Publicado Aug 12, 2024
El sentido del olfato de los gatos es sencillamente asombroso. Es muy superior al de los humanos. De hecho, los gatos tienen alrededor de 200 millones de receptores olfativos en su cavidad nasal, mientras que los humanos tenemos tan solo 6 millones.
Eso significa que la nariz de un gato es casi 40 veces más sensible que la nuestra. No es de extrañar que los gatos dependan en gran medida de su sentido del olfato para casi todos los aspectos de su supervivencia, incluida la comunicación, la caza y la búsqueda de pareja. Es normal que los gatos husmeen mucho, pero ¿qué significa si tu gato husmea más de lo habitual? Vamos a averiguarlo.
Un poco sobre las narices de los gatos
Hay mucho más detrás de esa simpática naricita de botón de lo que te imaginas. Ya hemos aprendido que los gatos tienen muchos más receptores olfativos en sus narices que nosotros y, como resultado, la superficie de la cavidad nasal de un gato es mucho mayor que la nuestra, aunque sus narices sean mucho más pequeñas.
Se estima que el revestimiento interior de la nariz de un gato (llamado epitelio olfatorio) mide 20 centímetros cuadrados, mientras que el epitelio olfatorio de un ser humano mide apenas 4 centímetros cuadrados.
Cuando un gato detecta un olor, los receptores olfativos de la cavidad nasal envían información a través del bulbo olfatorio de la nariz, que a su vez envía una señal a una parte del cerebro llamada amígdala, que procesa la capacidad de detectar y reconocer conscientemente un olor.
Los gatos no solo tienen una nariz extremadamente sensible para percibir olores, sino que también tienen una capacidad mucho mayor para distinguir entre distintos olores que los perros o los humanos. El receptor de la nariz que se encarga de diferenciar los olores se llama receptor V1R.
Los gatos tienen 30 receptores V1R, mientras que los perros tienen nueve y los humanos solo dos. Esto les permite identificar y diferenciar una variedad mucho más amplia de olores. Los gatos pueden incluso oler feromonas, algo que los humanos no podemos hacer.
El órgano vomeronasal
Los gatos tienen un mecanismo de olfato dual muy interesante, por el cual no solo detectan olores con la nariz, sino también con la boca. Hay un órgano diminuto en el paladar de los gatos, justo detrás de los dientes delanteros, llamado órgano vomeronasal (a veces llamado órgano de Jacobson). Este asombroso órgano permite que un gato detecte feromonas (mensajes químicos) de otros gatos, así como de otros animales, incluido tú.
Por eso, a veces, es posible que observes que tu gato se detiene con la boca ligeramente abierta. Los gatos hacen esto cuando utilizan su órgano vomeronasal para detectar feromonas en el aire. A veces, un gato también curva el labio superior en un intento de pasar la mayor cantidad posible de partículas de olor por el órgano vomeronasal. Esta curvatura de los labios se denomina respuesta de Flehmen.
¿Qué significa si mi gato lo huele todo?
Todo lo que huele un gato le proporciona información vital sobre su entorno.
El gato depende más del olfato que de cualquier otro sentido. Todo lo que huele le proporciona todo tipo de información vital sobre su entorno y los demás animales y personas que lo habitan.
Un gato que se encuentra en un entorno completamente nuevo, como una nueva casa, el veterinario o un criadero, probablemente olfateará bien todo lo que haya en él para obtener la mayor cantidad de información posible. Veamos con más detalle algunas de las razones por las que los gatos huelen cosas.
1. Explorando su entorno
Los gatos se orientan por el mundo principalmente con la nariz. Olfatear cosas en su entorno les permite recopilar información importante, como quién ha estado allí (otros gatos, humanos u otros animales), qué es un objeto, si es seguro comer alimentos o dónde ha estado un objeto.
A menudo notarás que tu gato olfateará inmediatamente cualquier cosa nueva en su entorno, que podría ser cualquier cosa, desde un juguete nuevo hasta un mueble nuevo o incluso un invitado en casa.
2. Caza
Ese increíble sentido del olfato resulta muy útil cuando un gato está cazando una presa. Su nariz afinada puede captar el olor de un pequeño mamífero u otros animales de presa con solo un rápido olfateo y puede ayudarlo a localizar su objetivo.
3. Encontrar pareja
Los gatos son capaces de detectar las feromonas de sus posibles parejas y un gato macho puede oler a una gata en celo a una distancia de hasta tres kilómetros. Si hay una posible pareja en la zona, tu gato puede olfatear todo para intentar reunir más información sobre ese gato, como su ubicación, su sexo, si quiere aparearse y si tiene buena salud. Es mucha información con tan solo unos cuantos olfateos del entorno.
4. Comprobación de un territorio
El hecho de olfatear cosas suele estar relacionado con el hecho de que un gato inspecciona su territorio.
Los gatos suelen marcar su territorio con su olor. Esto les indica a otros gatos que se encuentran en la zona y les proporciona información como, por ejemplo, de quién es el territorio, cuántos gatos han estado allí y si es un territorio que tu gato quiere reclamar o no. Tu gato olfateará todo lo que haya en su entorno para decidir dónde marcar su propio territorio y si es seguro o no hacerlo.
