10 laxantes para aliviar el estreñimiento en gatos

Si a tu gato le cuesta hacer sus necesidades en la caja de arena, comprueba si las heces son más duras o más grandes de lo normal. Axel Bueckert / Shutterstock.com

Nunca es agradable ver a tu gato esforzarse para hacer del baño. Si alguna vez has lidiado con estreñimiento, aunque sea de forma ocasional, sabes lo incómodo que resulta. Los laxantes son un tipo de tratamiento que se utiliza con frecuencia para facilitar el tránsito intestinal.

Un laxante para gatos puede ser una opción si notas que tu compañero presenta estreñimiento, ya sea esporádico o recurrente. Aquí te cuento cuáles son los tipos más comunes, en qué situaciones se usan, cuándo conviene acudir al veterinario y algunas dudas frecuentes sobre el tema.

Descripción general de los laxantes para el estreñimiento en gatos

Tipo de medicamento:

Laxante

Formulario de medicación:

Líquido oral o granulado, supositorio.

Nombres de marca:

Laxatone, Microlax, Lactulosa, Dulcolax, Senokot, Cisaprida, Psyllium

Nombres comunes:

Laxantes, ablandadores de heces, enemas.

Efectos:

Facilitar el paso de los movimientos intestinales.

Dosis disponibles:

Dependiendo del producto, consulta siempre con un veterinario.

Posibles efectos secundarios:

Dolor de estómago, calambres, diarrea.

Precauciones:

Evita los enemas de fosfato, asegúrate de que esté estreñido en lugar de incapaz de orinar.

Contraindicaciones:

Deshidratación, obstrucción intestinal, megacolon.

¿Por qué los gatos sufren estreñimiento?

El estreñimiento ocurre cuando a un gato le cuesta evacuar: las heces suelen ser pequeñas, secas y duras. Es algo relativamente común y puede aparecer por diversas razones. Algunas de las causas más frecuentes incluyen:

• Baja ingesta de agua
• Falta de actividad física
• Estrés o ansiedad
• Bolas de pelo
• Dieta con poca fibra
• Condición corporal muy delgada
• Obesidad
• Enfermedades inflamatorias intestinales
• Ingesta de materiales extraños
• Lesiones en la pelvis

En mi experiencia, el estreñimiento aparece con más frecuencia en gatos con peso muy por encima o por debajo del ideal. Los gatos muy delgados suelen tener algún problema de salud que provoca debilidad muscular y deshidratación, como la insuficiencia renal o la diabetes.

El megacolon es una consecuencia de estreñimiento crónico. Cuando el colon se dilata una y otra vez, pierde su capacidad de mover las heces de forma efectiva.

La obstrucción fecal o “obstipación” se refiere a cuando el gato ya no puede evacuar por sí solo. Aunque el estreñimiento implica dificultad para defecar, con ayuda, muchos gatos aún pueden hacerlo. En cambio, con una obstrucción, las heces son tan grandes y compactas que no logran salir sin intervención veterinaria.

Tipos de laxantes

Algunos laxantes líquidos pueden administrarse por vía oral. New Africa / Shutterstock.com

Un laxante es una sustancia que estimula el movimiento intestinal. Dado que existen diferentes formas de lograrlo, existen varias categorías de laxantes.

1. Laxantes lubricantes

Los laxantes lubricantes actúan ablandando y/o recubriendo las heces para que puedan evacuarse con mayor facilidad. Por lo general, tienen un impacto mínimo en el intestino. Algunos ejemplos son:

• Aceite mineral (Laxatone)
• Vaselina blanca (Laxatone, Cat Lax)

2. Laxantes emolientes

Un laxante emoliente es aquel que mejora la absorción de grasa en el colon y evita la pérdida de agua del mismo. Esto ayuda a lubricar las heces y a facilitar su evacuación. Algunos ejemplos son:

• Colace (docusato de sodio), también conocido como dioctilsulfosuccinato de sodio (DSS)

3. Catárticos

Los catárticos son generalmente agentes que aumentan el movimiento del colon. Dentro de esta amplia categoría hay varios tipos diferentes.

