Secreción nasal en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Veterinario limpiando la nariz del gato con un algodón

Yekatseryna Netuk / Shutterstock.com

La secreción nasal es un síntoma tan frecuente en los gatos que seguramente tu felino lo presentará en algún momento de su vida. Lo bueno es que la mayoría de las causas de la nariz congestionada se pueden tratar con facilidad. En algunos casos, como alergias leves o infecciones virales, la situación se resuelve sin necesidad de intervención. Aun así, hay varias cosas que puedes hacer en casa para que tu gato se sienta mejor cuanto antes.

Existen algunas causas graves de secreción nasal que debes conocer, especialmente si tu gato muestra otros signos de enfermedad. Sigue leyendo para saber todo lo esencial sobre este síntoma, cuándo acudir al veterinario y cómo ayudar a tu mascota desde casa.

Posibles causas de secreción nasal

La secreción nasal se refiere a cualquier líquido que salga de la nariz de tu gato. Lo más común es que sea un fluido claro o mucoso, pero en ocasiones puede incluir sangre o pus, lo cual indica que podría tratarse de algo más grave. Generalmente, esta secreción aparece por inflamación, infección o alguna lesión en las vías nasales o respiratorias de tu mascota. Dependiendo de la causa, podrías notar otros síntomas junto con la secreción.

La causa más frecuente que encuentro en mi práctica veterinaria para este síntoma es una infección en las vías respiratorias superiores. Al igual que los resfriados en las personas, suelen ser de origen viral, aunque los gatos también pueden contraer infecciones bacterianas o fúngicas.

Infecciones de las vías respiratorias superiores

Las infecciones virales en gatos son muy frecuentes. Los dos virus más comunes que causan síntomas respiratorios superiores (conocidos como “gripe felina”) son el herpesvirus felino (FHV) y el calicivirus felino (FCV). Casi todos los gatos entran en contacto con alguno de estos virus en algún momento de su vida, y muchos se convierten en portadores permanentes. Esto significa que, aunque no muestren síntomas durante largos periodos, estos pueden reaparecer cuando están bajo estrés o enfermos.

La frecuencia e intensidad de los síntomas varía entre gatos, pero algunos presentan signos crónicos. Si tu gato suele tener secreción nasal o lagrimeo recurrente, probablemente sea portador de alguno de estos virus, situación conocida como rinitis crónica.

Las infecciones virales respiratorias suelen comenzar con una secreción mucosa acuosa. En casos leves, muchos gatos no se ven muy enfermos y presentan pocos síntomas adicionales. Estas situaciones suelen mejorar sin necesidad de tratamiento.

Cuando el cuadro es más grave, los gatos muestran síntomas adicionales como irritación ocular, estornudos, fiebre y malestar general. La secreción puede volverse más espesa y adoptar un tono amarillo o verdoso, lo que indica una infección bacteriana secundaria. Si notas cualquiera de estos signos en tu gato, llévalo al veterinario.

Aunque los virus son la causa más común de infecciones respiratorias altas en gatos, también pueden presentar infecciones bacterianas primarias (como Bordetella bronchiseptica) o fúngicas (como Cryptococcus o Aspergillus).

Otras causas de secreción nasal

Gato con nariz mocosa estornudando

Además de las infecciones de las vías respiratorias superiores, la secreción nasal puede tener su origen en diversas causas, desde alergias a cuerpos extraños e incluso enfermedades dentales. Tunatura / Shutterstock.com

Las infecciones respiratorias superiores son una causa frecuente de secreción nasal en gatos, pero existen muchas otras razones por las que tu gato podría tener flujo nasal, entre ellas:

