Los gatos disfrutan del sol. Pero quizás has notado que, a pesar del calor, tu gato no suda. De hecho, a diferencia de los perros, tampoco parece jadear. Entonces, si no jadean y no sudan, ¿cómo logran mantenerse frescos? La realidad es que los gatos sudan (un poco), pero no es su principal método para regular la temperatura.
Los gatos domésticos descienden del gato salvaje africano, que habitaba en la abrasadora sabana africana. Como resultado, han evolucionado para ser expertos en mantenerse frescos. Sigue leyendo para descubrir cómo sudan los gatos, cómo se mantienen frescos y qué hacer si tu gato se calienta demasiado.
¿Cómo sudan los gatos?
Los gatos sí sudan, pero tienen muchas menos glándulas sudoríparas que nosotros. Estas glándulas se encuentran solo en las áreas sin pelo de su cuerpo, como el mentón, los labios y las almohadillas de las patas. Cuando tu gato siente calor, su cerebro envía una señal a las glándulas para que comiencen a sudar. A medida que el sudor se evapora, enfría su piel.
El estrés también puede activar esta respuesta de sudoración, por eso podrías notar que tu gato deja pequeñas huellas húmedas en la mesa cuando visita al veterinario.
Dado que los gatos cuentan con pocas glándulas sudoríparas en una superficie reducida, no es un método muy eficiente para refrescarse. Esto significa que, aunque sudan un poco cuando hace calor, se apoyan principalmente en otros métodos para mantenerse frescos.
¿Cómo se mantienen frescos los gatos?

Los gatos suelen regular su temperatura corporal descansando en las horas más calurosas del día y trasladándose a lugares más frescos cuando es necesario.
Los gatos son expertos en mantenerse frescos. Al igual que sus ancestros salvajes, realizan la mayor parte de su ejercicio—como jugar o cazar—en las horas más frescas del día, lo que explica en parte por qué son más activos al amanecer y al atardecer. Son muy buenos para encontrar lugares frescos y sombreados donde echarse una siesta por la tarde cuando sube la temperatura. En un caluroso día de verano, es probable que encuentres a tu gato extendido sobre una superficie fría (como el suelo del baño) para ayudar a disipar el calor corporal.
También podrías notar que tu gato se acicala más en climas cálidos. Esto sucede porque la saliva tiene un efecto refrescante al evaporarse, al igual que el sudor. En días calurosos, los gatos lamen su pelaje repetidamente, usando su saliva para mantenerse frescos.
Este tipo de acicalamiento es normal en altas temperaturas y no debería causar cambios en el pelaje o la piel de tu gato. Sin embargo, si observas áreas con pelo corto o ausente, o piel roja, puede que tu gato esté sobreacicalándose. Esto puede ser un signo de dolor, estrés o un problema dérmico, así que asegúrate de llevarlo al veterinario para que lo revise.
¿Cómo saber si tu gato tiene demasiado calor?
El golpe de calor es raro en los gatos en comparación con los perros, ya que suelen hacer ejercicio a su ritmo y no suelen viajar en coches calientes con frecuencia. Esto dicho, si no pueden encontrar un lugar a la sombra para refrescarse, pueden sobrecalentarse.
Esto sucede más comúnmente si quedan atrapados en un lugar caluroso sin acceso a sombra y agua. Pero también pueden sobrecalentarse en casa. Por lo tanto, aunque los gatos son buenos regulando su temperatura, es fundamental prestar atención a tu gato en los meses cálidos. Esto es especialmente importante si pertenecen a razas de cara plana, como los persas o los británicos de pelo corto, ya que tienden a sobrecalentarse más rápidamente.
Los signos de que tu gato está demasiado caliente incluyen:
- Jadeo
- Inquietud
- Babear
- Desorientación
- Inestabilidad
- Vómitos
- Diarrea
- Colapso
- Convulsiones
Si crees que tu gato está sufriendo un golpe de calor, contacta a tu veterinario de inmediato. Sin embargo, es crucial comenzar a enfriarlo en casa de inmediato: cuanto más rápido se enfríe, mayores serán sus posibilidades de recuperación completa.
Lleva a tu gato a un lugar más fresco y aplica agua fría sobre su pelaje y patas. No dejes toallas húmedas sobre su cuerpo, ya que esto puede impedir que el calor salga de su cuerpo a medida que las toallas se calientan. Informa a tu veterinario sobre lo que has hecho hasta ahora, y te aconsejarán sobre los siguientes pasos y cuándo es seguro transportar a tu gato.
Es importante saber que, a diferencia de los perros, jadear no es normal en los gatos. Puede ser un signo de golpe de calor, pero también puede indicar otros problemas graves, como dificultades respiratorias o cardíacas, así como dolor. Si notas que tu gato jadea, debes contactar a tu veterinario para recibir orientación.
¿Cómo ayudar a tu gato a mantenerse fresco?

Usar cubitos de hielo en los tazones de agua, o como juguetes, puede ofrecer entretenimiento y frescura.
En general, tu gato debería poder regular su temperatura corporal. Pero hay muchas cosas que puedes hacer para ayudarlo a mantenerse fresco en el calor. Aquí te dejamos siete trucos principales:
- Ofrece abundante agua fresca: Asegúrate de que haya agua fresca en varios lugares. Puedes probar añadiendo cubitos de hielo a su tazón para mantenerlo fresco.
- Proporciona áreas frescas: Mantén ciertas habitaciones de la casa frescas cerrando las cortinas y usando ventiladores o aire acondicionado. Si a tu gato le gusta salir, puedes crear lugares a la sombra con refugios, sombrillas o plantas.
- Utiliza mantas refrescantes o envuelve un paquete de hielo en una toalla: Coloca estos elementos cerca de tu gato mientras descansa, pero nunca directamente sobre él.
- Acicala a tu gato regularmente: Eliminar el pelo muerto ayuda a prevenir que el calor se acumule en su pelaje.
- Anímalo a jugar en horas más frescas: Esto lo ayudará a sentirse listo para descansar cuando la temperatura suba.
- Prepara helados para gatos: Puedes congelar caldo o agua de atún enlatado para hacer un helado sabroso que tu gato pueda lamer o con el que pueda jugar.
- Mantén a tu gato en casa: Puede ser más seguro mantener a tu gato adentro durante las horas más calurosas del día (siempre que esté fresco en tu casa).