Lactulosa para gatos: descripción general, dosis y efectos secundarios

Compartir Email Pinterest Linkedin Twitter Facebook

Gato comiendo de un cuenco azul

La lactulosa es un medicamento líquido que se utiliza principalmente para tratar el estreñimiento en gatos. Entre las marcas más conocidas están Cephulac y Kristalose. En este artículo descubrirás cómo funciona la lactulosa, en qué casos se recomienda, los efectos secundarios más comunes y respuestas a las dudas frecuentes.

Descripción rápida: Lactulosa para gatos

Tipo de medicamento:
Laxante osmótico, desintoxicante de amoniaco.
Forma:
Solución líquida, cristales para solución oral.
¿Se requiere receta médica?:
¿Aprobado por la FDA?:
No
Nombres de marca:
Generlac, Constulose, Enulose, Kristalose
Nombres comunes:
Lactulosa
Dosis disponibles:
Solución de 1 g/1,5 ml. Cristales en sobres de 10 g y 20 g.
Rango de vencimiento:
La lactulosa debe conservarse a temperatura ambiente y debe evitarse la congelación. Las soluciones de lactulosa pueden precipitar cuando los cristales se desprenden de la solución, lo que no significa que la solución esté en mal estado y puede volver a mezclarse calentándola suavemente. Los productos deben utilizarse antes de la fecha de vencimiento indicada en el envase.

Acerca de la lactulosa para gatos

Veterinario examinando la salud del gato

La lactulosa es un medicamento que se administra con frecuencia fuera de indicación para aliviar el estreñimiento en gatos.

La lactulosa se clasifica como un disacárido osmótico no absorbible con efecto laxante. También funciona como un detoxificador de amoníaco, un subproducto de la descomposición de proteínas en el cuerpo.

Normalmente, el hígado elimina el exceso de amoníaco, pero cuando se produce en grandes cantidades o hay un problema en el metabolismo hepático, el amoníaco acumulado en la sangre puede causar daños. Como neurotoxina, niveles elevados de amoníaco pueden generar síntomas neurológicos.

La lactulosa se transforma gracias a las bacterias naturales del colon, lo que acidifica su contenido. Esto provoca que el amoníaco pase del torrente sanguíneo al colon, para luego eliminarse a través de las heces. Por eso, la lactulosa se emplea en casos médicos donde hay un exceso de amoníaco o dificultades para eliminarlo correctamente.

Además, actúa como laxante osmótico, atrayendo agua hacia el colon y facilitando la expulsión de las heces al suavizarlas. Este efecto también ocurre porque las bacterias del colon metabolizan la lactulosa, generando ácidos grasos libres que aumentan la presión osmótica en el intestino.

Leer también: Tabla de heces de gato aprobada por veterinarios: descifrando las heces de tu gato

¿Qué hace la lactulosa en los gatos?

gato durmiendo con la luz del sol

La lactulosa puede ayudar a eliminar el exceso de amoníaco del cuerpo, lo que la hace útil para gatos con encefalopatía hepática.

La capacidad de la lactulosa para eliminar el exceso de amoníaco se utiliza principalmente en casos de encefalopatía hepática. Esta es una afección del hígado que puede tener distintas causas, como una derivación portosistémica (un vaso sanguíneo que desvía la sangre del hígado), una falla hepática aguda o efectos graves relacionados con medicamentos.

En todos estos escenarios, el hígado no puede eliminar correctamente el amoníaco, lo que provoca su acumulación en la sangre. Cuando esto ocurre, los gatos pueden presentar síntomas como decaimiento, problemas digestivos, cambios de conducta y signos neurológicos como convulsiones, presión con la cabeza contra superficies o dificultad para caminar.

En estos casos, puedes administrar lactulosa por vía oral para ayudar a eliminar el exceso de amoníaco y así prevenir los efectos del aumento de este compuesto en el cuerpo. Dado que la encefalopatía hepática puede tener diversas causas, lo ideal es usarla junto con otros tratamientos, aunque sigue siendo clave para evitar el daño neurológico causado por niveles altos de amoníaco.

Con todo, el uso más frecuente de la lactulosa en gatos es como laxante para tratar el estreñimiento.

Las causas del estreñimiento pueden variar, por lo que conviene también tratar el origen del problema. Aun así, la lactulosa ayuda al atraer agua hacia el intestino, lo que suaviza las heces y facilita la evacuación.

Si tu gato sufre de estreñimiento crónico, ha tenido episodios de impactación fecal o padece megacolon (una condición en la que el intestino grueso no mueve bien las heces), es posible que necesite lactulosa de forma regular.

Aunque es efectiva, su principal inconveniente es la presentación: una solución espesa y pegajosa que a muchos gatos no les resulta agradable. Debes administrarla directamente en la boca, lo cual puede ser engorroso y desordenado. Además, suele requerir varias dosis al día.

Leer también: ¿Cómo saber si un gato hace esfuerzo para defecar u orinar?

Efectos secundarios de la lactulosa para los gatos

El gato se tira demasiados pedos

Como la mayoría de los medicamentos, la lactulosa tiene algunos posibles efectos secundarios.

Algunos efectos secundarios de la lactulosa pueden incluir gases en exceso, flatulencia, distensión abdominal y cólicos. Como esta sustancia produce ácidos grasos libres a través de la fermentación bacteriana, también actúa como prebiótico. Este proceso favorece la producción de gases por parte de las bacterias que metabolizan el medicamento.