Laxantes osmóticos

Los laxantes osmóticos ayudan a atraer más agua al colon, lo que ayuda a humedecer las heces y favorece la evacuación del contenido intestinal. Algunos ejemplos son:

• Miralax (PEG o polietilenglicol 3350)
• Lactulosa

Laxantes estimulantes

Provocan estimulación de los nervios y músculos del intestino, lo que mejora el movimiento intestinal y la evacuación del contenido intestinal. Algunos ejemplos incluyen:

• Dulcolax (bisacodilo)

Estimulantes/irritantes de las mucosas

Estos laxantes provocan irritación y estimulación de las células intestinales, lo que provoca la entrada de agua en los intestinos. Evito su uso en gatos porque su mecanismo de irritación intestinal puede contribuir a la aparición de más efectos secundarios (calambres, malestar abdominal, etc.). Un ejemplo es:

• Senósidos (Senokot)

Agentes procinéticos/pro-movilidad

Se trata de medicamentos que actúan directamente sobre los nervios y los músculos para estimular el movimiento hacia delante del tracto intestinal. Los siguientes medicamentos pueden utilizarse en gatos, aunque el uso de cisaprida es mucho más común:

• Cisaprida
• Ranitidina

Laxantes formadores de masa

Los laxantes formadores de masa describen básicamente el uso de fibra soluble como una forma de estimular los movimientos intestinales. Las fibras solubles absorben agua, ablandan las heces y agregan volumen, lo que estira el colon y estimula el movimiento muscular. Algunos ejemplos incluyen:

• Psyllium
• Salvado de trigo
• Calabaza

Enemas

Los enemas o supositorios todavía pueden considerarse un tipo de laxante, aunque se administran por vía rectal para estimular la evacuación del contenido intestinal. Pocos gatos toleran fácilmente los enemas en casa, pero se emplean comúnmente en los hospitales veterinarios como tratamiento de primera línea para el estreñimiento cuando los esfuerzos en casa fallan. Algunos ejemplos incluyen:

• Productos lubricantes/glicerina (gel lubricante genérico, Surgilube)
• Aceite mineral
• DSS (sulfosuccinato de dioctilo y sodio)

10 laxantes para gatos

El psyllium, una forma de fibra soluble, es un tipo de laxante formador de masa. florin oprea / Shutterstock.com

A continuación, te comparto los laxantes más comunes y recomendados que se utilizan en gatos. Ten presente que ninguno cuenta con aprobación específica de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para uso felino; todos se consideran de uso extraoficial o fuera de etiqueta. Antes de comenzar cualquier laxante o hacer cambios importantes en la alimentación de tu gato —incluso si se trata de productos de libre venta—, consulta siempre con tu veterinario.

La información que verás no reemplaza la orientación ni el plan terapéutico de un profesional. La elección del laxante dependerá de varios factores, como la causa del estreñimiento y el estado general de salud de tu gato.

1. Aceite mineral

El tipo de laxante más común es el aceite mineral, diseñado originalmente como remedio para las bolas de pelo en gatos. Suele administrarse por vía oral o colocarse sobre el pelaje de una de las patas para que el gato lo lama. Un ejemplo conocido es Laxatone.

También se puede usar aceite mineral puro con precaución, mezclando aproximadamente una cucharadita en comida húmeda o enlatada. Nunca lo des directamente por la boca. Si el gato lo inhala por accidente, puede obstruir las vías respiratorias y provocar una neumonía grave.

Aunque es posible aplicar aceite mineral por vía rectal —en forma de enema o supositorio—, no recomiendo hacerlo en casa. Introducir algo a la fuerza en el recto puede causar desgarros en esa zona o en el colon. Además, la mayoría de los gatos reaccionan mal a los enemas, lo que genera mucho estrés y aumenta el riesgo de lesiones tanto para ellos como para quien intenta ayudar.