Si tu gato ya tiene un territorio establecido pero de repente ha comenzado a olfatear todo lo que hay dentro de él, podría significar que hay un gato nuevo en el vecindario y tu gato está olfateando para detectar si es o no una amenaza potencial.
¿Cómo marcan con olor los gatos?
Los gatos tienen glándulas odoríferas (también llamadas glándulas sebáceas) en todo el cuerpo, entre ellas:
- En sus mejillas
- Bajo la barbilla
- A lo largo de sus costados
- En la base de la cola
- A lo largo de la cola
Todos hemos visto a nuestros gatos chocar su frente contra nosotros (a veces llamado bunting o cabezazo), rodear nuestros tobillos con su cuerpo o frotar sus mejillas contra los bordes de los muebles. Bueno, cada vez que los gatos hacen esto, están marcando con su olor.
Tu gato te frota feromonas a ti y a su territorio, que no solo indican posesión, sino que también se sienten seguros en su entorno y a tu lado. Las feromonas son mensajeros químicos que pueden comunicar distintas cosas según la situación y el estado emocional de tu gato.
Los gatos pueden marcar con su olor usando feromonas para tranquilizarse, alertar a otros gatos de que están listos para aparearse, establecer vínculos con otros animales de la casa o marcar su territorio y advertir a otros gatos que se alejen de ellos. Los gatos también tienen glándulas odoríferas en las patas y, a veces, rascan superficies verticales u horizontales para marcar su territorio.
Si un gato se siente particularmente amenazado, también puede rociar orina por su territorio. Si su gato rocía orina por toda la casa, esto suele ser un signo de estrés, así que póngase en contacto con su veterinario para obtener más consejos. Él puede derivarlo a un especialista en comportamiento felino si es necesario.
Feromonas artificiales
Puedes comprar feromonas felinas artificiales llamadas Feliway en forma de difusores enchufables para tu hogar o en aerosoles. Aunque no tienen olor para nosotros los humanos, tu gato puede olerlas y pueden ayudar a tranquilizarlo y relajarlo, haciéndolo sentir seguro en su entorno. Las feromonas se pueden utilizar para ayudar en todo tipo de situaciones, entre ellas:
- Mudanza
- Una visita al veterinario
- Un nuevo bebe
- Una nueva mascota
Las feromonas también se pueden utilizar para ayudar a aliviar el estrés en gatos particularmente ansiosos o que muestran conductas problemáticas como rascado excesivo, acicalamiento excesivo o rociado de orina.
En resumen
Si tu gato de repente empieza a olfatearlo todo, es que simplemente está intentando recopilar la mayor cantidad de información posible sobre su entorno.
El sentido del olfato de los gatos es muy sensible y es el más importante de los cinco sentidos. Los gatos utilizan el olfato en casi todo lo que hacen, desde comunicarse hasta cazar o explorar. La información que obtienen a través de sus narices pequeñas pero extraordinarias les ayuda a tomar decisiones sobre su vida cotidiana y les permite sobrevivir.
Si tu gato de repente empieza a olfatearlo todo, es que está intentando obtener la mayor cantidad de información posible sobre su entorno y está captando olores que tú no tienes posibilidad de oler.
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Preguntas frecuentes
¿Por qué los gatos huelen el aire?
Los olores y las feromonas se pueden detectar en el aire, a veces a varios kilómetros de distancia si el viento sopla en la dirección adecuada. Los gatos tienen un segundo órgano olfativo llamado órgano vomeronasal en el paladar, por lo que si tu gato olfatea el aire con la boca abierta, está detectando feromonas sutiles que la nariz no puede detectar.
¿Por qué mi gato me huele?
Tu gato es capaz de reconocer tu olor, por lo que podría ser que simplemente esté comprobando que eres tú. Los gatos también marcan con su olor a sus dueños frotando sus caras y cuerpos contra ellos para olerte y comprobar si han dejado ese olor anteriormente.
¿Por qué mi gato me huele más de lo habitual?
Los gatos obtienen mucha información a través del olfato, así que si tu gato te olfatea más de lo habitual, puede ser que hayas estado en otro lugar que huele interesante, tengas el olor de otro animal o simplemente hayas derramado algo de comida sabrosa.
¿Por qué mi gato sigue olfateando fuerte?
A veces, los gatos pueden olfatear ruidosamente para expresar su frustración. Esto se llama resoplar. Los gatos también pueden olfatear ruidosamente cuando usan su órgano vomeronasal para detectar un olor interesante. Si tu gato olfatea ruidosamente todo el tiempo, podría ser que tenga una infección, así que llévalo al veterinario si te preocupa que pueda estar enfermo.
¿Por qué mi gato huele la alfombra al azar?
Aunque la alfombra pueda parecernos aburrida a ti o a mí, ¡puede proporcionarle mucha información a tu gato! Puede ser que tu gato esté olfateando y tratando de averiguar dónde estabas antes de caminar sobre la alfombra, o que esté captando el olor de otro animal que ha estado allí. Las narices de los gatos son tan sensibles que incluso podrían estar oliendo algo de comida que se derramó y se limpió hace mucho tiempo.
