La furosemida, presente en marcas conocidas como Lasix, Salix y Disal, es un medicamento ampliamente utilizado en medicina veterinaria para tratar los signos de insuficiencia cardíaca congestiva en gatos. En este artículo descubrirás qué es, cómo actúa, cuándo se indica su uso, cuáles son los efectos secundarios más frecuentes y las dudas que suelen surgir al respecto.
Descripción general de la furosemida para gatos
Acerca de la furosemida para gatos
La furosemida, conocida también por su nombre comercial Lasix, es un medicamento perteneciente al grupo de los diuréticos de asa.
Un diurético se emplea para aumentar la eliminación de líquidos, estimulando la producción de orina a través de los riñones.
Existen varios tipos de diuréticos, pero los de asa actúan directamente sobre una estructura específica del riñón llamada asa de Henle. Esta parte del riñón se encarga, en gran medida, de reabsorber y conservar agua y electrolitos como sodio, cloro y potasio.
En pocas palabras, la furosemida impide esa reabsorción, lo que provoca una mayor eliminación de orina.
Cuando el cuerpo acumula líquidos en lugares donde no debería —como ocurre con el edema pulmonar causado por insuficiencia cardíaca congestiva—, la furosemida ayuda a movilizar ese exceso de agua para que los riñones lo expulsen.
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¿Qué hace la furosemida en los gatos?
La insuficiencia cardíaca congestiva es la condición más frecuente para la que se utiliza furosemida en gatos. Aquí, el corazón no bombea la sangre correctamente debido a un mal funcionamiento. La sangre se acumula por el flujo deficiente, y el aumento de presión y estrés en el corazón provoca la acumulación de líquido en los pulmones, conocida como edema pulmonar.
En los gatos, es común que el líquido se acumule alrededor de los pulmones, lo que se llama derrame pleural.
Ya sea que el líquido se acumule dentro de los pulmones (edema pulmonar) o alrededor de ellos (derrame pleural), siempre dificulta la respiración porque los pulmones no pueden llenarse bien de aire. Si no se trata, la insuficiencia cardíaca congestiva puede resultar fatal.
La administración de furosemida ayuda a extraer el líquido de esos espacios anormales, aliviando la dificultad para respirar del gato. Este es el tratamiento inicial fundamental para el edema pulmonar. En el caso del derrame pleural, también es muy común drenar manualmente el líquido del pecho.
Existen varias enfermedades cardíacas que pueden desencadenar insuficiencia congestiva en gatos, aunque aquí no se abordan en detalle. La miocardiopatía hipertrófica (MCH) es la más habitual.
En ocasiones, la furosemida se emplea en casos graves de insuficiencia renal aguda, especialmente cuando la producción de orina se detiene casi por completo, lo que se conoce como insuficiencia renal oligúrica. Este tratamiento suele administrarse en hospitales, buscando estimular a los riñones para que vuelvan a producir orina y eliminen electrolitos, lo que permite corregir desequilibrios de líquidos y ácidos en el cuerpo mediante terapia intravenosa.
Efectos secundarios de la furosemida en gatos

