Infección por lombrices intestinales en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Infección por lombrices intestinales en gatos

Los parásitos se presentan en muchas formas. Algunos los podemos ver en nuestros gatos, como las pulgas y las garrapatas. Otros no son fácilmente visibles para nosotros como dueños de mascotas. Los parásitos internos, como los gusanos del corazón, los gusanos redondos, los anquilostomas, los tricocéfalos y las tenias, viven dentro de los órganos de tu mascota.

Los gusanos redondos son un ejemplo de parásito intestinal común, es decir, viven en los intestinos de tu gato y afectan la digestión y absorción de los alimentos. Al detectar, tratar y prevenir estos parásitos, tu mascota estará más sana y también protegeremos a los miembros de nuestra familia humana de las infecciones parasitarias.

¿Qué es una lombriz intestinal?

Las lombrices intestinales pertenecen al grupo de los nematodos y también se conocen como áscaris. Las especies Toxocara cati y Toxascaris leonina afectan a los gatos, mientras que Toxocara canis es la que infecta a los perros. Los parásitos del género Toxocara son zoonóticos, es decir, pueden transmitirse a las personas y provocar enfermedades graves.

Estas lombrices se propagan a través de la leche materna o mediante los huevos presentes en las heces. Una gata infectada transmite las larvas a sus crías al amamantarlas, por un proceso llamado migración transmamaría.

Esto significa que las larvas atraviesan el tejido de las glándulas mamarias, llegan a la leche y, finalmente, al cuerpo del gatito. También se eliminan huevos a través de las heces del gato. En un entorno contaminado, estos huevos maduran hasta convertirse en larvas infectantes, que luego son ingeridas por otro animal o huésped. Una vez dentro, las larvas migran hacia el intestino delgado, donde se instalan y se alimentan del organismo.

¿Cómo contraen los gatos infecciones por lombrices intestinales?

Las lombrices intestinales afectan con mayor frecuencia a gatos jóvenes y a aquellos con un sistema inmune comprometido, como los que están enfermos o en etapa de gestación. Un gato adulto puede eliminar la infestación por sí solo o no mostrar señales visibles.

Los gatitos se infectan al amamantar o al ingerir larvas. La mayoría presenta al menos una infección leve, aunque si la carga parasitaria es alta, pueden aparecer síntomas.

Un abdomen inflamado o abultado puede ser señal de parásitos. Cuando la infestación es intensa, es común observar anemia, decaimiento, vómito o diarrea. En casos graves, los parásitos pueden obstruir los intestinos, lo que requiere intervención quirúrgica y tratamiento especializado.

Tratamiento de la infección por lombrices intestinales

Persona sosteniendo una hoja de pastillas junto a un gato

Para eliminar las lombrices intestinales en un gato, debes administrarle un antiparasitario adecuado.

Los medicamentos antiparasitarios, conocidos como antihelmínticos, eliminan la infección por lombrices intestinales. Lo complicado es que algunos solo actúan sobre ciertas fases del ciclo de vida del parásito, por lo que puede ser necesario repetir el tratamiento.

Desparasitar a los gatitos varias veces garantiza que no queden parásitos en su sistema. Un examen fecal puede confirmar la presencia de lombrices u otros parásitos intestinales. El veterinario debe realizar revisiones periódicas durante el crecimiento del gato.

Estos medicamentos funcionan mejor cuando se administran siguiendo las indicaciones profesionales. La dosis correcta depende de la especie, edad, peso y estado de salud general. A partir de las cuatro semanas de vida, se recomienda desparasitar a los gatitos cada dos o tres semanas hasta confirmar que están libres de parásitos.

Durante el tratamiento, es posible que observes lombrices en las heces o incluso en el vómito del gatito.

Aunque existen opciones de venta libre, lo ideal es que tu veterinario te indique cuál es la más segura para tu gato. Algunos antiparasitarios comunes incluyen pirantel y fenbendazol. Otros, como la ivermectina, pueden resultar tóxicos si no se dosifican correctamente.

La buena noticia es que muchos de los tratamientos preventivos para gatitos ya incluyen protección contra lombrices y otros parásitos. El veterinario te ayudará a elegir la mejor opción. Productos que contienen selamectina, moxidectina o milbemicina pueden ser útiles para proteger a tu compañero.

También es importante limitar su acceso a lugares donde otros animales defecan, ya que los animales callejeros o sin atención regular suelen portar parásitos con más frecuencia.

Riesgo para los humanos

Mujer recogiendo la caja de arena de un gato

Las lombrices intestinales representan un riesgo para las personas, especialmente en zonas rurales o de bajos recursos donde hay muchos animales callejeros con poca atención veterinaria.

Las lombrices intestinales también pueden afectar a las personas, sobre todo a los niños que viven en zonas rurales o con escasos recursos, donde suele haber más animales callejeros y con poca atención veterinaria. En cualquier entorno, recoger y desechar correctamente las heces de animales pequeños es fundamental.

Limpia el arenero a diario y evita que los niños jueguen en áreas exteriores donde los animales puedan haber defecado, como cajas de arena. Las larvas infectantes viven en los desechos donde han eclosionado los huevos.

El contacto con tierra, plantas o alimentos contaminados puede provocar la ingestión de larvas y una posible infección. Mantener una buena higiene —como lavarse las manos y la ropa— ayuda a reducir este riesgo.

Aunque la infección en humanos es poco común, puede ocurrir debido a la migración de las larvas, ya que no somos el huésped natural. Las larvas pueden desplazarse por el cuerpo causando afecciones como larva migrans visceral (VLM por sus siglas en inglés) u ocular (OLM por sus siglas en inglés), ambas dolorosas y potencialmente graves.

La VLM puede generar dolor abdominal, vómito, diarrea, fiebre, pérdida de peso e incluso la muerte. La OLM, al afectar la retina, suele causar inflamación ocular y, en muchos casos, ceguera. Si tienes dudas sobre este riesgo, tu médico puede orientarte.

Este tipo de complicaciones se previene con tratamientos adecuados, siempre bajo la guía de un veterinario.

Puedes prevenir los gusanos redondos

Las lombrices intestinales son parásitos comunes en los gatos, pero pueden representar un riesgo serio si no se tratan. Casi todos los gatitos llegan a infectarse en algún momento. Detectarlas a través de pruebas fecales y aplicar el tratamiento adecuado permite eliminarlas de forma eficaz.

Además de cuidar la salud del gato, al eliminar estos parásitos también protegemos a nuestra familia de una posible infección. Tú y tu veterinario pueden trabajar en conjunto para mantener a tu gato sano, eligiendo el tratamiento y la prevención más adecuados según su estilo de vida.

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Dr. Jessica Taylor, DVM

La Dra. Jessica Taylor es una veterinaria de animales pequeños en Carolina del Norte apasionada por la comunicación con el cliente. Comparte su casa con su marido y sus dos hijas, el perro de caza más perezoso del mundo y un gato tirano. En su tiempo libre le gusta correr, leer y escribir.