El prolapso uterino en gatos, también conocido como útero prolapsado, ocurre cuando el útero de una gata se invierte y sale por la vulva, sobresaliendo por la parte trasera del cuerpo. Se trata de una urgencia obstétrica que requiere atención veterinaria inmediata para salvar la vida del animal. Sigue leyendo para conocer más sobre esta delicada condición.
¿Qué tan común es el prolapso uterino?
El prolapso uterino en las gatas es poco frecuente. No supone ningún riesgo para las gatas esterilizadas y nunca se observa en gatas no preñadas. Casi siempre ocurre al final del parto (el proceso de nacimiento), después de que haya nacido el último gatito.
La incidencia es mayor si existe distocia (dificultad para expulsar los gatitos) y si ha habido una intervención manual para ayudar a los gatitos a nacer. En teoría, podría ocurrir si una gata embarazada hubiera sufrido un aborto.
Puede afectar a todos los gatos domésticos, pero es más común en razas de pedigrí como los siameses o los de pelo corto. Esto se debe probablemente a que se los suele tener para la cría.
¿Por qué se denomina prolapso uterino a esta afección?
La palabra “prolapso” proviene del latín y significa “caerse”. Por lo tanto, si un órgano abdominal (como el útero, el intestino o la vejiga) está “prolapsado”, significa que se ha “caído” del abdomen.
En el caso del útero, el prolapso se produce a través de la vulva. Esto significa que el útero se da vuelta al empujar la gata para dejar salir a los gatitos. La eversión del útero es un poco como dar vuelta un calcetín.
¿Cómo se produce el prolapso uterino en los gatos?
Cuando las reinas embarazadas se esfuerzan para empujar a los gatitos recién nacidos fuera del útero a través de la vulva, la presión dentro del abdomen aumenta.
Por lo general, el útero permanece en su lugar a pesar de esta presión. A veces, los ligamentos internos que unen el útero a la pared abdominal se aflojan y el útero mismo es empujado hacia el mundo exterior.
¿Cuáles son los signos de un prolapso uterino?

Los signos de un prolapso uterino son muy obvios, lo que deja claro cuándo una gata necesita ayuda médica.
Los signos de un prolapso uterino son muy evidentes y dramáticos: un objeto grande, rojo y carnoso sobresale por debajo de la cola de la gata, saliendo de la vulva. Es posible que se vean uno o ambos cuernos del útero.
La gata afectada también puede tener dificultad para orinar (disuria) debido a la obstrucción de la uretra por el prolapso. También puede observarse tenesmo (esfuerzo y pujo con contracción del abdomen).
Las gatas con este problema suelen estar inapetentes y con dolor.
Diagnóstico del prolapso uterino
Los síntomas de un prolapso uterino son tan evidentes que es fácil hacer un diagnóstico visual general inmediato. Una gata con este problema debe ser llevada urgentemente al veterinario. Si tienes un collar isabelino en casa, colócaselo a tu gata de camino a la clínica veterinaria para evitar que se autolesione el órgano que sobresale.
Tu veterinario puede tomar las siguientes acciones.
1. Toma de historia clínica detallada
Como en cualquier caso veterinario, tu veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos de la vida y salud de tu gato. Esto incluirá preguntas sobre su historial reproductivo (cuándo estuvo en celo, cuándo ocurrió la copulación, etc.) y sus hábitos recientes (alimentación, bebida, eliminación de orina y heces, etc.).
También te pedirá detalles específicos sobre lo que has notado en las últimas 12 a 24 horas (¿notaste alguna secreción vaginal? ¿La gata estaba esforzándose al intentar orinar o defecar?).
2. Examen físico
El veterinario examinará cuidadosamente a tu gata, revisando el útero protruyente y evaluando su salud general al mismo tiempo. En primer lugar, el veterinario se asegurará de que el objeto protruyente sea efectivamente el útero (podría ser un prolapso vaginal, o incluso el intestino inferior). En segundo lugar, determinará si está involucrado uno o ambos cuernos uterinos.
También evaluará el grado de daño en el útero (la necrosis, o muerte de los tejidos vivos, podría estar afectando partes del órgano prolapsado, o incluso podría haberse producido una ruptura uterina). Tu gata podría estar en shock, por lo que el veterinario lo valorará revisando sus membranas mucosas, auscultando el corazón, entre otros.
3. Análisis de sangre de rutina
Es probable que el veterinario sugiera realizar análisis de sangre, incluyendo el panel habitual de pruebas diagnósticas, como hematoanálisis (recuento sanguíneo) y perfiles bioquímicos. Esto permitirá confirmar que no hay otro problema subyacente que esté enfermando a tu gata.
4. Diagnóstico por imágenes
Se pueden realizar radiografías y una ecografía para obtener detalles más precisos sobre el prolapso. Estas pruebas también ayudan a identificar otros factores relevantes, como la posibilidad de que la vejiga urinaria esté involucrada en el prolapso, la presencia de líquido en el abdomen, entre otros.
Tratamiento del prolapso uterino

En la mayoría de los casos, la extracción del útero prolapsado es el procedimiento más adecuado para mejorar el pronóstico de la gata.
Normalmente, el útero prolapsado se elimina mediante cirugía. En teoría, podría ser posible invertir el útero y devolverlo al abdomen a través de la vagina, luego por el cuello uterino, hasta su posición anatómica normal. Si se intentara esto, probablemente sería necesaria una episiotomía (ensanchamiento de la vulva mediante incisiones quirúrgicas).
Sin embargo, en la práctica, dado que las gatas son animales pequeños y el útero prolapsado es muy grande, este procedimiento no sería práctico. Además, la mayoría de los dueños no desean que sus gatas reproduzcan nuevamente, debido al riesgo de que el prolapso se repita. Por lo tanto, tiene más sentido proceder con la extracción quirúrgica del útero.
Generalmente, se realiza una laparotomía para llevar a cabo este procedimiento, comenzando con la extracción de los ovarios (ovariectomía). Luego, se realiza una incisión en el cuello uterino para liberar el cuerpo uterino y poder retirar el órgano extirpado (histerectomía). Muchos informes de casos y publicaciones en revistas veterinarias describen cómo se lleva a cabo este procedimiento, por si algún lector desea obtener más detalles.
Es probable que se necesite tratamiento adicional, como terapia intravenosa para el shock. Después de la cirugía, es crucial una gestión y observación cuidadosa. Esto incluye asegurarse de que la gata orine normalmente, ya que existe el riesgo de obstrucción uretral durante el proceso.
Se colocan suturas después del procedimiento, que deberán retirarse alrededor de diez días después de la cirugía.
Pronóstico para gatas con prolapso uterino
El pronóstico para una recuperación completa de una gata con un útero prolapsado es muy bueno, siempre que se reciba un tratamiento rápido y efectivo. Si el tratamiento implica devolver el útero prolapsado a su posición normal, el pronóstico se complica. Existen riesgos de obstrucción urinaria, recurrencia del prolapso, hemorragia por vasos sanguíneos dañados (como la arteria ovárica), e infección o shock debido al tejido uterino traumatizado.
Prevención del prolapso uterino
La mejor manera de prevenir un prolapso uterino es esterilizar a las gatas (es decir, realizar una ovariohisterectomía) antes de que queden embarazadas.
Conclusión

La única forma segura de prevenir un prolapso uterino en una gata es esterilizarla.
El prolapso uterino es uno de los riesgos que corre una gata que va a tener gatitos. Todos los dueños de gatas que van a tener gatitos deben ser conscientes de este riesgo y estar familiarizados con los pasos que se deben seguir para resolver este problema potencialmente mortal.
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