2. Vaselina blanca

Este es otro lubricante que suele encontrarse en remedios para bolas de pelo como Laxatone y Cat Lax. Ayuda a aliviar síntomas de estreñimiento leve y puede administrarse de forma continua en gatos propensos a sufrirlo.

3. Sulfosuccinato de sodio y dioctilo (DSS)

Este laxante emoliente facilita la absorción de grasas mientras retiene agua, lo que ayuda a lubricar las heces y aumenta el volumen en el colon para facilitar la evacuación. Generalmente se encuentra en forma de enema o supositorio para mascotas. Aunque no requiere receta, cualquier supositorio debe usarse bajo supervisión veterinaria. No aconsejo que lo apliques en casa si no tienes experiencia administrándolos a un gato.

El producto oral para humanos llamado Colace, cuyo ingrediente activo es docusato sódico, puede usarse en dosis de 50 mg por gato cada 24 horas.

4. Miralax

El nombre genérico de Miralax es PEG o polietilenglicol 3350. Aunque suenen parecido, no lo confundas con el etilenglicol (anticongelante), que es tóxico para los gatos. Miralax es generalmente seguro, pero la dosis para gatos es mucho menor que la que se usa en humanos. Normalmente, basta con entre ⅛ y ¼ de cucharadita cada 12 a 24 horas para aliviar el estreñimiento. Su uso regular puede ser una opción para algunos felinos, pero siempre bajo recomendación veterinaria.

Otra presentación de PEG, bajo la marca GoLytely, incluye electrolitos y se administra por sonda nasogástrica en hospitales para tratar casos severos de estreñimiento u obstipación. Algunos veterinarios prefieren este método antes que recurrir a enemas repetidos o la extracción manual de heces.

5. Lactulosa

Al igual que Miralax, la lactulosa también actúa como un laxante osmótico, que atrae agua hacia el colon. La lactulosa es un líquido almibarado que se puede administrar directamente por vía oral. A muchos gatos no les gusta su sabor y puede dejar un residuo pegajoso en el pelaje. Es un producto de venta con receta cuya dosis adecuada determinará tu veterinario.

6. Dulcolax

Dulcolax es el nombre comercial de biscodilo, un laxante estimulante. Se puede administrar una tableta de 5 mg una vez al día a los gatos para aliviar los episodios de estreñimiento, pero no se recomienda como una solución a largo plazo. Estas tabletas no se pueden partir ni triturar.

7. Cisaprida

La cisaprida es un agente profiláctico que tiene el mayor efecto en el colon de los gatos. Es muy común su uso regular en gatos con estreñimiento crónico y, especialmente, con megacolon. La cisaprida solo está disponible en farmacias especializadas y la dosis la determina el veterinario.

8. Psyllium

El psyllium es un tipo de fibra soluble. El producto más conocido es Metamucil. Metamucil se puede agregar a los alimentos en dosis de 1 a 4 cucharaditas por comida. Siempre sugiero usar el producto sin sabor. Lo bueno del psyllium es que se puede usar regularmente como parte de la dieta.

9. Salvado de trigo

El salvado de trigo es una mezcla de fibra soluble e insoluble. Se puede agregar hasta 1 cucharada con cada comida. El salvado de trigo genérico se puede encontrar en muchos lugares. El cereal Fiber One también es una fuente que, según he descubierto, parece ser apetecible para muchas mascotas.

10. Calabaza

La calabaza aporta una mezcla de fibra soluble e insoluble. Su efecto puede variar: algunos gatos responden bien con pequeñas cantidades como suplemento, mientras que otros necesitan dosis mayores para notar cambios. Recomiendo no superar una cucharada por comida.

