Aunque la mayoría de los dueños de mascotas desean cuidar adecuadamente a sus gatos y rara vez actúan de forma intencionada para estresarlos, es común que, sin darse cuenta, realicen acciones que les generan ansiedad. A continuación, te presentamos las diez cosas que los felinos detestan y que pueden provocarles estrés, junto con consejos para mitigar o evitar estos inconvenientes por completo.
1. Ruidos fuertes
Los ruidos fuertes ponen muy nerviosos a los gatos por muy buenas razones: en la naturaleza, los ruidos fuertes pueden indicar un depredador peligroso que podría arruinarle el día a un gato. Cuando un gato escucha un ruido fuerte, activa la parte de su cerebro que regula la respuesta de lucha, huida o inmovilización.
Esto puede provocar un aumento de la agresividad hacia las personas u otras mascotas, comportamiento nervioso, pérdida de apetito, acicalamiento excesivo que puede provocar zonas calvas o problemas con la caja de arena.
2. Cajas de arena sucias
Los problemas con la caja de arena (es decir, no usarla y, en su lugar, hacer sus necesidades en otro lugar de la casa) son algunas de las principales razones por las que los gatos son abandonados en refugios. En lo que respecta a la higiene del baño, a los gatos les gusta que esté impecable y no que sea algo extravagante.
Las cajas de arena sucias o abarrotadas pueden provocar estrés en los gatos, lo que puede manifestarse como una eliminación inadecuada, es decir, orinar y/o defecar fuera de la caja de arena, probablemente donde no quieres que vayan.
Limpia la caja a diario para retirar las heces y la orina acumulada, renueva la arena cada 2 o 3 días y mantenla lo suficientemente profunda para que el gato pueda rascar y cubrir las heces.
3. Accesorios para la caja de arena
Capuchones, tapas, bolsas de plástico, recogedores electrónicos… Al fin y al cabo, compramos todo esto para nosotros mismos. La dura verdad es que la mayoría de los gatos odian las cajas de arena sofisticadas y prefieren una caja sencilla y silenciosa ubicada en una zona de poco tránsito.
4. Acariciar la zona prohibida

Si bien siempre hay excepciones a las reglas, en general, a los gatos no les gusta que les froten la panza ni que les acaricien los costados del abdomen. La razón es que estas áreas son muy vulnerables para los gatos, que son tanto depredadores como presas por naturaleza.
5. Los baños

El baño puede ser bastante aterrador para los gatos, y el pelaje que se acumula bajo el agua puede resultarles muy extraño y desagradable. Aunque puedes entrenar a un gato para que tolere el baño y el agua, si no le gusta mojarse, es mejor no forzarlo.
6. Medicina

7. Gatos callejeros

Los gatos son muy sensibles a quién está en su territorio. Forman grupos sociales muy cerrados y, si un gato extraño se adentra en su «territorio», ¡eso puede hacer que se enfaden mucho! ¡Incluso los gatos que viven en el interior pueden ponerse nerviosos al ver a un gato extraño por la ventana!
Este estrés puede manifestarse de varias maneras, desde una mayor agresión desplazada hacia otros gatos o personas del hogar, hasta aullidos o acicalamiento excesivo, pérdida de apetito, problemas con la caja de arena y rociado de alimentos.
8. Transportines para gatos

Algunas maneras de lograrlo incluyen dejar el transportador abierto en casa para que tu gato pueda explorarlo, colocar comida, juguetes, agua o golosinas dentro del transportador, y realizar sesiones de práctica breves en las que lleves a tu gato en la jaula o coloques la jaula en el automóvil.
Siempre establece una asociación positiva entre tu gato y el transportín. De esta forma, cuando necesites transportarlo, no se convertirá en una fuente adicional de estrés.
9. Paseos en coche

Además de la ansiedad que sienten al estar en una jaula, a la mayoría de los gatos no les gustan los viajes en coche. A menudo, los gatos solo viajan en coche cuando van a algún lugar que no les gusta del todo, como el veterinario, la guardería o la peluquería. Esto hace que los viajes en coche sean estresantes y les provoquen ansiedad a la mayoría de los gatos.
Los gatos también pueden sufrir mareos, que pueden manifestarse como aullidos o maullidos excesivos, caminar de un lado a otro, babeo, vómitos y pérdida de apetito. Si tu gato muestra síntomas de mareos o ansiedad durante un viaje en coche, consulta a tu veterinario sobre medicamentos que puedan prevenir el mareo o ayudar con la ansiedad.
10. Cambios

Los gatos son similares a los humanos en un aspecto: no les gustan los cambios. Prefieren la rutina, la misma comida, las mismas golosinas y el mismo entorno con las mismas personas y mascotas. Algunos gatos pueden experimentar un gran estrés cuando tienes visitas en casa, durante una reforma, al cambiar su comida, el tipo de arena, la ubicación de las cajas, entre otros.
Los gatos estresados nos indican cómo se sienten al eliminar fuera de la caja de arena, esconderse más, intentar escapar, mostrar mayor agresividad, tener cambios en el apetito, alteraciones en el aseo o cambios en su personalidad.
Es importante mantener la rutina y minimizar los cambios en el hogar por el bienestar de tu gato. Si necesitas introducir modificaciones, hazlo lentamente, mantén la calma y consulta a tu veterinario si tu gato muestra signos de estrés.