La tos en los gatos generalmente señala un problema de salud. Si escuchas que tu gato tose, es momento de agendar una cita con el veterinario. Existen diversas condiciones médicas que pueden causar tos en los gatos, algunas de las cuales pueden ser graves o contagiosas para otros felinos.
Acerca de la tos felina

Que un gato tosa no siempre requiere una visita al veterinario, pero en algunos casos, sí es indispensable. Tu veterinario podrá ayudarte a identificar y tratar la causa de la tos de tu gato.
Dado que la tos es poco común en los gatos, es posible que te preguntes cómo suena la tos de un gato. Eso puede depender del tipo de tos que tenga tu gato. La tos de un gato puede ser húmeda (con un sonido húmedo y con flema) o seca (que puede sonar como una carraspera).
Los gatos que tosen pueden sonar como si estuvieran teniendo arcadas o vomitando, y un gato que tose puede incluso toser una sustancia espumosa que parece vómito.
Cuando un gato “escupe” una bola de pelo, en realidad está vomitando. Sin embargo, si una bola de pelo se queda atascada en su camino hacia arriba y hacia afuera del esófago, el gato puede toser y toser repetidamente en un intento de expulsarla. Si tu gato expulsa un mechón de pelo, es probable que la tos esté relacionada con una bola de pelo, especialmente si tu gato no presenta ningún otro síntoma.
A veces, un gato que vomita puede sonar como si estuviera tosiendo, especialmente si tiene muchas arcadas y toses. Si encuentras un charco de bilis o comida (y no solo espuma transparente), es probable que el gato esté vomitando en lugar de tosiendo.
Tanto los vómitos como la tos justifican una visita al veterinario, especialmente si el gato parece estar muy enfermo (no come, está letárgico, presenta diarrea, etc.).
¿Por qué mi gato tose?

Al igual que los humanos, los gatos pueden comenzar a toser por una amplia variedad de razones.
Las causas de la tos en los gatos varían. Algunas de las causas más comunes de la tos en los gatos incluyen:
Alergias
La tos en los gatos se debe frecuentemente a alergias. Los gatos pueden ser alérgicos a muchas sustancias diferentes, incluidos ambientadores, irritantes o productos químicos en el hogar, humo de cigarrillo, polvo de la arena para gatos, moho, perfume y polen, entre muchas otras cosas.
Infección del tracto respiratorio superior o inferior
Las infecciones respiratorias virales o bacterianas son bastante comunes en los gatos, especialmente en los gatos que viven en lugares con una gran cantidad de gatos, como refugios y criaderos. Los gatos que tosen debido a una infección de las vías respiratorias superiores también pueden experimentar congestión, estornudos, secreción nasal y disminución del apetito.
Asma
El asma felina es una causa común de tos en los gatos. El asma puede desencadenarse por muchas de las mismas causas que las alergias (ver más arriba). Los gatos que padecen asma suelen tener sibilancias, además de toser y posiblemente tener arcadas. El asma es una enfermedad grave porque inhibe la respiración del gato.
De hecho, un ataque de asma puede ser una emergencia médica. Si ves que tu gato tose, resuella o respira con la boca abierta, o notas que las encías o la lengua de tu gato se ven azules o grises, llévalo al veterinario de inmediato. Los gatos que sufren un ataque de asma también pueden encorvarse hasta el suelo, estirando la cabeza y el cuello mientras intentan respirar.
Bordetella
La bordetelosis felina, causada por la bacteria Bordetella bronchiseptica, es una enfermedad extremadamente contagiosa que provoca infecciones de las vías respiratorias superiores. Es más común en gatos alojados en refugios de animales, tiendas de mascotas o instalaciones de cría. Los gatitos muy jóvenes son especialmente susceptibles.
Daños a la tráquea
Si el collar de tu gato está tan ajustado que aprieta la tráquea, o si tu gato sufre una lesión en la tráquea, puede toser.
Laringitis
La laringitis, o inflamación de la laringe, puede provocar tos en los gatos. Los gatos que tosen después de comer o mientras comen pueden tener una enfermedad de la laringe o del esófago.
Cuerpo extraño en la vía aérea
Los gatos a veces inhalan pequeños trozos de hierba o semillas, u objetos extraños que irritan las vías respiratorias y provocan tos.
Cardiopatía
La tos debida a insuficiencia cardíaca congestiva es más común en perros que en gatos, pero los gatos también pueden toser cuando su función cardíaca está disminuida.
Gusanos pulmonares
Los gusanos pulmonares son parásitos que se instalan en los pulmones, donde causan estragos. Son un tipo de lombriz intestinal. Además de tos, los síntomas de los gusanos pulmonares en los gatos incluyen dificultad para respirar y secreción nasal.
Gusanos del corazón
Aunque los gusanos del corazón son menos comunes en los gatos que en los perros, los gatos pueden infectarse con este parásito. Los gusanos del corazón se instalan en el corazón y las arterias pulmonares, donde maduran desde pequeñas larvas hasta adultos.
La enfermedad del gusano del corazón en los gatos puede ser fatal, por lo que se recomienda utilizar un preventivo mensual contra el gusano del corazón, especialmente para los gatos que viven al aire libre o en áreas donde abundan los gusanos del corazón.
Cáncer de pulmón
La tos es uno de los signos del cáncer de pulmón en los gatos, aunque muchos gatos con cáncer de pulmón a menudo no presentan síntomas.
Neumonía (infección pulmonar)
La neumonía es una infección de los pulmones que puede ser causada por un virus, una bacteria o un hongo. Los gatos pueden sufrir neumonía si aspiran (inhalan) accidentalmente líquido o comida en los pulmones.
¿Qué hacer si tu gato empieza a toser?
Si crees que tu gato está tosiendo, presta atención a cuándo tose, con qué frecuencia lo hace y cómo suena la tos. Tu veterinario podría pedirte que describas el sonido de la tos si tu gato no está tosiendo activamente cuando lo lleves para un examen. Si puedes, intenta grabar un video de tu gato tosiendo para mostrárselo al veterinario.
Si tu gato solo tose una o dos veces y parece estar bien, puedes observarlo y ver si la tos desaparece sola. La tos continua debe ser controlada por tu veterinario, incluso si tu gato no tose todo el día.
Lleva a tu gato de inmediato al veterinario si parece tener dificultad para respirar (jadeo o sibilancia) o si actúa muy enfermo (no come, está letárgico, tiene secreción de la nariz o los ojos, vómitos o diarrea).
El veterinario te hará muchas preguntas sobre la tos de tu gato y realizará un examen físico completo. También podría recomendarte realizar pruebas como análisis de sangre, análisis de orina, radiografías, ecografía del corazón u otros exámenes. El tratamiento para la tos en gatos depende de la causa subyacente y puede incluir cuidados de apoyo, medicamentos, cambios en el estilo de vida o incluso cirugía.
No ignores la tos del gato
Los gatos no suelen toser, así que si escuchas a tu gato toser, no lo dejes pasar. En algunos casos, es necesario tratar la tos de inmediato. Muchas de las causas de la tos en los gatos se pueden resolver con la intervención veterinaria.