Los perros salen a pasear y descubren el mundo. ¿Por qué los gatos tendrían que quedarse fuera de la diversión? Sigue leyendo y aprende a pasear a tu gato con correa.
Piensa en la emoción y el torrente de estímulos que tu gato vivirá al explorar el exterior.
Con las recomendaciones adecuadas, puedes enseñarle a caminar con correa y abrirle la puerta a aventuras sin límites, siempre con seguridad.
Beneficios de la actividad al aire libre

Las actividades al aire libre estimulan tanto el cuerpo como la mente de tu gato, además de ofrecerle nuevos intereses que pueden transformar ciertas conductas.
Pasearlo tiene muchísimos beneficios. Estar en contacto con el exterior activa su mente y su cuerpo, lo que ayuda a reducir el estrés, fortalecer su seguridad y mejorar su comportamiento.
- Si tu gato tiene sobrepeso, caminar es una excelente forma de ayudarle a bajar de peso y ponerse en forma. También es una actividad divertida que refuerza el vínculo entre ustedes.
- Tener acceso a un territorio más amplio y diverso rompe con la rutina del encierro. Además, le permite expresar su instinto cazador, lo cual libera endorfinas y mejora su estado de ánimo.
- En resumen, pasar tiempo afuera y entrenar estimula el aprendizaje, fomenta la confianza y eleva significativamente su calidad de vida.
Aspectos a tener en cuenta antes de empezar a entrenar a tu gato para que camine con correa
No puedes salir de casa con tu gato por primera vez y esperar que esté listo para dar un paseo por el parque. En cambio, es importante estar preparado antes de comenzar el entrenamiento. Aquí hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de comenzar.
Elegir el arnés y el equipo para caminar adecuados es el primer paso
Cuando un gato se siente cómodo usando arnés y correa, gana la libertad de descubrir un mundo nuevo lleno de estímulos, mientras reduce el estrés.
Para explorar con seguridad, es fundamental contar con un arnés cómodo, bien ajustado y diseñado especialmente para gatos. Existen modelos para todos los tamaños. Se colocan alrededor del cuerpo y se enganchan a una correa, lo que permite que tu gato camine al aire libre con confianza una vez que haya aprendido.
Evita los arneses para perro: los de gato están diseñados para ajustarse mejor y ofrecer mayor seguridad.
Nunca pasees a tu gato solo con correa y collar
No sujetes la correa al collar. Los gatos tienen el cuello y la garganta muy delicados, y cualquier tirón puede provocar lesiones. A diferencia del collar, el arnés distribuye la tensión entre los hombros y el pecho, evitando daños.
Además, un collar puede provocar asfixia si el gato intenta zafarse o se enreda.
Asegúrate de que tu gato tenga microchip, lleve campana, placa de identificación y una luz LED
Estos accesorios de seguridad son clave por si llega a soltarse del arnés accidentalmente. Las correas extensibles no son recomendables, ni para gatos ni para perros.
Una vez que tengas los suministros adecuados, considera el tiempo
Empieza el entrenamiento con arnés dentro de casa desde que el gatito llega a tu vida. La etapa al aire libre puede comenzar alrededor de los seis meses, cuando ya esté esterilizado y tenga todas sus vacunas.
También los gatos adultos o mayores, si tienen confianza, pueden aprender a caminar con correa con el enfoque adecuado.
¿Cómo entrenar a un gato para que camine con correa?

Una vez que tengas todo el equipo necesario, el siguiente paso es entrenar a tu gato para caminar con correa.
Acostumbrarlo al arnés no es difícil, pero sí requiere paciencia. Hazlo de forma gradual y utiliza premios sabrosos para reforzar la experiencia de manera positiva.
Algunos gatos de interior pueden sentirse abrumados o ansiosos la primera vez que salen, así que hay que avanzar con calma y regresar de inmediato si notas señales de miedo.
