Este artículo tiene como objetivo explicar los detalles del megacolon en gatos, un problema común. Se trata de una explicación sencilla y clara sobre esta afección para los dueños de mascotas.
¿Qué es el megacolon?
El megacolon es una afección en la que la parte inferior del tracto digestivo (el colon) se agranda considerablemente y se llena de una gran cantidad de materia fecal que el gato no puede evacuar. “Mega” significa “agrandado” y “colon” es el nombre de la parte del tracto digestivo que se ve afectada por esta dilatación (ensanchamiento) y disfunción.
El tracto gastrointestinal está formado por el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. El intestino grueso se divide en el colon, el recto y el ano, que es por donde salen las heces. Por tanto, la zona agrandada en el megacolon es el colon, entre el intestino delgado y el recto. Esta es la zona del intestino situada delante del canal pélvico.
El megacolon es un tipo de estreñimiento severo (también conocido como obstipación) en el cual las heces no pueden evacuarse en absoluto y se acumulan en el colon, provocando que se llene demasiado con una masa sólida de material fecal.
Cuando el músculo liso del colon se estira demasiado durante un período de tiempo, se vuelve blando, como un globo que se ha inflado y luego desinflado, y la motilidad del colon se reduce drásticamente. Esto elimina la capacidad del colon para empujar las heces a lo largo de la forma normal, lo que provoca una retención aún mayor de heces y una impactación, que dilata y daña aún más el colon.
El megacolon se observa comúnmente en la práctica veterinaria de animales pequeños, donde se observa con mayor frecuencia en gatos y con menor frecuencia en perros.
¿Qué tan común es el megacolon?
El megacolon es una afección frecuente en los gatos, especialmente en animales de mediana edad (la edad media ronda los seis años). Los gatos machos son más propensos a padecerlo, ya que representa el 70 % de los casos, en comparación con el 30 % en las gatas.
Esto se observa con mayor frecuencia en gatos domésticos de pelo corto, pero también se observa en gatos domésticos de pelo largo y se observa en gatos siameses más que en otras razas de pedigrí.
¿Cómo les ocurre al megacolon en los gatos?
El megacolon tiene varias causas posibles, en orden de incidencia como sigue:
- Megacolon idiopático (es decir, no se puede identificar la causa) 62 %
- Estrechamiento del canal pélvico (p. ej. después de un accidente de tráfico) 23 %
- Lesión nerviosa (por ejemplo, enfermedad de la columna vertebral) 6 %
- Deformidad congénita de la médula espinal (p. ej., gatos Manx) 5 %
- Otras causas incluyen obstrucción mecánica (por ejemplo, tumores intestinales, estenosis del intestino y, raramente, obstrucciones a largo plazo causadas por cuerpos extraños).
Síntomas del megacolon en los gatos

Los síntomas del megacolon son muy similares a los del estreñimiento y generalmente incluyen defecación reducida o ausente, dolor al evacuar las heces, esfuerzo como si se intentara evacuar las heces, etc.
El estreñimiento crónico es la mejor manera de describir los síntomas del megacolon. Los principales signos clínicos que notan los propietarios suelen estar relacionados con el comportamiento de los gatos afectados en torno a la defecación.
- Defecación reducida o ausente
- Dolor al evacuar
- Esfuerzo como si intentara evacuar (llamado tenesmo), pero sin lograrlo
- Letargo
- Abdomen hinchado
- Dolor abdominal
- Vómitos
- Pérdida de apetito
- Presencia de sangre o moco en el ano
- En ocasiones, puede sentirse una hinchazón dura al palpar el abdomen
- A largo plazo, puede observarse pérdida de peso
Causas del megacolon en los gatos
En casi dos tercios de los casos (62 %) no se puede identificar la causa y estos casos se clasifican como “idiopáticos”. Casi uno de cada cuatro casos (23 %) se debe a un estrechamiento del canal pélvico (por ejemplo, después de una fractura pélvica en un accidente de tráfico), que provoca una obstrucción parcial y luego conduce a un megacolon.
En uno de cada veinte casos (6 %) se debe a una alteración de la irrigación nerviosa del colon, como una lesión de la médula espinal. En otro de cada veinte casos (5 %) se debe a una anomalía congénita de la anatomía de la región. También existen otras causas menos frecuentes.
Diagnóstico del megacolon
Si tu veterinario sospecha que tu gato podría tener megacolon, puede seguir los siguientes pasos. Además de confirmar el diagnóstico, es clave identificar la causa subyacente para poder ofrecer el tratamiento más adecuado.
1. Toma de historia clínica detallada
Tu veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos de la salud de tu gato, con especial atención a sus hábitos intestinales.
