¿Tu gato tiembla, se sacude o presenta espasmos?
Cuando un gato tiene temblores, es una señal grave que puede poner en riesgo su vida. En estos casos, resulta fundamental entender qué está ocurriendo para poder actuar y brindarle ayuda. Aquí encontrarás información pensada para orientarte y darte herramientas ante una situación tan delicada.
¿Cómo se manifiesta el temblor en un gato?
Un gato sano mantiene el cuerpo y la cabeza firmes, sin sacudidas ni espasmos. También debe caminar con estabilidad, sin tambalearse ni temblar. Si notas que se estremece, se sacude, da saltos, tirita, presenta movimientos bruscos o cualquier otra señal involuntaria, algo grave podría estar ocurriendo. Llévalo al veterinario de inmediato.
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¿Qué tan comunes son los temblores en los gatos?

Si bien los temblores son una señal grave de que algo anda mal, existen algunas causas «normales» de sacudidas y sacudidas transitorias.
Si bien son transitorios, pueden ocurrir episodios temporales de cierto grado de temblores como parte de la vida normal de un gato y, en ocasiones, los temblores pueden ocurrir cuando un gato está relajado o incluso mientras ronronea. Aun así, los temblores son signos que generalmente indican un problema subyacente. Hay varias causas comunes, que se enumeran a continuación.
Causas de los temblores en los gatos
Hay situaciones normales en las que un gato puede temblar, sacudirse o tener espasmos, como por ejemplo:
En todos estos casos, un gato sano detiene los temblores en cuanto se distrae o cesa la situación, recuperando una postura firme, estable y controlada.
Ahora bien, existe una larga lista de escenarios anormales que pueden provocar temblores. Entre las causas más preocupantes se encuentran:
- Enfermedad vestibular: las alteraciones en el sistema vestibular provocan temblores en la cabeza, pérdida de equilibrio y descoordinación.
- Intoxicaciones: hay muchas sustancias que pueden generar este tipo de reacciones, como metaldehído (veneno para babosas), drogas (como la marihuana) y plantas tóxicas.
- Anestesia o sedación: durante la recuperación de ciertos procedimientos, algunos gatos muestran temblores u otros signos físicos inusuales.
- Epilepsia: los fallos eléctricos en el cerebro pueden desencadenar desde movimientos leves hasta convulsiones completas.
- Tumores cerebrales: cualquier síntoma neurológico, desde pequeños temblores hasta convulsiones intensas, puede ser una señal de este problema.
- Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre): puede causar temblores.
- Insulinoma: un tumor en el páncreas que produce un exceso de insulina, lo cual reduce el nivel de glucosa en sangre y provoca temblores.
- Hipocalcemia o eclampsia: puede presentarse en gatas que están produciendo grandes cantidades de leche después de parir.
- Diabetes mellitus: ya sea por niveles de glucosa muy altos o muy bajos, o por una dosis excesiva de insulina.
- Enfermedades hereditarias: como la hipomielinogénesis, hipoplasia cerebelosa (cuando el cerebelo no se desarrolla correctamente), leucodistrofia de células globoidales, esfingomielinosis o trastornos del almacenamiento de glucógeno.
- Problemas nutricionales: por ejemplo, un exceso de vitamina A.
- Hipertermia: cuando el gato se sobrecalienta.
- Hipotermia: si su temperatura corporal baja peligrosamente.
- Enfermedades generales: diversos padecimientos, como problemas hepáticos, renales y otros, pueden provocar deshidratación, desequilibrios electrolíticos o toxemia (acumulación de toxinas en la sangre).
¿Cuándo consultar a un veterinario?
Si los temblores de tu gato duran solo unos instantes (por ejemplo, cuando está totalmente concentrado en cazar), no hace falta llevarlo al veterinario. Pero si los movimientos persisten más de unos pocos segundos y no desaparecen al interrumpir lo que está haciendo, entonces necesita atención veterinaria inmediata.
Investigar la causa de los temblores
Al llevar a tu gato al veterinario por temblores, es probable que se sigan ciertos pasos. El objetivo principal es identificar con precisión qué está causando los movimientos para poder administrar el tratamiento y los medicamentos más adecuados.
1. Historial detallado

