- ¿Qué es el letargo en los gatos?
- Diferencias entre un gato cansado y un gato letárgico
- Comportamientos de un gato cansado
- Comportamientos de un gato letárgico
- Causas del letargo en los gatos
- Causas no médicas del letargo
- Causas médicas del letargo en los gatos
- ¿Qué hacer si tu gato está letárgico?
- Conclusión
Un gato que muestra menos energía de lo normal está letárgico. Las causas pueden variar, y aunque en ocasiones se relaciona con la conducta, lo más frecuente es que tu gato te esté indicando que algo no anda bien en su salud.
¿Qué es el letargo en los gatos?
La letargia es una falta de energía o entusiasmo. Un gato letárgico parece decaído, somnoliento o apagado, duerme más de lo habitual y ya no juega como antes. También puede notarse más débil y menos activo. A veces ni siquiera se levanta para ir al arenero y puede presentar otros síntomas de enfermedad.
En algunos casos, además de la falta de energía, hay fiebre, malestar estomacal con vómito o diarrea, o una pérdida total de interés por la comida, el agua o sus premios favoritos. Si el letargo se mantiene por varios días, pueden notarse pérdida de peso o debilitamiento muscular.
Existen distintos niveles de letargia.
Algunos gatos solo están un poco apagados y ya no juegan ni se mueven tanto como de costumbre. Otros simplemente no juegan en absoluto. Cuando el letargo es grave, ni siquiera quieren moverse y a veces se rehúsan a levantar la cabeza.
Los gatos tienden a ocultar cualquier malestar durante el mayor tiempo posible. Por eso, muchas veces no te das cuenta de que está enfermo hasta que los síntomas son evidentes y la enfermedad ya está avanzada.
Reconocer la letargia puede ser más complicado en gatos mayores. Al llegar a la vejez, incluso los más activos se vuelven más lentos y tranquilos por cambios normales como la artritis, pérdida de masa muscular y otras transformaciones propias de la edad.
Diferencias entre un gato cansado y un gato letárgico

¿Cómo saber si tu gato está letárgico o simplemente cansado? Puede resultar complicado, pero si observas de cerca a tu gato, obtendrás las respuestas.
Puede ser difícil determinar si un gato está realmente letárgico y enfermo o simplemente cansado y necesita dormir un poco más.
Comportamientos de un gato cansado
Un gato cansado duerme más, pero al despertar juega, corre, explora y se comporta con normalidad. Sigue comiendo y bebiendo como siempre. El cansancio solo dura un rato. Después de descansar tras una tarde agitada, vuelve a su rutina con la energía y curiosidad de siempre.
Comportamientos de un gato letárgico
Un gato letárgico presenta debilidad, decaimiento o falta de energía durante un periodo prolongado. Incluso después de una buena siesta o de tomar el sol, sigue apagado y mucho menos activo de lo habitual. La letargia indica que hay un problema de salud, y casi siempre viene acompañada de otras señales de alerta.
Muchos gatos en este estado se esconden en lugares oscuros y tranquilos, como debajo de la cama o dentro de un clóset. Suelen alejarse tanto de las personas como de otros animales.
Causas del letargo en los gatos

El letargo no es una forma de enfermedad en sí misma, sino que suele ser un síntoma de un problema de salud.
La lista de causas de letargia en gatos es larguísima. Prácticamente cualquier enfermedad, dolencia o lesión puede incluir la falta de energía como síntoma.
También existen factores que provocan letargia sin estar ligados a una enfermedad o condición médica. Aunque son menos frecuentes, cuando se presentan, el gato puede parecer igual de apagado.
Causas no médicas del letargo
Estrés y ansiedad
Un gato puede estresarse o ponerse ansioso por muchas razones. Tal vez hay un cambio en casa o en su entorno, se siente mal, tiene alguna molestia física, o simplemente hay demasiado movimiento a su alrededor. Cualquier alteración, por pequeña que parezca, puede afectarlo.