El carácter y el entusiasmo de tu gato influyen muchísimo en el proceso. Al comenzar, ten en cuenta su personalidad y adapta las técnicas de entrenamiento según lo que mejor se ajuste a él.
Los principales métodos de entrenamiento utilizados son:
- La desensibilización y el contracondicionamiento son dos técnicas clave en el entrenamiento felino. La primera expone al gato, poco a poco, a aquello que le asusta, sin provocar una reacción negativa. La segunda asocia ese estímulo con algo agradable, como premios, para generar una experiencia positiva.
- El método de señuelo consiste en usar un incentivo —por lo general comida— para guiar al gato hacia una posición o acción específica.
- El targeting se basa en enseñarle a tocar un objeto con la nariz o la pata, lo que ayuda a dirigir su atención y movimientos.
- El entrenamiento con clicker, por su parte, emplea un sonido —el clic— para marcar con precisión la conducta deseada justo cuando ocurre.
¿Cómo entrenar a un gato para que camine con correa? Guía paso a paso

Al entrenar a tu gato para caminar con correa usando un arnés tipo H, lo primero es lograr que se familiarice con él. Tras una breve presentación, colócalo suavemente sobre su lomo y permite que se acostumbre antes de enganchar la correa.
Existen varias formas de enseñarle a caminar con correa, pero todas deben practicarse dentro de casa hasta que el gato se sienta cómodo con el arnés.
La técnica que elijas dependerá del tipo de arnés que estés utilizando, así que adapta el entrenamiento según el modelo.
Técnica de entrenamiento primario (arnés tipo H):
Paso 1: Presenta el arnés y haz que el gato lo toque con la nariz. Usa un clic y un premio. Repite este paso varias veces a la semana hasta que el gato se acostumbre al arnés.
Paso 2: Ajusta el tamaño del arnés cuando no esté puesto en el gato. No tiene que quedar perfecto la primera vez, pero es fundamental que el gato no pueda escaparse de él.
Paso 3: Coloca el arnés (sin sujetar) sobre el gato mientras disfruta de premios. Retira el arnés cuando deje de comer. Repite este paso varias veces a la semana hasta que se sienta cómodo.
Paso 4: Pon el arnés sobre el gato mientras come sus comidas regulares y retíralo al terminar. Repite este paso durante varios días.
Paso 5: Cuando el gato acepte el arnés, colócalo mientras continúa comiendo. Deja que muerda con el arnés puesto y luego retíralo.
Paso 6: Aumenta gradualmente el tiempo que el arnés permanece puesto, siempre bajo supervisión.
Paso 7: Ajusta el arnés para que se adapte al cuerpo de tu gato. Asegúrate de poder meter dos dedos entre el arnés y su cuerpo.
Paso 8: Cuando tu gato esté cómodo con el arnés, sujeta la correa y deja que la arrastre por la casa, vigilando que no se enrede. Si esto lo inquieta, sostiene la correa y acompáñalo de vez en cuando, haciendo clic y ofreciendo premios. Mantén esta rutina durante varios días.
Paso 9: Una vez que tu gato camine con confianza con la correa en casa, sal a un entorno seguro y tranquilo, como tu jardín o patio.
Paso 10: En la primera salida, siéntate al lado de tu gato mientras escucha los sonidos de los pájaros, coches y personas, y se acostumbra a las vistas y sonidos del exterior.
Paso 11: Permite que tu gato explore el entorno mientras sostienes la correa. Repite esto durante varios días y aumenta el tiempo gradualmente.
Paso 12: Las primeras caminatas al aire libre no deben durar más de 5 a 15 minutos, dependiendo de la reacción de tu gato.
Paso 13: Una vez que tu gato esté seguro, aventúrate a dar un paseo corto fuera del jardín en momentos tranquilos. Observa siempre su lenguaje corporal y signos de estrés. Mantente alerta ante perros, otros gatos y el tráfico, y prepárate para recoger a tu gato si es necesario. Como medida de seguridad, lleva contigo un transportín plegable o una mochila.
