Polidipsia en gatos: síntomas, diagnóstico y tratamiento

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gato bebiendo agua de un charco

El término “polidipsia” hace referencia a la sed excesiva o al consumo en exceso de agua. El objetivo de este artículo es resumir la información clave sobre los gatos que beben más de lo habitual: cómo se dan cuenta los dueños de que esto es un problema, qué lo puede causar y qué deben hacer cuando lo notan.

¿Qué significa cuando un gato sufre de polidipsia?

El término “polidipsia” se deriva de dos palabras griegas: “poly”, que significa “mucho” y “dipsos”, que significa “sed”. Por lo tanto, un gato con polidipsia es un gato cuya ingesta de agua es mayor de lo normal.

La polidipsia suele estar asociada a otro problema: la poliuria, que significa “producir demasiada orina”: la conexión básica es que si un gato bebe demasiada agua, es muy probable que el líquido salga por el otro extremo, en forma de orina.

Los veterinarios suelen hablar de una combinación de signos: poliuria-polidipsia, abreviada como PUPD (por sus siglas en inglés).

  • A veces, un caso puede describirse como «polidipsia primaria», lo que significa que el consumo excesivo de alcohol fue el problema original y el aumento de la micción fue la consecuencia. La polidipsia psicógena es un ejemplo.
  • Por el contrario, la «poliuria primaria» significa que el problema original fue el aumento de la producción de orina, lo que a su vez provoca un aumento de la sed. La diabetes mellitus es un ejemplo, ya que el exceso de glucosa en la orina extrae líquido de los riñones, lo que provoca un exceso de sed.

¿Qué tan común es la polidipsia en los gatos?

La polidipsia en los gatos probablemente no se diagnostica lo suficiente porque la mayoría de las personas no controlan la cantidad precisa que bebe su gato. Sin embargo, es un signo que se observa con frecuencia en enfermedades comunes, como la insuficiencia renal y la diabetes. Por eso es importante que los cuidadores de gatos conozcan este problema.

¿Cómo saber si un gato tiene polidipsia?

Gato bebiendo agua de una maceta en el jardín

Se considera que un gato bebe en exceso si bebe más de 100 ml por kilogramo (1.5 onzas líquidas por libra) y debe ser llevado a un chequeo veterinario.

Hay dos formas en que los dueños de gatos descubren que sus mascotas sufren de polidipsia.

  • En primer lugar, pueden notar que beben más agua. Incluso si no se mide la cantidad precisa de agua, pueden notar que su gato visita el recipiente de agua con más frecuencia, o pueden ver a su gato bebiendo de lugares inusuales, como el inodoro o charcos afuera. Al mismo tiempo, pueden notar que han tenido que comenzar a llenar el recipiente de agua con más frecuencia.
  • Alternativamente, los dueños pueden notar el signo de poliuria: es difícil medir la producción de orina, pero un gato puede comenzar a dejar más orina en la bandeja de arena, o puede comenzar a tener accidentes en la casa, en lugares inusuales, porque no puede retener el mayor volumen de orina.

La mayoría de los gatos adultos beben entre 30 y 70 ml por kilogramo de peso corporal (aproximadamente una onza líquida por libra), y los gatos mayores probablemente beban más que los gatos más jóvenes.

Los gatos que se alimentan únicamente con comida seca tienen más probabilidades de beber agua que los gatos que se alimentan con comida húmeda (latas o bolsitas). Esto se debe a que la comida húmeda contiene más del 80 % de humedad, mientras que la comida seca contiene solo entre un 6 y un 10 % de humedad.

Si algún gato bebe más de 100 ml por kilogramo (1.5 onzas líquidas por libra), esto se considera consumo excesivo de agua o polidipsia y debe ser llevado al veterinario para un chequeo.

¿Qué causa la polidipsia en los gatos?