Leer también: 5 señales visuales de un gato estresado y cómo ayudarlo
Para ayudar a un gato estresado o ansioso, piensa en qué ha cambiado recientemente en casa que podría estar afectándolo. Ofrécele estímulos variados: juguetes, sesiones de juego con láser, rascadores, árboles para trepar, hierba gatera y todo lo que lo mantenga entretenido.
Puedes usar feromonas especiales para gatos o suplementos calmantes recomendados por un veterinario. Elimina cualquier fuente de estrés que puedas controlar.
Cambios en el medio ambiente
Los cambios en el entorno de un gato, ya sea interior o exterior, grandes o pequeños, pueden ser un gran problema para él.
Pérdida de una mascota o de un dueño cercano
Perder a un miembro cercano de la familia es difícil tanto para las personas como para los animales. Algunos gatos sienten estas ausencias con más intensidad y reaccionan volviéndose inactivos, tristes o escondiéndose. Dale tiempo para adaptarse y asegúrate de que siga comiendo, bebiendo y usando el arenero con normalidad.
Mudanzas
Mudarse es estresante para todos los involucrados, ¡y los gatos no están excluidos! Para un gato, mudarse a una nueva casa puede ser aterrador con todas las nuevas vistas, olores y ruidos. El gato puede esconderse o cambiar su comportamiento a medida que se adapta.
Nuevos propietarios
Al igual que mudarse de casa, cambiar de familia puede ser una experiencia estresante y aterradora para un gato. Frente a este tipo de cambio, es común que se vuelva menos activo, se esconda o muestre otras señales de ansiedad o incomodidad.
Nuevas incorporaciones al hogar, como nuevos bebés u otras mascotas
Incluir nuevos miembros en el círculo familiar que tu gato ya conoce puede generar estrés. Facilita su adaptación presentándolos de forma gradual y con calma.
Alojamiento o cuidadores de mascotas
Cuando te vas de vacaciones, tu gato puede quedarse en una pensión rodeado de extraños o en casa, cuidado por alguien con horarios distintos.
Aunque los gatos son muy resistentes, también son criaturas de hábitos, y cualquier cambio en su entorno o rutina puede alterar su comportamiento y nivel de energía.
Deja con él algo que le resulte familiar, como una prenda o manta con tu olor, sus juguetes o cama favoritos, y asegúrate de que siga con su dieta habitual.
Causas médicas del letargo en los gatos
Las causas médicas de letargia son muchas. Aun así, existen algunas alteraciones generales que se presentan con frecuencia en gatos y que provocan falta de energía.
Infecciones
Los gatos pueden presentar infecciones en distintos órganos o sistemas del cuerpo. Estas pueden ser provocadas por bacterias, virus, hongos, parásitos u otros agentes infecciosos. A veces se trata de una infección localizada, como un absceso o una herida, y otras veces es más generalizada, como una infección viral.
Los gatos con infecciones suelen tener fiebre y perder el apetito.
Cáncer
Los gatos pueden desarrollar distintos tipos de cáncer en varios órganos. Esta enfermedad se presenta principalmente en gatos mayores, en sus años de adultez avanzada.
Los gatos en etapas avanzadas de cáncer suelen estar muy débiles, decaídos y a menudo rechazan la comida y el agua por sí mismos.
Problemas urinarios
Existen varios tipos de enfermedades del tracto urinario que afectan a los gatos. Las infecciones del tracto urinario, la cistitis, los bloqueos uretrales y los cálculos en la vejiga urinaria son enfermedades del tracto urinario inferior que pueden causar letargo en los gatos.
Presta atención a los cambios en la micción de tu gato como señal de que algo anda mal.
Nefropatía

Tu veterinario puede diagnosticar a tu gato con insuficiencia renal realizando análisis de sangre
Los gatos mayores son propensos a sufrir insuficiencia renal crónica. Esta enfermedad es una pérdida progresiva de la función renal y, a menudo, los gatos parecen débiles, frágiles o cansados y, a veces, vomitan, beben más de lo normal u orinan más de lo normal.