Por suerte, este tipo de molestias suele presentarse al inicio del tratamiento y tiende a disminuir con el tiempo.

La dosis debe ajustarse según las necesidades del gato y la consistencia de sus heces. Si se administra en cantidades elevadas, puede provocar diarrea, lo que a su vez puede causar deshidratación y alteraciones en los electrolitos.

Por este motivo, hay que tener especial cuidado si el gato ya presenta desequilibrios electrolíticos.

No debe usarse en casos de obstrucción intestinal, como sucede con la impactación fecal. En esta situación, el grado de estreñimiento es tan severo que las heces forman un bloqueo en el intestino. Si después de 24 horas de administrar lactulosa no hay evacuación, y además notas que tu gato está incómodo o ha perdido el apetito, consulta con el veterinario antes de seguir usando este u otro laxante.

Ante cualquier inquietud sobre posibles efectos secundarios, lo mejor es contactar de inmediato a tu veterinario, al Centro de Control de Envenenamiento Animal de la ASPCA (1-888-426-4435) o a la línea Pet Poison Helpline (1-855-764-7661) para recibir orientación.

Leer también: Envenenamiento en gatos: causas, síntomas y tratamiento

Dosis de lactulosa para gatos

Gato sentado en la cama con una manta

La lactulosa no está aprobada por la FDA para su uso en mascotas, por lo que se utiliza fuera de lo indicado en la etiqueta para gatos.

La lactulosa no cuenta con aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para su uso en animales, por lo que su administración en gatos se considera fuera de indicación oficial (uso extraoficial o extraetiqueta). Dado que tanto la dosis como la frecuencia pueden variar mucho, es fundamental consultar con el veterinario para definir la pauta más adecuada según el caso de tu gato. Aun así, aquí se incluyen algunas referencias generales con el fin de evitar un uso excesivo.

Para tratar la encefalopatía hepática, la dosis recomendada es de 1 a 3 mililitros por cada 10 kilogramos de peso corporal (no por cada kilo). Este dato es clave, ya que la mayoría de los gatos no requieren más de 0.5 a 1 ml por toma. En el caso de gatos grandes o con sobrepeso, de cerca de 9 kilos (20 lb), puede ser necesario aumentar la dosis a 1-2 ml.

La frecuencia puede variar entre cada 6 u 8 horas, dependiendo de la evolución. Es importante mantener comunicación con el veterinario para informar sobre cualquier mejora o cambio en los síntomas relacionados con la encefalopatía hepática, ya que esto ayudará a ajustar la dosis correctamente. Una vez que se ha encontrado una dosis que controla los síntomas sin causar diarrea o heces blandas, no debe modificarse sin supervisión.

Leer también: ¿Qué hacer si ves sangre en las heces de tu gato?

Para tratar el estreñimiento, la dosis habitual en gatos es de 2 a 3 ml por animal, cada 8 a 12 horas. Esta cantidad puede ajustarse según la frecuencia, consistencia y calidad de las heces.

Además de la presentación líquida, también existe lactulosa en forma de cristales, que se puede mezclar con la comida del gato. Como muchos felinos rechazan la administración oral directa del líquido, esta alternativa puede resultar más práctica y mejor tolerada.

En el caso de los cristales, la dosis suele ser de ¼ a ½ cucharadita por gato, lo que equivale aproximadamente a 1–2.5 ml. Al igual que con la presentación líquida, la cantidad puede modificarse según se necesite para lograr una evacuación adecuada.

Conclusión

gato en caja de arena

En general, la lactulosa es un medicamento seguro y eficaz para gatos que presentan estreñimiento o problemas asociados con acumulación de amoníaco en la sangre.

La lactulosa es un medicamento muy útil, especialmente en gatos con estreñimiento. También puede emplearse para eliminar el exceso de amoníaco en casos de encefalopatía hepática derivada de ciertos trastornos del hígado.

Aunque el jarabe es pegajoso y difícil de administrar, los cristales pueden ser una alternativa práctica. En general, su uso es seguro, aunque es importante ajustar la dosis para evitar gases en exceso o diarrea.

Leer también: Neomicina para gatos: descripción general, dosis y efectos secundarios

Aviso sobre la dosificación de medicamentos: Solo podemos proporcionar dosis para medicamentos aprobados por la FDA para su uso en gatos y únicamente según lo indicado en la etiqueta. En el caso de fármacos utilizados fuera de indicación oficial, únicamente ofrecemos información general sobre seguridad y pautas de uso. La dosificación adecuada y segura de estos medicamentos solo puede establecerla un veterinario de cabecera.

Te recomendamos consultar siempre con tu veterinario para saber si un medicamento es apropiado para tu gato. Modificar la dosis por cuenta propia, sin orientación profesional, puede implicar riesgos. No es recomendable administrar a tu gato medicamentos recetados para humanos sin antes hablar con un veterinario.

Avatar photo

Dr. Chris Vanderhoof, DVM, MPH

El Dr. Chris Vanderhoof se graduó en 2013 de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland (VMCVM) en Virginia Tech, donde también obtuvo una Maestría en Salud Pública. Completó una pasantía rotativa en el Hospital Veterinario Red Bank en Nueva Jersey y ahora trabaja como médico general en el área de Washington DC. El Dr. Vanderhoof también es redactor especializado en el campo de la salud animal y fundador de Paramount Animal Health Writing Solutions, que se puede encontrar en www.animalhealthcopywriter.com. El Dr. Vanderhoof vive en el área del norte de Virginia con su familia, incluidos 3 gatos.