¿Son seguros los aceites esenciales para los gatos?

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Gato curioso que mira atentamente una variedad de aceites esenciales, mostrando una mezcla de intriga y contemplación.

Los aceites esenciales ofrecen múltiples beneficios para la salud y el bienestar de las personas. Pero en el caso de los gatos, no son seguros. De hecho, resultan tan tóxicos que basta con usarlos en casa para poner en peligro su salud.

¿Qué son los aceites esenciales?

Los aceites esenciales provienen de extractos de plantas con aromas particulares o propiedades curativas. Estas se someten a un proceso de vapor o prensado para obtener un aceite concentrado que conserva sus características especiales.

Puedes inhalarlos o aplicarlos diluidos sobre la piel para activar distintas respuestas en el cerebro; a esto se le conoce como aromaterapia. Se emplea para relajarse, tratar ciertas afecciones o simplemente para disfrutar de un ambiente con buen aroma.

Aunque pueden tener efectos positivos en tu salud y bienestar, representan un serio peligro para los gatos. Esto se debe a que su hígado no cuenta con una enzima necesaria para procesarlos. Además, también reaccionan al aceite vehicular con el que se diluyen. Por eso, casi todos resultan tóxicos para ellos. Algunos de los más comunes que debes evitar son:

  • Lavanda
  • Hierba limón (lemongrass)
  • Lima
  • Aceites cítricos
  • Árbol de té
  • Romero
  • Geranio
  • Mentas como hierbabuena y menta piperita
  • Ylang ylang
  • Canela
  • Clavo
  • Wintergreen
  • Aceites de pino
  • Eucalipto

Cuanto más concentrado esté el aceite, mayor es el riesgo para tu gato. Y aunque estén diluidos, también pueden causar problemas graves.

Toma en cuenta que los aceites esenciales se encuentran en productos comunes como ambientadores, artículos de tocador, cosméticos, repelentes de insectos o incluso diluyentes para pintura.

¿Qué pasa con el aceite de árbol de té?

Puede que hayas visto el aceite de árbol de té recomendado como un remedio “natural” contra las pulgas en mascotas. Por eso lo menciono de forma especial: este aceite puede ser extremadamente peligroso para los gatos.

Lamentablemente, existen casos documentados de gatos que han sufrido daños neurológicos, coma e incluso han muerto tras ser tratados con aceite de árbol de té puro. Aunque la mayoría de los productos herbales lo contienen en bajas concentraciones, su toxicidad es tan alta que lo mejor es no usarlos. También conviene evitar su aplicación en perros que convivan con gatos, ya que estos podrían lamer su pelaje y intoxicarse.

Síntomas de intoxicación por aceites esenciales en gatos

Botellas de aceite esencial de colores vibrantes cuidadosamente dispuestas, creando una composición visualmente cautivadora que atrae los sentidos.

Los gatos pueden exponerse a los aceites esenciales al entrar en contacto con la piel, inhalarlos o ingerirlos, incluso al lamerse el pelaje.

Los síntomas de intoxicación varían según el tipo de aceite y la forma en que tu gato estuvo expuesto, pero pueden incluir:

La toxicidad por aceites esenciales puede dañar el hígado, inducir coma e incluso provocar la muerte. Si notas cualquiera de estos síntomas o crees que tu gato estuvo en contacto con alguno, acude al veterinario de inmediato. Llevar el envase del producto puede facilitar el diagnóstico, ya que así podrán saber qué aceite se usó y en qué concentración.

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¿Cómo utilizar aceites esenciales cuando tienes un gato?

No existe ningún aceite esencial que sea seguro para los gatos. Por eso, la mejor forma de protegerlos es no usar ni tener estos productos en casa.

Ahora bien, si forman parte importante de tu rutina, hay ciertas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo mientras los usas tú. Lo más importante: jamás apliques aceites esenciales sobre tu gato.

Guárdalos de forma segura

Lamer aceites esenciales derramados—ya sea directamente o al limpiarse las patas o el pelaje—es una de las formas más comunes en que los gatos se intoxican. Por eso, hay que ser muy cuidadoso al guardarlos.

Después de usarlos, guárdalos de inmediato. Asegúrate de que estén bien cerrados, en envases que no goteen, y colócalos en un lugar al que tu gato no tenga acceso bajo ninguna circunstancia.

Utiliza aceites esenciales bien diluidos

Cuanto más concentrado esté un aceite esencial, mayor será su toxicidad para tu gato. Si decides tener alguno en casa, procura que esté bien diluido; así, en caso de un accidente, las consecuencias podrían ser menos graves.

Elige difusores pasivos

Los difusores pasivos, como los de varillas, funcionan al evaporar el aceite en el ambiente. La cantidad que liberan es mínima y muy diluida. A menos que se caigan o derramen, es poco común que causen problemas graves en gatos sanos.

En cambio, los difusores activos, como los ultrasónicos o nebulizadores, representan un riesgo mucho mayor. Estos dispersan gotas de aceite en el aire que pueden acumularse en el pelaje de tu gato. Al absorberse por la piel o al ser ingeridas cuando se acicala, pueden provocar enfermedades severas.

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Utiliza aceites esenciales únicamente lejos de tu gato

Una imagen que captura a una mujer vertiendo delicadamente aceite esencial de eucalipto.

Usa los aceites esenciales en una habitación aparte y mantén a tu gato fuera hasta que hayas guardado todo por completo. Ventila bien el espacio antes de dejarlo entrar de nuevo y no olvides lavar tus manos antes de tocarlo.

Nunca uses aceites esenciales en tu gato

Lo más importante: nunca uses aceites esenciales en tu gato. Aunque para nosotros pueden ser seguros y beneficiosos, no lo son para ellos. Jamás apliques productos con aceites esenciales sobre su pelaje, piel, comida o agua.

Si tienes dudas sobre la seguridad de algún producto para tu gato, consulta siempre con tu veterinario antes de usarlo.

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Dr. Nat Scroggie MRCVS

Nat es una gran corredora y le apasiona el bienestar, tanto dentro como fuera de la profesión veterinaria, donde trabaja duro para ayudar a otros en su propio bienestar. Vive en Nottingham con su pareja, su bebé y su querida collie labradora de 14 años, Milly.