Como veterinaria amante de los felinos, adoro a todos mis pacientes felinos. Y mis favoritos absolutos son aquellos que están en sus años dorados. La edad es solo un número, como dice el dicho, y los gatos mayores tienen mucho amor y compañía para ofrecer.
¿Cuándo se convierte un gato en un gato mayor? Según la Asociación Estadounidense de Hospitales de Animales y la Asociación Estadounidense de Médicos Felinos, un gato entra en la etapa de mayor edad a los 10 años. La Sociedad Internacional de Medicina Felina clasifica a los gatos de entre 7 y 10 años como maduros y a los mayores de 11 como mayores. Cuando mis pacientes felinos alcanzan los 7 u 8 años, empiezo a hablar sobre nutrición, adaptaciones en el hogar, atención veterinaria y rutinas adecuadas con los dueños de mascotas de estos gatitos más maduros.
Veamos algunas formas sencillas pero efectivas en las que podemos ayudar a mantener su comodidad y salud.
1. Dieta y nutrición
Los requerimientos nutricionales no cambian mucho, pero los gatos mayores pueden necesitar ajustes para abordar problemas de salud. Los mejores alimentos para gatos mayores están elaborados con proteínas de alta calidad que son fácilmente digeribles y extra sabrosas. Los gatos geriátricos no pueden absorber nutrientes complejos tan fácilmente como antes y perderán masa muscular a medida que envejecen. Recomiendo un alimento denso en calorías y muy palatable para los gatos mayores que tienen dificultades para mantener un peso saludable.
También debes controlar la ingesta de agua como parte del cuidado de tu gato mayor. La enfermedad renal crónica es muy común y mantener la hidratación es especialmente crucial para estos gatos. Considera elegir comida húmeda en lugar de comida seca, proporciónale muchos cuencos de agua accesibles y piensa en comprar una fuente de agua.
Cuando mi gata Pi era más joven, la alimentaban con croquetas secas para ayudarla a controlar su aumento de peso. Sin embargo, sus últimos análisis de sangre de edad avanzada mostraron un pequeño aumento en sus enzimas renales, por lo que cambié su dieta a una dieta húmeda para optimizar su hidratación y apoyar su función renal.
2. Visitas regulares al veterinario
Al igual que los humanos, los gatos mayores son más propensos a ciertos problemas de salud. Estar alerta a cualquier signo temprano de enfermedad es vital para acceder a un diagnóstico y tratamiento rápidos. Las enfermedades comunes en los gatos mayores incluyen:
- Artritis
- Hipertiroidismo
- Diabetes
- Enfermedad dental
- Disfunción cognitiva (demencia)
- Presión arterial alta (hipertensión)
- Enfermedad renal crónica
- Cáncer
Puede parecer una lista larga y aterradora, pero el conocimiento trae consigo el poder. Los controles veterinarios regulares ayudarán a detectar problemas de forma temprana y son un buen momento para hablar sobre las necesidades cambiantes de su gato, como la dieta o el entorno. A medida que su gato crezca, su veterinario puede recomendarle visitas más regulares, que incluyan exámenes de presión arterial, análisis de sangre y orina.
Cuando veo gatos mayores en la clínica, siempre aconsejo a los dueños que estén atentos a estos signos comunes de problemas:
- Pérdida o aumento de peso: Los cambios en el peso habitual o en la forma corporal de su gato pueden ocurrir en gatos mayores, pero pueden ser un signo temprano de una enfermedad, como problemas dentales o diabetes.
- Cambios en el apetito o la sed: la sed excesiva se asocia con hipertiroidismo, enfermedad renal y diabetes, y también pueden ocurrir cambios en el apetito.
- Problemas de movilidad: rigidez, incapacidad de saltar a sus perchas favoritas y cambios en la actividad pueden indicar dolor, como en el caso de la osteoartritis.
- Cambios de comportamiento: Los cambios en el comportamiento de un gato pueden ocurrir debido a enfermedades físicas, estrés y otros problemas como la demencia felina.
- Problemas para ir al baño: orinar con mayor frecuencia o en lugares extraños, tener diarrea o estreñimiento pueden ser signos tempranos de problemas de salud.
