La laringitis en gatos ocurre cuando la laringe —sus cuerdas vocales o caja de voz— se inflama y duele. A menudo, lo primero que notas es un cambio en el maullido de tu gato (¡incluso puede quedarse sin voz!), además de otras señales de dolor de garganta, como una tos seca.
La laringitis puede aparecer por sí sola, pero con frecuencia forma parte de una afección subyacente, como una infección respiratoria superior. La variedad de síntomas que muestra tu gato dependerá de qué está causando la inflamación en su laringe.
Puedes notar que está más callado de lo habitual, especialmente si suele ser muy vocal. Igual que a nosotros, cuando un gato tiene laringitis, puede quedarse literalmente sin voz.
Las señales clínicas de que tu gato tiene laringitis incluyen:
- Cambio en la voz
- Pérdida de la voz
- Tos seca
- Cabeza baja
- Dificultad para tragar
- Falta de apetito
- Fiebre
- Respiración ruidosa
- Boca abierta
- Menor actividad
- Mal aliento
Si la laringitis está siendo causada por una infección respiratoria superior, también puedes notar:
- Ojos llorosos o rojos
- Nariz con secreción
- Estornudos
¿Qué causa la laringitis en los gatos?

Si tu gato pasa gran parte del día maullando, te demuestra cuánto disfruta comunicándose verbalmente contigo.
Al igual que el dolor de garganta en las personas, la causa subyacente de la laringitis en los gatos puede ser difícil de determinar.
Aunque a menudo es sólo un síntoma de un resfriado leve en un gato, las causas más comunes de laringitis incluyen:
- Infecciones de las vías respiratorias superiores (como el herpesvirus felino o el calicivirus felino)
- Maullido excesivo
- Irritantes inhalados, como humo, polvo o productos químicos
- Reacciones alérgicas
- Crecimientos o tumores en la garganta (incluidos crecimientos benignos, cáncer de garganta o complejo de granuloma eosinofílico felino)
- Objeto extraño en la garganta que provoca un bloqueo
- Parálisis laríngea
- Hipertiroidismo (tiroides hiperactiva)
- Trauma
- Irritación después de un tubo de respiración durante la anestesia
¿Cómo se diagnostica la laringitis en los gatos?
Si notas señales de laringitis en tu gato, llévalo al veterinario. Si los síntomas son leves, el diagnóstico puede basarse únicamente en el examen físico y en los antecedentes clínicos.
En algunos casos, es necesario realizar estudios adicionales para confirmar el diagnóstico. Estos pueden incluir:
- Análisis de sangre
- Muestras de la nariz, garganta o ojos para detectar agentes infecciosos
- Radiografías de la garganta y el pecho
- Visualización directa de la laringe con un endoscopio (laringoscopía)
¿Cómo se trata la laringitis en los gatos?

La mejor forma de aprender a hablar «miau» con tu gato es observándolo con atención.
Una vez que el veterinario ha hecho el diagnóstico de laringitis, hablará contigo sobre el plan de tratamiento. Este dependerá de la gravedad del cuadro y de la causa que esté provocando la inflamación en la laringe.
En casos leves, no siempre se necesita un tratamiento específico más allá de descanso y cuidados en casa. Cuando tu gato tiene la garganta irritada, el aire seco y frío puede aumentar la molestia. Puedes crear un ambiente cálido y húmedo dejándolo entrar al baño mientras te das una ducha caliente o llenas la tina.
La comida blanda y húmeda puede resultarle más fácil de tragar si tiene la garganta adolorida. Eso sí, introduce cualquier cambio en la dieta de forma gradual para evitar problemas digestivos. Si también tiene la nariz congestionada, límpiasela con cuidado (si se deja) para que pueda respirar mejor y detectar el olor de la comida.
En casos más graves, el veterinario podría recetar medicamentos como antiinflamatorios, corticosteroides, diuréticos o antibióticos si se sospecha de una infección bacteriana. Si se sospecha la presencia de una obstrucción o masa en la laringe, puede ser necesario realizar una cirugía para retirarla.
¿Los gatos con laringitis se recuperan?
La buena noticia es que la mayoría de los casos de laringitis en gatos son leves y pueden tratarse con cuidados en casa o con medicamentos recetados por el veterinario. En estos casos, la recuperación suele completarse en pocos días o en el transcurso de una semana.
A veces, la causa de la laringitis es más grave, como un tumor en la garganta o un cuerpo extraño. En estas situaciones, la recuperación será más lenta y complicada, y en casos poco comunes, no se logra una recuperación total.
Un diagnóstico y tratamiento oportunos por parte del veterinario le darán a tu gato la mejor oportunidad de mejorar por completo. Si sospechas que puede tener laringitis, no esperes y llévalo cuanto antes.
¿Se puede prevenir la laringitis en los gatos?

Si la laringitis de tu gato se debe a una infección respiratoria superior, el veterinario puede recetar medicamentos.
Prevenir la laringitis en gatos no siempre es sencillo, así como tampoco lo es evitar por completo un resfriado en humanos. Aun así, asegurarte de que tu gato tenga una alimentación equilibrada y esté al día con sus vacunas ayuda a mantener su sistema inmunológico en buenas condiciones.
También puedes reducir la irritación en sus vías respiratorias evitando el humo de cigarro, el polvo, los aerosoles y otros productos químicos en su entorno.
En conclusión
Al igual que el dolor de garganta en las personas, la laringitis es común en gatos y, por lo general, solo provoca síntomas leves, como un cambio en el maullido. Puede presentarse por sí sola o formar parte de un problema más amplio, como una infección respiratoria superior.
La buena noticia es que la gran mayoría de los gatos con laringitis se recuperan por completo en pocos días con cuidados básicos en casa o con algún medicamento recetado por el veterinario, como un antiinflamatorio.
En ocasiones, la causa puede ser algo mucho más grave. Por eso, si notas señales de laringitis en tu gato, llévalo a consulta para que lo revisen.