Si convives con un gato curioso, seguro lo has visto merodear mientras comes, pidiendo un bocado o incluso robando algo de tu plato. Y en esos momentos, seguramente te has preguntado: “¿los gatos pueden comer manzana?” o “¿la manzana les hace bien?”.
Aquí vamos a explorar a fondo esta fruta tan común y descubrir si resulta segura para ellos.
¿Son buenas las manzanas para los gatos?
Además de aportar vitaminas (sobre todo A y C) y minerales, las manzanas contienen una buena cantidad de antioxidantes.
- Uno de ellos es la quercetina, que se asocia con efectos antiinflamatorios, antivirales y anticancerígenos. Aún se investiga cómo puede beneficiar al organismo.
- El ácido clorogénico, conocido por su presencia en el café como antioxidante ligado a la pérdida de peso, también está presente en esta fruta.
- La catequina, según estudios preliminares, mejora el funcionamiento muscular y cerebral.
Más allá de sus antioxidantes, las manzanas también ofrecen beneficios gracias a sus fitonutrientes. Algunas investigaciones señalan que ayudan a proteger contra el cáncer de colon, estabilizan los niveles de azúcar en sangre y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas.
¿Las manzanas son seguras para los gatos?
La respuesta corta es sí: los gatos pueden comer manzana. Es un alimento seguro para ellos, aunque muchos no disfrutarán su sabor. Hay quienes afirman que, por ser carnívoros estrictos, los gatos no pueden digerir la manzana.
Eso no es correcto. Ser carnívoro estricto significa que necesitan carne para sobrevivir, ya que no obtienen todos los nutrientes esenciales de fuentes vegetales. Aun así, su sistema digestivo puede procesar la manzana y otros alimentos de origen vegetal.
El orujo de manzana —una pasta resultante del procesamiento de manzanas para jugos o sidra— a veces se incluye en croquetas como fuente de fibra.
Dicho esto, hay ciertas excepciones a la regla de que la manzana es segura para los gatos.
Como ocurre con cualquier otro bocadillo, la manzana debe ofrecerse como premio ocasional, ya que no es un alimento completo ni balanceado. Junto con otros snacks del día, no debe representar más del 10 % de la ingesta calórica diaria. El resto debe provenir de una dieta equilibrada.
También es importante ajustar el tamaño de las porciones para evitar un exceso de calorías.
No se recomienda dar manzana a gatos con diabetes, ya que su contenido de azúcar puede afectar negativamente su estabilidad. Los gatos con sobrepeso tampoco deben consumirla, pues requieren una dieta estricta y controlada, sin espacio para caprichos calóricos.
En casos de enfermedades gastrointestinales como colitis, sensibilidad digestiva o gastroenteritis crónica, conviene tener aún más cuidado. La fibra presente en la manzana puede resultar difícil de procesar y provocar gases, malestar o diarrea.
Por último, evita ofrecer productos como puré de manzana o tarta de manzana. Suelen contener azúcares añadidos, conservadores u otros ingredientes que no son adecuados para ellos.
¿Las manzanas son tóxicas para los gatos?
Las semillas y el corazón de la manzana no deben ofrecerse a los gatos, ya que contienen cianuro, una sustancia tóxica para ellos.
Por lo demás, las manzanas son seguras. Aunque tienen un alto contenido de carbohidratos, y los gatos son principalmente carnívoros, su sistema digestivo podría no aprovechar al máximo los nutrientes que aporta esta fruta.
Sabemos, gracias a un estudio, que los gatos pueden absorber el antioxidante tocoferol presente en el orujo de manzana. Además, investigaciones recientes indican que este subproducto les resulta apetecible, aunque también reduce la digestibilidad de su dieta.
Por eso se estudia su uso en alimentos “dietéticos”, ya que la fibra ayuda a generar sensación de saciedad mientras se reduce el aporte calórico.
En cuanto a otros nutrientes de la manzana, aún no se ha comprobado si los gatos pueden absorberlos y aprovecharlos, por lo que no está del todo claro si son un snack realmente saludable.
La buena noticia es que, mientras tu gato los consuma sin problemas ni efectos secundarios, comer manzana no debería causarle ningún daño.
¿Cuánta manzana puede comer un gato?

Los gatos sólo deben comer cantidades muy pequeñas de manzana a la vez.
Como con cualquier alimento nuevo, la primera vez que le des manzana a tu gato, comienza con una cantidad muy pequeña —medio centímetro cúbico es suficiente.
Después, observa a tu gato durante 24 a 48 horas para asegurarte de que no presente efectos negativos como diarrea o vómito. Si todo va bien, podrá tolerar un poco más.
Recuerda que los premios no deben superar el 10 % de las calorías diarias. Esto significa que, en teoría, un gato de 4.5 kg con buen estado físico no debería consumir más de una cuarta parte de manzana al día, en términos calóricos.
Si va a recibir otros snacks, la cantidad debe ser menor, y esa ya es una porción considerable para un gato pequeño. En la práctica, con unas pocas piezas pequeñas, espolvoreadas sobre su comida, es suficiente. También puedes mezclar una cucharada de puré de manzana (evita el puré comercial, que suele contener aditivos) con su alimento.
Nunca le des las semillas, pues contienen amigdalina, que al digerirse se convierte en cianuro. Aunque la cantidad sea baja, es mejor evitarlo. Además, la ASPCA recomienda que gatos y perros no consuman tallos ni hojas de manzana.
Si decides ofrecer manzana como premio, hazlo en pequeñas cantidades, ya que un exceso de fibra puede causar molestias estomacales.