Los gatos con poco apetito y signos de deshidratación pueden tener más probabilidades de experimentar los efectos.
Aunque la furosemida resulta fundamental y puede salvar vidas, sobre todo en casos de insuficiencia cardíaca congestiva, es importante conocer sus posibles efectos secundarios.
Pueden aparecer desequilibrios en electrolitos y en el balance ácido-base. Al comenzar el tratamiento, es habitual monitorear con más frecuencia niveles de sodio, cloro y potasio.
Este medicamento también aumenta la carga sobre los riñones al estimular la filtración y producción de orina. Las mascotas con función renal normal suelen tolerar bien las dosis iniciales y de mantenimiento, pero los gatos con problemas renales previos podrían experimentar un deterioro.
Por eso se realizan análisis de sangre más frecuentes, especialmente para evaluar el nitrógeno ureico y la creatinina, indicadores clave de la función renal.
Los gatos que comen y beben con normalidad tienen menos riesgo de efectos adversos. En cambio, aquellos con poco apetito o signos de deshidratación son más vulnerables.
Entre otros efectos menos comunes están alteraciones digestivas como náuseas, vómitos y diarrea, sin relación directa con la función renal.
Aunque es un medicamento habitual en humanos, su uso inadecuado puede ser peligroso para los gatos. Solo debe administrarse bajo supervisión veterinaria y nunca por cuenta propia.
Una sobredosis puede provocar insuficiencia renal aguda, desequilibrios electrolíticos, alteraciones neurológicas como letargo, coma y convulsiones, e incluso un colapso cardiovascular. Asegúrate de guardar la medicación fuera del alcance de tus mascotas.
Si notas que tu gato presenta síntomas extraños mientras toma furosemida, o si ha ingerido accidentalmente pastillas prescritas a un humano, contacta de inmediato a tu veterinario o a los centros de control de intoxicaciones como el ASPCA Animal Poison Control Center (1-888-426-4435) o Pet Poison Helpline (1-855-764-7661) para recibir orientación.
Dosis de furosemida para gatos

Es muy importante no cambiar ni alterar la dosis de furosemida de tu gato sin consultar con tu veterinario o cardiólogo veterinario.
La dosis de furosemida varía según la gravedad del problema que se trate y la presencia de factores que lo compliquen, como enfermedades renales simultáneas, por lo que no se puede establecer una cantidad fija.
Por lo general, se comienza con dosis bajas que se van ajustando gradualmente según la respuesta del gato. Esto incluye la reducción del líquido en y alrededor de los pulmones, así como la evaluación de la función renal.
La frecuencia de administración también puede cambiar bastante. Al principio, suele darse una o dos veces al día, aunque en casos más graves o difíciles de controlar puede ser necesario aumentar a tres tomas diarias.
Es fundamental que no modifiques la dosis sin consultar primero con tu veterinario o cardiólogo veterinario. En muchos casos de insuficiencia cardíaca congestiva, te indicarán cómo aumentar temporalmente la dosis o añadir una toma extra si notas signos preocupantes, como un aumento en la respiración o dificultad para respirar.
Si tu gato presenta signos de dificultad respiratoria debido a la insuficiencia cardíaca, busca atención veterinaria inmediata, ya que podría requerir atención de urgencia.
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La presentación oral de la furosemida puede tardar hasta una hora en hacer efecto. En casos de insuficiencia cardíaca aguda, suele administrarse una versión inyectable que actúa más rápido, siempre bajo vigilancia estricta en la clínica o el hospital.
Conclusión

Si tu gato presenta un ritmo cardíaco irregular, el veterinario realizará un examen físico completo, que incluye escuchar atentamente los latidos del corazón.
La furosemida es un medicamento fundamental, especialmente dentro del tratamiento para gatos con insuficiencia cardíaca congestiva.
Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida y prolongar el tiempo de supervivencia de estos pacientes. No obstante, puede afectar el equilibrio de electrolitos y la función renal, por lo que es imprescindible realizar controles frecuentes mediante análisis para ajustar la dosis si es necesario.
Siempre sigue las indicaciones de dosificación proporcionadas y no modifiques la dosis por tu cuenta sin consultar antes con tu veterinario.
Aviso sobre dosificación: Solo podemos ofrecer dosis para medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para uso en gatos y conforme a las indicaciones oficiales. En el caso de medicamentos usados fuera de etiqueta, solo brindamos pautas generales y datos de seguridad. La dosificación segura y adecuada en estos casos solo puede determinarla un veterinario de confianza.
Te recomendamos trabajar siempre con tu veterinario para evaluar si un medicamento es adecuado para tu gato. Cambiar o ajustar dosis sin supervisión profesional implica riesgos. Tampoco recomendamos el uso de medicamentos humanos en mascotas sin la autorización expresa de un veterinario.