Técnica de entrenamiento alternativa (arnés a prueba de fugas):

Al utilizar un arnés a prueba de escapes o de tipo chaqueta, tu enfoque de entrenamiento será un poco diferente.
Utiliza este método enseñándole a tu gato a meter la cabeza en el arnés.
Paso 1: Comienza haciendo que tu gato se acerque al arnés. Usa un clic y una golosina para crear una asociación positiva.
Paso 2: Sujeta el arnés abierto frente al gato, coloca tu otra mano ligeramente dentro de la abertura mientras sostienes una golosina y espera a que tu gato tome la delicia. Repite durante algunos días.
Paso 3: Coloca la golosina dentro de la abertura del arnés para que el hocico de tu gato apenas entre en el lazo al intentar alcanzarla. Repite esto durante varios días.
Paso 4: Acerca la golosina hacia ti para que el gato tenga que meter toda la cabeza en la abertura del arnés para conseguirla. Repite varias veces.
Paso 5: Una vez que se sienta cómodo, coloca el resto del arnés en el cuello y los hombros.
Paso 6: Intenta quitar el arnés justo antes de que termine de comer para que el gato no tenga la oportunidad de retroceder.
Paso 7: Cuando tu gato esté a gusto, ofrécele un pequeño tazón de comida como recompensa por haber metido la cabeza en el arnés. Mientras mastica, coloca el arnés y quítalo antes de que termine de comer.
Paso 8: Practica mantener el arnés durante períodos más largos (siempre bajo supervisión) mientras el gato come o juega, de modo que apenas note que lo lleva puesto.
Paso 9: Cuando tu gato esté relajado con el arnés, sujeta la correa y sigue los pasos descritos anteriormente.
¡NUNCA dejes a tu gato desatendido al aire libre con un arnés y correa!
Consejos para facilitar el entrenamiento
Los siguientes consejos te ayudarán a entrenar a tu gato para que camine con correa de la manera más sencilla posible.
- Enseña a tu gatito o gato a aceptar y disfrutar del manejo de diversas partes del cuerpo antes de comenzar el entrenamiento con correa.
- Prepárate con todos los materiales que necesitas, como arnés, correa, golosinas, una bolsa para golosinas y accesorios antes de empezar a enseñar.
- Si tu gato se siente incómodo con la correa, intenta usar una cuerda corta o un cordón de zapato. Cuando se sienta cómodo, reemplázalo con la correa.
- Las sesiones deben ser cortas, de 2 a 5 minutos. La duración del entrenamiento dependerá del temperamento y la reactividad del gato. Se recomienda hacerlo una vez al día, al menos tres veces por semana.
- Enséñale a tu gato algunas órdenes básicas como sentarse, quedarse y volver antes de iniciar el entrenamiento con correa.
- Utiliza golosinas pequeñas y de alto valor, como queso, pollo, comida para bebés de carne, pequeños trozos de atún o la golosina favorita de tu gato.
- No todos los entornos exteriores son adecuados (por ejemplo, áreas con mucho tráfico o parques con perros sueltos). Comienza las caminatas en un lugar tranquilo, libre de tráfico, ruido, otros animales y distracciones.
- Observa señales de estrés, como orejas hacia atrás, pupilas dilatadas, encogimiento, cola temblando y falta de interés en las golosinas.
- No apresures la sesión de entrenamiento; es mejor ir despacio que provocar una reacción negativa en el gato.
- Aumenta gradualmente la duración de cada sesión y termina cada una en una nota positiva.
- La paciencia, la consistencia y un sentido del humor son clave para una sesión de entrenamiento divertida.
Conclusión
Permitir que los gatos indoor tengan tiempo al aire libre bajo supervisión es lo más enriquecedor que los dueños de mascotas pueden hacer por ellos. La exposición al exterior ha demostrado ayudar a numerosos gatos con problemas de comportamiento y es fundamental para la salud física y mental positiva de tu gato.
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