Existen otras afecciones que pueden mostrar signos similares al megacolon, por lo que esta información ayudará a entender con mayor precisión qué está ocurriendo. Si puedes grabar un video de tu gato intentando evacuar, eso podría ser de gran utilidad.
2. Examen físico
Tu veterinario hará una revisión completa de tu gato, prestando especial atención al abdomen. Al palpar con cuidado, es común detectar una masa dura con forma de tubo, que corresponde al colon lleno de heces compactas.
También puede notarse deshidratación y, al hacer un examen rectal con un dedo enguantado, es posible identificar un estrechamiento del canal pélvico, como consecuencia, por ejemplo, de una fractura antigua.
3. Pruebas de laboratorio de rutina
Es muy probable que tu veterinario realice análisis de sangre, incluyendo los exámenes diagnósticos habituales como hemograma y perfil bioquímico.
En un caso de megacolon sin complicaciones, estos análisis suelen arrojar resultados normales, aunque son útiles para evaluar el estado de hidratación de tu gato. Un perfil metabólico puede incluir un análisis de electrolitos.
También puede hacerse un examen de orina como parte de una revisión general del estado de salud.
4. Diagnóstico por imágenes
Generalmente se realizan radiografías, ya que permiten observar con claridad el grado de megacolon; las heces acumuladas se ven fácilmente en el colon ascendente, transverso y descendente. Estas imágenes también permiten evaluar estructuras óseas, como el ancho del canal pélvico y la presencia de enfermedades en la columna vertebral.
Además, se revisarán las radiografías en busca de signos de neoplasias (tumores) que puedan estar provocando una obstrucción parcial en el tracto digestivo y, con ello, desencadenar el megacolon.
El ultrasonido puede emplearse para obtener una mejor evaluación de los tejidos blandos alrededor del colon afectado.
En casos poco comunes, se puede recomendar imagenología avanzada (como tomografía o resonancia magnética) si se requiere un análisis más detallado de áreas específicas.
Ocasionalmente, se recurre a la colonoscopía para inspeccionar visualmente el interior del colon.
Tratamiento del megacolon

El megacolon generalmente se trata con medicamentos (laxantes, ablandadores de heces, estimulantes de la pared del colon y dietas ricas en fibra) y, en última instancia, cirugía.
- El tratamiento primario es la eliminación inmediata de la acumulación de heces en el colon, lo que puede implicar enemas repetidos y la extracción manual de las heces, a menudo bajo sedación o anestesia general.
- A menudo es necesaria la corrección de la deshidratación con fluidoterapia intravenosa para facilitar el paso de las heces: cuanto más deshidratado esté el gato, más sólidas, secas y duras serán las heces impactadas.
- Una vez eliminadas las heces impactadas, el objetivo de la terapia es tomar medidas para evitar que las heces se acumulen nuevamente.
- A menudo se recomiendan dietas bajas en residuos y que sólo se venden con receta médica.
- A veces se pueden sugerir dietas ricas en fibra y agentes de relleno fecal.
- Se pueden recomendar medicamentos recetados para aumentar la motilidad del colon (los llamados productos procinéticos), incluidos medicamentos como la cisaprida y otros. Estos son medicamentos potentes que se venden con receta y solo se deben usar siguiendo instrucciones específicas del veterinario.
- Se pueden recomendar otros medicamentos para lubricar las heces, como laxantes (por ejemplo, parafina líquida oral) o ablandadores de heces como la lactulosa, que permanece inerte hasta que llega al colon, cuando atrae líquido hacia el colon, agregando líquido a las heces.
- En casos extremos donde el tratamiento médico no es suficiente para aliviar la obstrucción, o cuando ésta continúa recurriendo a pesar del tratamiento médico, se puede recomendar un tratamiento quirúrgico para extirpar el colon agrandado (colectomía total o subtotal).
Seguimiento y pronóstico
El megacolon suele recurrir, por lo que es fundamental que vigiles de cerca los hábitos de tu gato en la caja de arena. Esto te permitirá identificar cualquier recaída en una etapa temprana (por ejemplo, si tu gato deja de defecar con regularidad o si muestra dificultad para hacerlo). Un tratamiento oportuno es más probable que resulte efectivo.
También son importantes las revisiones físicas periódicas con tu veterinario, quien podrá palpar el abdomen de tu gato para detectar cualquier anomalía. Si hay dudas, pueden realizarse radiografías repetidas para controlar el tamaño del colon.
El megacolon es una enfermedad seria que afecta a los gatos, y subraya la importancia de que quienes cuidan gatos observen diariamente sus hábitos de eliminación. Detectar cambios a tiempo puede marcar la diferencia, y la atención veterinaria rápida es clave si aparecen signos de megacolon.