  • Rinitis alérgica. Al igual que la fiebre del heno en humanos, algunos gatos pueden presentar secreción nasal por alergias. Suele ser estacional y el líquido es claro y acuoso. Pueden también tener ojos rojos o lagrimeo, pero rara vez muestran otros síntomas.
  • Irritantes. Cualquier sustancia que irrite las vías respiratorias, como polvo, humo, ambientadores o productos de limpieza, puede provocar inflamación que desencadene secreción y estornudos.
  • Cuerpos extraños. Si tu gato aspira un objeto pequeño (como una brizna de hierba), este puede quedar atrapado en las fosas nasales causando inflamación. Los síntomas suelen aparecer de forma abrupta e incluyen estornudos, irritación y secreción.
  • Pólipos nasales. Son crecimientos benignos que se forman en las fosas nasales y provocan estornudos, congestión, dificultad para respirar y secreción. Aparecen principalmente en gatitos, pero pueden afectar a gatos de cualquier edad. Generalmente afectan solo una fosa nasal.
  • Tumores nasales. El cáncer en las vías nasales suele ser agresivo y difícil de tratar. Comienza con una secreción leve, pero con el tiempo puede causar inflamación facial, dolor, obstrucción respiratoria y secreción espesa o con sangre. También es común notar pérdida de peso y otros signos de malestar.
  • Enfermedad dental. Problemas dentales graves o infecciones pueden generar una comunicación anormal entre la boca y la nariz, llamada fístula oronasal. En estos casos, la secreción suele salir por una sola fosa nasal y el gato suele mostrar signos de dolor en la boca.

La secreción nasal con sangre no es común, pero indica algo grave. Puede deberse a traumatismos, trastornos de coagulación, intoxicaciones, cáncer o enfermedades transmitidas por garrapatas. Si tu gato sangra por la nariz, acude al veterinario de inmediato.

¿Cuándo llamar al veterinario?

Un goteo nasal no siempre justifica una visita al veterinario si tu gato se muestra normal. En la mayoría de los casos, una secreción leve desaparece sola en pocos días con un poco de cuidado. Normalmente no receto medicamentos para gatos con nariz congestionada que estén alertas y activos.

Pero si tu gato empieza a mostrar otros signos de enfermedad o la secreción no mejora en unos días, lo mejor es llevarlo a revisión. Algunos síntomas comunes a vigilar son:

  • Pérdida de apetito
  • Secreción espesa
  • Letargo
  • Falta de hidratación
  • Estornudos frecuentes
  • Ojos rojos o irritados
  • Fiebre

Cuando veo gatos con estos signos, suelo recomendar un tratamiento de soporte para acelerar su recuperación, incluso si sospecho que se trata de un virus común.

Hay síntomas más graves que no debes ignorar. Si tu gato tiene dificultad para respirar, secreción con pus o sangre, o está muy decaído, llévalo al veterinario sin demora.

Tratamiento de la secreción nasal

Muchos casos leves de secreción nasal en gatos se resuelven sin necesidad de tratamiento. Pero si tu gato muestra signos de malestar, el veterinario probablemente recomendará algún tipo de atención. Esta suele dividirse en dos grupos: tratamiento de soporte (para aliviar los síntomas) y tratamiento específico (para atacar la causa).

Tratamiento de apoyo

Muchas veces no sabemos con certeza qué está provocando la secreción nasal, por eso ofrecemos un tratamiento general que ayuda al cuerpo de tu gato mientras él mismo elimina la causa subyacente. Este tratamiento varía según los síntomas que presente. Si tu gato tiene fiebre alta, solemos usar un antiinflamatorio no esteroideo para bajarla. Controlar la fiebre suele hacer que el gato se sienta mucho mejor y recupere el apetito y las ganas de beber.

Uno de los tratamientos más simples y efectivos que suelo recomendar son los descongestionantes. Los gatos respiran principalmente por la nariz, por lo que tenerla bloqueada les genera mucho malestar. Además, afecta su sentido del olfato, clave para estimular el apetito. Los descongestionantes ayudan a despejar las fosas nasales, facilitando la respiración y la detección de olores, lo que puede marcar una gran diferencia en un gato que se siente decaído.

Otros tratamientos de soporte que tu veterinario podría recomendar incluyen nebulizadores, estimulantes del apetito y terapia con líquidos.

Tratamiento específico

Para ofrecer un tratamiento más específico, el veterinario debe identificar la causa de la secreción nasal en tu gato. En algunos casos, puede tener una sospecha clara gracias al examen físico y la información que le proporciones. Pero muchas veces será necesario realizar pruebas adicionales, como análisis de sangre, estudios de imagen (radiografías o tomografías), análisis viral, biopsias o análisis directo de la secreción nasal para llegar a un diagnóstico preciso.

