Ya sea que te mudes a una casa cercana o a otra ciudad con tu gato, la seguridad y la preparación van de la mano. Hay muchas historias de gatos que se han escapado durante el proceso de mudanza, por lo que es fundamental crear un espacio seguro y cómodo, tanto en el lugar de origen como en el destino.
Crea una habitación segura
La “habitación segura” debe crearse antes de empacar la primera caja. A los gatos les encantan sus rutinas y ven cualquier alteración con sospecha. Esto es prácticamente útil cuando se traslada a un gato que vive al aire libre a una nueva casa (traer algunas cajas antes de empacar puede darles una vista previa sin el malestar de la mudanza).
La habitación segura debe incluir:
- Cajas de arena
- Camas cómodas
- Cuencos de comida y agua
- Juguetes favoritos
- Rascadores y transportín
Si tienes un gato asustadizo, proporciónale una caja para que pueda esconderse de los ruidos dentro de la casa.
Mudanza por toda la ciudad

Al mudarse a una nueva casa en la misma ciudad, es fundamental crear una habitación segura en tu nuevo hogar antes de que llegue tu gatito.
Crea una habitación segura en el nuevo lugar con todos los mismos elementos. Puedes optar por transportar a tu gato al inicio o al final de la mudanza, pero asegúrate de mantenerla tras puertas cerradas hasta que se deposite la última caja.
Si contratas una empresa de mudanzas o pides ayuda a amigos, o si no estarás en el lugar para supervisar, deja una nota en la puerta: “Gato(s) dentro – no entrar”. No arriesgues una fuga con las puertas abiertas y personas entrando y saliendo, especialmente al mudarte con un gato mayor.
Cuando llegue el momento de llevar a tu gato al nuevo lugar, colócala en el transportador y súbela al coche.
Lleva algunos objetos de la casa antigua que tengan su aroma familiar. Pasa unos minutos con ella mientras explora la habitación, asegurándole que estará a salvo en su nuevo hogar. Considera instalar un difusor de feromonas Feliway para tranquilizarla.
Solo una vez que hayas terminado con la entrada y salida de personas, deberías dejar salir a tu gato de su habitación segura, y siempre bajo estricta supervisión.
Los gatos son expertos en encontrar los escondites más insólitos. Piensa en mantenerla en su habitación segura durante la noche hasta que se adapte más a su entorno.
En unos días, tu gato debería acostumbrarse a su nuevo hogar y reconocer los muebles y objetos de su antigua casa. Agrega una caja de arena en un lugar que prefieras mientras se acomoda, manteniendo una en su habitación segura. Coloca sus platos de comida y agua en la cocina o donde normalmente se alimenta. Puede regresar a la habitación si se siente ansioso, así que no te apresures a desmantelar todo.
Pronto, ambos se sentirán cómodos en su nuevo entorno.
Mudanza a través del país

Mudarse a otro país requiere más preparación que mudarse a otro lado de la ciudad.
Mudarte con tu gato a otro país requiere una preparación cuidadosa, ya sea que viajes en coche o en avión.
El primer paso es llevar a tu gato al veterinario para un chequeo de salud y actualizar las vacunas. También es recomendable considerar el microchip, por si acaso, Dios no lo quiera, tu gato se escapa. Hay muchas historias aterradoras sobre gatos que logran escapar de sus transportadoras en aeropuertos o paradas, dejando a sus dueños esperando días y semanas antes de poder encontrarlos.
Leer también: Cómo meter a un gato en un transportín: 6 pasos para lograr el éxito
Mudarse con un gato en avión
Si viajas en avión, contacta a las aerolíneas con anticipación para conocer sus requisitos para transportar mascotas y los costos asociados. Existen dimensiones específicas para los transportadores (uno blando funciona mejor), que deben caber debajo del asiento. Asegúrate de incluir información de identificación y un arnés con una correa por si necesitas sacar a tu gato.
Dependiendo de la duración del vuelo, es probable que tu gato no necesite comer ni usar la caja de arena; colocar papel periódico triturado como base puede absorber cualquier accidente. Lleva un pequeño suministro de golosinas o comida y agua para ofrecer en caso de escalas.
Consulta a tu veterinario sobre un sedante si tu gato está demasiado ansioso, aunque lo más probable es que, una vez que el vuelo comience, se duerma durante el trayecto.
Transporte de carga
Los gatos braquicéfalos (de nariz chata), como los persas, no están permitidos en el transporte de carga debido a posibles problemas respiratorios.
Dependiendo de la duración del viaje y del número de transbordos, el transporte de carga puede ofrecer la ventaja de que se puede utilizar un transportador más grande, para poder llevar una caja de arena y una cama más pequeñas. American Airlines tiene información detallada en su sitio web.
United Airlines ha suspendido su programa de viajes PetSafe hasta nuevo aviso. Si bien las aerolíneas enfatizan las prácticas de manejo seguro, quienes tienen experiencia en viajes tienen inquietudes.
Servicio de transporte de mascotas
Como otra opción, un servicio de transporte de mascotas puede encargarse de todos los detalles para llevar a tu gato a su nueva ubicación.
Tienen experiencia en el manejo de los trámites y todos los detalles relacionados con la cuarentena, así como con los trámites aduaneros si te vas a mudar al extranjero. Obviamente, alguien debe estar presente para recibir a tu gato al final de su viaje.
En coche
Si viajas en coche a través del país con tu gato, hay más flexibilidad en cuanto a la comodidad. Un transportador pequeño o uno más grande en el asiento trasero puede ofrecer espacio para una caja de arena y una cama, pero mantén un transportador regular a la mano.
Un transportador acolchado, como el SleepyPod, es cómodo y se puede sujetar con el cinturón de seguridad. Nuevamente, asegúrate de incluir identificación y un arnés con correa para mayor seguridad.
Cuando hagas una parada, dale la oportunidad a tu gato de usar la caja de arena y ofrecerle un bocadillo, siempre manteniendo la seguridad en mente.
Si tu gato está acostumbrado a pasear con correa y tiene una personalidad tranquila, puede disfrutar estirando las patas antes de reanudar el viaje.
Llegada
Una vez que llegues a tu nuevo hogar, el proceso es similar al de la partida. Prepara la habitación segura antes de dejar salir a tu gato, incluyendo los objetos familiares de la casa anterior: camas, especialmente, además de la caja de arena, platos de comida y agua, y rascadores.
Como antes, habrá personas entrando y saliendo, y las puertas estarán abiertas, así que vuelve a colocar esa nota en la puerta y no la dejes salir hasta que se traiga la última caja.
A los gatos les gusta su rutina, y aunque mudarte con tu gato puede ser un desafío, la preparación es clave para facilitar la transición para ambos.