Si tiene inquietudes acerca de su mascota mayor, consulte a su veterinario.
3. Dolor y comodidad
El dolor crónico puede ser difícil de detectar en los gatos , ya que son excelentes para enmascarar los signos de dolor. Los gatos mayores son más propensos a ciertos problemas de salud dolorosos, como artritis y enfermedades dentales, por lo que es importante estar atentos.
Los gatos con dolor pueden presentar una variedad de signos, tanto físicos como de comportamiento. Los gatos artríticos pueden no mostrar una cojera evidente y, en cambio, mostrar cambios más sutiles, como no saltar a su lugar favorito para dormir o hacer sus necesidades fuera de la caja de arena (especialmente si tiene los bordes altos). Aquellos con dolor de dientes pueden mostrar cambios en su apetito o volverse desordenados y quisquillosos al comer. Los cambios repentinos en el comportamiento, como la agresión cuando se los acaricia o se los cepilla, pueden tener su origen en el dolor.
Si crees que tu gato puede estar inquieto, consulta siempre con un veterinario. Existen diversos medicamentos y suplementos que pueden ser adecuados para reducir el dolor y aumentar el confort. El dolor crónico afecta en gran medida la calidad de vida, por lo que debemos escuchar lo que nos dice el comportamiento de nuestro gato.
Recuerde también las comodidades más pequeñas. Los gatos mayores pueden necesitar ayuda con el aseo (incluidas las garras). Las sesiones periódicas pueden ser una excelente experiencia para fortalecer el vínculo, así como una oportunidad para revisarlos en busca de bultos y protuberancias. Cuanto antes comience con estos hábitos, mejor, así que invierta en un buen cepillado o dos y comience con sesiones cortas y positivas.
4. Entorno del hogar
Tenga en cuenta el entorno de su gato mayor y si se pueden hacer adaptaciones para que se sienta cómodo. El entorno doméstico de su gato es muy importante para él y existen algunas formas sencillas de marcar una gran diferencia en su comodidad.
Es posible que tu gato mayor necesite escaleras o rampas para subirse a los muebles. Si tienes una casa de varios pisos, es posible que deje de subir las escaleras cuando le duela. Esto puede afectar su territorio y provocarle estrés. Si no es posible realizar ajustes, asegúrate de que todos sus recursos estén en habitaciones de fácil acceso.
¿Su cama tiene relleno adicional para brindar calidez y brindar soporte a las articulaciones doloridas? Los gatos mayores duermen más que los adultos jóvenes y tienden a tener menos masa muscular que protege las articulaciones óseas. Proporcione muchos lugares de descanso cálidos y sin corrientes de aire.
¿La caja de arena y los platos de comida son accesibles para sus problemas de movilidad? Algunos gatos mayores tienen dificultades para subirse a las bandejas de arena con bordes altos, lo que puede provocar un comportamiento inadecuado al hacer sus necesidades. Si su gato come en una superficie elevada, asegúrese de que pueda acceder a ella cómodamente.
5. Estimulación mental
A los gatos mayores les puede resultar más difícil realizar actividades físicas (como correr, perseguir y jugar con juguetes) a medida que envejecen. Esto es especialmente cierto en el caso de los gatos artríticos. Sin embargo, es importante que sigan teniendo acceso a alguna forma de estimulación e interacción en su vida cotidiana.
No descarte por completo el movimiento de un gato mayor. Es beneficioso para su masa muscular y sus articulaciones que siga siendo físicamente activo a cualquier nivel que pueda manejar cómodamente. Los juegos suaves, como los juegos de olores de “encontrar la golosina”, las pistas de obstáculos fáciles y los juguetes/comederos tipo rompecabezas son adecuados para todas las edades sin requerir ninguna destreza atlética.
Puedes considerar otras formas de interacción social, como sesiones de acicalamiento y abrazos en el sofá. Algunos gatos se vuelven más cariñosos y pegajosos a medida que envejecen y quieren más tiempo para acurrucarse mientras duermen. Otros prefieren su propio espacio físico, pero a menudo les gusta un poco de compañía o simplemente saber que estás ahí.