Dar más cantidad puede ser contraproducente, ya que podrías estar alimentando a tu gato con más calabaza que con su dieta equilibrada habitual. Usa siempre puré o calabaza enlatada, nunca mezcla para pastel, que contiene especias, azúcar y otros ingredientes.

Efectos secundarios de los laxantes para gatos

En general, cualquier laxante puede causar efectos secundarios comunes como molestias o calambres abdominales y diarrea.

La mayoría debe usarse con precaución o evitarse en gatos que muestren signos de deshidratación severa. Algunos laxantes provocan pérdida de agua hacia el colon o retención hídrica, lo que puede agravar la deshidratación. Esto es especialmente importante en gatos con enfermedades crónicas como insuficiencia renal, hipertiroidismo o diabetes. Si tu gato tiene alguna condición de salud, habla con tu veterinario antes de administrar cualquier laxante.

También debes evitar estos productos si sospechas una obstrucción intestinal, incluyendo bloqueo fecal.

Si tu gato toma otros medicamentos, procura dar el laxante en un momento separado, dejando al menos dos horas de diferencia. Los laxantes pueden alterar la absorción de otros fármacos, por lo que es mejor evitar que se administren juntos.

¿Qué evitar como laxante para gatos?

Los enemas de fosfato (como Fleet) deben evitarse siempre en gatos, ya que pueden provocar niveles tóxicos de sodio y fosfato, generando desequilibrios electrolíticos graves, rigidez muscular y debilidad. Aunque son de venta libre y comunes en humanos, su uso en gatos puede causar intoxicaciones cuando se emplean por error en casa.

Si has aplicado un enema Fleet a tu gato, contacta de inmediato a alguno de estos servicios:

• Tu veterinario
• Centro de Control de Envenenamientos de la ASPCA (1-888-426-4435)
• Pet Poison Helpline (1-855-764-7661)

También es mejor evitar los aceites de cocina como el vegetal, oliva o canola. Como se absorben y digieren, no suelen ayudar con el estreñimiento. Dosis pequeñas (1 o 2 cucharaditas) probablemente no causen problemas, pero cantidades grandes irritan el intestino y alteran la digestión.

¿Cuándo consultar a un veterinario?

Si los esfuerzos en casa para aliviar el estreñimiento no funcionan en 24 a 48 horas, es momento de llevar a tu gato al veterinario. Lubava / Shutterstock.com

Cuidar a un gato estreñido en casa puede ser adecuado si los episodios son esporádicos o leves. Muchos casos se resuelven rápido con poca intervención. Además de usar laxantes, intenta aumentar su ingesta de agua cambiando a comida húmeda, colocando más bebederos o fuentes, y fomentando que se mueva más.

Sin embargo, hay situaciones en las que se requiere atención veterinaria:

• Poco o nada de orina: La dificultad para orinar o un bloqueo urinario pueden confundirse fácilmente con estreñimiento, ya que los comportamientos como usar la caja repetidamente y hacer esfuerzo son similares. Un bloqueo urinario puede ser mortal en menos de 12 horas, así que si notas que tu gato cambia sus hábitos de ir al baño, hace fuerza o maúlla, verifica que realmente esté orinando. Si tienes dudas, llévalo al veterinario para descartar un bloqueo.
• Sin evacuación en 24-48 horas: Si tu gato orina normalmente pero no defeca en 48 horas pese a los cuidados en casa, es necesario un examen veterinario para descartar un bloqueo fecal.
• Vómito: Tanto un bloqueo urinario como fecal pueden causar vómitos y falta de apetito. Ante estos signos, busca atención veterinaria de inmediato.
• Megacolon: Si tu gato tiene diagnóstico de megacolon, sabes que controlarlo puede ser complicado. Aunque los medicamentos y otros tratamientos ayudan, la condición suele empeorar con el tiempo. Cualquier dificultad para defecar en un gato con megacolon debe llevar a una consulta. Algunos fármacos, como el cisaprida, pueden ser problemáticos si aparece un bloqueo fecal.