Un examen exhaustivo de un gato que experimenta temblores ayudará al veterinario a llegar a la causa raíz.
El veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos relacionados con la salud y el bienestar de tu gato. Te preguntará qué come, cómo es su entorno y si vive dentro de casa o también sale al exterior, ya que eso influye en los riesgos a los que está expuesto. No olvides mencionar cualquier contacto con sustancias tóxicas, como tratamientos antipulgas, productos de jardinería, plantas peligrosas o medicamentos.
Algunas condiciones son más frecuentes en gatos mayores que en jóvenes, así que la edad también será un factor a considerar. Si tienes videos donde se ve a tu gato con temblores, muéstraselos al veterinario: pueden ser de gran ayuda para el diagnóstico.
2. Examen físico
Primero, el veterinario observará a tu gato a cierta distancia para detectar cualquier movimiento anormal. Evaluará si los temblores afectan todo el cuerpo o si se presentan solo en una zona específica, como la cabeza.
Después realizará una revisión detallada: medirá la frecuencia cardíaca y escuchará el corazón y los pulmones con un estetoscopio. También comprobará que la temperatura corporal sea la adecuada utilizando un termómetro.
Por lo general, se hará un examen neurológico completo. En este se evaluarán distintos reflejos y aspectos clave del funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
3. Pruebas de laboratorio de rutina
Lo más probable es que el veterinario solicite análisis de sangre básicos, que incluyen un hemograma completo y perfiles bioquímicos. También podrían medir los niveles de hormonas tiroideas para descartar hipertiroidismo.
Se realizarán pruebas para detectar virus graves como FeLV y VIF, que afectan el sistema inmunológico y pueden generar complicaciones.
Como parte de la revisión general, es posible que se analice una muestra de orina.
En casos poco comunes, se puede tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo para un análisis más detallado.
4. Diagnóstico por imagen
Durante la revisión de tu gato podrían realizar radiografías. También es común que se haga una ecografía para evaluar su estado general.
En algunos casos específicos, podrían recomendar estudios más avanzados como una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Estas pruebas se utilizan cuando se requiere un análisis detallado de ciertas áreas, por ejemplo, para examinar el cerebro en busca de lesiones o anomalías estructurales.
Tratamiento de los temblores
El tratamiento para los temblores en gatos varía según la causa.
Por ejemplo:
- La hipoglucemia (bajo nivel de glucosa) se trata administrando glucosa, ya sea por vía oral o mediante inyección.
- La insuficiencia renal requiere un enfoque específico que incluye fluidoterapia, dieta especial y diversos medicamentos.
- En casos de intoxicación, las opciones pueden ir desde inducir el vómito para eliminar toxinas, usar carbón activado, hasta brindar cuidados de soporte como líquidos intravenosos y monitoreo constante.
El veterinario te indicará el tratamiento adecuado según el origen del problema.
Seguimiento y pronóstico

Brindarle a tu gato el mejor cuidado después de la consulta veterinaria es fundamental, sin importar el pronóstico.
Tu gato requerirá revisiones periódicas para evaluar su evolución. En algunos casos, como las intoxicaciones, puede recuperarse por completo en horas o días. En otros, como problemas cerebrales congénitos, el pronóstico suele ser mucho más reservado. El veterinario es quien mejor podrá orientarte sobre qué esperar en cada situación.
Remedios caseros
Asegúrate de que tu gato esté en un lugar cómodo y con una temperatura adecuada, ni demasiado frío (hipotermia) ni demasiado caliente (hipertermia). Verifica que haya comido recientemente, especialmente si sospechas que tiene baja glucosa en sangre. En general, un gato que tiembla y se estremece debe ser llevado al veterinario.
Temblores en los gatos: conclusión
Los temblores no son normales en un gato sano si persisten durante un período muy breve. Si tu gato muestra signos de temblores, debes grabar un video de lo que sucede. Luego, lleva a tu gato al veterinario de inmediato.
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