Con un diagnóstico claro, el veterinario podrá recomendar un tratamiento dirigido, que puede incluir:

  • Antibióticos, si se sospecha una infección bacteriana
  • Medicamentos antivirales
  • Antifúngicos
  • Antihistamínicos, en caso de alergias
  • Corticoides
  • Antiinflamatorios no esteroideos
  • Tratamientos dentales
  • Extracción de cuerpos extraños
  • Cirugía
  • Quimioterapia

Ayuda a tu gato en casa

Un gato atigrado esponjoso duerme en el regazo de una niña

Hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a tu gato con secreción nasal a recuperarse en casa. larisa Stefanjuk / Shutterstock.com

Primero que nada, sigue siempre las indicaciones de tu veterinario. Pero además, hay algunos consejos prácticos que puedes aplicar en casa para ayudar a tu gato a sentirse mejor rápidamente, complementando el tratamiento que te hayan recomendado.

Fomentar el consumo de alimentos y bebidas

Cuando no nos sentimos bien, normalmente perdemos el apetito y las ganas de beber, aunque sabemos que es fundamental mantener la energía. Nuestros gatos no piensan igual, y por eso una enfermedad leve puede agravarse si no comen ni beben lo suficiente. Por eso, animarlos a alimentarse e hidratarse es una de las mejores cosas que puedes hacer en casa.

Lacey Pitcher, enfermera veterinaria con experiencia en hospitalización felina, comenta: “Aunque el problema sea la secreción nasal, los gatos suelen perder el apetito rápidamente si no pueden oler bien. La comida con aroma fuerte y apetecible es imprescindible.”

Calentar suavemente un poco de comida húmeda realza su olor y puede incentivar a tu gato a comer. Alimentos con olores intensos, como el pescado enlatado, suelen ser favoritos.

La comida húmeda es más sabrosa, suave para la garganta y ayuda a mantener la hidratación mejor que el alimento seco. Y recuerda siempre dejar agua fresca al alcance.

Prueba una sala de vapor

Usar un humidificador con agua pura puede ayudar a aflojar la mucosidad en la nariz de tu gato, facilitando su respiración. Evita agregar cualquier tipo de producto al agua, como aceites esenciales, ya que suelen irritar a los felinos. Otra opción es llevar a tu gato al baño mientras corre el agua caliente de la ducha o la bañera, para que inhale el vapor tibio. (Nunca acerques a tu gato a fuentes de calor directo como agua hirviendo o teteras.)

Mantén limpios sus ojos y narices

Si tu gato lo permite, procura mantener sus ojos y nariz limpios. Usa una gasa o algodón suave humedecido con agua tibia para retirar con delicadeza cualquier secreción. Esto ayudará a aliviar la congestión nasal y el malestar, además de prevenir la aparición de heridas causadas por secreciones crónicas en ojos y nariz. Un consejo clave es que el agua esté un poco tibia, ya que la mayoría de los gatos lo toleran mejor.

Prevención de la secreción nasal

Es difícil evitar por completo que tu gato tenga secreción nasal, pero sí hay medidas que puedes tomar. Lo más importante es mantener al día sus vacunas, ya que la causa más frecuente de este síntoma es una infección viral, especialmente por herpesvirus y calicivirus, ambos incluidos en las vacunas básicas.

Aunque sospeches que tu gato ya porte alguno de estos virus, hay mucho que puedes hacer para ayudarlo. La mayoría de los gatos afectados pasan largos periodos sin síntomas, pero las recaídas suelen activarse por el estrés. Por eso, la enfermera veterinaria Eleanor Elliott, RVN, aconseja crear un ambiente libre de estrés. Sus recomendaciones principales son: “muchos escondites, difusores de feromonas eléctricos, camas a diferentes alturas y varias cajas de arena si hay más de un gato en casa.”

Sea cual sea la causa —alergias, virus u otra enfermedad respiratoria—, si tu gato es propenso a la secreción nasal, procura reducir los irritantes en el hogar. Evita ambientadores, difusores, productos químicos fuertes, humo y cualquier cosa que notes que lo moleste.

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Dr. Nat Scroggie MRCVS

Nat es una gran corredora y le apasiona el bienestar, tanto dentro como fuera de la profesión veterinaria, donde trabaja duro para ayudar a otros en su propio bienestar. Vive en Nottingham con su pareja, su bebé y su querida collie labradora de 14 años, Milly.