Enfermedad del hígado
Las enfermedades del hígado y de la vesícula biliar también pueden hacer que los gatos se sientan enfermos y letárgicos. Con frecuencia, cuando los gatos no comen, sufren una enfermedad del hígado graso que puede hacer que se sientan aún más enfermos de lo que estaban al principio.
Enfermedad dental
Los gatos acumulan cada vez más sarro en los dientes a medida que envejecen, a menos que reciban cuidados dentales regulares. En raras ocasiones, los gatos pueden astillarse o romperse un diente y, lo que es más común, los dientes con una cantidad significativa de sarro pueden infectarse y provocar un absceso en la raíz del diente.
La gingivitis y la estomatitis pueden provocar dolor en la boca y sensibilidad al comer o beber. Los gatos con enfermedades o infecciones dentales pueden dejar de comer, volverse letárgicos, tener mal aliento, tener dificultad para masticar y pueden rechinar o castañetear los dientes.
Enfermedad neurológica
Existen diversas enfermedades neurológicas que pueden afectar a los gatos, desde lesiones en la médula espinal hasta convulsiones. Cuando el sistema nervioso de un gato se ve afectado, su comportamiento también se ve afectado y, a menudo, son menos activos de lo normal.
Lesiones
Los gatos lesionados casi siempre son menos activos simplemente porque sus lesiones son dolorosas y les impiden disfrutar de las actividades que normalmente disfrutan.
Cardiopatía
Los gatos suelen sufrir miocardiopatía hipertrófica (MCH), que provoca el agrandamiento del músculo cardíaco, lo que hace que el corazón trabaje más y puede reducir el nivel de actividad del gato.
Enfermedad respiratoria
Las enfermedades pulmonares, como el asma, la neumonía o la bronquitis, pueden provocar que un gato se vuelva letárgico, pierda el interés por la comida o tenga fiebre. Los gatos con enfermedades respiratorias pueden presentar dificultad para respirar, tos o intolerancia al ejercicio.
Enfermedad gastrointestinal
Los gatos con enfermedades del tracto gastrointestinal a menudo están enfermos y deprimidos, especialmente si han estado enfermos durante un tiempo.
Por lo general, estos gatos no comen tanto como antes y, a veces, después de comer enferman. También pierden peso, vomitan, tienen diarrea y, en ocasiones, más bolas de pelo de lo habitual.
Enfermedad sistémica
Existen varias enfermedades que pueden afectar a un gato en general y hacer que se enferme. La anemia, las enfermedades autoinmunes y las infecciones virales son algunos problemas de salud que pueden causar letargo.
¿Qué hacer si tu gato está letárgico?
Si notas que tu gato pasa más tiempo acostado, deja de jugar, parece decaído o cansado, o muestra cualquier signo de enfermedad, agenda una cita con el veterinario cuanto antes para que lo revisen.
Después de preguntarte sobre su salud y hábitos, y realizar un examen físico completo, el veterinario puede sugerir pruebas diagnósticas como análisis de sangre o radiografías para identificar la causa de la letargia.
Si la falta de energía aparece de repente, empeora o no mejora por sí sola, acude de inmediato al veterinario.
Es fundamental conocer qué es normal en el comportamiento de tu gato para detectar cualquier cambio a tiempo.
Saber cómo actúa habitualmente también te ayudará a responder con precisión cuando el veterinario te pregunte sobre su historial durante la consulta.
Cuando detectes que tu gato está letárgico, asegúrate de que tenga un lugar tranquilo y oscuro para descansar, lejos del ruido y el movimiento de la casa.
Ofrece comida fresca y agua para estimular su apetito. Si no quiere croquetas, prueba con alimento húmedo.
Conclusión
Como ves, la letargia en gatos puede tener muchas causas. Lo más importante es conocer bien a tu gato, distinguir cuándo su comportamiento cambia y acudir al veterinario en cuanto notes que algo no anda bien.