducir la absorción del medicamento desde el tracto digestivo.

El tratamiento específico abarca distintos aspectos:

Metemoglobinemia

  • Acetilcisteína: No reduce directamente los niveles de metemoglobina, pero modifica el metabolismo del gato para que el organismo la gestione con mayor facilidad.
  • Azul de metileno: Busca disminuir la metemoglobina, aunque dosificarlo correctamente en gatos es complicado y podría empeorar la situación. Por eso, muchos veterinarios prefieren no usarlo.
  • Cimetidina: puede ralentizar la transformación del acetaminofén en compuestos tóxicos.
  • Silimarina y glutatión: se han utilizado en ocasiones, aunque su efectividad no está bien comprobada.

Daño hepático

  • Pueden recomendarse SAM-e (medicación antioxidante y protectora hepática), n-acetilcisteína y ácido ascórbico (vitamina C).

También es clave el soporte general: terapia intravenosa (e incluso transfusiones en algunos casos), vitaminas del complejo B, antieméticos y cuidados de enfermería adecuados para mantener la temperatura corporal estable.

El seguimiento continuo es crucial. Se requieren análisis de sangre repetidos y control constante. Si el gato presenta sequedad ocular, pueden administrarse lágrimas artificiales.

Prevención de la intoxicación por Tylenol en gatos

Los dueños de mascotas deben guardar Tylenol de forma segura, fuera del alcance de las mascotas, y el medicamento nunca debe administrarse a los gatos.

Conclusión

La intoxicación por Tylenol es una de las más frecuentes en gatos y suele ocurrir cuando un dueño administra el medicamento a su mascota. Si sabes que tu gato ha ingerido esta sustancia, llevarlo rápidamente al veterinario de urgencias es fundamental y puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.