La polidipsia puede ser causada por una larga lista de enfermedades. Las causas más comunes incluyen las siguientes:

  • Trastornos hormonales que incluyen diabetes mellitus, hipertiroidismo, diabetes insípida central, enfermedad de la glándula suprarrenal (hiperadrenocorticismo o enfermedad de Cushing e hipoadrenocorticismo o enfermedad de Addison).
  • Enfermedad renal, incluida la pielonefritis, y la enfermedad renal crónica, también conocida como insuficiencia renal crónica (IRC), que es muy común en gatos mayores.
  • Enfermedad del tracto urinario.
  • Enfermedad del hígado.
  • Trastornos internos generales, incluidas neoplasias (cáncer), abscesos e infecciones del útero en gatas no esterilizadas.
  • Trastornos electrolíticos como hipercalcemia (nivel alto de calcio en sangre) e hipocalemia (nivel bajo de potasio en sangre).
  • Medicación, incluidos fármacos como corticosteroides (por ejemplo, prednisolona), diuréticos (es decir, fármacos que promueven la diuresis, como la furosemida) y medicamentos anticonvulsivos (por ejemplo, fenobarbital).
  • La polidipsia psicógena es un problema poco común en el que un gato decide beber más agua de lo habitual sin ningún motivo aparente.

Signos clínicos de la polidipsia

En términos simples, un gato tiene polidipsia si se observa que bebe agua en exceso. Si un gato consume más de 100 ml por kilogramo (1.5 onzas líquidas por libra), se considera que está bebiendo en exceso, o polidipsia, y debe ser llevado al veterinario para una revisión.

Puedes medir el consumo de agua de un gato observando cuánta agua necesitas agregar a su tazón cada día. Si tienes más de un gato, puede ser difícil ser exacto, pero puedes estimar cuánto debería beber un gato normal (alrededor de 50 ml por día) para cada uno de tus otros gatos y restar esta cantidad del total consumido.

Otra opción es adquirir un recipiente especialmente diseñado para medir el agua (como el Felaqua Connect), que lee el microchip de cada animal que beba del tazón, proporcionándote una medición precisa de cuánto ha bebido cada gato en un período de 24 horas.

Investigación sobre la polidipsia

Si notas que tu gato bebe más agua de lo habitual, debes llevarlo al veterinario de inmediato para que se identifique la causa subyacente de la sed excesiva y se le pueda proporcionar el tratamiento adecuado. El veterinario podría tomar los siguientes pasos.

1. Historial detallado

Tu veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos relacionados con la salud de tu gato y revisará su estado general. Existen diversas causas posibles de la polidipsia, y una evaluación detallada de antecedentes ayuda a identificar con precisión el origen del problema.

Muchos factores influyen en este análisis. Por ejemplo, los gatos mayores son más propensos a ciertos trastornos que los jóvenes; los que salen al exterior tienen riesgos distintos a los que viven exclusivamente dentro de casa.

La alimentación también juega un papel clave: ¿qué tipo de comida consume tu gato?, ¿se ha introducido un alimento nuevo recientemente?, ¿recibe algún suplemento?, ¿hay algo que podría estar afectando su nivel de sed?, ¿está orinando con normalidad? De hecho, conviene observar con atención su comportamiento en la caja de arena, incluyendo la presencia de sangre en la orina.

Además, es importante considerar si ha cambiado la forma en que le ofreces agua. Por ejemplo, una fuente o el agua en movimiento pueden hacer que beba más. En muchos casos, una historia clínica detallada basta para orientar al veterinario sobre las posibles causas de la poliuria o la polidipsia.

2. Examen físico

El veterinario examinará a tu gato con atención, palpando todo su cuerpo y buscando cualquier anomalía. Normalmente también tomará su temperatura, escuchará el pecho con un estetoscopio y lo pesará, ya que la pérdida de peso se asocia con varias causas de polidipsia.

3. Análisis de sangre de rutina

Es muy probable que el veterinario realice análisis de sangre, incluyendo el panel habitual de pruebas diagnósticas como un hemograma completo y un perfil bioquímico con electrolitos.

Los niveles de glucosa aumentan en casos de diabetes mellitus, las enzimas hepáticas pueden elevarse si hay enfermedad del hígado, y en algunas afecciones aparece hipercalcemia. También pueden encontrarse distintas alteraciones cuando hay insuficiencia renal.

4. Análisis de orina de rutina

Gato sentado frente a un kit de análisis de orina

Un análisis de orina es un grupo de pruebas que se realizan en una muestra de orina de gato que puedes recolectar fácilmente de la caja de arena de tu gato.

Un análisis completo de orina es fundamental para investigar la polidipsia. Puedes recolectar una muestra desde la caja de arena (consulta con tu veterinario cómo hacerlo correctamente), o el propio veterinario puede obtenerla directamente mediante una técnica llamada cistocentesis.

La orina se analiza con una tira reactiva que detecta distintos componentes, se mide la gravedad específica (es decir, su concentración), se puede revisar el sedimento y, en algunos casos, se envía una muestra al laboratorio para un cultivo.

La gravedad específica tiene especial relevancia en este tipo de estudios.

  • Cuando la orina está concentrada (hiperstenúrica) y presenta una gravedad específica superior a 1.030, es poco probable que exista poliuria/polidipsia, por lo que conviene verificar nuevamente la cantidad de agua que el gato está bebiendo.
  • Si la orina está constantemente diluida (isostenúrica), con una gravedad específica entre 1.005 y 1.012, esto sugiere fuertemente una insuficiencia renal crónica.
  • En cambio, una orina muy diluida (hipostenúrica), con una gravedad específica inferior a 1.005, respalda la sospecha de diabetes insípida (ya sea de origen central o nefrogénico) o polidipsia primaria.

5. Análisis de sangre especializados

El veterinario podría recomendar análisis de sangre específicos, como la medición de la hormona tiroidea total (T4) para descartar hipertiroidismo, pruebas relacionadas con los niveles de cortisol y exámenes para detectar infecciones virales como FeLV y FIV, ya que un resultado positivo en cualquiera de estas tiene implicaciones importantes para la salud de tu gato.

6. Otras pruebas

Pueden realizarse radiografías y estudios por ultrasonido para examinar con detalle estructuras internas como los riñones. En algunos casos poco frecuentes, se podría recomendar imagenología más avanzada, como una tomografía computarizada (CT) o una resonancia magnética (MRI).

La medición de la presión arterial también puede formar parte de una revisión general del estado de salud del gato.

Si se sospecha diabetes insípida, existen pruebas especiales para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo exacto de esta condición poco común. Una de ellas es la prueba de restricción hídrica, en la que se mide la concentración de la orina durante un periodo en el que no se ofrece agua.

No obstante, esta prueba genera cierta controversia, ya que si no se realiza con extremo cuidado puede representar un riesgo. Un fenómeno conocido como lavado medular renal puede complicarla en gatos con PUPD de larga evolución, por lo que el veterinario podría hablar contigo sobre sus implicaciones.

También existe una prueba con un medicamento llamado desmopresina (un análogo de la hormona antidiurética o ADH), que ayuda a determinar si el gato padece diabetes insípida central (relacionada con un problema en la glándula pituitaria del cerebro) o diabetes insípida nefrogénica (asociada a un mal funcionamiento en los riñones).

¿Se puede tratar la polidipsia?

Gato siendo examinado por un veterinario

Lo más importante es detectar qué está causando la polidipsia. Un gato con diabetes mellitus, enfermedad hepática o hipertiroidismo dejará de tener sed excesiva una vez que se haya tratado la raíz del problema.

El tratamiento varía según la causa, pero el objetivo principal casi siempre es abordar lo que está provocando la polidipsia. Al resolver la enfermedad de fondo, el aumento en el consumo de agua también desaparece.

Por ejemplo, si el gato tiene diabetes, hipertiroidismo o una afección hepática, dejará de beber en exceso cuando se controle la glucosa, se estabilice la función tiroidea o se resuelva la alteración hepática.

No suele recetarse un tratamiento específico para la polidipsia como síntoma; el enfoque está en tratar el origen, no en suprimir la consecuencia.

Una excepción es la diabetes insípida, donde el problema es la falta de hormona antidiurética (ADH). En ese caso, el tratamiento consiste en administrar directamente ADH, comúnmente en forma de gotas oculares de desmopresina, aunque a veces también se usa por vía oral.

Seguimiento y pronóstico

El seguimiento necesario varía según cada caso, pero en general, un gato con polidipsia requiere revisiones frecuentes con su veterinario hasta que la causa se haya tratado de forma efectiva.

El pronóstico depende por completo del diagnóstico específico y de la enfermedad que esté provocando la polidipsia. Tu veterinario es quien mejor podrá orientarte sobre lo que esperar en el caso de tu gato.

Conclusión

La polidipsia, o poliuria-polidipsia (PUPD), es un signo clínico frecuente en gatos. Existen muchas causas posibles detrás de este comportamiento, por lo que si notas que tu gato está bebiendo más agua de lo normal, es fundamental acudir al veterinario para identificar con precisión el origen del problema y comenzar el tratamiento adecuado.

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Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.